miércoles, 26 de junio de 2013

MI AGRADECIMIENTO

MI AGRADECIMIENTO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El fraterno Pedro Campos me señala omisiones que cometí en mi reciente
artículo, titulado "Herejía". Con mucha razón apunta nuestro querido
"Perucho", que no me detuve en las subdivisiones de los
"cuentapropistas" y que no mencioné, entre los productores agrícolas,
a los cooperativistas. Además, me da su visión del enfrentamiento de
clases que puede esperarse, tras las alianzas o traslados que apunté.
Este criterio de Campos, lo comparto en su totalidad: de un lado
estarán todas las clases y frente a ellas, en contradicción
antagónica, se situará lo que él, con acierto, denomina "la
buro-burguesía".
Es sabio, rápido y oportuno su señalamiento. Y se lo agradecí de
inmediato. Ahora quiero hacer público ese agradecimiento y ampliar el
criterio que tengo del "movimiento cooperativo". Reitero que esta
opinión mía puede estar lastrada por la ignorancia, pero es la que
tengo y la brindo siguiendo el apotegma martiano: "un hombre que no se
atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado". Aquí la
expongo:
Las cooperativas creadas en nuestros campos, lejos de constituir un
modo de producción, han devenido una forma de organización impuesta a
un grupo de campesinos asociados para producir en común. Organización
que cercena la autonomía de lo que debiera ser una unión de
productores independientes, que ahoga sus iniciativas, desestimula la
producción y mantiene cautivo el potencial de sus fuerzas productivas.
La ausencia continuada de productos agrícolas en nuestros mercados,
evidenció estas afirmaciones.
A nivel nacional, las cooperativas agrícolas han sido obligadas a
funcionar como vasallos del gran señor feudal llamado Estado. Un
Estado gobernado por lo que, certeramente, "Perucho" califica como
buro-burguesía. Estado que dicta las normas y reglamentaciones
absurdas, bajo las cuales deben funcionar las cooperativas; les crea
una organización (la ANAP) para manipularlas mejor y les impone
"dirigentes" designados por el Partido.
Sólo ahora, y después de continuados reclamos, se "ensayará" la
implantación de otras cooperativas no agrícolas y se anuncia, como un
privilegio otorgado por la corte, que tendrán autonomía... Como Lenin
dijo que "la práctica es el criterio de la verdad", esperemos para ver
en la práctica de qué forma funcionarán las nuevas cooperativas.
Quizás nos hagan recordar con nostalgia, la vida efímera que tuvieron
las primeras cooperativas pesqueras, las que muy pronto comenzaron a
tributar a Empresas Estatales, hasta que desaparecieron por
consunción, tragadas por aquellos gigantes agrupados en un ministerio
que pretendía controlar cualquier pesca. Con el tiempo, víctimas de su
ineficiencia, abandonaron el mar para refugiarse en la acuicultura de
agua dulce y el Ministerio de la Pesca dejó de existir. El resultado:
a contrapelo de nuestra condición insular, de nuestras mesas se
ausentaron peces y mariscos. Y por la libreta, una vez al mes, hoy
recibimos pollo por pescado.
Tomando en cuenta estos criterios míos, obvié mencionar en mi análisis
a las cooperativas, formas de producción que nos acercarían al
socialismo participativo y democrático a que aspiramos. Un socialismo
martiano "con todos y para el bien de todos". De ahí la omisión en que
caí y que, con toda justeza, me señala nuestro compañero de lucha. A
él le digo, una vez más: ¡GRACIAS, PERUCHO!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Junio 26 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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