sábado, 31 de mayo de 2014

¿ARTE O MERCANCÍA?

--¿ARTE O MERCANCÍA?
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Acabo de leer la más reciente novela de Leonardo Padura ("Herejes") y,
aunque no soy crítico literario, ni puedo calzar mi opinión con
conocimientos académicos, hoy quiero trasmitir a mi escaso público la
impresión que me ha dejado esta obra del destacado escritor de
Mantilla, tan controvertido recientemente por las declaraciones que
hiciera a la prensa extranjera. Aclarada mi identidad nada
profesional, la de un lector común y corriente, guiado por mis gustos
y preferencias en el campo de la novela, pero influido por la ética e
ideología que he asumido, debo confesar que siempre le pido a
cualquier obra literaria el mensaje, a veces críptico, otras más o
menos diáfano, que entre líneas desliza el autor. Y a veces, más
valoro la intención que la envoltura, como me sucede con la obra,
indiscutiblemente valiosa, de un Vargas Llosa, donde siempre antepongo
a lo que dice, la pregunta de por qué y para qué lo dice.
Ya Padura había ganado mi admiración mayor con "Historia de mi Vida",
desgarradora trama sobre la vida del "Cantor del Niágara", donde
revelaba los entresijos de la intelectualidad cubana del siglo XIX y,
entre episodios de la vida dolorosa de Heredia, nos presentaba a otro
personaje, muy distinto al que había pasado a la historia como mecenas
generoso, desinteresado promotor de la cultura y hasta como
proto-patriota. En esa novela, era la contrafigura opuesta al que
sufrió exilio, murió en él y encarnó sinceras sensibilidad y cubanía.
Después de aquellas páginas, vino "El Hombre que amaba a los Perros",
que estuvo a punto de convertirme en trotskista. A mi juicio, estas
dos novelas constituían las obras cumbres, el pináculo alcanzado por
el novelista de Mantilla, creador del hipotético Mario Conde,
protagonista de cuatro novelas anteriores que pudieran considerarse su
obra menor.
En sus dos sobresalientes novelas, se desata la furia iconoclasta de
Padura; primero, arremetiendo contra la versión histórica (la que nos
trasmitieron) de un Domingo del Monte y luego, y con más razón, contra
la perversión maligna que desfiguró el primer ensayo de una sociedad
socialista: el estalinismo. Tanto en una como en otra trama, Padura
deslizaba alusiones y establecía similitudes de las bajezas pasadas, a
veces foráneas, con fenómenos que pervivían en nuestra actualidad
antillana. La envidia, la intriga, la hipocresía, la falsedad, la
delación, como otras miserias humanas, pueden encontrarse en cualquier
tiempo y lugar, pero Padura se centraba en las cubanas de un hoy
ruinoso, lleno de penurias y dificultades. Atravesando tiempo y
espacio, este autor hace omnipresente al Miedo, miedo al poder de los
que ejercen el poder: ayer la partidocracia soviética o las
autoridades coloniales españolas, hoy los gobernantes cubanos, siempre
criticables; miedo, siempre miedo, un miedo ante el cual todos somos
cobardes. ¡Muy bien, ese era su mensaje! Y una vez captado, no por
rechazarlo le discuto su derecho a emitirlo, más cuando la calidad de
la obra lograda deja atrás esas veleidades; algo parecido a cómo
valoro las novelas del peruano que, dicho sea de paso, comparte con el
cubano la nacionalidad española.
Caso bien distinto lo constituía la novela basada en las vidas de
Trotsky y de su asesino. En ella, un tercer personaje, cubano del
montón como el que suscribe, damnificado del ciclón de un período
especial, como la inmensa mayoría de la población, se encargaba de
denunciar las secuelas de un estalinismo tropical, (otro ciclón
arrasador) con manifestaciones evidentes en la conducción
revolucionaria, consecuencias de un calco mecánico de modelos y
soluciones ajenas. Como sustancia paralizante, con el injerto se
inoculaba EL MIEDO. Un miedo colectivo, que se enseñoreaba de la
sociedad toda, empeñada únicamente en sobrevivir. El miedo era el gran
culpable de todo, de la inercia e ineficacia, de la doble moral, del
afloramiento de lo peor del ser humano y del estancamiento general. Si
esta novela contribuía a denunciar lo que entorpecía nuestro camino
hacia una sociedad más justa, entonces podía considerarse un intento
muy crítico, pero revolucionario.
Con esos antecedentes, me enfrenté a la versión digital, huérfana de
una corrección editorial que la librara de basurillas y errores
tipográficos, de la novela más reciente de Padura, titulada "Herejes.
Era la única posibilidad de leerla que se me brindaba por ahora, como
a cualquier lector cubano, de los de a pie. Con las expectativas
creadas por sus obras anteriores, glotonamente, inicié la ingestión de
las 1,197 páginas de lo que, después de un primer momento, resultó un
nuevo parto de los montes. La resurrección del personaje Mario Conde,
ya mayorcito pero igual de irreal y socialmente desubicado, me hizo
caer en una desilusión más catastrófica que la decepción que convierte
a Conde en un incrédulo, increíble y fracasado sobreviviente. Esta
desilusión mía fue fortaleciéndose en cada página dejada atrás. No
obstante, seguí leyendo empecinadamente, me hacía falta saber a dónde
conducía todo aquello, cuál era el mensaje que, alusivo o abierto,
trasmitía Padura. Así, llegué a un final con lagunas inconclusas
(¿quién sacó el cuadro de Cuba?, ¿cómo pudo el talabartero polaco
penetrar en la casa y cometer el sádico crimen, sin que ninguno de los
otros habitantes lo sintiera?). El entramado dramatúrgico concluía sin
despejar los enigmas anunciados y comenzaba otra trama de
acontecimientos sucedidos en la Amberes de los 1600, sin una
justificación de nexos o de soluciones con los sucesos habaneros de
los siglos XX y XXI. Solo el delgado hilo de Rembrandt relaciona a una
parte con la otra.
"Herejes" no resiste comparación con las dos novelas anteriores, es
una obra del ocaso, no brilla sino con luces vespertinas, moribundas.
Sin embargo, dice mucho de las alternativas que ha tenido que
enfrentar su autor. Es usual que la fama y el dinero que trae la
publicación de sus obras, planteen ante cualquier escritor una
encrucijada que lo definirá como un verdadero artista, un perseguidor
de la perfección, un innovador de la literatura, o por el contrario,
un pragmático mercader que busca el éxito con las ventas del producto
que oferta. A mi juicio, Padura ha elegido este último camino,
escribiendo el material que complace a cierto público foráneo y a los
hipercríticos del patio, pero que desde el punto de vista de la
calidad estética y de los valores de una pieza literaria, lo aleja del
ideal que arde en todo creador. Tiene todo el derecho a la elección,
así como a recibir sus resultados y consecuencias. Es natural que el
que escribe aspire a ser leído, pero el asunto estriba en la forma de
lograrlo. El creador ofrece literatura de alto calibre, el mercader la
mercancía cuya venta ambiciona.
Si en la historia de Trotsky y de su asesino, la denuncia al
estalinismo justificaba alusiones bien claras y directas, aquí la
alusión cruda y descarnada, como un hueso de carnicería, llega a
sobrar. Es un llamado de "marketing" al público que exige ver "el
desastre cubano" y goza con el mismo, ese mismo público que lee "El
País" y se alimenta de la prensa gusana. De esta forma, Leonardo
Padura se nos ha convertido en un pobre y lastimoso millonario. Y no
crean que peco de idealismo, bien sé que disponer de caudales es algo
que no disgusta a nadie, el problema es la forma en que usted se los
agencia. Los comunistas chinos dicen que ser rico es glorioso y el
autor de "Herejes" no deja dudas que ha elegido la vía que estima
apropiada para consolidar su fortuna.
De todas formas, reitero mi criterio que es necesario no poner
obstáculo alguno para que todo el mundo pueda manifestarse. Es la
única forma de que nos identifiquemos y sepamos quién es quién, quién
auténtico y quién falso, quién artista y quién mercader.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Junio 2 de 2014


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 27 de mayo de 2014

ASUNTO MUY SERIO

--
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El problema demográfico es un asunto muy serio, preocupante. Por
comprometer nuestro futuro, como parte de la humanidad, merece ser
tratado de forma más respetuosa que lo hecho por ese incorregible
Sempronio quien, como sombra me acompaña. En un reciente artículo bajo
su firma, titulado "Vejez Feliz", el reglano epónimo viste el tema con
ropajes de sorna y la cosa no es de broma, merece más consideración
por lo que implica.
El crecimiento continuo de la población ha sido preocupación constante
de antropólogos, economistas, políticos y sociólogos. Fue un
economista inglés, Thomas Robert Malthus quien en 1798, con su "Ensayo
sobre el principio de la población", pronosticó una catástrofe
demográfica porque, según él, la población crecía en proporción
geométrica, mientras que la producción de bienes lo hacía en
proporción aritmética. No previó Malthus que el desarrollo de las
ciencias y de la tecnología contrarrestarían esta contradicción,
satisfaciendo las necesidades crecientes de una humanidad en expansión
constante. Fue el argumento esgrimido por Marx, cuando lo criticó,
pero a pesar de ello las teorías maltusianas aún subsisten.
De todas formas, nos seguimos multiplicando sobre la faz de esta
"única y contaminada nave espacial" (como dice Walter Martínez, el de
las noticias en pleno desarrollo) y el asunto ocupa la atención de
numerosos gobiernos. Ellos toman distintas medidas remediales, según
sean los males que enfrentan. Así China controla la natalidad con su
"política del hijo único", mientras que algunos países europeos
premian con estímulos monetarios el crecimiento familiar. El aumento
de habitantes no parece ser un resultado del desarrollo, porque la
mayoría de los países avanzados ven decrecer o estancarse ese
crecimiento. Así, ha llegado a admitirse que, cuanto más desarrollo
menos nacimientos; corolario del nivel económico y cultural alcanzado.
No obstante, el no crecimiento de la población en países por
desarrollarse, pudiera ser un síntoma de que algo anda mal allí, ese
es nuestro caso. Cada año, oleadas de anteriores adolescentes arriban
a la edad laboral; ellos reclaman empleos y las plazas disponibles por
nuevas fuentes de trabajo o vacantes debidas a fallecimientos,
jubilaciones y otras causas, deben ser iguales o superiores a las que
demanda la generación emergente. Pero resulta que en Cuba, por la baja
natalidad, esa masa de remplazo disminuye cada año, amenazando con
desaparecer en un futuro no lejano. Es una realidad a la que debemos
enfrentarnos: inexorablemente, llegará el momento que no haya
trabajadores para cubrir las vacantes dejadas por el retiro, la
emigración o la muerte. Es decir, no habrá masa de remplazo; sucederá
lo contrario de ahora: habrá más plazas de empleo que aspirantes a
ellas.
Entonces, ¿quiénes producirán en el futuro?, ¿qué fuerza de trabajo
vamos a ofrecer a los inversionistas extranjeros?, ¿de qué
trabajadores dispondremos para la zona especial del Mariel? La
inmigración de trabajadores, calificados o no, no sería algo novedoso.
Cuba conoce el componente haitiano y jamaiquino que macheteó en
nuestros cañaverales, durante años no tan remotos y los técnicos
norteamericanos e ingleses que dirigían nuestros centrales...

Desde Regla,
Ayer la "Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 28 de 2014
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

lunes, 26 de mayo de 2014

-VEJEZ FELIZ

--VEJEZ FELIZ
Por Sempronio, el de Regla

El envejecimiento de la población es asunto preocupante, los jóvenes
se empeñan en emigrar, las mujeres en no parir y los viejos en
prolongar sus vidas. Todo esto hace que, cada día, aumente el
porciento de ancianos entre los pobladores de nuestra maravillosa
islita; dentro de poco los de la tercera edad y los de las sucesivas
serán mayoría. Y como satisfacer las necesidades y anhelos de las
mayorías es una meta de la democracia, nuestros gobernantes, por su
innegable vocación y por coetáneos, han abordado la problemática de la
vejez y hace rato que están ensayando las soluciones probables. Lo
primero fue aumentar el monto de las pensiones más bajas a los ya
jubilados; una segunda medida fue elevar la edad requerida para la
jubilación de hombres y mujeres. Sin embargo, estas medidas no fueron
suficientes: por un lado, el número de abuelos seguía aumentando y
presionando sobre el gasto de seguridad social; el peligro de que los
beneficiados fueran más que los contribuyentes se hacía inmediato.
Mientras que, por el otro lado, las pensiones continuaban encogiéndose
al compás del alza de precios y del costo de la vida misma. Es cierto
que, ya jubilados, se libran de gastos superfluos, como la cotización
al sindicato, los gastos de transporte y alimentación fuera de casa,
el descuento de un día de haber para las MTT, convertido luego en "El
día de la Patria" y las infaltables colectas, muy usuales entre los
trabajadores, para un regalo, una fiestecita de conmemoración o para
una corona fúnebre. Todo eso se lo ahorran al acogerse al retiro,
además de disminuir el gasto de vestido y calzado, lavado de ropa,
etc. Pero aun así, aunque sus vidas se alargan y sus necesidades se
reducen, las pensiones se encogen de forma espeluznante. Por otra
parte, según los filósofos, la vida no vale por su extensión sino por
la intensidad con que se viva. De nada vale una larga vida si está
vacía de estímulos y sueños; había que darle sentido a la existencia
de ese sector poblacional, dotarles de una razón para luchar,
brindarles la oportunidad de sentirse todavía activos y útiles. No
abandonarlos encerrados en sus casas (que ya no son las suyas, sino
las de sus hijos), convocarlos a salir y participar en la lucha diaria
de todos. Y llegó la solución mágica: la actividad económica privada;
si ésta había sido el remedio en lo económico, podría serlo también en
lo social. El país se abría a la nueva era del "cuentapropismo" y en
esa actividad, los jubilados tendrían el campo ideal para satisfacer
sus necesidades, tanto materiales como espirituales. Ahora son
múltiples las oportunidades que se les ofrecen a los que ya cumplieron
el deber social de trabajar toda una vida: pueden vender los
periódicos que acaparen de madrugada en los estanquillos, también maní
y bolsas de envase (de las que suelen faltar en las TRD, pero que
siempre se pueden adquirir en la calle), dedicarse a la recolección de
latas de aluminio, como contribución al reciclaje de materias primas o
a prestar servicios, como hacer colas y sacar turnos. No hay duda que
con tantas ocupaciones a su alcance, para nuestros abnegados
trabajadores de ayer, los que bregaron durante décadas en la
producción y los servicios, esforzándose siempre por dar más, para
aquellos que vertieron su sudor por un futuro que no les llegó y se
acogieron a la dependencia de una jubilación, la parte que les reste
de vida será, por activa, más plena. Por lo menos, más entretenida.

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá. Mayo
27 de 2014

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jorgecoliva@gmail.com

domingo, 25 de mayo de 2014

-MIENTRAS ESPERO

--MIENTRAS ESPERO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Mientras espero que, a mediados del próximo junio, se den a conocer
los resultados del segundo concurso "PAPELES DE LA MANCUSPIA", los que
trasmitiré a ustedes de inmediato, les ofrezco un grupo de
nano-cuentos que eliminé en ese envío. Los cinco que envié, no puedo
divulgarlos hasta que no se haga público el veredicto, so pena de
invalidarlos; pero sí puedo enviarles estos que fueron desestimados
por mí en una poda dolorosa y necesaria. Espero que contribuyan a
mantener viva la expectativa por el premio, o por lo menos a
entretenerles la espera. Sea cual sea el resultado del certamen, se
los haré saber:

INSENSIBLE
Soñé que sufría. Cosa imposible, porque la única vez que he sufrido
fue cuando quise recordar aquel sueño.
SOBRESTIMACIÓN
¡Vida, no mereces que YO te viva! _Y se lanzó al abismo.

VEJEZ
Al paso inexorable de los años, cada uno transmutó sus suspiros. Él,
en eructos y ella en ronquidos.
EL MAESTRO
Les enseñó a escalar montañas y cuando todos supieron, prohibió el alpinismo.

UTÓPICOS
¿Quién dice que hemos fracasado? Mañana, otros hombres que aún no han
nacido, aprenderán de nuestros errores e intentarán su propia Utopía.

MERCADO
Ella ofrecía sueños y solicitaba cosas; él brindaba cosas y pedía
sueños. Ambos cometían fraude en el intercambio.

CIVILIZACIÓN
Ayer exterminamos al último salvaje. Ahora comenzaremos a civilizar este país.
POR HEMINGWAY
¿Qué por qué lloro? Lloro por todos, y sobre todo por mí, porque las
campanas están doblando y él me dijo por quién.

CONTAGIO
Era un soñador y sufría de visiones. Le creímos profeta del porvenir y
por esperar el futuro que anunciaba, dejamos de vivir nuestro
presente; así consumimos la vida. Pero sucedió que sus sueños se
volvieron nuestras pesadillas. Cuando las sufrimos, ya era muy tarde
para volver atrás: nos había contagiado su padecimiento.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 26 de 2014
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jueves, 22 de mayo de 2014

EL ASALTO A UN BANCO

-- EL ASALTO A UN BANCO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Al igual que El Hidalgo de la Mancha iba "desfaciendo entuertos",
Newton Briones va destruyendo mitos; en eso se asemeja al trastornado
Alonso Quijano. Destruye mitos, pero no es un destructor, todo lo
contrario, él ayuda a construir la verdadera historia, la libera del
lastre de falsas versiones y nos la entrega llena de verdad. Este
autor, historiador preciso, nos presenta el hecho como fue, sin
afeites de compromisos, ni distorsiones populistas que se volvieron
populares; hurga en el detalle, a veces ignorado por los
"historiadores serios", y nos pone cara a cara con lo sucedido
realmente. Afirmado en la entrevista, en el testimonio hablado, no
duda Newton en arremeter contra falsos ídolos, ni contra fetiches, ni
mixtificaciones de la real historia; tiene como norte la búsqueda de
la verdad y como tal sufrirá denostaciones e ignorancias.
El 20 de mayo pasado, ¡valga fecha!, acudimos a la UNEAC; en el salón
Rubén Martínez Villena se presentaba el libro "Dinero Maldito" de
Newton Briones Montoto. Hoy me lo acabo de leer: 356 páginas de
tensión y garra. En la obra, el autor incursiona como novelista. No lo
es, y el intento le costó caro. Pero se salva por sus aportes de
siempre: la incansable búsqueda de la verdad. A cualquier avezado en
la crítica literaria, le sería fácil descubrir yerros e incongruencias
de novato en la trama novelística, pero la llamada a descubrir la que
sucedió realmente, lo cierto oculto tras los hechos, son fuerzas más
poderosas. El historiador avezado se superpone al novelista novato y
le arrebata el hilo narrativo. Al final, la obra trabajosa del primero
se impone y nos revela un hecho que, por insólito y trascendente, no
debe ser olvidado: el asalto a un banco a plena luz del día en Cuba,
donde acontecimientos similares no eran imaginables.
La presentación de la obra estuvo a cargo del maestro Don Ciro
Bianchi, quien hizo gala del nivel que demandaba la obra: ser
exhaustiva y amena, dejándonos a los oyentes la inquietud de seguir
ahondando en la verdad histórica. ¡Gracias a Ciro Bianchi y a Newton
Briones por este aporte! Enorme contribución al conocimiento de
nuestro pasado.
Voy a sumergirme en una segunda lectura de este libro absorbente, que
lo deja a uno con ganas de saber de verdad lo que de verdad pasó.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 23 de 2014

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martes, 20 de mayo de 2014

-- SEMPRONIO ABOGADO

-- SEMPRONIO ABOGADO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Quizás porque se siente émulo de su homónimo de la antigüedad, aquel
jurisconsulto romano que fue Tribuno de la Plebe, mi amigo Sempronio,
el reglano, se las da a veces de abogado callejero. De esos que andan
por ahí, hurgando en los retruécanos de las técnicas jurídicas para
adecuarlas a los requerimientos urgentes de la ciudadanía; los que
ponen al servicio de las mayorías, su saber. Sempronio es de esos, no
de los infelices sometidos a la pobre condición de tramitadores, los
que se pueden encontrar en las penumbras de cualquier Bufete
Colectivo, peritos en llenar planillas y apurar o demorar trámites,
para luego recibir "regalitos". No, mi amigo Sempronio no es de esos,
él legisla como debían hacerlo nuestros aquiescentes y siempre
unánimes diputados; no teme adentrarse en las marañas legales, para
desentrañar las incongruencias, contradicciones, absurdos y
manquedades de leyes y decretos vigentes. Es verdad que a veces peca
de autosuficiente, al creerse con dominio de las técnicas jurídicas,
pero... ¿qué cubano, en mayor o menor escala, está libre de este
defecto? ¡Y Sempronio es cubano hasta la médula!
El otro día, después de haber dispuesto de mi blog a su voluntad,
aprovechando mi breve ausencia, me espetó la siguiente parrafada,
digna de su homónimo antecesor y que les copio a continuación:
"Los criminalistas y penalistas debían estudiar en detalle un asunto
que se me hace evidente: la adicción al poder como figura delictiva y
la condición de delincuente del adicto. Es innegable que existen
similitudes entre el malhechor que subestima para sí el riesgo penal
que implica su acción, porque se estima un inigualable experto en
delinquir y el gobernante que cree que solo él puede gobernar como se
debe (1) y, que por ello, se aferra al poder con furia obsesiva. En
ambos casos, hay una sobrevaloración de capacidades y habilidades
propias y determinada dosis de egolatría. Los dos creen estar a salvo
de las consecuencias que provocan sus actos; el delincuente, porque
gracias a su "pericia" se siente capaz de evadir la ley; el adicto al
poder, porque se cree la ley misma. Según ellos, no hay nadie, salvo
ellos mismos, que pueda ejecutar sus actos con igual destreza y
maestría. ´Solo yo sé hacerlo´ parece ser su lema común..."
Juzguen ustedes la autosuficiencia de Sempronio, pero también su
puntería. Debíamos postularlo como diputado a nuestro máximo órgano
legislativo. Pero me temo que esto no sea posible, porque Sempronio no
aparece en el listado de los que debemos elegir y saldrán
indefectiblemente electos. Ese listado lo confecciona la infalible,
omnipotente e invisible "Comisión de Candidaturas" y en nuestra
actuales boletas de sufragio no existe la antigua y ya casi olvidada
"Columna en blanco", aquella que aparecía en las boletas de antaño,
las de los cambiazos espectaculares, las que podían desaparecer sin la
intervención de Mandrake, en las que podían votar todos los residentes
del cementerio (2); en ellas aparecía una columna sin Partido, donde
cualquier ciudadano podía nominar y votar por quien quisiera, hasta
por Napoleón Bonaparte, si ese era su deseo.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 21 de 2014
(1) En nuestro pasado republicano, Estrada Palma, Menocal, Machado y
Batista fueron ejemplos de este tipo de adictos al poder.
(2) Fueron frecuentes los casos en que el número de votantes en un
colegio electoral, fue superior al de vecinos inscriptos.





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domingo, 18 de mayo de 2014

DE MACHAZOS Y OTROS SÚPERS

--DE MACHAZOS Y OTROS SÚPERS
Por Sempronio, el de Regla

En las dos tabernas de Regla, así como en otros sitios frecuentados
por la marginalidad, se pueden encontrar tipos de apariencia ruda,
bíceps cultivados en gimnasio, nunca sometidos a "la esclavitud del
trabajo" y casi siempre adornados por tatuajes. En estos individuos,
que hacen gala de léxicos y comportamientos muy típicos, todo denota
alarde y reafirmación de lo que quieren ser: los súper guapos, los
machazos de la película, vivos anuncios de peligrosidad. A fuerza del
calco, han logrado uniformarse en un estereotipo fácil de distinguir;
llamativo corte de pelo, vestimenta ajustada, uno que otro empaste en
oro, gruesas cadenas al cuello y sortijón en algún dedo de uñas
cuidadas con esmero, son detalles que proclaman lo que pretenden ser,
pero la vida no tarda en caracterizarlos como lo que en realidad son.
Los he visto arratonarse a la hora del cuajo; cuando algún guapo
anónimo, de los de a verdad, los enfrenta, son rápidos en recoger
pita.
Parientes de estos, pero en el terreno político-ideológico, están los
súper revolucionarios que prueban su militancia repitiendo el discurso
"de arriba", así sean disparates; hacen ostentación de su fe y su
devoción, culpando de todo al imperio y su bloqueo o al pueblo
indisciplinado e ingrato; son los heraldos de logros y apologías que
"prueban" que el país avanza gracias a "la sabia conducción"; cuando
critican, lo hacen suavemente, con cautela, justificándose por salirse
de su línea siempre alabadora y si algo les indigna es la ingratitud
de muchos (1), la desviación ideológica de otros y, por supuesto, los
enemigos encubiertos que ven por todos lados. Una variedad de este
espécimen, la constituyen los atrevidos, que asumen el papel de
representantes y voceros oficiales, sin que nadie les haya otorgado
esa representación, ni asignado tal tarea.
Los súper tuvieron sus antecesores en aquellos celosos guardianes de
la fe que, después de actuar como comisarios políticos, de
desgraciarle la vida a unos cuantos, hicieron mutis por el foro y
fueron a llorar decepciones y resentimientos a la oscuridad del
exilio, donde no les perdonan "sus pasados rojos". A mí los de ayer y
los de hoy, me recuerdan a los falsos guapos de Regla, porque hacen lo
mismo, urgidos por igual necesidad. Todos son víctimas de sus
deficiencias, las que tratan de ocultar aparentando lo contrario de lo
que son. Unos hacen alardes de guapería, los otros de lealtad y
adhesión sin límites. A todos les espera igual destino: quedar en
cueros, mostrando lo que en realidad son. Tarde o temprano, los
veremos recular; los primeros ante un reto, los otros ante una
reprimenda o desautorización, por haber alardeado en demasía o haberse
adelantado a decir lo que no estaba autorizado todavía. Ya lo decía mi
abuela Petronila: "Dime de qué alardeas y te diré de qué careces".

Desde mi Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá
Mayo 19 de 2014
(1) Uno de ellos obtuvo notoriedad al acusar al pueblo de ser
"pichones pedigüeños, con el pico siempre abierto".

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jueves, 15 de mayo de 2014

RESPUESTA INTELIGENTE

-- RESPUESTA INTELIGENTE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El ya largo tiempo que llevamos enfrentándonos al "Norte revuelto y
brutal que nos desprecia", debía habernos dotado de cierta experiencia
en esa desigual lucha. Sabemos que no ceja en su empeño por
destruirnos, por volvernos a subyugar y conocemos las múltiples
técnicas que emplea para lograrlo. A técnicas, tácticas y estrategias
del Imperio, ya que no podemos oponerle una fuerza equivalente a su
enorme poderío, es imprescindible que opongamos mucha inteligencia y
astucia, en ello nos jugamos la supervivencia. La lucha contra "El
Gigante de las Siete Leguas" ha sido nuestra mejor escuela. Hoy
cualquier cubano sabe que cada intento o maniobra enemiga, requiere la
réplica inteligente que anule, o al menos disminuya, el daño que
esperan hacernos. A cada medida que ellos tomen, debe corresponder una
eficaz contramedida nuestra. La respuesta adecuada en cada ocasión,
será la que mejor contrarreste el empeño enemigo; irle a la contraria,
promover lo que no desea, facilitar lo que dificulta, hacer lo
contrario que él hace o pretende que hagamos, puede ser una fórmula
simplista pero efectiva. Sin embargo, con lamentable frecuencia, vemos
que las contramedidas adoptadas, en lugar de defendernos del ataque,
aumentan sus efectos o coadyuvan al mismo. En esos casos, conscientes
o inconscientemente, estamos trabajando a favor de los designios
enemigos. Hoy analizo una de estas contribuciones:
Miles de cubanos "asilados" en EEUU viajan a Cuba cada año; vienen a
pasar sus vacaciones al país del que supuestamente huyeron. No hay
duda que constituyen unos refugiados muy particulares. No obstante,
estos viajes, lo mismo que las remesas que envían a sus familiares,
componen un importante ingreso de dólares para nuestro país. George W.
prohibió viajes y remesas, porque así apretaba el nudo para
asfixiarnos, él iba a lo tejano, a lo rudo y a los que se declaraban
refugiados, les hacía conocer el verdadero sabor del exilio; Obama
cultiva otro estilo, el "Smart power", permite viajes y remesas, pero
el bloqueo financiero impide que nuestra oficina de intereses pueda
operar una cuenta bancaria: sencillamente ningún banco le presta
servicio a nuestro consulado y no hay otra forma de cobrar la
actualización de pasaportes que requiere el cubano emigrado que quiere
venir; no importa que tenga un pasaporte vigente por seis años, debe
"actualizarlo" cada dos, es decir pagar por el trámite consular. Ante
la imposibilidad de cobrarles allá, se decidió que pagaran a su
llegada aquí. Era lo lógico, lo conveniente al país, lo contrario de
lo que pretende el Imperio. Ah, pero a "alguien" se le ocurrió que eso
no podía ser y decidió que dejaran de viajar hasta que el gobierno
norteamericano "nos haga el favor de conseguirnos un banco" donde la
oficina consular pueda operar una cuenta (*).
De esta forma, ese alguien está trabajando en el mismo sentido que el
enemigo, está contribuyendo a hostigarnos y bloquearnos más. Buscando
una forma de presionar al gobierno norteamericano, no tiene en cuenta
que deteniendo el flujo de viajes a los emigrantes, priva a Cuba de
importantes ingresos. ¡Vaya respuesta inteligente al Smart de Obama!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 16 de 2014
(*) Ya redactado este artículo, se informa que los trámites
consulares, podrán ser efectuados en las agencias de viajes que tienen
relaciones con la cubana Oficina de Intereses en Washington. ¡Al fin
se les iluminó el bombillo!

________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

-MÁS PAPISTA QUE EL PAPA

-MÁS PAPISTA QUE EL PAPA
Por Sempronio, el de Regla

Yo creía que nosotros, los cubanos, éramos los tipos más exagerados
del universo, que cuando decíamos ser algo lo éramos en demasía,
siempre en exceso. ¡Qué equivocado estaba! Ahora veo a un argentino,
que nunca ha vivido en Cuba, decirle a un cubano, que vive en el
barrio de Mantilla, cómo debe describir sus vivencias al chocar contra
las realidades presentes en la isla. ¡Le zumba el merequetén!, como
dice Toirac. Ese hijo de El Plata es más papista que el Papa. ¡Suerte
para nosotros, los isleños de esta Antilla Mayor, que Don Atilio no es
cubano! Con el mismo derecho (el que le da su condición de "luchador
internacionalista") puede dirigirse a un esquimal e indicarle cómo
pintar los paisajes polares.
Pero no, el gesto de Don Atilio no nos arrebata el cetro de las
exageraciones. Para mantenerlo, tenemos el colmo de la arrogancia, el
sumun del autobombo y la egolatría de las que hace gala un homúnculo
contrahecho de figura simiesca y ética de cafre (1), cuando para
vaciar la jiña y el rencor que le provoca el autor de "El Hombre que
amaba los Perros", no tiene rubor en enumerar sus propios dones y
títulos, su dedicación de más de cuatro décadas a la literatura y nos
recuerda que "yo, El Supremo, impugné el premio otorgado al hereje."
Nada que, como ya dije, hay que dejar hablar a todo el mundo; así
podemos conocernos mejor. Recordemos el sabio refrán popular: "el
pájaro se conoce por la cagá".

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Mayo 15 de 2014
(1) Un botón de muestra de su ética lo dio este sujeto cuando en
"Espacio Laical" desbarró de mi carnal Oliva, le atribuyó palabras que
éste nunca dijo y solariega y surrealistamente lo mezcló en un chisme
sobre un bistec de palomilla. En aquella oportunidad, mi socio lo
encueró, lo puso como un bombín y le demostró cómo actúan los hombres.
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

miércoles, 14 de mayo de 2014

-LOGROS Y AVANCES

--LOGROS Y AVANCES
Por Sempronio, el de Regla

Por emitir opiniones críticas en entrevistas concedidas a la prensa
extranjera, a Padura, el de Mantilla, le han caído en pandilla; lo
acusan de parcializado al omitir todo lo relativo al bloqueo que sufre
el pueblo cubano, no mencionar la guerra que resiste, ni los logros
alcanzados por su gobierno; en resumen de ver solo sombras y no las
luces. El fuego lo abrió Atilio, el argentino, que lo crucificó por
parcializado, olvidando que igual acusación, pero a la inversa, se le
puede hacer al camarada Borón, del que nunca he visto una crítica.
Es cierto que ir a casa ajena a hablar mal sobre la nuestra no es cosa
muy elegante, pero eso no es motivo para quitarle a nadie el derecho a
decir lo que piensa donde lo estime. Que cada cual cante como quiera
en el lugar que quiera, en definitiva por el sonido se conoce al ave y
es posible distinguir al ruiseñor del pavorreal, al gallo de la
lechuza, al sinsonte del ganso. De lo contrario, nos quedaríamos sin
saber cómo es el canto de cada espécimen y estaríamos cayendo en
aquello "del lugar adecuado, en el momento apropiado, etc.", fórmula
que sabemos ha tapado muchas bocas. Ahora todas se abren para
desbarrar de Padura, algunos lo tachan de ingrato y narcisista, otros
de resentido y antipatriota, hasta un ególatra mayor se vio compelido
a recordarnos que según su genial criterio, Él, el supremo y
magnánimo juez, había estado en contra de que se le concediera al hijo
de Mantilla el Premio Nacional de Literatura. Parece hallar, en las
críticas de Padura, la confirmación de su dictamen como infalible
Jurado y nos regaña por no haber tenido en cuenta sus sabios dictados.
Para que no me pase nada semejante, hoy voy a tratar de logros y
avances, para ello no tengo que inventar nada, me basta reproducir lo
que oigo porlos noticieros como titulares: en Holguín, me dicen que,
la edificación de una antigua Secundaria Básica en el Campo,
abandonada hace diez años, fue remodelada para convertirla en decenas
de confortables viviendas para trabajadores agrícolas, creándose a su
alrededor una nueva comunidad rural con bodega, escuela, consultorio y
demás facilidades. Ante el déficit habitacional, la noticia es un
logro indudable, además de facilitar la mano de obra necesaria en la
agricultura; lo que no me explican es el por qué tuvo que pasar una
década de abandono para la toma de la decisión correspondiente;
tampoco me dicen que en este tiempo, la edificación abandonada fue
canibalizada y desaparecieron instalaciones eléctricas, sanitarias,
plomería y herrajes, azulejos y mosaicos de piso, puertas, ventanas y
sus marcos. En fin que dejaron la antigua secundaria convertida en un
esqueleto.
Otro logro me llega desde Guantánamo; allí los trabajadores por cuenta
propia se han duplicado desde que se ampliaron las licencias. Eso es
tremenda noticia, pues es un avance contra el desempleo. Lo que no me
dicen es que la mayoría de los nuevos cuentapropistas, la forman
jubilados y anteriores desocupados, no trabajadores declarados
disponibles debido a las medidas destinadas a desinflar plantillas; de
ellos, de los que se quedaron sin pincha debido a la racionalización,
nada me dicen.
No debo terminar sin mencionar dos logros emblemáticos: la salud y la
educación; bienes de incalculable valor de los que gozamos los cubanos
y que todos debemos reconocer con agradecimiento. Válganos todos los
cielos que son gratuitos; si tuviéramos que pagar por ellos, nuestros
salarios nos alcanzarían todavía menos.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Mayo 14 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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domingo, 11 de mayo de 2014

SOMOS O NO SOMOS

-- SOMOS O NO SOMOS
Por Sempronio, el de Regla

Ser o no ser fue algo que preocupó mucho a un príncipe de Dinamarca, a
tal punto que lo volvió loco. Pero en esa historia, el sujeto tenía
motivos familiares para plantearse la cuestión. Otra preocupación
invade a este reglano de corazón, cuando ve incongruencia tras
incongruencia acumularse en el comportamiento de los que, sin ser
parientes, están llamados a dirigirnos hacia el destino anunciado "sin
prisas ni pausas", pero sin marchas atrás, ni rodeos agobiantes, con
el rumbo bien definido hacia metas declaradas hasta el cansancio y
contradichas luego. Y ante tanto tira y encoge, ante tanto dije, digo,
diego, ¡se cansa uno, caballeros! Ya no se trata de la contradicción
entre una medida anunciada y su aplicación; entre un decreto
promulgado y su anulación práctica por disposiciones subalternas,
ahora el asunto atenta contra nuestra identidad como Estado,
contradice sus características proclamadas en la Constitución.
Veamos: según creo entender, nuestra Carta Magna establece que Cuba es
un estado laico, que reconoce el derecho del ciudadano a practicar la
religión de su preferencia y que toda creencia goza de igual respeto
por el Estado que concede a todas iguales derechos. Entonces, si es
así, cómo es posible que ya tengamos dos días declarados no
laborables, por ser conmemoraciones de una religión en particular,
religión que, dicho sea de paso, no es la profesada por la mayoría de
los cubanos. Ya se había declarado feriado el 25 de diciembre, ahora
el viernes santo se hace no laborable. Si todas las religiones gozan
de iguales derechos, se deben proclamar los días del Ramadán como de
asueto, igual que las festividades judías, las budistas y todas las
demás. Si se televisan misas católicas, tanto las oficiadas aquí como
en Roma, debe dársele igual tratamiento a las ortodoxas, a los cultos
protestantes, a los ritos yorubas, los rituales santeros y a las
sesiones que ofician los babalaos de Regla y Guanabacoa. ¿Somos un
estado laico? ¿Tenemos todos los mismos derechos sin discriminación
por cuenta de nuestras particulares creencias? ¿Todas las religiones
gozan de igual trato? ¿Somos o no somos?...

Desde mi Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá
Mayo 12 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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jorgecoliva@gmail.com

jueves, 8 de mayo de 2014

SIEMPRE EL TOTÍ

--SIEMPRE EL TOTÍ
Por Sempronio, el de Regla

Ya lo dice el viejo dicho: "todos los pájaros comen arroz, pero la
culpa la carga el totí". Últimamente, el discurso oficial ronda por la
Teleología, esa doctrina de las causas finales, ¿Por qué este afán
reduccionista de simplificar y no analizar las múltiples causas
verdaderas? Como en toda novela de misterio, eso no lo sabremos hasta
el mismo desenlace pero, por ahora, aunque las causas sean muchas y
variables, siempre se apunta a una sola y concluyente, una causa final
que es el gran culpable de todo: una especie de totí teleológico.
Aunque en la mayor parte de los casos, el gran totí es el llamado
"pueblo", esta vez se trata de cargar la culpa a un segmento, el más
bello y admirado de esa víctima que prefiero denominar "ciudadanía";
veamos de qué hablo:
Mi socio, "El Rafa", me desafía enviándome un artículo sobre el
envejecimiento poblacional y la merma de los nacimientos, dice que
para "estimular" mis crónicas (traduzco: buscarme la lengua). Acepto
el reto y me dispongo a desbarrar sobre las múltiples causas que
inciden en que cada día nazcan menos cubanos. Comienzo desechando
razones falsas: ni el aumento de la producción en la fábrica de
preservativos, ni la elevación del nivel cultural de hembras y
varones, ni mucho menos la disminución de la lívido entre la gente
joven, las tomo en cuenta como razones secundarias, originadas en las
penurias materiales. Aún bajo las ruinas de la sociedad, la gente
sigue practicando el sexo con entusiasmo, quizás ahora hacen "sexo
protegido" aprovechando la súper producción de condones pero, por eso,
no disminuye el número de nacimientos. Hay que seguir hurgando... El
totí, del que se defiende el artículo enviado por Rafa, es la mujer
cubana actual, la cual no quiere parir. ¿Es esa la razón?, ¿la válida?
La cubana de hoy, libre de la dependencia económica que la hacía
sierva del marido, dueña ella misma de una calificación profesional
que la hace competir con éxito en el mercado laboral, ha decidido
posponer su papel de madre ante sus nuevas posibilidades sociales.
Entonces, para volverla al redil de ama de casa dedicada y madre
amantísima, ¿debíamos negarle el desarrollo que ha alcanzado, el
mostrado como gran logro, del que se ufana la prensa oficial? Ella, la
cubana actual, es el totí de esta historia, la gran culpable del
decrecimiento de nuestra población. Y yo me alzo ante tal acusación.
Afirmar lo anterior es caer en garrafal error y en una enorme
injusticia. Mis defendidas, nuestras bellas féminas, son totalmente
inocentes. Hay otros culpables y no ellas. El primero es el disparado
costo de la vida, que hace imposible mantener nuevos miembros en una
familia que depende de uno o dos salarios miserables. Un segundo
culpable podría ser la ausencia de un mínimo de condiciones necesarias
como vivienda, recursos económicos, ayuda social, apoyo por parte de
familiares y pareja, etc. No menos culpable es la falta de facilidades
a la madre trabajadora, a la cual todo se le dificulta; desde el
obtener o mantener su trabajo, hasta el satisfacer las necesidades
mínimas del embarazo y posterior alumbramiento, falta de un espacio
habitacional, insuficientes guarderías y círculos infantiles,
descuentos en las licencias laborales, desventajas en la promoción a
mejores cargos y muchos culpables más. "¡Quedaste embrazada, eso es
problema tuyo!" Es lo que repiten en coro marido, familia, estado
empleador y sociedad. ¿Y todavía preguntamos por qué no quieren parir?
A todo esto hay que agregar la fragilidad de las uniones y la
emigración de uno de los componentes de la pareja. ¿Cuántos maridos se
van, dejando atrás una mujer con vientre creciente? ¿Cuántos después,
reclaman como familiares a los abandonados?... ¿Cuántos, sin pirarse,
se declaran ausentes?... Y ante tantas incertidumbres, ¿es justo y
lícito culpar a las mujeres por no querer parir en las condiciones
actuales?...

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Mayo 9 de 2014

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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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martes, 6 de mayo de 2014

CÓMO LLEGUÉ AL RELATO BREVE

-
CÓMO LLEGUÉ AL RELATO BREVE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

A los finales del milenio, ya tenía escrita y publicada una novela
testimonial (I) que recogía episodios que viví durante la dictadura
batistiana y gran parte del tiempo posterior. Para reseñar aquellas
vivencias, deseché alguno que otro suceso cuyo carácter insólito
estimé sería inverosímil para el lector; temía pasar por mentiroso, a
pesar de haber sido testigo de acontecimientos increíbles, era mejor
no incluirlos en una novela testimonial. Sobre este material, al
parecer fantasioso, comencé a escribir algunos relatos cortos; casi
todos trataban de la lucha clandestina, eran las vivencias asombrosas
que me habían marcado; poco después amplié las temáticas. El acontecer
cotidiano, la filosofía, la historia, la mitología y los escritos
bíblicos me aportaban cada día nuevas tramas y argumentos. En 1998,
después de 33 años de ejercicio, di término a mi vida de profesor
universitario a tiempo completo y me dediqué a escribir. Disponía para
ello, de todo el tiempo que los contratos esporádicos, siempre de
corta duración, me dejaban libre. Sin embargo, a los amigos a quienes
dedicaba mis cuentos, el tiempo nunca les alcanzaba para leer; para
ellos, leer cinco páginas era imposible; sencillamente, "no tenían
tiempo" y si yo quería que me leyeran, tenía que condensar y
sintetizar mis mensajes. Así comencé una labor parecida al cultivo de
bonsáis. Por pura necesidad de realizarse, mi cuento se hizo
hipercorto.
Ya en el 2003, con cierta práctica adquirida, me atreví a participar
con uno de mis relatos breves en un certamen literario. El Centro de
Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso convocaba a su "Concurso
Nacional de Minicuento El Dinosaurio" y de atrevido envié uno de los
míos. Para mi sorpresa, obtuvo mención (II) y esto me animó para
repetir la osadía en los dos años siguientes. Las tres veces vi más
que premiados mis afanes, pues volví a recibir mención en el 2004
(III) y quedé como finalista en el 2005 (IV). Creo haber sido el único
participante que durante tres años consecutivos mereció aparecer en la
antología editada por la institución que dirige el maestro Eduardo
Heras. Con eso me bastaba y dejé de participar. Nuevas novelas
acaparaban mi atención, tiempo y esfuerzos y me di por entero a
escribirlas. Fue así que, entre el 2005 y el 2012, concluí (V) "Los
Root o la Toma de la Habana", "El Médico Extranjero", "Habana punto
Com", "Tiempo de Sobrevivir" y "El Regreso del Médico Extranjero",
cinco novelas en siete años no constituían una producción
despreciable. Como complemento, algunos relatos más o menos breves y
estampas costumbristas fueron vistiéndose con la palabra escrita; fue
entonces, cuando comencé a comprimir aún más mis cuentos; sin embargo,
toda esta producción, al no obtener editor ni medio de divulgación, se
limitó al consumo de familiares y amigos. En ese lapso, nuevos
minicuentos fueron sumándose a mi producción, hasta llegar a la
cuantiosa cifra actual.
A finales del 2011, gracias al Ingeniero Rodolfo Mendoza Aguirre, se
comenzaron a oír mis minicuentos por la FM de Radio Taíno. Todos los
martes y los viernes, a partir de entonces y durante los años
siguientes, después de las 9 PM, el programa "Estar Contigo", dirigido
por este antiguo alumno mío, divulgó uno de los más de 300 que ya
tenía escritos. En prueba de agradecimiento, regalé a Rodolfo la única
copia en papel que he impreso de todos mis cuentos. Finalmente, en
octubre del 2012, mi sobrino catalán Jordán Pérez Vallés, incansable
viajero y promotor del arte, me hizo el magnífico regalo de un blog y
de una cuenta de correo en gmai; con estos pude ampliar mi círculo de
lectores. A través de estos medios de comunicación he dado a conocer
mis obras, entre ellas minicuentos y artículos de opinión. Ya en el
2013, y sintiéndome más seguro, participé en el concurso convocado por
"Papeles de la Mancuspia", donde mi nano "Cooperación" obtuvo un
tercer lugar. Tal como les informé, este año repetí la osadía y ya les
haré saber el resultado. Hasta aquí, este resumen de mi farragoso
andar por la literatura y el periodismo, terrenos en los cuales no me
cansaré de proclamar mi carácter de intruso.

(I) "EL TIEMPO QUE NOS TOCÓ VIVIR", Editoriales Plaza & Janés,
Barcelona 1998; Hachette, París 1999 y AufBau Verlag, Berlín 1999;
estas dos últimas, traducciones respectivas al francés y al alemán del
original en castellano.
(II) RELATIVIDAD
(Mención Concurso Dinosaurio 2003)
Yo apenas había nacido cuando vi llegar a los primeros. Venían
desesperados y yo era tan chico, que me parecieron enormes. Eran
temibles, pues dominaban el fuego y lo usaban para destruirnos. A
muchos de mis hermanos mayores, con el sólo objeto de alimentarse o
calentarse, los arrojaron a las llamas. Huían del frío, iban en busca
de una zona más propicia para sobrevivir. Benditos ellos que podían
moverse. Yo no. Yo permanecía allí, afincado a mi lugar. Algunos se
quedaron y se adaptaron, como yo, a las duras condiciones climáticas.
Eran los más aptos. Sus vidas eran fugaces. Con velocidad de vértigo,
nacían, crecían, se reproducían y morían. Para mí eran instantes los
que tardaban sus descendencias en llegar, transformarse y desaparecer
Sin embargo, ese breve lapso bastaba para que lo arrasaran todo y
dejaran destrucción y muerte como huellas de su paso. También se
mataban entre ellos. Siempre tenían un motivo para hacerlo. Muchos
morían jóvenes, casi al nacer. No obstante, su número iba en aumento y
los nuevos siempre se diferenciaban algo de los padres. Cada vez me
parecían más peligrosos, pero más pequeños. Porque yo seguía, poco a
poco, creciendo y haciéndome mayor. Se me hizo evidente que teníamos
relojes distintos. Los de ellos más rápidos, el mío más lento. Era
muy joven todavía para pensar en esas cosas de la relatividad y del
tiempo. Así fui testigo del ciclo minúsculo y repetitivo de sus vidas,
generación tras generación. Ellos fueron modificando la faz del
entorno. Cambiándolo todo y transformándose ellos mismos. Sólo
mantuvieron inalterables su capacidad de destrucción y el primitivo
impulso de matar. Y llegó el momento en que, desde allá abajo, se
fijaron en mí, se asombraron de mi estatura y, admirados, descubrieron
que yo había vivido lo que contaban como miles de años. Una enormidad
para ellos, una insignificancia para mí. Entonces me llamaron Sequoia
o algo así.
(III) EXTINGUIDOS
(Mención Concurso Dinosaurio 2004)
Cuando imperó la Justicia en el mundo, se vieron despojados de su
habitual contenido de trabajo. No encontraron malvados contra quienes
luchar, ni víctimas que defender. Sin causa por la que inmolarse, ni
injusticia que enfrentar, se sintieron inútiles. Se entregaron al
ocio, engordaron y, faltos ya de razón alguna para vivir, se
extinguieron totalmente los héroes.
(IV) EL HOMBRE Y EL BOSQUE
(Finalista Concurso Dinosaurio 2005)
Una noche muy oscura, el hombre atravesó el bosque. Las ramas le
hirieron sin piedad, dejándole maltrecho. Cuando se recuperó, lleno de
furia, lo taló por completo. Entonces Dios le dijo: "¿Por qué la tomas
con el bosque, si fueron los árboles los que te golpearon?" Iluminado
por la voz divina, el hombre reflexionó: "En definitiva, no fueron
ellos sino sus ramas ". A lo que replicó El Altísimo: "No todas, sólo
las más bajas".
(V) Con gusto enviaré, a quienes así lo soliciten, una copia digital
de cualquiera de estas novelas. Todas están basadas en hechos reales y
experiencias vividas por el autor en esta Cuba de sorprendentes
cotidianidades.

Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Mayo 7 de 2014
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

domingo, 4 de mayo de 2014

LOS RÉCORDS

--LOS RÉCORDS
Por Sempronio, el de Regla

En el mundo se han establecido muchos récords, no todos avalados por
Guinness; pero nosotros, los cubanos, hemos implantado algunos que ya
se inscribieron y otros que debían figurar en ese famoso libro. Como
nación podemos ufanarnos de haber sobrevivido al más largo e
implacable bloqueo a que se haya sometido pueblo alguno; nuestras
luchas independentistas ofrecen marcas inigualables: fuimos los
últimos en declararnos independientes; cuando las otras colonias ya
eran repúblicas, nosotros seguíamos fieles a la metrópoli colonial;
después fuimos los que peleamos por separarnos de ella durante más
tiempo, treinta años, para terminar siendo un país ocupado por
intrusos que nadie llamó y que se presentaban como "libertadores".
Cuando las tropas interventoras abandonaron el país, nos dejaron sus
bases militares, un simulacro de burguesía, bien cipaya, y un engendro
leguleyo, colgajo de nuestra Constitución, que nos hacía poco menos
que un protectorado. Cincuenta y siete años nos costó librarnos de
aquella tutela (1902-1959) y, cuando lo hicimos, fuimos los primeros
en este continente en declararnos socialistas (1961); cuando los que
se llamaban así, dejaron de serlo para regresar al capitalismo,
nosotros permanecimos firmes, dispuestos a romper cualquier marca de
persistencia.
Luego, hemos seguido acumulando récord tras récord, hasta llegar a
nuestros días. Tenemos el del tabaco más largo y la rana y el pájaro
más pequeños del mundo; el récord de apreciaciones erróneas de la
realidad nacional, lo ganó un partido del patio que nunca luchó por el
poder y que no salía de una equivocación para caer en otra; Fidel
implantó el récord del discurso más extenso, el pueblo el suyo de
sobrevivencia y nuestro parlamento rompió la marca de más aprobaciones
por unanimidad, no igualada por ningún otro cuerpo legislativo.
Recientemente, nos situamos en la cima del mercado mundial de
automóviles, al colocarles precios muy superiores a los que se
pudieran encontrar en cualquier otra parte del planeta. Nuestras
tiendecitas llamadas TRD, ostentan el margen de ganancias del 260% que
rompe todos los récords de usura anteriormente establecidos.
El otro día, mi asere Oliva escribía sobre los minicuentos y el récord
establecido por el hondureño Monterroso, al escribir el más breve,
compuesto solamente de siete palabras: "Cuando despertó, el dinosaurio
todavía estaba allí". Olvidó mi carnal, apuntar que ese récord fue
roto por el mexicano Luis Felipe Lomelí en el 2005, cuando escribió El
Emigrante, cuyo texto íntegro es el siguiente: "¿Olvida usted algo?
-¡Ojalá! " Tampoco dijo Oliva que, en Cuba se engendró el cuento más
largo: durante medio siglo nos contaron que construíamos algo que,
después de transcurrido ese tiempo, nos aclararon que nadie sabía lo
que era y mucho menos cómo se construía. ¡Esa marca nadie nos la puede
arrebatar! El que más se nos acerca es "El cuento de la buena pipa" y
no nos llega ni a la chancleta. Además de eso, cada día salimos a la
calle dispuestos a superar cualquier récord de supervivencia. Y que
los batimos, lo prueba el que sigamos, empecinadamente, vivos.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Mayo 5 de 2014

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jueves, 1 de mayo de 2014

DESAGUISADOS

--DESAGUISADOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Ya nos estamos acostumbrando a las pifias garrafales, a esos errores
que parecen concebidos por un "topo" del enemigo, por algún agente
encubierto que persigue crear malestar y distanciar a gobernantes y
gobernados. La frecuencia alarmante de estos fenómenos, está haciendo
que no nos sorprendamos ante ninguna medida dictada y esperemos con
naturalidad sus contraproducentes consecuencias. Botar el sofá,
prohibir en lugar de regular, prohijar el secretismo a la par que
denunciarlo, contradecir en actos lo que se proclama en palabras,
elevar algunos salarios nominales y a la vez disminuir el salario real
mediante la subida de precios, sordera crónica ante previsiones,
alertas y reclamos, trastornos de la visión que hace ver enemigos por
doquiera, son procederes que pueblan la agenda de una burocracia cada
vez más ajena a los intereses de la mayoría. Lamentablemente, y no hay
que ser muy perspicaz para afirmarlo, están transitando por un camino
que conduce al desastre. Cada vez son menos las voces que repiten el
discurso oficial, reproduciendo inevitablemente los absurdos e
incongruencias emitidos "desde arriba"; no obstante, entre estos ecos,
he apreciado en los últimos días dos muestras de asombrosa
creatividad; sus protagonistas hacen aportes dignos de mención, a tal
punto que aparentan originalidad. Ambos han tratado de reproducir los
desaguisados ajenos con voz propia y producen el efecto de elevar la
pifia y teñirla con toques personales.
Uno de ellos, ayer presidente de una institución y hoy bloguero, se
viste de Nostradamus y profetiza que la nueva izquierda, que él llama
falsa y enemiga, se quitará la máscara de socialista y, luchando por
restaurar el capitalismo, clamará por el pluripartidismo. De esta
forma, se adelantó al supuesto reclamo, puso el parche antes que
saliera el grano y pecó de tempranero en exceso. Al parecer, para
defender el ya desacreditado monopartidismo no halló una vía mejor que
hacerse oráculo; pero acrecienta la pifia, pifiando él, al detallar
los males que trajo el sistema de partido único en otras latitudes.
Debió ser más cauto, cualquier ignorante, como yo, puede deducir
extrapolaciones e identificar a los que labran el regreso capitalista.
El otro, un doctor en ciencias económicas, por apoyar la nueva ley de
inversiones, no tuvo pudor en disparatar afirmando que las inversiones
inmobiliarias, eran las destinadas a la construcción de oficinas,
dispendio que Cuba no podía asumir; luego de esta barrabasada, indigna
de cualquiera que hubiera abierto un libro de Economía, contribuye a
engrandecer los errores de arriba, al declarar lo que aún no han dicho
"las autoridades correspondientes"; eso le puede costar caro, pero es
valiente el innovador, al identificar el sendero chino como paradigma
a seguir, para terminar alabando los "éxitos" asiáticos en la
fabricación de multimillonarios. Al parecer, comulga con el principio
de Xiaoping: "enriquecerse es glorioso"
La creatividad tiene un coste y ambos no han dudado en asumirlo; pisan
terreno cenagoso, con firmeza de tembladera y se hunden al aportar sus
errores "por cuenta propia". Se arriesgan a recibir el
correspondiente cocotazo, el que reserva el señor a sus súbditos
desorientados. ¡Dios tenga piedad de ellos!

Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Mayo 2 de 2014

________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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