martes, 29 de abril de 2014

LOS MINI Y LOS NANO CUENTOS

--LOS MINI Y LOS NANO CUENTOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

La miniatura llegó a la narrativa para quedarse en terreno propio. El
cuento corto del que hicieron uso y gala Chéjov, Poe, O ´Henry,
Cortázar, Hemingway, Karel Chapec y muchos otros, formó algo así como
un sustrato primigenio donde se asentó el relato diminuto para
reclamar la categoría de género. A partir de aquellos precursores, el
cuento fue acortándose, desvistiéndose de palabras hasta asumir la
mínima expresión que le diera Monterroso en su "Dinosaurio". Con este
cuento, su autor retuvo durante años el récord del cuento más corto;
pero, como toda marca, constituyó un reto y un punto de partida para
sus seguidores. Pronto, a fuerza de comprimirse, el minicuento se
transformó en micro y luego en nanocuento. Como toda obra a pequeña
escala, requiere detalles que muestren o sugieran los elementos de
algo mayor; aún reducido de tamaño, debe poseer los componentes del
cuento y ser una prueba de preciosismo y destreza del autor. Al igual
que su antecesor, tiene escenario, protagonista y argumento, relata
sucesos que se desarrollan, se anudan y desenlazan en un final casi
siempre sorprendente o inesperado. La diferencia es que todo se
concentra en una mínima extensión de texto, de forma sintética, con
una gran economía de palabras. "Papeles de la Mancuspia" es una
revista mexicana, asentada en Monterrey, que promueve el cultivo del
nuevo género; esta publicación lanzó en 2013 un concurso anual para
autores residentes en Cuba. Las bases del certamen eran novedosas,
había que enviar las obras tecleando un mensaje a través de la
telefonía móvil; los requisitos "elevaron la parada," (como decimos
los cubanos) para fijar la extensión máxima del relato en 160
caracteres, incluidos espacios y título; ya la unidad de medida, no
era la página, ni siquiera la línea o la palabra, era el símbolo
gráfico, letra o espacio, todo un desafío; pero los nacidos en esta
bella isla no nos arredramos ante los retos y fuimos cientos los
concursantes. Se admitía participar con cinco nano relatos y uno de
los míos fue agraciado con un tercer premio. A continuación les
muestro los cinco que envié; entre paréntesis aparecen la cantidad de
caracteres, contando los espacios(c) y de palabras (p):

EQUIVOCACIÓN
Como ayudaban a soportar los espejuelos y, de alguna forma, permitían
que el hombre leyera, las orejas envanecidas se olvidaron de oír. (147
c, 23 p)

ADVERTENCIA
En la jaula donde exhibían al Hombre, colocaron el siguiente letrero:
"¡Cuidado! Especie peligrosa: Sueña." (118 c, 16 p)

COOPERACIÓN (*)
Hasta sus más encarnizados enemigos, vinieron a ayudarle. Todos
cooperaban con entusiasmo: estaba cavando su propia tumba. (134 c, 18
p)
(*) 3er premio en el 1er Concurso "Papeles de la Manscupia" 2013

LA FUGA
Se sintió preso. La realidad, como enorme jaula, le cercaba. Pero su
vocación de fugitivo pudo más. Tejió una escala con sus sueños y
escapó en ellos.
(157 c, 29 p)
-o0o-
Este año, "Papeles de la Mancuspia" ha convocado a su segundo concurso
y allá irán de nuevo otros nanos engendros de este empecinado. Prometo
informar a mis lectores los resultados que obtenga y que conoceremos
en junio próximo.

Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Abril 30 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

domingo, 27 de abril de 2014

ASOMBROSA ENTREVISTA

-- ASOMBROSA ENTREVISTA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Con estupefacción, acabo de leer la entrevista que le realizó Fernando
Ravsberg al Dr. en Economía Omar Everleny Pérez. A ninguno de los dos
tengo el gusto de conocerlo; de Ravsberg se, por sus escritos, que es
un señor periodista de talla y garra, que, sin distorsionar realidades
ni evitar consecuencias, no teme tratar con objetividad nuestros
problemas más candentes; de Everleny Pérez me han dado referencias de
ser un profesional prestigioso y un hombre valiente. Con estos
antecedentes, ante las respuestas del entrevistado, me ha invadido una
inesperada impresión de asombro. ¿Cómo es posible que, ante las
condiciones leoninas que aplicarán las "nuevas" agencias empleadoras,
Everleny después de admitirlas, argumente que "aun así el trabajador
de la Zona de Mariel recibirá más de lo que recibía con el sistema
anterior"? ¿Qué validez puede tener cualquier comparación con los
métodos y sistemas que se pretende dejar atrás? Siguiendo esta idea,
podemos buscar consuelo al pensar que hoy vivimos mejor que en los
tiempos de las cavernas. No, no y no, tomar el pasado como escala de
medición del presente, no puede ser un correcto procedimiento de
análisis. Por lo menos, no en este caso. El asombro sigue cuando
Ravsberg pregunta si las cooperativas pueden asociarse a inversores
extranjeros y Everleny, después de responderle afirmativamente, dice:
"ahora habría que ver si a la hora de aprobarla, el ejecutivo
beneficia ese tipo de empresas". ¿Es que el entrevistado duda del
actuar consecuente, acorde con la ley, que asuman las autoridades
competentes? ¿Será que infiere, que los que hicieron la ley la
violarán en el futuro? ¿O es una distorsión malintencionada con que el
periodista rompe su probada tradición de honestidad? ¿Es realmente
Ravsberg el autor de la entrevista o es que ha sido suplantado por un
impostor? Más adelante, el entrevistado parece entender la inversión
inmobiliaria como la destinada a construir únicamente oficinas, porque
dice textualmente: "Negocios inmobiliarios porque Cuba no tiene
recursos para invertir en oficinas".
El asombro mayor nos lo reserva, como todo buen final, la siguiente
afirmación con que se cierra la entrevista del Dr. Everleny Pérez:
"China y Vietnam han demostrado que se puede hacer un uso masivo de
inversión extranjera con buenos resultados económicos y sin perder el
control político." ¿Qué nos han demostrado China y Vietnam? ¿Acaso que
el capitalismo monopólico de estado unido al capital extranjero
conduce al socialismo que aspiramos? ¿A qué "buenos resultados
económicos" se refiere? ¿Al nacimiento impetuoso de nuevos
millonarios? ¿Al crecimiento vertiginoso del PIB a costa de la inicua
explotación del trabajador nativo? ¿Es el modelo chino de
"socialismo", el que queremos para Cuba?
Para que puedan apreciar si estoy equivocado o peco de exagerado, a
continuación les copio el texto de la entrevista tal como me llegó:

Los entretelones de la ley de inversión de Cuba Fernando Ravsberg
Omar Everleny Pérez, "Cuba ha llegado ya a un grado tal de
descapitalización de las industrias y los servicios que realmente es
un círculo vicioso"

El Dr. en Economía Omar Everleny Pérez explica los entretelones de la
nueva Ley de la *Inversión* Extranjera, recién aprobada por el
parlamento de Cuba. Se trata de un destacado investigador del Centro
de Estudios de la Economía Cubana, adscrito a la Universidad de La
Habana. Muchas de los estudios realizados por esta institución han
servido como base teórica para las actuales reformas.
P. Por qué una nueva ley de *inversión* extranjera?
R. Porque la *inversión* extranjera es una de las válvulas que puede
ayudar a tener recursos para que este país crezca. Quedó claro que por
esfuerzo propio es imposible remontar las vías de crecimiento. El
ahorro interno es pequeño, Cuba ha llegado ya a un grado tal de
descapitalización de las industrias y los servicios que realmente es
un círculo vicioso, no tienes recursos para invertir porque los
destinas a consumir dado que la ineficiencia impide producir muchos
productos y hay que importarlos.
Si no se invierte en la economía cubana será imposible llegar a tasas
de crecimiento superiores al 5% o 7%, para poder duplicar el PIB en 5
años.
Con tasas del 2% como las actuales pasarán más de 20 años antes de
poder duplicar el PIB.
A lo mejor dentro de 10 años la inversión extranjera no será tan
importante pero hoy es la única forma de recibir los U$D 2500 millones
al año adicionales que necesita este país. Recuerda que Cuba no
pertenece a los organismos financieros internacionales (por el Embargo
de los EEUU), las remesas ya han llegado a un tope y las donaciones no
son significativas.
[image: El Dr. en Economía Omar Everleny Pérez es investigador del
Centro de Estudios de la Economía Cubana, cuyos estudios han servido
como base teórica para las actuales
reformas]<http://cartasdesdecuba.com/wp-content/uploads/2014/04/Everlenis.jpg>
P: Que hay de novedoso o de atractivo para el inversionista en esta nueva ley?
R: Para lograr atraer a los inversionistas en un mundo tan competitivo
tú tienes que tener una ley lo más atractiva posible. Hay incentivos
fiscales, se te permite estar 8 años sin pagar impuestos, lo cual es
un cambio respecto a la ley anterior. Estipula un tiempo límite máximo
de 60 días para que los empresarios reciban una respuesta de parte de
las autoridades cubanas. Se permiten inversiones en servicio
profesionales y se flexibiliza la contratación del personal en Mariel,
una de las mayores quejas de los empresarios hoy.
P: Sin embargo, se mantienen las empresas empleadoras que se quedan
casi con el 70% del salario del trabajador si sumamos el 20% de
comisión más la aplicación de una tasa de cambio muy desfavorable.
R: Es cierto pero aun así el trabajador de la Zona de Mariel recibirá
más de lo que recibía con el sistema anterior.
P: Pueden las cooperativas asociarse a inversores extranjeros?
R: La ley dice que una empresa jurídica cubana, y la cooperativa lo
es, puede asociarse, ahora habría que ver si a la hora de aprobarla,
el ejecutivo beneficia ese tipo de empresas.
Las empresas que estén en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel
tendrán un trato económico y fiscal preferencial La inversión
extrajera y la independencia
P: ¿Cuáles son los sectores que más necesitan de la inversión extranjera?
R: Uno de los más importantes es la energía renovable, Cuba quiere
cambiar su matriz energética (hoy 95% petrolera) y está interesada en
utilizar el sol, donde ya hay empresas chinas trabajando y en la
energía eólica, sector que despierta interés en los países nórdicos.
También la biotecnología, concebida como un todo, en sus diferentes
etapas de investigación, producción y comercialización. En este
proyecto se ha avanzado mucho en acuerdos con laboratorios de Brasil,
con la idea de producir para ese mercado.
La agricultura es vital, teniendo en cuenta que sean procesos que
cierren el ciclo completo, por ejemplo tener el pienso, criar ganado,
producir leche y fabricar productos lácteos. No se logra nada teniendo
inversión extranjera en una parte y no en el resto. Hoy producimos ron
Habana Club y tenemos que traer las botellas y el cartón de otros
mercados.
Negocios inmobiliarios porque Cuba no tiene recursos para invertir en
oficinas y creo que en el Mariel se abrirá esa posibilidad. Y también
en general en infraestructura, carreteras, vías férreas y sistemas de
transporte.
La infraestructura de transporte necesita una enorme inversión para
alcanzar el mínimo desarrollo que reclama la economía nacional
P.: De qué manera Cuba puede mantener su independencia con semejante
nivel de inversiones extranjeras?
R: Esta es una etapa muy diferente a la de antes de 1959, en esta
época los capitales están por un periodo determinado en el contrato,
una de las reglas de oro es que los acuerdos están firmados por un
tiempo limitado. En Mariel puede ser hasta por 50 años pero en general
rondarán como promedio los 15 o 20 años. Yo creo que está bien dado
que los primeros 8 son para recuperar la inversión.
Tampoco hay traspaso de propiedad del Estado a extranjeros, son
entregas en usufructo o contratos por un tiempo determinado. Por otra
parte la inversión extranjera no será en cualquier parte sino donde el
Estado diga que la necesita.
Hoy en el mundo globalizado ningún país puede mantenerse por sus
propios medios, por una u otra vía todos necesitan recursos externos
para su desarrollo. China y Vietnam han demostrado que se puede hacer
un uso masivo de inversión extranjera con buenos resultados económicos
y sin perder el control político.

Hasta aquí la copia textual. Les invito a comparar los párrafos que he
citado en mi artículo con el original de donde los extraje; así podrán
verificar la fidelidad con que los he copiado.
Nada, el estupor me gana y me inclino a pensar que hemos sido víctimas
de una superchería, que ni el entrevistador es Ravsberg, ni el
entrevistado es el Dr. Omar Everleny Pérez. ¡El texto que acabo de
leer debe ser puro diversionismo! ¡Otro intento de subversión enemiga,
como la red Zunzuneo!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Abril 28 de 2014



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

lunes, 21 de abril de 2014

LOS AUMENTOS

--LOS AUMENTOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Hay aumentos y aumentos, algunos deseados, otros no; un aumento puede
ser alentador o preocupante, beneficioso o perjudicial y en algunas
circunstancias poseer características opuestas, dependiendo del punto
de vista con que se evalúe. Que se incremente la expectativa de vida
de una generación, significa que han prevalecido las condiciones que
permitieron tal logro, mientras que el envejecimiento de la población
se puede traducir como un triunfo que prueba lo anterior o como un
síntoma alarmante de que algo anda mal en esa sociedad: hay más viejos
porque se vive más o porque las mujeres no paren y los jóvenes
emigran. Sigamos con los ejemplos: el aumento de la presión arterial
es una señal tan fea para el que la padece, como la subida de peso
puede serlo para una bailarina, en ambos casos se trata de una
afectación individual; otros aumentos pueden afectar, de forma
colectiva, a determinados grupos: médicos y enfermeras se alegraron
con el aumento salarial, más que merecido que, al fin, van a recibir;
en cambio, el aumento del precio de la leche en polvo no ha sido bien
recibido por los consumidores. En general, ningún aumento de precio es
grato, a no ser para vendedores y especuladores. El aumento de la
violencia y la delincuencia preocupan y alarman tanto a gobernantes
como a gobernados; disminuirlas es tarea tanto policiaca como
educacional que, si se cumple con eficiencia, aumenta la paz y
tranquilidad de la ciudadanía. Sin embargo, esa paz y tranquilidad,
como el bienestar, parecen ser las excepciones en un mundo, donde todo
va en aumento.
La estampida de los aumentos comenzó aquí, cuando se vino abajo aquel
"socialismo" que sostenía al fraternal Campo Socialista, encabezado
por la Gran Unión Soviética. Me han dado muchas explicaciones de por
qué ocurrió, pero ninguna totalmente convincente; lo cierto es, que a
partir de ese momento, los aumentos de precio sobrevinieron de forma
general y asfixiante; todo aumentó, menos los salarios reales, que
disminuyeron hasta convertirse en nada. Nuestra moneda dejó de tener
poder adquisitivo y la gente perdió interés por el trabajo y comenzó a
"inventarla"; es decir, a buscar otras vías para incrementar sus
ingresos. Desde que comenzó este aguacero de aumentos, el diluvio no
ha parado; todo ha ido aumentando de precio y los pocos productos que
no lo hicieron, aferrados aún a la libreta, mermaron sus cuotas de
distribución y la diferencia se ofreció a precios más altos.
Hoy se anuncia un nuevo aumento, un aumento muy interesante que me
recuerda la obra del renegado comunista Eudocio Ravines (1); se trata
del aumento del % que cobrarán los trabajadores contratados en la zona
especial del Mariel, agencia empleadora por medio: "sin objetivo de
lucro", este intermediario retendrá solamente el 20% del salario
pagado por el inversionista y hará llegar al empleado nativo el 80%
restante, claro está convertido en moneda nacional. Y ahí mismo
aparece la retranca de rigor, la infaltable, la medida contradictoria
que anula cualquier beneficio esperado: ese 80%, será objeto de una
tasa especial de cambio, tan "especial" como el "periodo especial" del
que no acabamos de salir. Según este recurso de birlibirloque, el %
destinado para el trabajador se multiplicará por diez para convertirlo
en moneda nacional, no por 24 que es la tasa actual de cambio; y como
diez es menor que la mitad de 24, resulta que su 80% se le convierte
al empleado en menos del 50% (2) del salario que el empleador
extranjero paga por él. ¡Bellísima y novedosa forma de aumento
salarial! ¡Menos mal que la Agencia Empleadora, estatal por cierto, no
tiene objetivos de lucro!

Desde Regla, ayer "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Abril 21 de 2014
(1) Me refiero a su libro titulado "La Gran Estafa", lectura obligada
durante La guerra fría.
(2) Si las matemáticas no han sido cambiadas, exactamente el 41,6%
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

jueves, 17 de abril de 2014

-LA NOTICIA

--LA NOTICIA
Por Sempronio, el de Regla

Como mi carnal Jorge C. está ocupado en otros trajines y la "ausencia
de gato es gozadera de ratones", yo aprovecho para adueñarme de la
escribidera y descargar algo que me está trajinando el coco. Hoy voy a
escribir sobre LA NOTICIA, aquello por lo que se desvivían los
periodistas de épocas ya idas.
Conocer algo caliente, de actualidad y ser el primero en divulgarlo,
era el sueño de todo profesional de la prensa. Por eso los periodistas
de antes andaban a la caza de LA NOTICIA, husmeando y metiendo las
narices donde quiera, aunque algunas veces salían con ella quemada. La
noticia tenía que sorprender al público y además tener inmediatez, la
primacía en ofrecerla era "dar el palo periodístico", algo así como el
batazo que botaba la pelota en un estadio. Por dar "un palo" algunas
veces se exageraba y hasta se inventaba una noticia, cuando estas no
abundaban. Por lo general, se amplificaba un suceso, se le
"descubrían" conexiones con asuntos o personajes al parecer ajenos, o
simplemente se "fabricaba" en la redacción. En aquel entonces había
una "Prensa Seria" y contra la lógica, la otra no se llamaba "De
Relajo" sino "Amarilla"; al parecer ese color era chistoso. Las
agencias suministradoras o fabricadoras de noticias eran
norteamericanas, la AP y la UPI abarcaban y condicionaban el panorama
informativo que bebía el cubano; como excepción, la británica Reuters
colaba, de cuando en cuando, su despachito; por supuesto, todas estas
agencias eran fuentes de la "Prensa Seria". Con esa seriedad, nos
convencimos que la Segunda Guerra Mundial la lucharon los americanos
en el Pacífico y que luego tomaron Berlín, mientras que los rusos
hicieron su "bobería" para cogerse el oriente de Europa. Así nos
informaba la prensa seria, al analizar los hechos con objetividad y
mesura. La espectacularidad, el sensacionalismo y la chacota los ponía
la prensa criolla, porque las noticias nacionales se condimentaban con
estos elementos folclóricos. Así, por ejemplo, podíamos anunciar a
grandes voces que el diamante del Capitolio había desaparecido, o que
Juanita la burlada le mutiló la masculinidad a su novio en Jiguaní.
También tuvimos la noticia en décimas cantadas que, el inolvidable
Joseíto Fernández inmortalizó con el estribillo de "guantanamera,
guajira guantanamera" y que alcanzó tal popularidad, que salir en la
guantanamera" era sinónimo de sufrir una tragedia, lo mismo que
"cantarle la guantanamera" significaba armarle un escándalo a alguien.
Hasta hubo un reportero que radiaba sus reportajes desde la sala de
urgencias de un hospital; ahí la inmediatez sí que era súper
inmediata.
En nuestra Habana se publicaban numerosos órganos de prensa, la
mayoría diarios y algunas revistas semanales como Bohemia, Carteles y
Vanidades; cada cual con su línea editorial y tendencia política;
entre gobierno y oposición ninguno era totalmente imparcial. Cuando
Fulgencio puso los pies en polvorosa, fue sorprendentemente reveladora
su lista de "atenciones de Palacio a la Prensa"; en el listado
aparecían con distingos en la cifra de billetes, los más conocidos
plumíferos de aquellos tiempos. Todos ellos, unos más cautos, otros
camaleónicos, comenzaron a ejercer como críticos y consejeros
voluntarios del nuevo gobierno revolucionario. Pronto sacaron las
pezuñas y entonces los trabajadores implantaron aquello de "la
coletilla", nota en la que expresaban su inconformidad o desacuerdo
total con los editoriales y artículos "de fondo" que sacaban del fondo
los verdaderos intereses de los dueños. Fue así que la lucha de clases
se hizo visible en el terreno de la letra impresa, aquella que recogía
el acontecer nacional y extranjero. Fíjense que dije "visible", porque
presente siempre estuvo. Como toda confrontación entre clases
antagónicas, tenía que terminar con el sometimiento de una clase por
la otra y la forma que tomó esa dominación fue la expropiación de los
medios que "pasaron a manos del pueblo". Curiosamente, ni los
trabajadores ni sus sindicatos, sustituyeron a los dueños; de ello se
encargaron los funcionarios nombrados por la conducción política. De
privada, cada publicación pasó a funcionar como una empresa estatal,
parte de un monopolio nacional: el monopolio de la noticia.
Hoy, los periodistas no tienen que desvelarse a la "búsqueda y captura
de la noticia", no les hace falta porque se las suministra un centro
emisor y distribuidor. Pero la cosa no fue así, de ran-plan; durante
el tiempo transcurrido, la noticia sufrió sucesivas transformaciones.
Primero, eran loas al cumplimiento de planes, al logro de metas y a
triunfos pregonados (ésta tónica, aunque no tan fuerte, subsiste hoy);
la crítica comenzó a brillar por su ausencia (la gente decía que se
había ido por Camarioca) y el triunfalismo "reinaba sobre la faz" de
la prensa. Más tarde, se tornaron en agoreras pitonisas, en oráculos
de un futuro siempre incumplido; todas mostraban una redacción de
términos semejantes, utilizando los verbos en futuro, nunca en
presente o en pasado. La carreta iba delante de los bueyes y LA
NOTICIA se adelantó al tiempo, cuando anunciaba que "se cumplirá tal
cosecha", "se construirán tantos miles de viviendas", o "que los
trabadores del ramo más cual cumplirán las metas acordadas". Ya no
reportaba acontecimientos pasados, sino sucesos por venir; sin duda,
era una noticia futurista. Luego, se centró en desastres, tragedias y
calamidades ocurridos en otras latitudes y esto, aparte de llenarnos
de conmiseración por los damnificados, nos fortalecía en la convicción
de que vivíamos en un paraíso donde nada de eso pasaba. Así hemos
llegado a la situación actual de un vacío informativo de campana
neumática, donde LA NOTICIA no existe y si existe se vuelve fiambre,
al demorar en publicarse. El retardo más reciente, fue el aumento de
precio de la leche en polvo en las TRD, que se puso en práctica el
pasado 4 de abril y Granma la publicó casi una semana después, el día
10. Por todo lo anterior, después de una larga vida y múltiples
transfiguraciones, yo pienso que la noticia ha muerto. ¡En paz
descanse LA NOTICIA! Esa es la impresión que recibo cuando escucho un
resumen noticioso; en lugar de noticias, nos brinda las declaraciones
de alguna que otra organización de masas o el discurso que alguien
pronunció en la celebración de un acto cualquiera; todos son muestras
de adhesión a nuestra ideología y apoyo incuestionable a nuestros
líderes. A mí, a Sempronio, estos noticieros me recuerdan a "El
Padrino" de Mario Puzo y su amenazante solicitud: "¡No insultes a mi
inteligencia!"

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Abril 18 de 2014


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martes, 15 de abril de 2014

LA GALLINA Y EL HUEVO

-- LA GALLINA Y EL HUEVO
Por Sempronio, el de Regla

Antes escribí sobre "El Trabajo", hoy voy a tratar de su productividad
y retribución. Entre estos dos elementos relacionados con "la pincha",
se plantea hoy un problema insoluble parecido al de la gallina y el
huevo. Dimas Castellanos tituló así un artículo suyo, pero invirtió el
orden al citar primero al huevo y aunque no comparto muchos de sus
enfoques, encontré muy feliz el símil y se lo tomo prestado. Hasta que
no se establezca cuál de esos dos elementos es la causa y cuál el
efecto, seguiremos revolcándonos en un problema insoluble. Es cierto
que los bajos salarios no estimulan la elevación de la productividad,
así lo ha reconocido el Presidente cubano, quien aduce que no se
pueden elevar, mientras no tengan un respaldo productivo. Productivo
es la calificación que debe acompañar al trabajo. Y aclaro que no me
refiero a aquellos "trabajos productivos" a los que convocaban
sindicatos y organizaciones de masas, en los que aportábamos nuestro
trabajo voluntario festivamente y que no tenían nada de productivos.
La productividad debe ser consustancial al trabajo, éste debe y tiene
que ser productivo, de lo contrario se convertiría, como muchos de
aquellos trabajos voluntarios, en un irracional malgasto de recursos
materiales y humanos o en un simple entretenimiento. El recurso humano
invertido es la fuerza de trabajo; esa fuerza tiene un valor y un
precio que no tienen que coincidir. Su valor lo definió Marx como "el
valor de los medios de subsistencia necesarios para la reproducción
del obrero, para la satisfacción de sus necesidades de primer orden y
las de su familia". El precio del trabajo, casi siempre fijado por el
empleador ya sea estatal o privado, se expresa por la cantidad de
dinero que recibe el trabajador como retribución de su fuerza de
trabajo. Ya sabemos que en el capitalismo la diferencia entre el valor
y el precio de la fuerza de trabajo, se la apropia el capitalista bajo
la forma de plusvalía. Ahora bien, según Marx, el Estado cubano, como
empleador, remunera la fuerza de trabajo por debajo de su valor. La
prueba es que los salarios actuales no son suficientes para solventar
las necesidades básicas del trabajador y su familia. Por ello, muchos
hombres y mujeres jóvenes, aptos todos para el trabajo, prefieren
vivir del invento, "lucharla en la calle", antes de optar por un
empleo estatal que, según ellos, "no les resuelve nada". Es que no
entienden, no pueden entender, que el pobre Estado tiene que afrontar
los gastos de la seguridad social, los de la defensa y orden interno
del país, los referidos al mantenimiento del propio aparato estatal,
la carga de los servicios básicos que brinda gratuitamente a la
población, que incluyen todos los salarios de miles de trabajadores de
la esfera no productora de bienes materiales y, claro está, la de
administrativos y dirigentes que, según nos dice el censo, rondan el
medio millón. ¡Señores!, el fondo de salarios no es infinito y cuando
los asalariados son muchos, los salarios tienen que ser pequeños. La
poca o ninguna comprensión de estas verdades, estriba en que son
asuntos de la macroeconomía, la del país todo, la que no entiende la
gente de abajo, que solo siente la que le toca el bolsillo.
¿Quién entonces es el culpable de la poca o ninguna productividad del trabajo?
¿La incultura económica de la gente o los insuficientes salarios? Como
ven, ya estoy metido en este berenjenal, coto particular de los
economistas y no acabo de aclararme el asunto de la gallina y el
huevo.

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Abril 16 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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domingo, 13 de abril de 2014

¡AY, EL TRABAJO!

--¡AY, EL TRABAJO!
Por Sempronio, el de Regla

De mis buenos tiempos recuerdo aquella canción "El negrito del Batey",
quien decía que "el trabajo lo hizo Dios como castigo". Era simpático
el dicharacho, más en un país donde el trabajo escaseaba y el fantasma
del "tiempo muerto" estremecía la espina esquelética de esta ínsula
con escalofríos de hambre.
Pero quiso el mismo Dios, y el Diablo no se opuso, que las cosas
cambiaran y el trabajo se plasmó en una nueva Constitución como "deber
y derecho de todo ciudadano". Es verdad que un tiempito después, fue
necesaria una "Ley contra la Vagancia", porque al parecer habían
proliferado los negritos del batey. Sin embargo, aquel salomónico
edicto tuvo poca vigencia; a poco de su promulgación, quedó sin efecto
porque los procesados argumentaban con razón que la falta de empleos
era la causa de su inactividad involuntaria.
Hoy, caminando por las empinadas calles de mi Regla querida, constato
la presencia casi masiva de hombres con capacidad productiva, los que
deambulan o se agrupan en las esquinas en horario laboral, haciendo
evidente su alejamiento de cualquier centro de trabajo; ellos y los
viejos, conforman el paisaje humano en cada cuadra que recorro. De los
pocos que aún persisten en pinchar, la mayoría se desempeña como
custodios o CVP; hablando en plata, son escasísimos los que se emplean
en actividades productivas, creando bienes de consumo. ¡Y todavía nos
quejamos de la escasez! Cuando casi nadie produce, pero todos
consumen, es lógica la penuria.
A partir del relevo histórico y de los lineamientos para la
actualización de lo que probó ser insalvable, el gobierno decidió
tomar cartas en este asunto del trabajo. Era necesario desinflar las
plantillas (que se inflaron para combatir el desempleo que nos legó el
capitalismo privado) y se anunció que medio millón de asalariados
estatales serían declarados "disponibles" (ya no se llamaban
desempleados o despedidos). Como opción para que no quedaran en el
aire, se abrieron las puertas del "cuentapropismo", se legalizó la
actividad económica no estatal (la mismita que había sido abolida
durante la gran ofensiva revolucionaria de 1968). Los gobernantes
pensaban que los "disponibles" se convertirían en pequeños
comerciantes, nuevos contribuyentes al fisco; todos, gobierno y
merolicos, obtendrían mayores ingresos y "la paz reinaría en
Varsovia". Final feliz, "colorín colorao", las banderas del
triunfalismo tremolaron al anunciar que al comienzo del 2014, el
número de trabajadores por cuenta propia se aproximaba al medio millón
(unos cuatrocientos mil y pico). ¡Maravilla!, cifra aproximada a los
que quedaron sin empleo por ajustes de plantillas. La coincidencia de
estas cantidades, pueden llevarnos a pensar en un traslado masivo de
ocupación. Pero... las estadísticas, esos cerriles y empecinados
numeritos, nos dicen que más del 60% de estos cuentapropistas no
proceden de los dejados desempleados, perdón, "declarados disponibles"
por el estado; por el contrario, ellos no tenían empleo con
anterioridad. Otro por ciento de los nuevos comerciantes lo
constituyen los jubilados. Entonces, ¿qué se hicieron de los que antes
inflaban las plantillas? ¿A dónde fueron a parar "los racionalizados"?
¿Habrán emigrado?... ¡Cualquiera se eriza!
Son igualmente alarmantes, las cifras que brinda el Censo de Población
y Viviendas -realizado en septiembre de 2012-: de los cuatro millones
846 mil 647 personas que clasifican como grupo económicamente activo
en el país, hay 802,993 registrados como dirigentes y administrativos,
mientras que en categoría de obrero se reportan 2,186,369 ciudadanos.
Entonces, es comprensible que dónde hay muchos caciques y pocos
indios, estos no quieran trabajar. Nada, sigo caminando por mi Reglita
del alma y lo que observo me hace cantar otra canción, también vieja,
aquella que recomendaba a un tal Facundo: "Trabaja negro, trabaja y
vive de tu sudor".

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Abril 14 de 2014
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

jueves, 10 de abril de 2014

UN POCO DE VIEJA FILOSOFÍA ALREDEDOR DE UNA NUEVA LEY

--UN POCO DE VIEJA FILOSOFÍA ALREDEDOR DE UNA NUEVA LEY
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Los plátanos, aun los considerados frutas, son los pétalos de una
flor; en cambio, la rosa es el aparato sexual del rosal. Estas
transfiguraciones botánicas tienen, con frecuencia, su réplica en el
ámbito socio-político (1). Las falsas apariencias están presentes
tanto en la naturaleza como en lo social. Así, dentro de las
relaciones humanas, lo que consideramos una injusticia, puede ser una
adicción propia del poder y lo que aparenta ser una pifia es a veces
una razón meditada profundamente y que persigue un fin bien definido.
Con razón nos alertó Martí que "en política lo real es lo que no se
ve".
Estas disquisiciones filosóficas me vinieron a raíz de la LEY DE
INVERSIONES EXTRANJERAS y de la exclusión explícita que en ella se
hace a probables inversionistas cubanos residentes en la isla. Esa
exclusión la creí innecesaria por la poca probabilidad de que algún
cubano residente tuviera el capital requerido para invertir (2). Pero
la susodicha Ley lleva la marca de una prohibición, categoría que
analicé con anterioridad en mi artículo "Prohibir y Obligar". De ello
me alertaron amigos muy apreciados como Nelson López, Víctor Manuel
González y Natacha Vázquez, además de Gómez Barata que, en un
artículo, tacha de superfluo el adjetivo extranjera que califica la
inversión y opta por una simple "Ley de Inversiones", sin otros
apellidos. Ellos, sin proponérselo, me recordaron que el capitalismo
no prohibía casi nada, la prohibición estaba en la posibilidad real
que tuviera cada cual de realizar la acción. En teoría a todos se les
permitía casi todo, pero en realidad solo podían los que tenían.
También, estos amigos me advirtieron sobre la adicción a prohibir que
padecen algunos legisladores y redactores de leyes nuestras. Ya lo
dijo Sempronio; "Prohibir es la solución más fácil" y, al parecer, a
los que prohíben no les entusiasma mucho esforzarse en el cumplimiento
de sus tareas.
Y tienen toda la razón mis amigos, incluyendo a Sempronio, el reglano;
no hacía falta excluir a cubano residente alguno como posible
inversionista, bastaba con la exigencia de una cantidad de capital a
invertir. Con la ilusión de que "Usted también puede tener un Buick",
todos estaríamos contentos, porque no se nos negaría la posibilidad de
soñar, aunque sean sueños imposibles. Así se hizo con la "venta
liberada de autos", a nadie se le prohíbe adquirirlos, pero vamos a
ver quién puede. Por esta vía se va mi querida Natacha, hija de amigos
y a quien quiero como hija, que reclama su derecho irrenunciable a
soñar. Y es que el prohibir como método, cercena toda posibilidad al
sueño, aunque éste sea imposible y la prohibición innecesaria. Por
ello y por todo lo anterior, queridos amigos, pienso que la injusta
exclusión no ha sido otra cosa que una secuela perniciosa de esa
adicción a prohibir que padecen algunos con poder para hacerlo. Al
igual que los plátanos, estas inútiles prohibiciones aunque parezcan
frutas, son pétalos de una flor; pestilente pero, flor al fin: la flor
del BUROCRATISMO.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Abril 14 de 2014
(1) Aclaro que ni en broma hago una concesión al reduccionismo ni al
neopositivismo, estas corrientes filosóficas no tienen nada que ver
con mi pensamiento.
(2) A menos que algún familiar en el extranjero le aporte el capital inicial.
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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miércoles, 9 de abril de 2014

LO QUE APRENDÍ DE LENIN

--LO QUE APRENDÍ DE LENIN
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Al marxismo accedimos los cubanos a través de uno de sus muchos
intérpretes, Lenin, cuyos continuadores difundieron la doctrina
modificada como "marxismo-leninismo", donde se elevaba a dogma todo lo
puntual de una situación dada en la Rusia de comienzos del siglo XX,
receta que volvían aplicable a cualquier lugar y tiempo. "Enriquecido"
así, el legado marxista se nos presentaba modernizado por la genial
figura de Lenin, más cercana a nosotros en el tiempo, y que definía
nuevas categorías, inexistentes en la época de Marx, entre ellas el
concepto de Imperialismo como fase superior del desarrollo
capitalista. Se nos presentaba también como el líder de la revolución
de octubre y constructor del primer estado socialista. Sin embargo,
estos aportes no bastaban para justificar la transformación apelativa
del cuerpo de ideas enunciadas por Marx y fue necesario "desaparecer"
a otros pensadores, también marxistas, que divergían de sus métodos y
vías, así como a los críticos de las soluciones que adoptaba; ellos
"nunca existieron" y, óiganme, la lista es larga.
Como estudiante, siempre tuve como defecto el desconfiar de los
maestros y cuestionarme sus enseñanzas; eso me obligó a profundizar en
el estudio, no conformarme con lo aprendido en clase y buscar
respuestas en las fuentes originales; en una palabra, me convertí en
un alumno inquisitivo, cuestionador y molesto. Quizás por eso estoy
condenado a ser un aprendiz permanente, pues nunca domino totalmente
ningún conocimiento y siempre estoy buscando el complemento faltante.
Con el marxismo, y gracias a su transformación estalinista en
marxismo-leninismo, me ocurrió lo mismo; es decir, sólo logré hacerme
un marxista aprendiz; tal vez la culpa de todo la tengan los malos
maestros que tuve. No puedo decir lo mismo de Lenin, vean si no lo que
aprendí estudiando su accionar en la historia y sus obras más
conocidas:
-Después de enarbolar la consigna de "todo el poder para los soviets",
una vez logrado el triunfo, procedió a disolver el Congreso de los
Soviets y concentró todo el poder en el Partido y en su Buró Político,
al que dominaba con su personalidad, sin admitir discrepancia alguna.
Es histórico que en una única ocasión en que todo el politburó estaba
en su contra, el camarada Ulianov obtuvo la anuencia de todos
utilizando la amenaza de dimitir como método extorsionador. ¡Bonita
forma de aplicar el famoso "Centralismo Democrático"!
-En una pequeña obra suya, titulada "¿Qué Hacer?", dejó plasmada su
desconfianza total en el proletariado y argumentó la necesidad de un
grupo instruido y especializado para asumir la conducción del Estado y
de la Revolución. Con ello sentó las bases de una burocracia
usufructuaria del poder, suplantadora del burgués capitalista,
soberbia, intrigante y sectaria, engendradora de verdaderos monstruos,
capaces de devorarse a sí mismos y a los restos del pretendido
socialismo. El arquetipo de este engendro fue Stalin.
-Convencido de poder construir el socialismo en un solo país, Lenin no
dudó decretar el llamado "comunismo de guerra", mediante el cual
condenó a muerte por hambre a miles de campesinos, sembró el "terror
rojo" e inmoló a inocentes tomados como rehenes, por el hecho de ser
familiares del execrado como enemigo del pueblo (ver la carta que le
dirigió el horrorizado Kropotkin en 1920). Más tarde, abjuró de esta
inicial vía constructiva y con la NEP abrió el camino al capital
privado, sembrando la semilla que décadas después germinaría con la
implosión de la "Gran Unión Soviética".
-Fue mucho lo que aprendí estudiando a Vladimir Ilich Ulianov (Lenin),
pero la enseñanza mayor que me brindó fue la demostración práctica e
incuestionable que el capitalismo monopólico estatal fue, es y será un
fracaso donde quiera que se ensaye y que no tiene nada que ver con
Marx y el Socialismo, ni con el verdadero poder de la ciudadanía,
muchas veces llamada, demagógicamente, pueblo.

Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Abril 10 de 2014
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SUCESO Y COMPRENSIÓN, MI DISCREPANCIA CON SAUTIÉ

--SUCESO Y COMPRENSIÓN, MI DISCREPANCIA CON SAUTIÉ
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Dueño de un estilo muy personal, impregnado del cristianismo que
profesa y de su innegable amor a la Patria, Félix Sautié nos deleita
con sus "Crónicas Cubanas", las que publica en la revista mexicana
"Por esto". A Sautié lo admiro y respeto como cronista de su tiempo y
como hombre de fe; él ha sabido conjugar creencia religiosa y
militancia marxista en unión armoniosa y pensamiento íntegro; ama a la
humanidad y batalla por su futuro. Muchas veces coincido con sus
agudas observaciones y comparto con frecuencia sus criterios. Sin
embargo, recibí su más reciente crónica titulada "Para comprender lo
que realmente sucede", fechada ayer, 8 de abril y me invade la
impresión, quizás equivocada, de que es él quien no está comprendiendo
lo que sucede. Me baso en las dos últimas oraciones del tercer
párrafo, las que copio textualmente porque llamaron primeramente mi
atención y en ellas centro mi discrepancia:
"Mientras que se plantea que esa Ley de inversión extranjera crea un
conjunto de facilidades para los inversionistas de cualquier país del
mundo incluyendo a los cubanos que han emigrado y excluye a los que
vivimos en el país. Algo realmente muy significativo, porque una vez
más los residentes en el país somos relegados."
Permítame que, respetuosamente discrepe, querido Félix. Aquí no hace
falta relegar a nadie, porque sencillamente nadie ha logrado amasar
las decenas de millones necesarios para las inversiones requeridas.
Dudo que ningún "cuentapropista", ni siquiera el más afortunado, posea
ese capital. Tampoco es probable que tengamos, viviendo entre nosotros
a un Fangul incógnito que haya sabido esconder sus millones para
invertirlos ahora. Y si algún austero funcionario estatal, en su
prolongado desempeño y gracias a una vida monacal, ha logrado reunir
esos ahorritos, es muy difícil que quiera invertirlos aquí y provocar
con ello malintencionadas suspicacias (1).
Como bien usted dice, admirado amigo, la gente que usted ve en su
entorno está agobiada por problemas más cercanos que una ley de
inversión extranjera con la cual no se sienten afectados; que en buen
cubano "ni les va, ni les viene". Esos ciudadanos comunes, los de
Centro Habana y los de cualquier barrio, viven al día, tratando de
sobrevivir, de inventarla cada mañana; ya sea para apuntalar el techo,
ya para abastecerse de agua o para "conseguir" la esquiva papa o
cualquier condumio sustituto; la inmensa mayoría se enfrenta al
problema insoluble de conjugar el costo de la vida con el salario, en
un país donde "el número no juega con el billete". Eso es lo que
realmente sucede y lo que hay que comprender.
Termino mi pequeña discrepancia, tomando su estilo para reiterarle
"que así pienso y escribo, con mis respetos para la opinión diferente
y sin querer ofender a nadie en particular" y menos a Usted a quien
aprecio y tengo como amigo.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy siempre, bastión de rebelde cubanía.
Abril 9 de 2014
(1) Ya traté sobre este tema en mi artículo "La Quinta Columna" de
fecha abril primero; todo parece indicar que Sautié no lo leyó.
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miércoles, 2 de abril de 2014

PROHIBIR Y OBLIGAR

-- PROHIBIR Y OBLIGAR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Prohibir es una acción riesgosa; como atribución de toda autoridad,
puede causar adicción al que la ejercita y con frecuencia no elimina
lo prohibido, sino lo traslada al clandestinaje. Tanto prohibir como
obligar significan imponer al sujeto una voluntad ajena, que dicta lo
que éste debe o no debe hacer. Prohibir y obligar son dos
prerrogativas complementarias del poder y donde éste es total y
absoluto, según dijo alguien, "lo que no está prohibido es
obligatorio". Prohibiciones y obligaciones serán, dolorosamente,
necesarias mientras el hombre no alcance la educación que le permita
convivir en armonía con la sociedad y con la naturaleza; es decir,
hasta que se eliminen o reduzcan al mínimo las contradicciones entre
el ser individual y el social; mientras tanto, constituirán
limitaciones a la libertad del individuo. Por algo los hippies y
existencialistas, abanderados del individualismo, acuñaron su lema de
"prohibido prohibir".
Existen muchas formas de prohibir y de obligar, aunque educar es la
vía más inteligente y la única verdaderamente eficaz. En nuestra etapa
republicana estaba prohibida la discriminación racial, así lo plasmaba
la Constitución de 1940; sin embargo, clubes, sociedades y empleadores
la practicaban, argumentando la exclusividad para grupos determinados.
De igual forma, nunca se prohibió a los pobres comer caviar, tomar
champán o correr autos lujosos, ni a sus mujeres vestir con la moda de
París; no era necesario, pues la prohibición la llevaba (y la sigue
llevando) cada cual en su bolsillo. ¡Ah!, pero en el ruedo, al toro
martirizado, destinado al inexorable sacrificio, se le permite un
consuelo vano: él puede resultar vencedor y matar al torero; así, al
infeliz explotado se le dice "usted también puede tener un Buick" (1),
se agita ante sus ojos la ilusión de una irrealidad imposible. A
nosotros, los cubanos actuales, no se nos prohíbe la compra de un
automóvil, ni alojarnos en un hotel de cinco estrellas o tener acceso
a Internet; sencillamente, todo eso se nos oferta en precios
inasequibles a la inmensa mayoría, para la cual resultan prohibitivos.
Cuando vivíamos bajo el capitalismo privado, no había una ley que
obligara a trabajar, era una necesidad implícita, condición sine qua
non para vivir dentro de la legalidad. Poco después de estatalizar los
bienes de capital, se entendió necesario prohibir la vagancia, hasta
se promulgó una ley que convertía en delito la renuencia al trabajo;
sin embargo, ante la escasez de empleos y la masividad de los
infractores, la vigencia de esa ordenanza fue efímera.
En nuestro pasado aún reciente, nunca se prohibió oír a los Beatles;
simplemente, se ignoraba su existencia y sin embargo, la juventud los
oía clandestinamente; durante el mal llamado "Quinquenio Gris" cuando,
imitando a la Iglesia, se excomulgaba un artista, un libro o un autor,
no es que estuvieran prohibidos, sino que, llanamente, no existían, ni
habían existido nunca; al "hereje" y a sus obras, usted no podía
encontrarlos ni en los centros espiritistas. Estas prohibiciones nunca
se proclamaron, eran implícitas, pero las hay también explícitas y
otras calificables con múltiples adjetivos, como la prohibición muy
reciente que se dictó contra los cines 3D, que además de explícita,
fue tajante, inapelable, militarista: "¡Cesarán de inmediato!".
Los gobernantes deberían tener mucho cuidado con el uso que hacen del
prohibir, pues puede llegar el día en que el pueblo, contagiado con
tanta prohibición, decida prohibir el gobierno y gobernarse a sí
mismo, sin delegar en un grupo sus atribuciones soberanas; entonces,
todos participarán en las decisiones que afecten sus vidas, será el
sistema de organización perfecto, bajo el que se ordenará la sociedad
del futuro, una sociedad plenamente desarrollada: La Anarquista.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Abril 3 de 2014
(1) Ver mi artículo "Usted también puede tener un Buick", de fecha
enero 3 de 2014

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