martes, 30 de septiembre de 2014

MELLA, TREJO Y UN 15 DE ENERO

-- MELLA, TREJO Y UN 15 DE ENERO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

"Enero 11 de 1953, domingo. a.m.
Hoy se cumple un aniversario más del asesinato de Mella en México.
Hasta allá fueron, a buscarlo, los esbirros del tirano Machado. Y hoy,
es el primer aniversario que conmemoramos bajo otra dictadura: la de
Batista. Por eso, la Universidad no puede quedarse quieta un día como
hoy. Mella y la Universidad están muy enlazados en la Historia. ¡Pero
hoy es domingo! Como no hay clases, pocos irán a la inauguración del
pequeño monumento que, apenas ayer, se acabó de erigir frente a la
Escalinata. Tony López, el escultor que tiene su estudio al lado del
cine América, ha donado el busto: una soberbia cabeza en mármol
blanco, que se fijará sobre el pequeño pedestal de ladrillos,
repellados por los estudiantes mismos que integran el Comité Diez de
Enero. Pero, el acto amenaza en convertirse "de cuatro gatos", por ser
hoy domingo. Así que, allá vamos nosotros que no somos universitarios,
pero que pronto lo seremos, a hacer bulto.
¡Es del cará! Esto no hay quien lo entienda. Mella fue el fundador de
la FEU, la Federación Estudiantil Universitaria , y aquí debía estar
en pleno, toda la dirigencia de esa Organización estudiantil. Por otra
parte, Mella era comunista, y aquí brillan por su ausencia los
ñángaras. De todas maneras, entre la gente del COMITE y otros
estudiantes, entre los que estamos nosotros colados, hacemos como
cien. El acto es emotivo, pero breve. Enseguida llegan las
perseguidoras y los odiosos uniformes azules, torvos, amenazantes.
Algunos, los más exaltados, discuten con la esbirrada. ¡No les tenemos
miedo! Eso queda bien claro y nos dispersamos, despacio, en orden.
Hemos cumplido lo que nos habíamos propuesto; y hemos cumplido con
Mella, cuyo monumento modesto, pero enhiesto, ha quedado en su isleta
en plena calle, frente a la histórica escalinata, como un recordatorio
de desafiante rebeldía. No sé, pero presiento que este acto de hoy va
a traer cola. Que es de las cosas que no se quedan
así.....................
Enero 15 de 1953, jueves
El busto de Mella ha amanecido manchado con chapapote, que manos
cobardes le han lanzado en incalificable afrenta. Sobre el rostro
viril de blanco mármol, chorrean los groseros goterones negros de la
profanación. Juan, en desagravio, ha compuesto unos versos: "Al
valiente cobarde que manchar quiso mi frente", que pronto, en un
cartón, amarramos con cordeles al pedestal del monumento.
Improvisados oradores condenan la baja provocación. Sorprendentemente,
los más enardecidos no son los dirigentes de la FEU; éstos, se
limitan al recinto universitario y a la Plaza Cadenas. Pero, la
provocada irritación pide definiciones más radicales, y líderes
naturales emergen de la masa justamente indignada. Nunca, hasta ahora,
he visto más estudiantes reunidos en la explanada de L y San Lázaro;
ni más belicosa la multitud que la colma y que ya la rebasa. Ya no
cabe en la Escalinata, el edificio del Rectorado, ni en el tramo de L
desde Ronda hasta 27. Mella tiene ganado un lugar en la historia
universitaria y nacional. Es una gloriosa figura de la Epopeya cubana,
un Mártir sagrado de la Patria. Mancillar su memoria es una ofensa
imperdonable a nuestra nacionalidad y un nuevo motivo de rencor se une
al odio contenido contra Batista desde el mismo 10 de marzo.
A media mañana ya somos varios miles los que avanzamos en bullente
manifestación por la calle L rumbo a 23. La esbirrada de azul acude
alarmada, pero no puede evitar que lleguemos hasta la céntrica esquina
de 23 y L; allí, frente a RADIOCENTRO, nos enredamos en una lucha
campal con ellos, y un grupo aguerrido y temerario, entre los que
reconozco a Papito y a Carbó , logra colgar un muñeco, que representa
a Batista, del semáforo. Suenan los primeros disparos que, en medio
del ardor que nos llena, no logran amedrentarnos. Es mi primera
experiencia con los tiros; y les pierdo el miedo. A todas éstas, el
tráfico ha sido detenido y en el trayecto de la Universidad a aquí,
arden improvisadas fogatas. Con los primeros heridos, nos replegamos
hacia La Colina, lentamente, protegidos por algunos estudiantes que
abren esporádico fuego, repeliendo la agresión de la policía
batistiana. Los heridos son conducidos con premura al Calixto y la
masa furiosa, vuelve a concentrarse en la explanada frente a la
Escalinata. Ya tanto L como San Lázaro están cubiertas de piedras,
escombros y cuantos obstáculos a mano se han lanzado para impedir el
tránsito de las odiadas perseguidoras. Las tapas de las alcantarillas
son levantadas y echadas a rodar colina abajo, convirtiéndose en
terribles proyectiles contra las fuerzas de la Tiranía, que se
repliegan por San Lázaro hacia la calle Infanta. Esto no tiene
comparación con ninguna de las anteriores manifestaciones, que hemos
realizado desde que la Dictadura se apoderó del poder Se extienden
cables y alambres de acera a acera, cerrando las bocacalles. Y un gran
carrete de cable, que se encontraba en una obra en construcción, es
echado a rodar calle abajo. Estamos viendo, sintiendo, viviendo, la
fuerza tremenda de una multitud que se lanza al combate.
A mediodía, nuestro número en lugar de disminuir, se veía aumentado
por gentes del pueblo, que se nos unían. Se propone ir en
manifestación hasta el Mausoleo de los estudiantes fusilados en 1871,
allá en La Punta. Y es un río humano de varias cuadras de largo, lo
que baja rugiendo de la Universidad, por San Lázaro. El Guajiro Barba,
presidente de la FEU sí va con nosotros, pero el resto de la
Dirigencia es sustituido por nuevas figuras, más a tono con la
rebeldía juvenil que pide combate y no paños tibios. Comienzan a oírse
gritos, prontamente coreados por la multitud de "¡ABAJO BATISTA!
¡ABAJO LA DICTADURA! En el cruce de Belascoaín, la turba mercenaria
falla, en un nuevo intento por detener la incontenible columna; nos
adentramos San Lázaro abajo, rumbo a nuestro objetivo. Por Malecón,
paralelo a nosotros, podemos percibir el estruendo de las sirenas de
los carros de bomberos y perseguidoras que corren desaforados, hacia
el Mausoleo de la Punta, a interceptarnos. (Vamos a tener chorros de
agua para refrescarnos.) Lejos de intimidarnos por el aparatoso
despliegue, apretamos el paso y ya casi es una carrera lo que
emprendemos. Se oyen nuevas consignas: " ¡A PALACIO, A PALACIO!" Y la
que debe causarle más pavor al tirano: << ¡La cabeza de Batista! ¡La
cabeza de Batista!>>. La distancia que nos separa del Mausoleo y, por
supuesto, del Palacio Presidencial se acorta rápidamente con el veloz
paso que, con bríos, asumimos. Cuando apenas faltan unas cuadras para
llegar al paseo del Prado, vemos formarse una densa barrera de
uniformes, que nos cierra el paso al final de la calle San Lázaro.
Allí, en la intercepción con la calle Cárcel, varias filas de
policías, soldados y marineros, todos con armas largas y respaldados
por carros bombas y perseguidoras, se interponen a nuestra marcha.
La vanguardia arremete contra la muralla policial que reparte golpes a
diestro y siniestro. Se entabla la lucha cuerpo a cuerpo. Poderosos
chorros de agua a presión nos son lanzados desde los carros flushers.
En una oportunidad, las mangueras cambian de manos y se convierten los
gruesos pitones, en mazas revolucionarias que golpean a los esbirros.
Los primeros disparos hechos sobre nuestras cabezas, con la
experiencia de la mañana, ya no son nada nuevo para nosotros. Ante el
temor de ser arrollados por la juvenil hueste, los batistianos dan
órdenes de tirar a dar. En un momento, son más de diez los heridos.
Entre ellos, el de mayor gravedad es Rubén, un muchacho del primer año
de Arquitectura. Su herida es fea, en el vientre, del lado del hígado.
Hace sólo cuatro días, que inauguramos el monumento a Mella, el que
hoy amanece manchado y lava este muchacho con su sangre. El almanaque
dice que hoy es JUEVES 15 de enero de 1953. La Dictadura no tiene aún
un año; y quizás tiene ya, su RAFAEL TREJO. Este quince de enero es el
30 de septiembre de mi generación. A partir de ahora todo será
diferente..."

Hasta aquí, he copiado fragmentos de mi novela testimonial "EL TIEMPO
QUE NOS TOCÓ VIVIR"; en dichos párrafos plasmé mi cándido asombro por
la ausencia de comunistas tanto en la inauguración del modesto
monumento a Mella, como en la manifestación con que el estudiantado
respondió al ultraje de su efigie. Muchos años después, un viejo
médico, en aquel entonces estudiante universitario y militante de la
Juventud del PSP, me confesó que "ellos habían recibido orientaciones
del Partido de no participar". Aquella confesión era otra prueba, una
más, del doblez con que actuaban aquellos comunistas. Ahora, pasado
tanto tiempo, tengo dudas si la profanación del busto fue obra de los
sicarios batistianos o una auto-provocación urdida por algún
aventajado alumno de Stalin.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Octubre 1º de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

lunes, 29 de septiembre de 2014

EL ÓRGANO MANZANILLERO

-- EL ÓRGANO MANZANILLERO
Por Sempronio, el de Regla

En Manzanillo es tradición bailar al compás del órgano, instrumento de
cuerda, movido por tracción muscular a través de una manigueta. Las
piezas a ejecutar se encuentran cifradas por medio de orificios en una
serie de tabletas, semejante al mecanismo de una caja de música.
Dándole vueltas a una manivela, el organillero hace avanzar o
retroceder las tabletas perforadas que, eslabonadas una a otra,
originan la música. Una de las piezas más populares, infaltable en
cada fiesta manzanillera, se titula "Manigueta, manigueta", cuyo
estribillo pegajoso repite: "P´alante y pa´trás, manigueta". Ciertos
cambios recientes me han recordado al órgano y esa muletilla. Hace
poco, el Ministro de Economía y Planificación fue liberado para que se
ocupara a full de la instrumentación de los lineamientos, para
sustituirlo al frente del Ministerio quedó el Vice Ministro Primero;
eso es correcto, "p´alante" la manigueta. Pero, al parecer, el
sustituto no funcionó como Ministro y ahora regresa el ex a ocupar la
posición anterior, aunque eso signifique que no pueda dedicarse por
entero a sus más altas responsabilidades. Es decir, un "p´atrás
manigueta", porque... ¿era o no necesario liberarlo como ministro?,
¿podrá ocuparse a cabalidad de la implementación de los lineamientos,
ejercer como Vicepresidente del CM y a la vez atender su ministerio?
¿Y el otro, el que no supo estar a la altura de tal sustitución? Pues
ése, vuelve al cargo de Viceministro. ¿No es esto un p´atrás bien
grande de la manigueta?...
Ná, p´a que no me digan criticón, me voy cantando al compás del
órgano: "Manigueta, manigueta; palante y patrás manigueta".

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 30 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

PREOCUPADOS

-- PREOCUPADOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Un amigo, a quien mucho estimo, está muy preocupado, me lo dijo ayer,
en "un mensaje mañanero"; piensa en el juicio que mereceremos de las
generaciones futuras. Según él, nos tildarán de culpables de una
herencia indeseable o cuando menos de cobardes colaboradores. Yo
comparto su preocupación y compruebo que cada día somos más los
preocupados por igual motivo:
Nuestros gobernantes parecen estar atrapados ante alternativas
imposibles y toman decisiones erráticas que, con frecuencia, se
contradicen entre sí. La estructura vertical de mando centralizado no
funciona y funcionarios subalternos actúan con absurda independencia,
implantando medidas que contradicen la política declarada como oficial
y sembrando el descontento por doquier. Eso llena de incertidumbre el
ambiente y nos hace pensar en la fragmentación del centro director o
en su falta de control. Algunos observadores de esta realidad
aberrante, como mi amigo Esteban Morales, piensan en la acción
subrepticia de posibles topos infiltrados en el aparato ejecutivo. Es
una posibilidad que puede ser cierta.
Que "el modelo" implantado en Cuba no funciona, ya lo dijo Fidel hace
algunos años, antes de abandonar la dirección. Raúl comenzó a cambiar
algunas "cosas" que exigían cambios. Sin embargo, se nota una
resistencia al cambio, un aferrarse a las viejas fórmulas en los más
recalcitrantes "fundamentalistas" y cuando no, una reticencia que se
abroquela en la palabra "actualización" y rehúye utilizar la palabra
correcta. Entre tanto, hay una capa parásita que medra con la inercia,
a la cual no le interesan los cambios, porque ha encontrado cómodo
nicho en la inmovilidad.
En resumen, se persiste en actualizar lo que no funciona; se pretende
que lo que ayer demostró ser inviable, después de ciertos retoques,
funcione hoy y sea la solución de mañana. Hay como un temor a la
palabra "REFORMA" y el ineficaz sucedáneo "ACTUALIZACIÓN" se limita a
lo económico, olvidando la interrelación dialéctica con lo político y
lo social. Mientras esto no se entienda y se emprenda un cambio
integral que abarque todas las esferas de la vida ciudadana, mientras
una minoría decida nuestros destinos sin consultarnos; mientras todo
escalón de mando, desde la base a la cúspide, no esté sujeto a la
fiscalización popular, estaremos atascados en un callejón sin salida.
De la forma en que vamos, no hay país que avance; ya lo están diciendo
las estadísticas económicas.
Mientras, para salvar nuestra responsabilidad ante las generaciones
futuras, no nos queda otro camino que advertir, que todos sepan de
nuestra inconformidad y preocupación, aunque no nos escuchen allá
arriba.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 29 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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jueves, 25 de septiembre de 2014

DE AYER Y DE HOY

--DE AYER Y DE HOY
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Tal como está el ambiente, es mejor pasar por cuentista. Así que sigo
con mis relatos breves. Aquí les van cinco; uno lo sitúo en la remota
antigüedad, dos más contemporáneos, en el pasado no tan reciente y dos
que pudieran encajar en cualquier momento. Sin embargo, aclaro que
todos admiten actualización.
HABLADURÍAS
El vino, pagado por sus compañeros de mesa, lo torna locuaz. En la
más sórdida y concurrida taberna de Corinto, el viejo marino hace
sorprendentes afirmaciones:
-¡Pamplinas! ¡Qué vellocino, ni carnero con lana de oro, ni ocho
cuartos! Los de ese Jasón no fueron más que cuentos. Cuando me lo
mostró, de su famoso trofeo no quedaba más que un manojo de pelos
enredados. ¡Me dijo que el resto lo había repartido entre los otros
marineros del "Argos"! ¡Como si él fuera tan generoso! ¿Eran
cincuenta, no? Pues eso fue lo que les tocó a cada uno: Un simple
puñadito de pelos. A mí me pareció un mechón de dorados vellos
púbicos. Por cierto, ¿no dicen que Medea era bien rubia? Sí, Medea,
ésa misma, la que, según cuentan, le ayudó a conseguirlo...
EL DURO
En las ergástulas de la tiranía, dos siniestros esbirros han terminado
sin éxito su faena e informan al superior:
__Capitán, el hombrín era de los duros. Por mucho que lo trabajamos,
murió sin decir ni pío.
A lo que responde furioso el sicario mayor:
__¡Qué duro ni un carajo! ¡Se equivocaron de hombre, imbéciles! ¡Ese
no estaba en ná!
En efecto, el infeliz joven era ajeno a la lucha que se libraba y no
estaba en actividad subversiva alguna. Nada podía confesar porque nada
sabía. Para su desgracia, era muy parecido a un revolucionario muy
buscado. Una nueva víctima, esta vez inocente, se sumaba al largo
rosario de crímenes de la dictadura. Años después, su nombre lo
llevarían fábricas y escuelas. Mientras, el perseguido, que había
logrado sobrevivir, negando los ideales por los que luchó, fue a
refugiarse en el exilio contrarrevolucionario. Allí le esperaban, esta
vez para abrazarle, sus dos frustrados torturadores.
LECCIÓN
Sobresalía por su disposición para ejecutar a chivatos y delatores;
participó en numerosos ajusticiamientos y hasta parecía hacerlo con
gusto. Pero cuando lo apresaron, delató a sus compañeros.
ESTRADO
Pensamos que, salido de nosotros, dirigiría desde abajo. Pero se puso
tan gordo que no cabía en nuestros asientos y asumió el mando a
distancia, desde una poltrona especial.
CONTROL REMOTO
Rumbo a lo desconocido, lentamente, marchamos. En el trayecto se
producen frenazos, giros erráticos, largas paradas y retrocesos. A
nadie le importa ya la duración y el destino del viaje; mientras, los
conductores viajan en otro vehículo.

Desde Regla, como siempre, septiembre 26 de 2014

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martes, 23 de septiembre de 2014

NUEVOS NANOCUENTOS

--NUEVOS NANOCUENTOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa


DECEPCIÓN
Yo, enamorado, creía que hacíamos el amor y ella dijo:
"¡Qué rico tú s......, papi!"

PREVISIÓN
Siempre me adelanto a mi muerte. Fecho lo que escribo en días que no
sé si viviré. Así garantizo que me lean después de muerto..

PANEGÍRICO
Era tremenda flautista. Murió atorada, cuando intentaba sacarle música
a una flauta de un solo agujero.

TRASTRUEQUE
Les di empleo para que me sirvieran; sin embargo, no tardaron en
creerse dueños y me trataron con despotismo, como a criado holgazán y
descuidado.

MI GUAGUA
No tiene rótulo que indique su ruta. Ningún pasajero puede decirme
hacia dónde va. Pensé que el chofer sabría, pero su asiento está
vacío.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Septiembre 24 de 2014
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lunes, 22 de septiembre de 2014

UN PROCESO

-- UN PROCESO
Por Sempronio, el de Regla

Todo en la vida tiene su proceso, su mecánica que lo va cambiando
hasta llegar a lo que es. Por lo general, los procesos llevan tiempo,
nada se transforma de ramplán. A los estados intermedios se les llama
etapas, etapas del proceso; también se llaman así las mudas o
traslados de una etapa a otra. Entonces se dice que presenciamos una
etapa de cambios.
Digo todo esto, porque tuve amigos que sufrieron cada uno su proceso.
Cada cual a su modo, pero ninguno ya es lo que fue. Todos se fueron
transformando y hoy son otros, muy distintos a los de ayer. Solo voy a
citar dos ejemplos extremos: El sujeto "A" luchó contra Batista, era
martiano y antimperialista; sin embargo, a poco de triunfar nuestra
causa, comenzó su proceso de cambios. Rechazó el giro a la izquierda
que dio la Revolución y terminó siendo su enemigo. Al final de su
proceso transformativo ya vivía en Miami, donde era miembro de una
agrupación contra. Todo lo contrario, el sujeto que llamaré "Z",
aceptó todos los cambios emanados "de arriba", se volvió comunista y
dedicó cuerpo y alma al "proceso". Trabajaba con ahínco las 24 horas
del día, no sabía lo que era descanso, fue un ejemplo de abnegación y
entrega. Por ello ascendió a un cargo dirigente; entonces, comenzó a
valorar su sacrificio y entendió que merecía "algo más" de lo que
recibían otros que nada aportaban. Lo que él disfrutaba no eran
dádivas, eran compensaciones naturales. Así entendió "lógico" recibir
una facturita de víveres y una cuota de gasolina extras, unas
vacaciones pagadas en Varadero y otras menudencias. Su familia,
desatendida por el trabajo, merecía igualmente una compensación y le
"consiguió" un auto al hijo, un cargo "cómodo y productivo" a la
mujer, etc. En resumen, comenzó a sentirse "diferente" y terminó su
"proceso" como un corrupto.
Por suerte, entre los casos de "A" y "Z", conozco muchos que se han
aferrado a sus viejos moldes y todos los procesos vividos no han
podido cambiarlos. Hoy son menos cándidos y más maduros, pero se
mantienen fieles a sus principios. Ellos me ayudan a mantener mi
optimismo.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 22 de 2014

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jueves, 18 de septiembre de 2014

-UN LIBRO ESCLARECEDOR

--UN LIBRO ESCLARECEDOR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

La historia que nos han contado no es del todo clara, tiene muchos
episodios en sombras y otros que permanecen ocultos. Uno de esos,
quizás el más sometido a tergiversaciones, es el "caso argelino" con
Ben Bella como estrella principal y el golpe de estado que lo derrocó,
con sus nefastas consecuencias.
Desde 1962, fecha de su independencia, hasta 1965 año del golpe de
estado, Argelia, apenas nacida como república, se convirtió en el
centro mundial de los movimientos revolucionarios de tres continentes;
su accionar tuvo repercusiones en todo el orbe y constituyó la mayor
amenaza para el dominio imperial. La aparición en escena de una
poderosa organización internacional que tenía como objetivo la lucha
contra el yugo colonialista e imperial, la fuerte conexión interna
entre sus miembros y sus acciones coordinadas desde un centro
insospechado, eran heraldos de una Revolución Mundial. Ese movimiento
comenzó a gestarse y a cobrar fuerza en la Argelia recién liberada,
presidida por Ahmed Ben Bella. Este primer presidente de la república
argelina, entregó su apoyo total a los revolucionarios del mundo
entero. En Argel tuvieron acogida y ayuda solidaria, los
representantes de cualquier movimiento de liberación nacional.
Situémonos en los años sesenta: la Unión Soviética condenaba todo
intento de lucha armada y optaba por la "coexistencia pacífica"; Cuba,
cercada y amenazada por el Imperio, apostaba por la creación de "dos,
tres, muchos Viet Nam" como fórmula salvadora que, distrayendo las
fuerzas imperiales, le permitiera sobrevivir. Al "Movimiento de Países
no Alineados," por su heterogeneidad, no le correspondía encabezar la
lucha, menos a Cuba que, aunque se declaraba no alineada, dependía
económicamente de la URSS, entonces... ¿a quién acudir, sino a Ben
Bella? Él convirtió a Argelia en la esperanza cierta de crear todos
los Viet Nam imaginables. Allí convergían los movimientos de
liberación de las colonias africanas y de allí partía la alimentación
de los focos guerrilleros de toda la insurgencia latinoamericana.
Las armas para las guerrillas de Salta en Argentina (Masetti) y las
destinadas a Venezuela, salieron de puertos argelinos dentro de
barriles conteniendo aceite de oliva. Igualmente, desde Argel se
distribuyeron armas enviadas por Cuba con destino a Mozambique,
Angola, Guinea-Cabo Verde, Guinea Bissau y los dos Congo; con
pasaportes argelinos, muchos revolucionarios se movieron por el mundo.
Todo ese andamiaje, tan laboriosamente elaborado, se destruyó con la
deposición de Ben Bella. Lamentablemente, Ben Bella había ido
perdiendo control sobre la dirigencia argelina -de origen guerrillero-
y entró en contradicciones con el ejército y sus cuadros
tradicionales. Es deber de todo gobernante no descuidar el ámbito
interno, prestar atención a los problemas que enfrenta la base en la
cual se apoya, estar atento a sus inquietudes; no supeditar los
intereses nacionales a los internacionales; mantener un equilibrio
entre la política exterior y la interna. Ben Bella priorizó lo
exterior. Los líderes del Ejército de Liberación, salidos de las
wilayas y que encarnaban sus intereses, dejaron de obedecerle y
terminaron por deponerlo como presidente; ya en 1963, la Cabilia había
impugnado el sistema de Partido único. Los ejecutores del golpe
ignoraban entonces el daño que hacían al movimiento revolucionario
internacional; al contrario del presidente depuesto, priorizaron los
intereses nacionales y aunque continuaron ayudando las luchas de
liberación africanas, el apoyo de los nuevos gobernantes, disminuyo de
forma sensible. Cuando determinaron sustituir a Ben Bella en junio del
65, Fidel, ponderando la repercusión internacional del golpe, insultó
al nuevo equipo. La ruptura con Argelia podía costarle muy caro a Cuba
y al movimiento revolucionario internacional. Era necesario culpar a
"un embajador que no había informado correctamente a su gobierno". En
el terreno diplomático todo se puede arreglar. Pero, la desaparición
de Ben Bella como dirigente máximo le pasaría su cuenta al movimiento
internacional. Pasaron años, antes que fuera posible convocar una
nueva cumbre de los no alineados; no obstante, la "Tricontinental" se
celebró en enero de 1966.
De todo lo anterior, nos documenta y esclarece, el libro "Che Guevara:
La Clave Africana" de Jorge Serguera Riverí ("Papito"), quien fuera el
primer Embajador cubano ante el gobierno argelino y que en todo
momento fue trasmisor inmediato y fiel en la comunicación entre ambos
gobiernos. ¡Lástima que esa obra no se publique en Cuba!, ¡es un libro
esclarecedor!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 19 de 2014

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miércoles, 17 de septiembre de 2014

¡JUAN ALMEIDA VIVE!

-- ¡JUAN ALMEIDA VIVE!
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El acto de ayer constituyó un hecho inolvidable. En la sala Martínez
Villena de la UNEAC se recordaba al Comandante Juan Almeida, al
cumplirse cinco años de su desaparición física. Almeida es un hombre
de su tiempo y por lo tanto de todos los tiempos; de esos seres que no
mueren, porque continúan vivos en sus obras, en sus ejemplos, porque
permanecen vivientes en la memoria de otros hombres, a los que
trasmiten su aliento. Figura de las cimeras de la Cultura cubana y, al
decir de Armando Hart, de su obra principal, la Revolución, Almeida
entregó a ellas su vida entera. Las responsabilidades que asumió no le
impidieron componer casi mil piezas musicales y escribir varios
libros. Con las primeras enriqueció el repertorio popular y la
tradición sonera que nos enorgullece e identifica; con su literatura,
vivencias vibrantes, nos dejó testimonios de episodios cruciales de
nuestra historia.
Por todo lo anterior, en la concurrencia estaban presentes figuras de
la Revolución y de la Cultura, protagonistas de estos años luminosos y
difíciles que nos ha tocado vivir. Abracé al fraterno Oramas, al que
agradezco haberme invitado y le di un encargo que solo se le confía a
los más íntimos; me identifiqué y disculpé con Feraudy, por
atiborrarlo con mis mensajes; saludé con respeto a Hart, a Chomón, a
Dreque y a la generala Teté; me conmovió Ryan cuando declamó "Regreso
al Turquino" del general "Robertico" Valdés y me deleitó la voz de
Farah al interpretar una romántica canción de Juan Almeida, músico,
escritor, pero sobre todo peleador de primera fila, comandante de la
Revolución.
Vuelvo a Regla, cargado de energías, para seguir batallando por un
mundo mejor; energías que me trasmite un hombre que, en los trágicos
momentos de "Alegría de Pío", gritó con voz bien cubana: "¡AQUÍ NO SE
RINDE NADIE, COJONES!"

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 17 de 2014

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lunes, 15 de septiembre de 2014

CONTRA EL MOSQUITO

--CONTRA EL MOSQUITO
Por Sempronio, el de Regla

Acabo de tener una brillante idea. Se me ha iluminado el moropo; de
verdad que soy una fiera en eso de la legisladera. Encontré la forma
de acabar con los mosquitos y quitarnos de arriba el dengue, la
chicunguya, los gastos de fumigación, las campañas y demás plagas que
esos bichos producen. El ahorro en salarios, uniformes y materiales,
servicios médicos, propaganda y combustible va a ser tremendo. Además
vamos a evitar los desvíos de recursos, que siempre acompañan a toda
campaña y nuestras autoridades incompetentes no tendrán que
preocuparse por las quejas sobre salideros, vertederos y demoras en la
recogida de basura y desechos, todos criaderos del agente trasmisor.
Los criticones de siempre, se quedarán sin uno de sus temas más
recurrentes. La gente no tendrá que esconder sus vasos espirituales,
lo que será una contribución a la libertad de cultos y podrá tener sus
latones sin tapa.
Ahora mismo voy a elevar mi sugerencia que es muy sencilla y
económica: se trata de capturar a todos los mosquitos machos y
caparlos. Si queremos imitar a los chinos, podemos pedir que cada
ciudadano atrape y cape a un mosquito. Luego se soltarán y como están
capados, no podrán fecundar a las hembras cuando se diviertan con
ellas. Así, desaparecerán los anófeles, los aedes y demás especies. Mi
idea, por genial, competirá con la prohibición de entrar al
aeropuerto, con las recientes medidas aduanales y las nuevas tarifas
de impuestos en cucs. Vamos a ver cuál se gana la botella de mondongo.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 16 de 2014
________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

sábado, 13 de septiembre de 2014

REGLA NO OLVIDA

-- REGLA NO OLVIDA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Este rincón bien cubano, que se dice "ultramarino" por el solo hecho
de estar situado en la otra vertiente de la bahía; este emporio de
pintoresquismo y folclore, donde la mayoría de la población es
mestiza, profesa la santería y donde los abacuá son una "minoría" nada
despreciable; esta Regla de tradiciones portuarias y sindicales, de
gente humilde y resuelta, de baja instrucción, pero de una alta
urbanidad que da "los buenos días" al desconocido con quien se cruza;
esta Regla que es pueblito y parte de la urbe capitalina, fue y sigue
siendo un bastión de rebelde cubanía; esa característica insurgente,
que se alza contra la injusticia y lo arriesga todo por una causa
noble. Pero es además, un pueblo que no olvida, que del recuerdo saca
reafirmación y utilidad. El acto de hoy me lo acaba de demostrar. En
recordación del 12 de septiembre de 1958, día sangriento en que la
tiranía cercenó la vida de cuatro jóvenes reglanos, este viernes toda
Regla amaneció paralizada. Ningún vehículo transitaba por la calle
Martí; reglanos de todas las edades, la colmaban; todas las escuelas
llevaron a sus alumnos al parque Guaicanamar, allí se realizaría la
conmemoración. Los niños, formaban filas en ambas aceras, desde allí
hasta el cementerio, serían la guardia custodia del cortejo.
Debo confesar que esta es la primera vez que participo y que fui
cargado de prejuicios. Esperaba encontrar un grupo de viejos
decrépitos, vencidos por los años y aferrados a su pasado glorioso,
pero allí estaba el pueblo entero, recordando con ellos. En las filas,
alineadas en las aceras, junto a sus compañeros, vi a mi nieto
Rodrigo; frente a la pizzería saludé a Echeverría, a Autié, abracé a
Levi, me enteré que Guillot había muerto y estreché la mano de muchos
que todavía quedan vivos del grupo inicial del 26; el tiempo
inclemente ha hecho de las suyas, hay canas, calvas, bocas desdentadas
y arrugas por doquier, pero siento una energía inicial y fundadora que
se trasmite a todos. A pesar del peso de los años, de lo absurdo del
presente, hay una disposición generalizada para continuar luchando.
Como inmediato eslabón etario, muy cerca en tiempo y espacio está
"Panchito Salación", el ex jefe del gobierno municipal que todos
recuerdan con gratitud, también está el coronel ya retirado y de la
reserva Abil y muchos otros continuadores. No hay interrupción
generacional, pero lo más prometedor está en las aceras. Esos niños
saben por qué estamos aquí y qué estamos recordando.
Cuando ya mis piernas, hoy endebles, me recuerdan los años que cargo,
llegamos al cementerio. Frente al panteón que guarda los restos de
aquellos cuatro jóvenes reglanos, un funcionario lee un discurso
incoloro, protocolar, lleno de frases gastadas. Es evidente que cumple
una tarea que "le han bajado". Miro alrededor, percibo desaprobación y
desdén generalizados. Pero regreso satisfecho a mi hogar reglano,
porque siento que Maño, el Mono, Reynaldo y El Indio (1) no están
olvidados. Regla los recuerda con refuerzos suficientes para
mantenerlos vivos.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 12 de 2014
(1) Leonardo Valdés (Maño), Alberto Álvarez (El Mono), Reynaldo Cruz y
Onelio Dampiel (El Indio), asesinados el 12 de septiembre de 1958 en
el Reparto Juanelo; con ellos, fueron apresadas Clodomira Acosta y
Lidia Doce, sus cuerpos nunca aparecieron.

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿RECORDAR POR RECORDAR?..

--¿RECORDAR POR RECORDAR?...
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Cuando desempolvé viejos recuerdos que atesoro en la memoria, me
propuse demostrar a la juventud de hoy, que los héroes que
reverenciamos eran de carne y huesos, igual que ellos y que, por lo
tanto, nada les impide igualarlos y escribir la parte de la historia
que les corresponde. Hoy, voy a recordar algo bien reciente, tanto,
que se proyecta en el presente y amenaza el futuro. Pero, de inicio os
advierto que nadie recuerda por recordar:
El actual inquilino de la Casa Blanca, cuando asumió el cargo,
prometió un cambio de política hacia nosotros, los del Sur, incluida
Cuba. Todos nos entusiasmamos, hasta el inolvidable Hugo Chávez, en
un arranque de emotividad latina, le regaló un ejemplar de "Las Venas
Abiertas de América Latina" de Eduardo Galeano; quizás olvidó en ese
momento, que el nuevo presidente no sabía leer en español y lo abrazó
conmovido.
Los años han pasado y el primer presidente afro-norteamericano ha
cumplido su promesa: ha sustituido la política cerril de su
antecesor, George W., por la del "Smart Power". ¡Eso es un cambio de
política! Ahora no amenaza con bombardearnos en acciones
"preventivas"; se limita a multar con descomunales cifras a los
bancos que gestionan nuestras operaciones de comercio exterior;
mientras, aumenta la cantidad de visas para los cubanos que desean
emigrar o, simplemente, visitar su país. Esta diferenciación en el
tratamiento a los cubanos y a su gobierno, al ser percibido de
distintas maneras, siembra una distancia entre ambos; a ese
distanciamiento contribuyen algunos funcionarios y burócratas de
nuestro patio, al dictar medidas impopulares que fomentan malestar y
descontento. Al mismo tiempo, las agencias del gobierno norteamericano
arrecian su ofensiva contra la isla. Introducen "un contratista" para
que dote de "equipos de comunicación" a una comunidad judía que
desconoce tal ayuda, promueve el viaje de "jóvenes latinoamericanos"
que vienen a "enseñarle a la juventud cubana cómo prevenir el Sida" y,
de paso, a buscar futuros cuadros que dirijan la transición
capitalista. Pero todo esto no basta, y arman redes sociales como
"Zunzuneo", "Piramideo" y otras para infiltrar en nuestra juventud el
virus que, según ellos, acabará con nuestro sistema.
Como si todo lo anterior fuera poco, nos "bombardean" con una serie de
mensajes, llenos de nostalgia por el ayer, que parecen "estampas
costumbristas" del inolvidable Eladio Secades, viejas postales que
recrean aquel pasado solamente en lo positivo y omiten lo que
conllevaba de contrapartida. Así, nos pintan la "Rampa" recién
inaugurada, el fasto antiguo de la Avenida Paseo, la vida nocturna de
la Habana de los cincuenta o evocan los viejos cines de barrio, las
iluminadas vidrieras comerciales y los tiempos en que una cerveza
costaba veinte centavos. Cuando nos describen el Cabaret Sans Souci,
no dicen quiénes podían ir allí; cuando elogian el esplendor de las
vidrieras, se cuidan de decir que en ellas se colocaban televisores
encendidos para que "el público" los viera trasmitiendo, porque eran
pocos los que podían comprarlos. Pretenden recrear un pasado falso que
nunca existió; una Cuba de bienestar que se arruinó el último día del
año 1958, por "la furia destructiva de la Revolución". Soslayan,
sospechosamente, que mientras toda esa Habana era la vitrina que
exaltan, había otra Habana y otro país que se desangraban en lucha
contra una tiranía; que había desempleo en las ciudades y que en el
campo reinaban el hambre y la miseria; que el ingreso en un hospital
era potestad de un político, que obtener trabajo o ascender no
dependía de méritos, sino de recomendaciones y muchas cosas más. Todo
este evocar no es por gusto; forma parte de una campaña dirigida a la
juventud, porque ella no vivió el capitalismo y se espera que sea la
sepulturera de lo que nos queda de socialismo. Y tiene su "lógica" el
plan: ante un presente de insatisfacción e indefiniciones y un futuro
incierto, el regreso a ese capitalismo idílico se convierte en
solución, ya que, como dijo Manrique, "cualquier tiempo pasado fue
mejor".
Urge entonces no limitarnos a evocar el ayer, sino a describirlo tal
como fue, con sus luces y con sus sombras, que ilustremos a los
jóvenes sobre el capitalismo que no conocieron, que le hagamos saber
sus nefastas consecuencias; que le contemos que todo no era luz y
esplendor en aquel mundo y que a la mayoría, donde estaban incluidos
sus padres, les aguardaba la miseria, el desamparo y la desesperación.
Pero sobre todo, que les mostremos que en sus manos estará construir
un futuro mejor y escribir la historia que les corresponda.

Desde Regla,
Ayer. "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 12 de 2014



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

Fwd: GIRÓN Y UNA OPERACIÓN PREVENTIVA

---------- Forwarded message ----------
From: Jorge C Oliva Espinosa <jorgecoliva@gmail.com>
Date: Wed, 10 Sep 2014 19:06:40 -0500
Subject: GIRÓN Y UNA OPERACIÓN PREVENTIVA
To:

--GIRÓN Y UNA OPERACIÓN PREVENTIVA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Casi concluía la primera quincena de abril, mes de primavera, propicio
para el amor, pero para nosotros cargado de tensión. Teníamos la
certidumbre de que la invasión esperada se produciría cualquier día.
Dormíamos sobre las armas, esperando de un momento a otro el brutal
zarpazo. Barcos de guerra norteamericanos merodeaban nuestras aguas, y
la prensa internacional reportaba la existencia de campos de
entrenamiento en Guatemala, donde miles de hombres se preparaban para
"venir a liberarnos". La certeza fue completa cuando el día 15 fueron
bombardeados nuestros aeropuertos. Era la preparación, el
"ablandamiento" previo, el preludio del ataque. En el entierro de las
víctimas, al día siguiente, Fidel hizo pública la ideología que nos
animaba y dispuso que todas las unidades se pusieran en pie de guerra
para esperar el inminente ataque.
Yo me disponía a volver a mi batallón, pero me fueron a buscar mis
compañeros del Municipio. Venían con un oficial del Ejército a quien
no conocía y me traían una nueva misión que debía realizar con éste.
Una vez en las oficinas del Comisionado Municipal, el oficial se me
presentó como miembro del G2 y me impuso de la operación que debíamos
llevar a cabo con la cooperación de los Comités de Vigilancia de las
cuadras, de forma ¡¡INMEDIATA!! Se trataba de garantizar la
retaguardia. Mientras nuestras tropas combatían al enemigo, debíamos
evitar la acción de una quinta columna detrás de nuestras líneas. Para
ello era preciso "neutralizar" a todos los elementos "potencialmente
peligrosos". Es decir, a aquellos ciudadanos que estimáramos capaces
de brindarle apoyo al enemigo. Él traía una lista de connotados
desafectos y contrarrevolucionarios confesos, residentes en nuestra
localidad. Nosotros, en coordinación con los Comités de Vigilancia,
debíamos completar esas listas y proceder al arresto preventivo de
estos elementos. ¡Menuda tareíta! Comenzamos a visitar los Comités y
en cada uno, nuestros listados se incrementaban. Mi conocimiento de la
población me hizo notar de inmediato un detalle curioso: en aquellas
listas nunca faltaba el marido de la mejor hembra de la cuadra,
tampoco el bodeguero de la esquina, aunque fuera miliciano. A este
último siempre lo incluía. -¡Oh casualidad!- el cliente que más le
debía y al primero, o bien el querido de la mujer o el aspirante a
serlo... Así que, aplicando la justicia salomónica, yo por mi cuenta
incluí siempre en el listado a los denunciantes de estos casos. Cuando
llegó la hora de "la recogida" nos agenciamos algunos camiones y
recorrimos el pueblo montando en ellos a los elegidos que eran
conducidos, sin maltrato alguno, a los puntos de concentración
preestablecidos, como El Quinto Distrito, El Estadio del Cerro, La
Cabaña o la Ciudad Deportiva. Pronto estos lugares se abarrotaron de
detenidos y hubo que organizar además de su vigilancia, el cuidado a
sus elementales necesidades, alimentación, higiene, servicios
médicos, etc. En el transcurso de esta operación, se dieron casos que
hoy mueven a risa y asombro. Reseñaré tan sólo dos de ellos, de los
muchos que presenciamos.
Habíamos instalado nuestro puesto de mando en la antigua estación de
policía de Santa María del Rosario. De allí entrábamos y salíamos en
vertiginosas carreras en busca de nuevos detenidos o de algún
transporte para conducirlos. Estando allí, vimos con sorpresa a una
columna de hombres que, marcando el paso, se acercaban por el borde de
la carretera a nuestro cuartel. La fila se perdía a lo largo del
trayecto visible y parecía una unidad militar, aunque desarmada, que
concurría a reforzar algún punto de nuestras defensas. Cuando se
fueron acercando, pudimos oír las voces de mando "uno, dos, uno", que
daba nuestro inefable compañero "Ráfaga". Pero no. No eran
milicianos. Eran detenidos que él solito conducía en número que
sobrepasaba la centena. Aquel "Ráfaga" inolvidable, que la madrugada
de enero había tomado él solo la estación de policía donde ahora nos
hallábamos, más de dos años después protagonizaba otro insólito hecho.
En esta oportunidad y llevado por su iniciativa inigualable, se había
personado, ametralladora en mano, en la entrada de Antillana de Acero,
a la hora de un cambio de turno y había "seleccionado" tanto del
personal que salía como del que entraba, a aquellos que componían su
lista personal. Eran los detenidos que nos traía como un presente
griego. Nosotros no teníamos en ese momento en qué trasladar a
semejante tropa, ni siquiera dónde albergarla provisionalmente. Nos
fue necesario requisar algunos camiones, incluso los que transitaban
en aquellos momentos por la carretera Central.
El otro caso me ocurrió a mí. Conducíamos en un viaje a los más
revoltosos y recalcitrantes elementos. De muchos de ellos se
sospechaba que pertenecían a grupos contrarrevolucionarios,
organizados para la acción. Los llevábamos al Quinto Distrito, donde
serían interrogados. Dando muestras de rebeldía y creyendo cerca su
victoria, iban gritando sobre la cama del camión "¡Abajo el Comunismo,
abajo Fidel!". Nosotros no podíamos obligarlos a callar y nos era
indiferente lo que pudieran gritar desde su impotente condición de
"neutralizados." Al llegar a un semáforo, la luz roja nos detuvo
momentáneamente y cuando se produjo el cambio y ya nos disponíamos a
proseguir, un ciudadano corrió tras nuestro vehículo, pidiendo
desesperadamente que lo montáramos. El miliciano que vigilaba a los
detenidos y que viajaba con ellos en la cama del camión, nos golpeó
la cabina para que detuviéramos la marcha. Así lo hicimos y nuestro
compañero ayudó a subir al entusiasta espontáneo que, confundido por
los gritos, sólo se enteró de su condición de prisionero cuando,
dispuesto a sumarse a la "rebelión", preguntó: "¿Hacia dónde vamos?"
De esta gran operación preventiva, de la cual nunca se habla, se ha
escrito muy poco y publicado menos. En su puesta en práctica se
cometieron muchos errores y se detuvo a muchos inofensivos ciudadanos;
algunos, guardaron resentimientos por la injusticia de que habían sido
objeto y se convirtieron en verdaderos enemigos. Fue un costo
lamentable, pero la premura que demandaba la operación lo hizo
inevitable. No obstante, se logró mantener nuestra retaguardia limpia
de acciones enemigas, nuestras fuerzas pudieron dedicarse sin otras
preocupaciones, a la liquidación de los invasores y estos no contaron
con ayuda interna alguna. Una vez derrotada la fuerza mercenaria, los
detenidos fueron puestos en libertad; ninguno recibió maltrato físico,
ni tratamiento vejaminoso.

Desde Regla, como siempre, septiembre 11 de 2014




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martes, 9 de septiembre de 2014

UN TRASLADO DE ARMAS

--UN TRASLADO DE ARMAS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

1953
En la novela (1) conté este episodio de forma muy simplificada, al
narrarlo fui en extremo escueto. En realidad el mismo estuvo rodeado
de detalles que omití por estimarlos inverosímiles y demasiado
novelescos. Entonces no sabía que la vida es la más fantástica de las
novelas. El suceso ocurrió verdaderamente así:
Juan y yo hemos hecho una travesura: les birlamos unas armas a quienes
no iban a utilizarlas (2), pero ahora no sabemos qué hacer con nuestro
botín. Estamos sentados sobre un muro del Prado, los pies colgantes,
de cara a una de sus calles laterales. Por la misma discurre el
tráfico, mientras nos devanamos los sesos en busca de una solución a
nuestro problema. Tenemos que sacar los "hierros" que tenemos en casa
de Juan y debemos hacerlo inmediatamente. Herminia descubrió nuestro
"arsenal" y la escandalera que formó ha enterado a todo el vecindario.
Además, el padre de mi amigo, le exigió tajantemente que las
"desapareciera" de allí, sin importarle los riesgos que ello
implicaba. Esto ha herido mucho a Juan, que comprueba que sus viejos
están aterrorizados y que no les interesa otra cosa que su
tranquilidad. Podemos llevarlas para la Clínica del Estudiante del
Hospital Universitario Calixto García, allí estarán seguras. Pero el
asunto es cómo trasladarlas hasta allá. Las trajimos gracias al auto
de Oscar, que ahora está roto y no contamos con otro transporte; en
guagua o a pie no podemos llevarlas...
De pronto, Juan grita un nombre para mí desconocido y un auto se
detiene junto a la acera. Mi amigo corre hacia el vehículo y yo le
sigo para atrapar el siguiente diálogo:
-¿Para dónde vas, mi socio?...
- Para el Vedado, Juanito. ¿Por qué?...
- ¡Coño! Es que me hace falta llevar una ropa sucia ahí, para El
Calixto a ver si allá me la lavan. ¿Podrías hacerme ese favor?...
-¡Cómo no, viejo! ¿Dónde está esa ropa?
- La tengo ahí, en casa. Parquéate en la próxima bocacalle. Ahí mismo,
al doblar vivo yo.
Y dirigiéndose a mí, que estoy estupefacto, Juan dice:
-¡Vamos, Flaco!
Casi corriendo, nos dirigimos al hogar de mi inseparable compañero,
mientras el desconocido, obediente a su petición, va a estacionarse en
el lugar indicado. Yo por el camino, alarmado, no me canso de poner
objeciones. La sorpresiva solución encontrada no me parece confiable,
pero me apresto a seguirle. En un dos por tres, envolvimos con papel
de periódicos nuestro armamento y amarramos los bultos con un viejo
alambre eléctrico. Las pistolas fueron a dar a nuestras cinturas,
ocultadas por las faldas de las camisas sacadas por fuera del
pantalón, como no es moda usarlas. Estamos agitados por la premura y
así bajamos y salimos en busca del vehículo providencial que nos
aguarda al doblar de nuestra calle. Apenas doblamos la esquina, lo que
veo me deja petrificado de horror. El hombre ha estacionado después de
una guarapera existente a medianía de cuadra y exactamente tras él hay
un auto patrullero de la policía, cuyos tripulantes beben guarapo en
la estrecha acera, frente a la puerta del establecimiento. Por ahí
tenemos que pasar y no sé si las piernas me resistirán. Pero Juan no
se inmuta. Continúa como si nada su camino; pasa por delante de los
uniformados esbirros, y aún le oigo decirles educadamente:
- Con permiso...
Su temerario ejemplo me infunde valor y llego al vehículo, Juan abre
la puerta trasera y tira sobre el asiento su paquete que al caer hace
un ruido metálico, delator de su contenido. Yo entro con mi bulto,
mientras él ocupa el asiento al lado del chofer pasmado, que comprueba
que aquello no es precisamente ropa sucia. Todavía mi amigo tiene
ánimos de sonreírle cuando, sin dejarlo reaccionar, le ordena:
- Anda, arranca, ya podemos irnos...
El auto se pone en marcha y yo, temblando, quisiera empequeñecer hasta
desaparecer engullido por el asiento trasero.

Desde Regla, como siempre, septiembre 10 de 2014
(1) "El Tiempo que nos tocó vivir", Editorial Plaza & Janés, Barcelona 1998.
(2) Pertenecían a la Triple A y eran una parte insignificante del
alijo que nos habían puesto a custodiar.

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lunes, 8 de septiembre de 2014

-AQUEL 9 DE ABRIL

--AQUEL 9 DE ABRIL
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Hoy retomo los relatos de episodios vividos y que recogí en "EL TIEMPO
QUE NOS TOCÓ VIVIR", mi primera novela testimonial. Lo hago
recordando una fecha que considero aciaga, pues además de signada por
el fracaso, tuvo el altísimo costo de dejar casi descabezado nuestro
movimiento en poblados y ciudades.
Son como las once de la mañana y las sirenas de todas las fábricas del
Cotorro anuncian que ha comenzado la huelga general revolucionaria.
Acorde a los planes, previamente trazados, y sin contar con el
armamento que esperábamos, un grupo de nosotros parte a situarse a la
altura del Reparto Paraíso, en la entrada del pueblo. Es la posición
más comprometida y Guido, nuestro jefe, la asume. Van con él, Manuel
Blanco, Pulmón y Pillería, al que Guido quiere tener siempre cerca.
Manolo, Guillermo y yo, después de sacar a los timoratos y rezagados
de la obra de Antillana, partimos hacia las Cuatro Esquinas. En el
trayecto nos encontramos con El Ráfaga que viene a buscarnos. Ya la
FACUTE y la Cervecería están paradas, nos informa. Manolo parte hacia
la Clínica Modelo donde se ha instalado el puesto médico y nosotros
tres, debemos interrumpir el tráfico frente a la iglesia, a unos cien
metros del cuartel. Guillermo y yo vamos completamente desarmados,
sólo El Ráfaga tiene un 38. Dice algo de esperar un camión de armas,
que vendrá de la Habana y que, en medio del aturdimiento general, no
le entendemos.
El trayecto desde la obra hasta la Central, es un hervidero de
jornaleros que corren hacia sus casas, después de abandonar el
trabajo. Los más decididos y comprometidos gritan consignas, pero la
mayoría huye, como despavorida, al contemplar por primera vez a los
miembros del 26 en plena calle. A todos nos identifican, más que los
brazaletes rojinegros, ahora expuestos en nuestros brazos y las pocas
armas que algunos empuñan, nuestra actitud y proceder, temerariamente,
resueltos. ¡Estamos actuando al descubierto! Se escuchan algunos
disparos no muy cercanos. Marchamos a contracorriente dentro de un
verdadero río humano. Cuando al fin, alcanzamos los portales de "La
Reguladora", la balacera arrecia y su origen se hace evidente. Es a la
entrada, por El Paraíso o El Vedado del Cotorro. Guillermo para un
auto, saca al estupefacto chofer del asiento, atraviesa el carro en la
calle y se guarda las llaves, que aquel no se atreve ni a reclamar.
Por un momento, me hace gracia la expresión de perplejidad con que el
tipo lo mira.
_ ¡Piérdete, hermano, piérdete!
Le recomienda paternalmente el cachazudo Guillermo, a quien la
operación apenas le ha tomado segundos. El aludido no se hace de
rogar. El Ráfaga empuña su arma y sin dejar de mirar para el cuartel,
se baja de la acera y avanza hacia la calle. Se oyen también tiros en
dirección contraria, hacia el Reparto Lotería. Un camión pipa, que
viene de allá, evitando el automóvil atravesado, por poco lo arrolla.
El asustado chofer, apenas consigue detenerse frente al Ráfaga, que le
apunta, sorprendido, a la cabina. Ya son dos vehículos, los que
taponean este tramo de la Central, en el mismísimo centro del
Cotorro. ¡Y si esa pipa fuera de gasolina y no de agua!...
Le digo a Guillermo de la conveniencia de que vaya él a buscar algunos
cocteles, de los que tenemos en su cuarto. Con ellos, por lo menos,
podríamos hacer algo. Incendiar nuestra improvisada barricada, no sé.
Y aquí, estamos inermes. Pero mi amigo se niega:
_Que va, Flaco. A ti yo no te dejo solo en esta esquina ni a matao. Si
quieres ve tú a buscarlos.
No puedo menos que reciprocarlo, negándome yo también a ir. De esta
forma, quedamos los tres con una sola arma, bajo una tensión terrible
y un tiempo que parece que no pasa.
¡Esto así no funciona! Ahorita aparecerán los guardias y obligarán a
abrir los cerrados establecimientos. Y nosotros, que se suponía
diéramos apoyo armado a la huelga, estamos aquí, completamente
indefensos. Esperando un camión de armas que dice El Ráfaga que
viene. Nuestra tensión aumenta. De pronto divisamos a Manolo, que
viene por medio de la calle, pistola en mano y nos grita algo que no
entendemos y que tiene que repetirnos cuando llega a nuestro lado,
desfallecido y jadeante:
_ ¡A perderse todos! ¡Esto se jodió! A la Clínica acaban de llevar a
Efraín herido de gravedad... Se le fue un tiro, a la salida de su
casa. A Guido y los otros, los agarraron y los han metido al cuartel,
todos golpeados. Los que los vieron fueron allá a contármelo... Al
pobre Efraín ahora lo están operando, sin muchas esperanzas de
salvarlo. ¡Tenemos que salir echando de aquí, rápido!...
Apenas dos horas después, el ingeniero nos saca en su jeep, por el
callejón de Charco Jito, rumbo a la calle 100 en construcción, para
dejarnos bien lejos, donde le indiquemos. Ahora, somos la Comisión de
Estudios, que se aleja indiferente del Cotorro convulso, al parecer
ajenos y serenos, como si en realidad, igual que nuestro salvador, no
tuviéramos nada que ver con lo que allá pasa.

Desde Regla, como siempre, septiembre 9 de 2014

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domingo, 7 de septiembre de 2014

EL DERECHO A CRITICAR

-- EL DERECHO A CRITICAR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

"Criticar es ejercer el criterio," ya lo dijo El Maestro y yo estoy
convencido que la crítica es un derecho que todos debemos practicar,
sin exclusiones ni condicionantes de tiempo y lugar. ¡Ese es mi
criterio! Sin embargo, existen convenciones que limitan dicho
ejercicio. Es el caso de los diplomáticos acreditados en un país. Está
establecido que "NO DEBEN" emitir declaraciones sobre la política
interna del Estado que los acoge y mucho menos intervenir en sus
asuntos o criticar al gobierno ante el cual representan al suyo. Esa
es una norma diplomática que todo funcionario decente que trabaje en
el ramo debe cumplir. No asumir este precepto entraña un
comportamiento nada diplomático, que puede dañar las relaciones entre
dos Estados.
El Vaticano es un Estado con el cual, el Estado cubano mantiene
relaciones. Al embajador del Vaticano radicado en La Habana, se le
llama "Nuncio Apostólico" y como todo diplomático debe ceñir su
actuación al cumplimiento de las normas que rigen el mundo de la
Diplomacia; además, SE SUPONE que debe trabajar por el mejoramiento
continuado de las relaciones con el Estado en que está acreditado.
Pero, al parecer, este Nuncio, nombrado Bruno Musaró, no se siente
obligado a comportarse como diplomático; quizás piensa, medievalmente,
que "su Estado" está por encima de todos los demás, que es un Estado
Divino, regido por un "Ser Supremo" y por lo tanto, no tiene que
respetar los acuerdos que rigen entre otros, inferiores y terrenales.
El excelentísimo Señor Musaró, durante las vacaciones que disfruta en
su natal Italia, ha hecho unas declaraciones que respaldan mis
anteriores aseveraciones. Las hizo a un diario local, llamado "Lecce
News24" y que inmediatamente fueron reproducidas por "El Nuevo Herald"
con comentarios de la periodista Nora Gámez Torres. Las palabras de
Musaró fueron divulgadas también por Radio Vaticano en su website en
polaco, aunque no en las versiones en español o inglés. El MCL,
(Movimiento Cristiano de Liberación, un grupúsculo político que se
ampara en la religión) saludó rápidamente los comentarios de este
peculiar diplomático. Desde La Habana, Luis Alberto Mariño, activista
de ese movimiento, dijo a "Martí Noticias" (de Miami) que esas
palabras daban "mucha esperanza a los que estamos dentro y fuera de
Cuba y creemos que otra Cuba puede ser posible". Por su carácter
injerencista y por las entidades que las reflejan, podemos aquilatar
las declaraciones del Nuncio. Para que vean lo poco diplomático de las
mismas, les reproduzco algunos fragmentos, que las sintetizan:
"Le estoy agradecido al Papa por haberme invitado [¿enviado?] a esta
isla y espero partir luego de que el régimen socialista haya
desaparecido definitivamente",[...] "solo la libertad podrá traer
esperanza para el pueblo cubano" [que vive en la] "pobreza absoluta y
degradación humana y civil." [Para los cubanos], "la única esperanza
de una vida mejor es escapar de la isla". [El pueblo cubano es]
"víctima de una dictadura socialista que lo mantiene subyugado por 56
años", [...] "en Cuba un médico gana 25 euros por mes y para vivir con
dignidad algunos profesionales van a trabajar de noche como
camareros". "En Cuba todo está controlado por el Estado, hasta la
leche y la carne. Comer ternero es un lujo y quien mata uno para
comerlo es arrestado y llevado a la cárcel. Aún medio siglo después,
se habla de Revolución, se la alaba, mientras la gente no tiene
trabajo y no sabe cómo hacer para alimentar a sus propios hijos".
No voy a detenerme en la justeza o parcialidad de sus afirmaciones, no
las calificaré, ni voy a cuestionarle al prelado tales opiniones; pero
el hacerlas públicas, no se corresponde con la conducta que demanda el
ejercicio de su cargo, aun cuando esté de vacaciones. Es suficiente
motivo para declararlo non grato o, por lo menos, solicitar al
Vaticano que lo sustituya. Veamos qué hace nuestro Estado Laico y
respetuoso del Derecho, del internacional y de las convenciones
diplomáticas.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 8 de 2014


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

miércoles, 3 de septiembre de 2014

PARÁBOLA DE LA NOVIA FANTASMA

--PARÁBOLA DE LA NOVIA FANTASMA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Éramos muy jóvenes los dos, cuando me enamoré de ella y decidí
compartir con ella mi destino. Nos entendíamos a la perfección, mi
novia encarnaba mis ideales, siempre consultaba conmigo los pasos que
daba y nuestra comunicación era total. Ni siquiera al principio, fue
una buena administradora pero yo aceptaba sus decisiones, porque era
tan soñadora que me contagiaba sus delirios... Así el tiempo pasó y los
dos fuimos envejeciendo. ¡Claro que cambiamos al paso de los años! Sin
embargo, yo la seguía queriendo; ella, en cambio, dejó de participarme
sus pensamientos, ya no intercambiábamos como antes, casi no me
hablaba y cuando lo hacía, era en un tono imperativo, autoritario,
mortificante; dejó de interesarse por mis problemas y fijó su atención
en otros asuntos que me eran ajenos. Parecía no importarle nuestro
futuro, se mostraba egoísta, mezquina y sus torpezas terminaron por
arruinar nuestra economía y nuestras vidas. Para auxiliarla en la
administración, trajo a un grupo de empleados que decían secundarla en
todo y los dotó de poder. Engreídos, estos subalternos suyos
comenzaron a implantar medidas que parecían dirigidas a aumentar mi
malestar y nuestro distanciamiento. Cuando le reproché sus desatinos,
me miró con soberbia, me hizo blanco de suspicacias y comenzó a
desconfiar de mí. Sus caprichos y arbitrariedades, hicieron que muchos
de mis amigos abandonaran nuestra casa y otros dejaran de visitarnos.
Con tristeza, comprobé que su comportamiento nos alejaba cada vez más;
no obstante, ya no podía abandonarla porque yo la seguía queriendo
como fue antes, como ya no era. No puedo olvidar nuestro pasado en
común, nuestro noviazgo, donde ambos nos creamos mutuamente. Ahora,
amarrado a un recuerdo, sigo amando a mi novia fantasma.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 4 de 2014
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 2 de septiembre de 2014

LEY DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

-- LEY DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
Por Sempronio, el de Regla

Eso de una Ley de protección al consumidor, me parece muy bien. Pero,
primero habría que convertirnos en consumidores y dejar de ser meros
receptores de lo distribuido. También sería necesario construir una
verdadera red de comercio, tanto minorista como mayorista, donde la
satisfacción del cliente fuera el objetivo primero. Si se hiciera así,
desaparecerían el maltrato y los mal llamados desvíos. Por otra parte,
al dotar a los trabajadores por cuenta propia del abastecimiento
necesario para su actividad, se reducirían grandemente los robos y la
corrupción, se abaratarían los costos y con ellos los precios.
Esa soñada Ley tendría que fijar un límite de ganancia, límite al que
todos estarían sujetos, el Estado y los productores independientes.
Mientras las tiendas estatales mantengan sobreprecios de más del 200
por ciento, mi barbero me seguirá cobrando veinte pesos por un pelado
y el carretillero diez pesos por un aguacate. Ellos necesitan cobrarme
así, para poder luego comprar en aquellas tiendas donde se practica la
usura más despiadada y el robo al descaro toma el nombre de "multas."
Todo esto es evidente; sin embargo, a ninguno de nuestros más de
seiscientos legisladores se la ha ocurrido proponer semejante Ley. Y
eso que nuestra Constitución les da esa prerrogativa. Me pudieran
replicar que eso provocaría un desabastecimiento general, porque el
pobrecito Estado no tiene dinero para comprar más mercancías, debido
al cruel bloqueo; pero yo los contradigo y digo que el aumento de las
ventas compensaría con creces la disminución de los ingresos al
reducir los precios. Como yo, Sempronio el de Regla, no creo ser más
inteligente que el más memo de nuestros Diputados, llego a la triste
conclusión que nuestros legisladores no legislan o algo no marcha como
debía en nuestra forma de gobierno.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 3 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

lunes, 1 de septiembre de 2014

ACTUALIZACIONES

-- ACTUALIZACIONES
Por Sempronio, el de Regla

¡Ahora comprendo! Si las nuevas medidas puestas en vigor, son "la
actualización" de las regulaciones aduanales, -como informó ayer Radio
Reloj- entonces se me hace clara la esencia y sentido de otra
"actualización": la del modelo económico. Esa apenas ha comenzado,
"sin prisa, pero sin pausa," y ya me la estoy sintiendo; así que
cuando acaben de implementarla... ¡Ya usted sabe! Como dijo el filósofo
Tadeo Morrocoyo: "¡Apaga y vámonos!"
Miro a mi alrededor y todo está lleno de actualizaciones, pero la que
hace más falta, la del modelo político, brilla por su ausencia. Para
consolarnos de tal carencia, hagamos un recuento: Panchón, maceta
sexagenario, se "actualiza" con Viagra para satisfacer sus desfasados
deseos titi maníacos; mientras Chucha, su esposa, piensa actualizarse
a fuerza de cirugía plástica y liposucción. Aquí, en Regla, se
"actualizan" muchas viviendas que antes eran de madera, gracias "al
invento" de sus propietarios; algunos son "cuentapropistas", otros
"luchan la calle" a su modo. Los dueños de almendrones han
"actualizado" sus viejos cacharros y les están sacando lascas a sus
actualizaciones.
De otra actualización se encarga el periodista Nicanor León Cotayo; él
nos mantiene "actualizados" sobre las calamidades que se sufren en
Miami, ahora entiendo por qué tantos cubanos se empecinan en pirarse
pa´ llá. Los que se van, ya están "actualizados" con las calamidades
de aquí y las de allá, anunciadas por Nicanor, les parecerán siempre
pequeñas. ¡Nicanooor!...
Pero qué va, "yo me quedo", como dice Pablo Milanés en su canción.
Tengo una morbosa curiosidad por saber cómo termina toda esta
actualizadera.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 2 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com