lunes, 17 de junio de 2013

EXTRANJIA CAP 7

VII
Extranjia 2084
Tan pronto salen del avión, un sol ardiente y un azul cielo tropical,
intenso y despejado, saludan a los viajeros. No existen trámites
aduanales que cumplir, pues Extranjia es una gran zona franca y el
arribo se produce de forma fluida, como si no hubieran cambiado de
país y escenario. El joven y rico abogado, arrastrado por su
curiosidad turística, se despide cortésmente de su compañero de viaje,
un compatriota suyo que, por el contrario, viene en busca de un buen
empleo, quizás temporal pero bien remunerado. Su vecindad durante el
viaje, fue circunstancial y él no espera volver a verlo. No obstante,
cuando se despiden, al desearse mutuos éxitos y grata estancia, los
dos mienten y cada uno promete al otro la seguridad de un segundo
encuentro.
A la salida misma del aeropuerto, le entregan, como parte del paquete
turístico, un modernísimo equipo de traducción electrónica. El
diminuto artilugio consiste en un botón para la solapa como micrófono
y un auricular diminuto donde escuchará, traducido al suyo, todo lo
que le digan en cualquier otro idioma. Las gateras, dispuestas al
fondo del gran salón de recepción, son los accesos a cada una de las
carreteras rodantes que trasladan al recién llegado a los lugares más
disímiles: hoteles, playas, zona comercial, casinos y otros centros de
atracción, etc. En el espacio, donde son observables desde cualquier
punto, los hologramas brindan la información necesaria a cualquier
pasajero. No hay vehículos, el transporte está constituido por esas
esteras rodantes que se deslizan a ambos lados de cada calle. En las
intercepciones con anchas y arboladas avenidas, las cintas
transportadoras se puentean a diferentes niveles. Sobre estas cintas,
deslizándose a distintas velocidades, viajan personas y mercancías.
Cada cual elije la estera que corresponda a la velocidad deseada. Él
selecciona una de su agrado que, tras panorámico recorrido, lo
conducirá al centro de la Capital. Es enemigo de los itinerarios
programados para grupos, donde conducen a los turistas como a un hato
de niños afásicos o un rebaño de ovejas. Él prefiere indagar y decidir
en cada momento a dónde ir y no a donde quieran llevarle.

Tránsito histórico
Al arribar el año 2040, y ante la falta de trabajadores, el Estado
cubano se vio en la necesidad de arrendar las empresas que aun
subsistían en sus manos. Las grandes transnacionales irrumpieron, como
tropel, en el desbastado panorama económico. Con anterioridad, ya
varios consorcios habían obtenido algunas corporaciones, hasta
entonces estatales, las que recibieron como pago por cancelación de
intereses y empréstitos no saldados. En todas, los nuevos propietarios
sustituyeron las tecnologías obsoletas por otras que ponían especial
énfasis en la no contaminación ambiental, todas altamente
automatizadas y robotizadas. El poco personal suplementario que hizo
falta, fue importado, como un elemento más, del país arrendatario. En
un esfuerzo por atraer inversiones y mano de obra, Cuba eliminó la
necesidad de visado y suavizó considerablemente las condiciones de
importación, así como los requisitos exigidos para el asentamiento y
operación de nuevos negocios. También realizó una gran rebaja en las
tasas impositivas y en las tarifas arancelarias. Algunos sectores
productivos como la minería y la construcción, pasaron de esta forma a
ser operados desde el extranjero o por sus filiales establecidas en el
país. En los servicios, esto se repitió en menor escala. Hasta ahora
sólo habían sido arrendados los de higiene comunal, acueductos, gas y
comunicaciones. Pero, la misma causa, la carencia de personal, hace
presumir que pronto la defensa, educación, salud y orden interno,
también sean contratados.

Despacho periodístico
La Habana, marzo 20, 2040.- Son sorprendentes los cambios que se
producen aquí día tras día. La población, ya mayoritariamente
extranjera, ha requerido que las vallas y demás letreros publicitarios
o informativos aparezcan en varios idiomas. Los servicios de tránsito
y orden público han sido otorgados a contratistas, debido a la falta
de personal nativo que los realice. Gracias a los dispositivos de
traducción automática con que se les dota, ahora Extranjia posee una
policía multinacional, única en el mundo. Igualmente, son múltiples
las monedas que circulan, pero la nacional ha desaparecido casi por
completo, convertida en una curiosidad para numismáticos. Por otra
parte, el déficit del presupuesto entre gastos e ingresos, se hace
cada vez mayor, obligando al gobierno a concertar préstamos, colocando
como garantía el otorgamiento de amplias zonas de su territorio, para
explotación de los recursos naturales, presentes tanto en su suelo,
como en el subsuelo. La casi totalidad de los puertos han sido
declarados zonas francas y en sus alrededores se establecen parques
industriales y grandes almacenes de tránsito. Extranjia es un
atractivo paraíso fiscal y acoge por igual a los grandes
inversionistas y a la masa de desempleados del resto del globo.
Aparte de las ruinas que harían saltar de júbilo al tío Edgar y los
grandes espacios abiertos, carentes de edificio alguno, lo primero que
me llamó la atención fue la avanzada vejez de unos cientos de nativos
que vivían en una especie de reserva, donde se les atendía
debidamente. Estas instalaciones eran una de las atracciones más
visitadas por los turistas, ávidos de observar a los antiguos
pobladores del país extinguido. Como pudiera hacerse en un zoológico,
exhibían allí una especie rara, a punto de desaparecer. Eran un
espectáculo único aquellos seres renqueantes que, con paso indeciso,
deambulaban sin destino fijo. Imposible era encontrar entre ellos, a
un anciano suficientemente lúcido con quien se pudiera dialogar. El
hablar incoherente de los primeros a quienes me dirigí, el continuo
babear de sus bocas desdentadas y sus miradas vidriosas, perdidas, me
hicieron comprender que era inútil esperar alguna respuesta de ellos.
Al fin, cuando ya creía enloquecer de desesperación, me sorprendió un
interlocutor con algo más que raciocinio. A través de mi traductor
electrónico, escuché una voz femenina muy sugestiva, quizás en demasía
que, desde un sitio a mis espaldas, me preguntaba:
_ ¿De qué país vienes?...
Ante mí tenía, la escultural figura, dueña de aquella voz. En un
primer momento creí estar ante una alucinación. Yo estaba todavía
atontado. ¿Cómo había adivinado aquella belleza, que yo era un
turista?... La pregunta cobró respuesta, cuando me corroboró,
sonriente, lo que anunciaban las agencias de viajes, que en el país
apenas quedaban nativos jóvenes. Por lo tanto, mi edad y el pasearme
libre, en horario habitual de trabajo, delataban mi doble condición de
extranjero y turista. Sus primeras palabras revelaban un gran
conocimiento del país y su disposición a trasmitirlo generosamente.
Así, cuando vio mi interés por aquel reclusorio de ancianos, me
informó:
_No creas que los cuidan por filantropía, estos infelices son un imán
para miles y miles de personas que vienen a verlos y contribuyen así
al aumento de los ingresos que deja el turismo… Es cierto que aquí han
reunido a los más viejos, pero no son los únicos nativos que quedan;
empleados en algunas empresas y regados por el interior del país, aún
subsisten algunos, la mayoría jóvenes. También puedes encontrar
pequeños núcleos poblacionales que son aborígenes, alejados de la
capital…
Muchas más cosas me prometió revelarme la beldad que ya me abordaba
con arrestos de pirata y no todas eran referidas al entorno, sino a un
centro incitador que se encontraba entre sus piernas. Desde los
desabridos intercambios sexuales con Katy, yo me había mantenido
alejado de toda carne femenina, así que acepté la oferta con
satisfacción y entusiasmo. Una vez acordado el importe de sus
servicios, efectué la transferencia a la cuenta que ella me indicó y
fuimos a mi hotel, donde aquella verdadera profesional desplegó todos
sus conocimientos amatorios. Ya satisfechos mis instintos primarios,
aquel cuerpo se transformó en una valiosa fuente de información.
_Claro que aún quedan ejemplares de nativos más jóvenes. Casi todos
viven en regiones apartadas del interior. Pero son pocos, la inmensa
mayoría formó familia con extranjeros y de estas uniones nacieron los
que ahora se sienten con derecho a ser los legítimos hijos del país.
No creas, ese sentimiento nacionalista ya había aflorado en los
primeros que llegaron y se asentaron de forma definitiva. Sus
intereses comenzaron a diferenciarse de aquellos que sólo venían de
forma temporal y una vez terminados sus contratos, se apresuraban a
regresar a sus lugares de origen. Ellos y sus descendientes
representan una nueva aparición del criollismo. En muchas
manifestaciones del arte, en pinturas y en canciones, han volcado ese
sentir. Por cierto, que a los pretendidos nacionales les afecta una
situación muy peculiar y hasta cierto punto indefinida. Ellos, en
realidad, carecen de status jurídico en cuanto a nacionalidad.
Nacieron en un país llamado Extranjia, pero no poseen la ciudadanía
que les corresponde, porque este país todavía no está constituido como
Nación, ni reconocido como Estado. No obstante, muchos manifiestan un
pretendido orgullo y reclaman el patronímico de "Extranjianos". Porque
no se sienten ni cubanos, ni comparten el sentimiento nacional de sus
padres extranjeros.
_¿Entonces, tú eres uno de esos nacionalistas incipientes?...
_No, yo vine a establecer mi negocio por tiempo indefinido. Hasta
ahora me va bien y si sigue así, no pienso regresarme. Mi vínculo con
este lugar es puramente económico y nada sentimental…
Él se asombra de esta bella prostituta que no tiene nada de vulgar,
que se le revela como una mujer culta e instruida. Es, además de una
soberana hembra que conoce sus dotes y sabe manejarlas, una
extraordinaria y documentada comunicadora. Así, además de satisfacer
su apetito carnal, aplaca su avidez de conocimientos y le informa
sobre el negocio de la prostitución; le habla de las Empresas
proxenetas, de la división del gremio por países, dado lo conveniente
que, para este negocio, es el dominio de costumbres sexuales, idioma,
etc. Por doble razón, se hace su cliente y como tal reserva un próximo
encuentro. Para confirmar la cita, ella le da su elegante tarjeta
donde, debajo del sugerente nombre de Eva, primera mujer y primera
tentación, aparece el número de su teléfono móvil.

Tránsito histórico
Para poner fin a esta torre de Babel que constituye la circulación de
tantas monedas diferentes, se creó el Banco Nacional de Extranjia, el
cual no tardó en efectuar la primera emisión de su moneda. Este paso
completa el control sobre la administración del país, función que ya
ejercía de hecho la GRAN CÁMARA DE COMERCIO, constituida por los
representantes de todos los inversionistas presentes en la isla. Ellos
son, en realidad, el verdadero gobierno que dirige la economía y traza
la política a seguir por el país.
El presupuesto nacional, el que lleva un inoperante gobierno en
extinción, se ha simplificado, pues tanto ingresos, como gastos se
agrupan, cada uno, bajo un solo y único concepto. Todos los ingresos
provienen del arrendamiento de fábricas, empresas, puertos y áreas de
zona franca. Los gastos se originan todos en el pago de
contrataciones. Desde que se consumó tal simplificación, el balance
tuvo un saldo exiguo; en la actualidad, un cero demuestra la
inutilidad de ese rejuego financiero. Frágil subterfugio conque aún se
empeña en justificar su existencia, un gobierno tan de ficción como su
contabilidad. Un reducido grupo preside todavía ese gobierno más bien
simbólico y virtual, pues el verdadero poder reside en la directiva
millonaria que dirige sus negocios aquí.


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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