MANIPULACIONES
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Desde promover un producto, una marca, crear una necesidad, un héroe o
un enemigo, hasta convencer que lo negro es blanco y viceversa, la
manipulación ha jugado un papel decisivo en la conducción de los
pueblos. De lo puramente comercial, pasa al plano político con las
mismas técnicas. El politólogo Noam Chomsky elaboró una lista, donde
enumera diez métodos de manipulación. Él las denomina "Estrategias de
Manipulación Mediática" y hoy me voy a referir a dos de ellas, que
considero muy presentes en nuestro devenir: La estrategia de la
gradualidad y La estrategia de diferir. A esta última prefiero
llamarle "la estrategia de la posposición indefinida". Veamos qué nos
dice Chomsky:
La estrategia de la gradualidad. "Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas
radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las
décadas de 1980 y 1990: Estado minimizado, privatizaciones,
precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no
aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una
revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez".
Hace tiempo que sicólogos y sociólogos describen y emplean la técnica
de los cambios lentos y graduales. En 1987, en su libro "The boiled
Frog Syndrome" (El Síndrome de la rana hervida), Marty Rubin cuenta
como una rana se deja hervir, sin reacción alguna. Y el franco-suizo
Olivier Clerc, especialista en bienestar y desarrollo personal,
escribió en el año 2005 un libro titulado "La rana que no sabía que
estaba hervida… y otras lecciones de vida". Ambos autores describen
que la rana fue sometida a elevaciones muy lentas y graduales de
temperatura hasta que el agua en que nadaba hirvió, produciéndole la
muerte. Su comportamiento pasivo fue consecuencia de irse
acostumbrando a cada pequeño cambio. Muy distinta hubiera sido su
reacción, de ser introducida de forma brusca, en agua hirviente.
Chomsky circunscribe esta técnica a la política; en cambio, Rubin y
Clerc le dan un campo más amplio de aplicación y describen sus
consecuencias en las relaciones de pareja, en los valores
tradicionales de una sociedad o en las transformaciones que pueden
convertir un ser humano en una bestia. Todo sucede a través de
cambios, a veces inadvertidos por ser muy pequeños, pero que van
conduciendo, degradación en degradación, al deterioro total. Pasemos a
la otra técnica de las enumeradas por Chomsky:
La estrategia de diferir (que yo me empeño en llamar "de la
posposición indefinida"). "Otra manera de hacer aceptar una decisión
impopular es la de presentarla como "dolorosa y necesaria", obteniendo
la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es
más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.
Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego,
porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar
ingenuamente que "todo irá mejor mañana" y que el sacrificio exigido
podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a
la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el
momento."
Me dice el recalcitrante Sempronio, que la primera técnica le recuerda
la forma en que se nos ha ido encareciendo la vida y que la segunda,
le hace pensar en la ley tributaria recientemente promulgada, algunas
de cuyas cargas impositivas quedaron pospuestas "hasta que estén dadas
las condiciones que permitan su aplicación".
A nosotros, -agrega- sin ser ranas, ya hace rato que nos hirvieron…
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 28 de 2013
--
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
jueves, 28 de marzo de 2013
martes, 26 de marzo de 2013
LO IMPORTANTE Y LO SECUNDARIO
LO IMPORTANTE Y LO SECUNDARIO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
La novedad de un Papa argentino, ha traído el consiguiente revuelo.
Mientras que algunos coterráneos suyos le sacan viejos trapos sucios,
otros le otorgan una carta de crédito llena de esperanzas. Algunos que
ayer lo acusaban, hoy le prodigan elogios. Y es natural, un sucesor de
San Pedro, nacido en un país tercermundista y latinoamericano, no es
cosa que ocurra todos los días. Estábamos acostumbrados a Papas
italianos o cuando menos europeos. De la vieja Europa, llegaban
siempre los aires que debíamos respirar, porque eran los aires de la
cultura. De la cultura impuesta, la que era necesario asimilar si
queríamos dejar de ser los indios incivilizados que somos.
Pero es el caso que, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron con
la espada y con el evangelio, no nos convirtieron en europeos. Hoy,
con orgullo, proclamamos nuestra nueva raza y tenemos razones muy
legítimas para hacerlo. Afincados en sus raíces mestizas hemos dado
gigantes del pensamiento y la acción, próceres fundadores, hitos de
fresco renuevo a las artes y a las letras, científicos que ampliaron
el horizonte de las ciencias. Esa es la riqueza de NUESTRA AMÉRICA, la
que situó Martí extendida desde el Bravo a la Patagonia.
Somos un crisol de naciones y aunque con el conquistador vino el cura
catequizante, hoy subsisten en nuestros pueblos las más variadas
religiones. Abundan los católicos, practicantes y no practicantes, los
de una teología liberadora y los de credos protestantes, junto a
animistas, conservadores de antiquísimos cultos precolombinos y
santeros sincretizados que no perdieron su africanismo. Es rica
nuestra diversidad de creencias. Además, estamos los que profesamos un
culto al hombre, a la humanidad integrada en esa palabra, y tenemos
fe "en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la
virtud…" No somos ateos, porque nuestros dioses son la Libertad y la
Justicia. Ellas reinarán en el paraíso por el que luchamos: el Futuro.
Ese es nuestro credo.
La forma de comunicarse con lo divino, dentro de nuestra diversidad,
es terreno muy individual, atributo personal que todos debemos
respetar. No ha sido nunca motivo para dividirnos en creyentes y no
creyentes. Mucho menos para justificar guerras fratricidas, ni noches
de San Bartolomé. Lo importante no es lo individual que nos
diferencia, sino lo que nos une y pertenece a todos: nuestra herencia
latinoamericana; la que nos legaron nuestros padres fundadores, la que
aspiramos a dejar a nuestros hijos. Una América unida "en cuadro
apretado, como la plata en la raíz de los Andes". Más importante que
eligieran a un Papa argentino, mucho más importante, es que en esas
tierras nacieran un San Martín y un Che Guevara.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 26 de 2013
--
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
La novedad de un Papa argentino, ha traído el consiguiente revuelo.
Mientras que algunos coterráneos suyos le sacan viejos trapos sucios,
otros le otorgan una carta de crédito llena de esperanzas. Algunos que
ayer lo acusaban, hoy le prodigan elogios. Y es natural, un sucesor de
San Pedro, nacido en un país tercermundista y latinoamericano, no es
cosa que ocurra todos los días. Estábamos acostumbrados a Papas
italianos o cuando menos europeos. De la vieja Europa, llegaban
siempre los aires que debíamos respirar, porque eran los aires de la
cultura. De la cultura impuesta, la que era necesario asimilar si
queríamos dejar de ser los indios incivilizados que somos.
Pero es el caso que, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron con
la espada y con el evangelio, no nos convirtieron en europeos. Hoy,
con orgullo, proclamamos nuestra nueva raza y tenemos razones muy
legítimas para hacerlo. Afincados en sus raíces mestizas hemos dado
gigantes del pensamiento y la acción, próceres fundadores, hitos de
fresco renuevo a las artes y a las letras, científicos que ampliaron
el horizonte de las ciencias. Esa es la riqueza de NUESTRA AMÉRICA, la
que situó Martí extendida desde el Bravo a la Patagonia.
Somos un crisol de naciones y aunque con el conquistador vino el cura
catequizante, hoy subsisten en nuestros pueblos las más variadas
religiones. Abundan los católicos, practicantes y no practicantes, los
de una teología liberadora y los de credos protestantes, junto a
animistas, conservadores de antiquísimos cultos precolombinos y
santeros sincretizados que no perdieron su africanismo. Es rica
nuestra diversidad de creencias. Además, estamos los que profesamos un
culto al hombre, a la humanidad integrada en esa palabra, y tenemos
fe "en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la
virtud…" No somos ateos, porque nuestros dioses son la Libertad y la
Justicia. Ellas reinarán en el paraíso por el que luchamos: el Futuro.
Ese es nuestro credo.
La forma de comunicarse con lo divino, dentro de nuestra diversidad,
es terreno muy individual, atributo personal que todos debemos
respetar. No ha sido nunca motivo para dividirnos en creyentes y no
creyentes. Mucho menos para justificar guerras fratricidas, ni noches
de San Bartolomé. Lo importante no es lo individual que nos
diferencia, sino lo que nos une y pertenece a todos: nuestra herencia
latinoamericana; la que nos legaron nuestros padres fundadores, la que
aspiramos a dejar a nuestros hijos. Una América unida "en cuadro
apretado, como la plata en la raíz de los Andes". Más importante que
eligieran a un Papa argentino, mucho más importante, es que en esas
tierras nacieran un San Martín y un Che Guevara.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 26 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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PRETENSIONES
PRETENSIONES
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Por suerte está bien lejano aquel oscuro Medioevo, donde un Papa pensó convertir a toda Europa en un estado teocrático y ponerse él a su cabeza. Fueron sueños trasnochados, que el Emperador del Sacro Imperio se encargó de frustrar. A fin de cuentas, este señor tenía el poder de las armas y era el que enfrentaba al infiel para reconquistar la Tierra Santa. Pero tan vanas como las pretensiones papales, fueron los planes imperiales y los intentos cruzados. Obstinadamente, el moro cerraba el paso hacia oriente. Debido a ello, buscando otra ruta, vinieron hacia acá y, sin querer, nos encontraron. Al nuevo mundo llegaron con la espada y con la cruz como instrumentos de dominación. Con la espada exterminaron a nuestros pueblos aborígenes y en nombre de la cruz destruyeron su cultura, echaron abajo sus templos, quemaron sus códices llenos de sabiduría y les impusieron nuevos dioses. El primero de todos, el conquistador blanco, a quien debían sumisión y acatamiento. Alejandro VI, el papa Borgia, con su autoridad sagrada y en nombre de Dios, dividió el botín entre España y Portugal. Olvidó a franceses, holandeses e ingleses. Otra vana pretensión; estos chicos no se quedaron tranquilos y cada uno hizo algo por conquistarnos. Al final, como buitres en un festín carroñero, todos obtuvieron su tajada. Algunos unas simples islitas, otros grandes territorios. Con torpe unanimidad, se empeñaron en llamarnos indios; no tuvieron en cuenta el poder de resistencia de la nueva raza y el surgimiento de mestizos respondones y levantiscos.
Desde la vieja Europa, no han dejado de soplar los vientos de ansias coloniales. Francia fracasó en su intento de reconquistar a su Saint Domingue, y con la humillante derrota de las tropas napoleónicas a manos de negros, surgió la primera república de América latina. No bien independizadas la mayoría de sus colonias, España pifió en inútiles tentativas de recuperarlas. Y Napoleón III, pareció no escarmentar con el descalabro de su antecesor y embarcó a Maximiliano con sus aspiraciones de Emperador de México; afán anacrónico, que el indio Don Benito sepultó en el Cerro de las Campanas.
Todos los esfuerzos de reconquista por medio de la espada, fueron vanos. Pero aún les quedaba la cruz. La habían dejado bien clavada en las jóvenes tierras y era un bastión colonial afirmado en la religión de los nuevos pueblos. Y con esta arma que les quedaba, siguieron su tarea de dominación. Con esta fuerza, nada despreciable, se opusieron a cuanto gobierno nacional se proyectara como progresista. Los tildaron de impíos y herejes y trataron de volver contra ellos al pueblo que representaban y defendían. Cuando el epíteto de comunista fue acuñado, se lo colgaron hasta a un Jacobo Arbenz. Con mejor olfato, conspiraron contra Cuba y contra la Nicaragua sandinista. Pero otra vez erraron el tiro. Años después, surgió un Chávez creyente en Dios y la Virgen, que se proclamó socialista. Para acometer la tarea de fundar una Venezuela no capitalista, invocó la protección divina, pero obtuvo el respaldo popular. El de un pueblo, tan tradicionalmente creyente, que hasta sus barrios se llaman hoy “parroquias”. Y este Chávez, católico y rojo, continuó la tarea que dejara inconclusa Bolívar: la unión, en apretado haz, de nuestra América. Esa América, que nos dejaron sembrada con más iglesias que escuelas. Llena de riquezas y que sólo miseria dio a sus hijos. La América mestiza, ayer sometida y explotada por nuevos imperios y hoy puesta de pie, lista para alcanzar su total y definitiva independencia.
Contra nuestra unión necesaria, lo han ensayado todo: golpes de Estado, intrigas divisorias, reclutamiento de judas y mercenarios, eliminación de líderes mediante las más variadas técnicas. En su sofisticado arsenal, no queda arma que no hayan utilizado para el magnicidio. Los curiosos cánceres de Lula, Lugo, Cristina, Vilma y el que mató a Hugo, son dignos de estudio y cuando menos de suspicacia. Igual desconfianza, le causa a mi fraternal Sempronio la elección de un Papa argentino. -¿Por qué y para qué, elegir un argentino en estos momentos?- me preguntaba ayer. Si lo que se pretende es sembrar la discordia alrededor de la fe, entre creyentes y no creyentes, ya tenemos lista la respuesta adecuada. Nos la dejó Chávez como legado: ¡UNIRNOS!
Desde Regla,
Ayer, “La Sierra Chiquita”; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 25 de 2013
(Aniversario del Manifiesto de Montecristi)
UN ENFOQUE DESENFOCADO
UN ENFOQUE DESENFOCADO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Radio Reloj, la amiga e histórica emisora, tiene un espacio sabatino llamado “Enfoque”. En él se trasmiten trabajos de sus periodistas con un tema escogido, distinto cada semana. En fin, es un programa ameno e instructivo, que entretiene y educa. Pero, a mi juicio, (y al de Sempronio) el Enfoque de hoy, sábado 23 de marzo, fue mal enfocado. Trataba de las llamadas indisciplinas sociales, lacra que todos debemos combatir. ¡Muy bien! ¡Hay que poner el dedo sobre la llaga! Pero lo hizo de una forma tan localista y particular, que nos dio la impresión de que este pueblo es muy malo, malísimo. Malo e indisciplinado. Que en determinados lugares, se acumulan ciertos actos execrables, de forma muy exclusiva. Me explico: recorriendo todo nuestro ámbito geográfico, “Enfoque” informó de los vandalismos en Guantánamo, de los cocheros bayameses que no respetan las normas viales, de los de Sancti Spiritus que llevan música escandalosa, que en Villa Clara se robaron los bancos del parquecito en que hacen la cola los jubilados, de los habitantes de Matanzas que la emprenden con los teléfonos públicos, de los ganaderos de Mayabeque a los que hubo necesidad de corregir severamente, y así un rosario de incivilidades que están presentes de San Antonio a Maisí, pero que Enfoque sitúa uno a uno, en una ciudad dada. Todo el contenido de Enfoque es cierto y describe actos repudiables. Pero, queridos compañeros, atacar el mal no debe implicar una acusación a un territorio, porque todo eso ocurre en cualquier localidad cubana. Pienso que no fue feliz la estructura del guion radial, construido a partir de magníficos reportajes, a los que no se supo combinar de forma más feliz. No sólo en Matanzas maltratan y dañan los teléfonos y en cualquier provincia hay parques, cuyos bancos han desaparecido como por encanto. Oyendo particularizar y dándole locación a lo que ahora llamamos “indisciplinas” y que no son otra cosa que hechos delictivos, cualquiera llega a la conclusión que este pueblo no merece el gobierno que tiene, y que lo mejor que puede hacer éste es disolverlo y llamar a una constituyente para formar un pueblo nuevo. Al lado de una minoría de malhechores, está la inmensa mayoría que demuestra cada día su abnegación y heroísmo. ¡Ese es el pueblo! El que combatió con arrojo en otras tierras bajo las banderas del internacionalismo, del que salen miles de donantes para nuestros bancos de sangre. Heroico lo mismo en las coyunturas históricas, que en las anónimas de lo cotidiano. Un pueblo que ha sabido resistir y sobrevivir. Que ha cerrado filas junto a su gobierno para enfrentar al enemigo que no cesa de amenazar y hostilizar nuestra paz de trabajo. Un pueblo de trabajadores estatales y particulares, al que se le paga en pesos cubanos y se le vende en pesos convertibles, que ha visto mermar sus ingresos con el aumento de precios en el transporte, la electricidad, los combustibles y otros productos que dejan de ser subsidiados. Ese pueblo que no le ha dado el gusto al Imperio de salir a las calles en protesta por el alto costo de la vida, elevado cada vez más con las medidas que el gobierno ha estimado necesarias. Un pueblo que ha echado su suerte con la Revolución y el Socialismo. Ese, sufrido y heroico, es el pueblo que está presente en Guantánamo, en Bayamo, Sancti Spiritus, Matanzas y en toda Cuba. Que en cualquier parte medren unos cuantos delincuentes, no es para llamarlos indisciplinados, ni para estigmatizar a las ciudades donde delinquen, sino para reclamar contra ellos la acción más eficaz de los guardianes del orden.
Desde Regla,
Ayer “La Sierra Chiquita”; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 23 de 2013
jueves, 21 de marzo de 2013
NO ES EL PRIMERO
NO ES EL PRIMERO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Sempronio, mi crítico más acerbo, me señaló que Francisco no es el
primer Papa argentino, tal como lo afirmé en mis anteriores artículos.
Esto, al ser algo reconocido por todo el mundo, en un primer momento,
me hizo dudar de su cordura y pensar que mi inseparable estaba
desvariando. Sin embargo, este reglano contumaz abundó su tesis con
los siguientes datos:
_El 24 de marzo de 2006, los argentinos fundaron la "Iglesia Católica
en el Exilio", también llamada "Iglesia Católica Apostólica
Remanente", con sede actual en Villa María, Buenos Aires, y eligieron
como su "Papa" a Oscar Michaelli, quien con el nombre de León XIV
encabezó esta iglesia disidente hasta el 2008 en que falleció. Le
sucedió el también argentino Juan Bautista Bonetti, quien tomó el
nombre de Inocencio XIV. Este segundo Papa argentino renunció en el
mismo año, y ascendió entonces el actual Alejandro IX, llamado
Alejandro Tomás Greico desde que nació el 22 de abril de 1983. Como
ves, -me martilla recalcitrante Sempronio- este Alejando IX es el
tercer papa argentino y por lo tanto, Francisco es el cuarto argentino
declarado como sucesor de San Pedro…
De nada valió responderle, que sus mencionados son Antipapas.
Sempronio se mantuvo inflexible, con tal de criticar los errores que,
según él, cometo:
_Eso de "antipapas" es un apelativo usado por los católicos que siguen
a Roma, para descalificar a sus rebeldes. La lista de los llamados
antipapas es bien larga. Hasta un Santo fue antipapa antes de volverse
santo. (San Hipólito 217-235 d.n.e.) Es norma frecuente entre
contrarios, denostarse con peyorativos. Recuerda que Batista llamó
forajidos a los rebeldes de la Sierra Maestra. Estos tres que no
tuviste en cuenta, fueron nombrados papas por sus seguidores, todos
obispos argentinos, los tres nacieron en el gran país del Plata y los
tres cumplieron con la costumbre, muy católica, de cambiar sus nombres
y adoptar uno nuevo al comenzar su pontificado.
Sempronio es despiadado en su crítica, como siempre, y no me da
oportunidad de rebatirle. Después de casi gritarme sus argumentos,
vira la espalda y se aleja por estas calles de Regla. Va enumerando
los papas argentinos y Francisco, por su lista, es el cuarto…
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Marzo 21 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Sempronio, mi crítico más acerbo, me señaló que Francisco no es el
primer Papa argentino, tal como lo afirmé en mis anteriores artículos.
Esto, al ser algo reconocido por todo el mundo, en un primer momento,
me hizo dudar de su cordura y pensar que mi inseparable estaba
desvariando. Sin embargo, este reglano contumaz abundó su tesis con
los siguientes datos:
_El 24 de marzo de 2006, los argentinos fundaron la "Iglesia Católica
en el Exilio", también llamada "Iglesia Católica Apostólica
Remanente", con sede actual en Villa María, Buenos Aires, y eligieron
como su "Papa" a Oscar Michaelli, quien con el nombre de León XIV
encabezó esta iglesia disidente hasta el 2008 en que falleció. Le
sucedió el también argentino Juan Bautista Bonetti, quien tomó el
nombre de Inocencio XIV. Este segundo Papa argentino renunció en el
mismo año, y ascendió entonces el actual Alejandro IX, llamado
Alejandro Tomás Greico desde que nació el 22 de abril de 1983. Como
ves, -me martilla recalcitrante Sempronio- este Alejando IX es el
tercer papa argentino y por lo tanto, Francisco es el cuarto argentino
declarado como sucesor de San Pedro…
De nada valió responderle, que sus mencionados son Antipapas.
Sempronio se mantuvo inflexible, con tal de criticar los errores que,
según él, cometo:
_Eso de "antipapas" es un apelativo usado por los católicos que siguen
a Roma, para descalificar a sus rebeldes. La lista de los llamados
antipapas es bien larga. Hasta un Santo fue antipapa antes de volverse
santo. (San Hipólito 217-235 d.n.e.) Es norma frecuente entre
contrarios, denostarse con peyorativos. Recuerda que Batista llamó
forajidos a los rebeldes de la Sierra Maestra. Estos tres que no
tuviste en cuenta, fueron nombrados papas por sus seguidores, todos
obispos argentinos, los tres nacieron en el gran país del Plata y los
tres cumplieron con la costumbre, muy católica, de cambiar sus nombres
y adoptar uno nuevo al comenzar su pontificado.
Sempronio es despiadado en su crítica, como siempre, y no me da
oportunidad de rebatirle. Después de casi gritarme sus argumentos,
vira la espalda y se aleja por estas calles de Regla. Va enumerando
los papas argentinos y Francisco, por su lista, es el cuarto…
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Marzo 21 de 2013
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martes, 19 de marzo de 2013
FRANCISCO A SECAS
FRANCISCO A SECAS
Por Jorge C. Oliva Espinosa
El nuevo Papa, nacido argentino como Jorge Mario Bergoglio o Bergollo
castellanizado, ha decidido llamarse Francisco. Pero Francisco a
secas, sin un número ordinal o cardinal que siga al nombre, muy
diferente a como acostumbraron denominarse sus antecesores. Eso de los
nombres numerados son arcaísmos propios de reyes y emperadores y no se
aviene al Jefe de un Estado Moderno, como lo es el Estado de la Ciudad
del Vaticano. Así parece entenderlo con este gesto, quien comienza su
pontificado con varias novedades. Porque, que haya nacido en el país
de las pampas, también es algo novedoso. Desde 1492 a la actualidad,
según mi cuenta, los Papas no italianos se pueden contar con los dedos
de una mano: Comenzando en 1492 con Alejandro VI, que fue el
valenciano llamado Rodrigo Borja, italianizado Borgia, y desde aquel
entonces para acá, solo encuentro un holandés (Adrián VI, 1523); un
polaco, (Juan Pablo II, 1978); un alemán, (Benedicto XVI, 2005) y
ahora un bonaerense. Es decir que, después de la Revolución francesa,
este Papa es el tercero nacido fuera de Italia y el primero nativo de
un país latinoamericano y tercermundista.
Estas singularidades crean expectativas muy diversas en creyentes y no
creyentes. Por allá, por sus pagos (como dicen los argentinos), le han
sacado a relucir su complacencia con la dictadura militar y otras
cositas feas. Mientras que, el nombre que ha seleccionado parece
indicar que se pondrá bajo la advocación de un Francisco de Asís
(1182-1226) santo italiano canonizado en 1228, fundador de la Orden
Franciscana, que predicó con su ejemplo la austeridad y que vivió bajo
la más estricta pobreza. También lo dan a entender así, el haber
usado su viejo crucifijo cardenalicio y el vestir una sencilla sotana
blanca, en lugar de los ostentosos atributos papales, propios de la
solemne ceremonia de investidura y ascensión a la silla de San Pedro.
Pero, el alto clero está acostumbrado a ver como medio natural, el
fausto y la riqueza. Así ha vivido secularmente y si este Francisco se
propone ser austero y entronizar esa virtud en su Iglesia, menuda
tarea le espera. Es de prever que, el nuevo Papa encuentre las mismas
incomprensiones y disidencias que el santo de Asís. Tal vez tenga muy
presente aquello que dijo Jesús acerca de la dificultad de un camello
para entrar por el ojo de una aguja y un rico en el reino de los
cielos. Quizás también él sienta herida su sensibilidad, al ver tanta
joya y oro gastados en vanas y ostentosas liturgias, mientras millones
de niños padecen hambre. El tiempo lo dirá…
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Marzo 19 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
El nuevo Papa, nacido argentino como Jorge Mario Bergoglio o Bergollo
castellanizado, ha decidido llamarse Francisco. Pero Francisco a
secas, sin un número ordinal o cardinal que siga al nombre, muy
diferente a como acostumbraron denominarse sus antecesores. Eso de los
nombres numerados son arcaísmos propios de reyes y emperadores y no se
aviene al Jefe de un Estado Moderno, como lo es el Estado de la Ciudad
del Vaticano. Así parece entenderlo con este gesto, quien comienza su
pontificado con varias novedades. Porque, que haya nacido en el país
de las pampas, también es algo novedoso. Desde 1492 a la actualidad,
según mi cuenta, los Papas no italianos se pueden contar con los dedos
de una mano: Comenzando en 1492 con Alejandro VI, que fue el
valenciano llamado Rodrigo Borja, italianizado Borgia, y desde aquel
entonces para acá, solo encuentro un holandés (Adrián VI, 1523); un
polaco, (Juan Pablo II, 1978); un alemán, (Benedicto XVI, 2005) y
ahora un bonaerense. Es decir que, después de la Revolución francesa,
este Papa es el tercero nacido fuera de Italia y el primero nativo de
un país latinoamericano y tercermundista.
Estas singularidades crean expectativas muy diversas en creyentes y no
creyentes. Por allá, por sus pagos (como dicen los argentinos), le han
sacado a relucir su complacencia con la dictadura militar y otras
cositas feas. Mientras que, el nombre que ha seleccionado parece
indicar que se pondrá bajo la advocación de un Francisco de Asís
(1182-1226) santo italiano canonizado en 1228, fundador de la Orden
Franciscana, que predicó con su ejemplo la austeridad y que vivió bajo
la más estricta pobreza. También lo dan a entender así, el haber
usado su viejo crucifijo cardenalicio y el vestir una sencilla sotana
blanca, en lugar de los ostentosos atributos papales, propios de la
solemne ceremonia de investidura y ascensión a la silla de San Pedro.
Pero, el alto clero está acostumbrado a ver como medio natural, el
fausto y la riqueza. Así ha vivido secularmente y si este Francisco se
propone ser austero y entronizar esa virtud en su Iglesia, menuda
tarea le espera. Es de prever que, el nuevo Papa encuentre las mismas
incomprensiones y disidencias que el santo de Asís. Tal vez tenga muy
presente aquello que dijo Jesús acerca de la dificultad de un camello
para entrar por el ojo de una aguja y un rico en el reino de los
cielos. Quizás también él sienta herida su sensibilidad, al ver tanta
joya y oro gastados en vanas y ostentosas liturgias, mientras millones
de niños padecen hambre. El tiempo lo dirá…
Desde Regla,
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domingo, 17 de marzo de 2013
CAUSA O EFECTO
¿CAUSA O EFECTO?
Por Jorge C. Oliva Espinosa
El afán de dominación es tan viejo como la Historia. En ella vemos
repetirse personajes que tuvieron como propósito declarado, someter al
mundo bajo su poder. Alejandro de Macedonia, Tamerlán, Napoleón,
Hitler, encarnaron en su momento esa ambición que no reconoce
fronteras. La antigua Roma, los viejos reinos europeos, El Islam, la
Iglesia Católica y el Imperialismo globalizado de hoy, se han
conducido, a través de los siglos, con igual voluntad de expansión. En
no pocas oportunidades, creencia mística e intereses materiales se han
aliado para obtener los mismos fines. Así vemos que algunas veces, la
primera ha prestado el concurso religioso como herramienta de
sometimiento y otras se ha servido de reyes y naciones para ampliar su
feligresía. Gobiernos y Religión han transitado juntos un largo trecho
histórico. El Estado laico parece una conquista casi póstuma de la
modernidad, porque a su aparición no tarda en sucederle la gran crisis
de las naciones-estados. Esas frágiles estructuras que son cada día
más ingobernables.
En fecha tan cercana como 1929, Benito Mussolini firma el Tratado de
Letrán, donde reconoce como estado soberano a la Ciudad del Vaticano,
origen y asiento de la actual Santa Sede. Hoy la Iglesia Católica,
además de creyentes en todas partes del planeta, tiene también un
Estado propio, sucesor del Sacro Imperio Romano Germánico y de los
Estados Pontificios. Posee también un gran poder económico y, derivado
del mismo, sus intereses nada espirituales. El Papa, autoridad suprema
de la Iglesia, es a su vez Jefe de un Estado soberano, con
jurisdicción territorial (La Ciudad del Vaticano), personalidad
jurídica y con todas las instituciones y atributos inherentes a
cualquier otro Estado.
Esta breve exposición quizás sea innecesaria para la mayoría de mis
lectores, pero la renuncia de un Papa, hecho que no acontecía en los
últimos seiscientos años y la, sin precedente, elección de un sucesor
nacido en la Argentina, me han hecho repasar la historia y el ascenso
al trono de San Pedro de sus recientes ocupantes. Comienzo a enumerar:
Cuando Polonia se vio sacudida por la crisis estructural que inició la
caída del mal llamado Campo Socialista, un Papa polaco ostentaba la
doble jefatura de religión y estado. Más tarde, cuando la Unión
Europea parecía emerger como equilibrio de otras potencias, un
ciudadano alemán fue coronado con la mitra papal. Y ahora, cuando
América Latina se dispone a unir sus fuerzas para oponerse a la
dominación anglosajona, un latinoamericano asume el alto cargo
gubernamental y religioso. Es curiosa la repetición de estas
coincidencias. Parece haber una relación entre situaciones
internacionales de un momento dado y la elección de un Papa
conveniente a ese momento. ¿Será una relación de causa y efecto?
¿Pero, cuál es la causa y cuál el efecto?... Dejo a los más entendidos
la respuesta. Este mundo nos plantea tantas preguntas, que no nos
alcanza la vida para responderlas y a la vez mantenernos alertas ante
el Imperio que pretende dominarlo.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita": ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 17 de 2013
--
________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
El afán de dominación es tan viejo como la Historia. En ella vemos
repetirse personajes que tuvieron como propósito declarado, someter al
mundo bajo su poder. Alejandro de Macedonia, Tamerlán, Napoleón,
Hitler, encarnaron en su momento esa ambición que no reconoce
fronteras. La antigua Roma, los viejos reinos europeos, El Islam, la
Iglesia Católica y el Imperialismo globalizado de hoy, se han
conducido, a través de los siglos, con igual voluntad de expansión. En
no pocas oportunidades, creencia mística e intereses materiales se han
aliado para obtener los mismos fines. Así vemos que algunas veces, la
primera ha prestado el concurso religioso como herramienta de
sometimiento y otras se ha servido de reyes y naciones para ampliar su
feligresía. Gobiernos y Religión han transitado juntos un largo trecho
histórico. El Estado laico parece una conquista casi póstuma de la
modernidad, porque a su aparición no tarda en sucederle la gran crisis
de las naciones-estados. Esas frágiles estructuras que son cada día
más ingobernables.
En fecha tan cercana como 1929, Benito Mussolini firma el Tratado de
Letrán, donde reconoce como estado soberano a la Ciudad del Vaticano,
origen y asiento de la actual Santa Sede. Hoy la Iglesia Católica,
además de creyentes en todas partes del planeta, tiene también un
Estado propio, sucesor del Sacro Imperio Romano Germánico y de los
Estados Pontificios. Posee también un gran poder económico y, derivado
del mismo, sus intereses nada espirituales. El Papa, autoridad suprema
de la Iglesia, es a su vez Jefe de un Estado soberano, con
jurisdicción territorial (La Ciudad del Vaticano), personalidad
jurídica y con todas las instituciones y atributos inherentes a
cualquier otro Estado.
Esta breve exposición quizás sea innecesaria para la mayoría de mis
lectores, pero la renuncia de un Papa, hecho que no acontecía en los
últimos seiscientos años y la, sin precedente, elección de un sucesor
nacido en la Argentina, me han hecho repasar la historia y el ascenso
al trono de San Pedro de sus recientes ocupantes. Comienzo a enumerar:
Cuando Polonia se vio sacudida por la crisis estructural que inició la
caída del mal llamado Campo Socialista, un Papa polaco ostentaba la
doble jefatura de religión y estado. Más tarde, cuando la Unión
Europea parecía emerger como equilibrio de otras potencias, un
ciudadano alemán fue coronado con la mitra papal. Y ahora, cuando
América Latina se dispone a unir sus fuerzas para oponerse a la
dominación anglosajona, un latinoamericano asume el alto cargo
gubernamental y religioso. Es curiosa la repetición de estas
coincidencias. Parece haber una relación entre situaciones
internacionales de un momento dado y la elección de un Papa
conveniente a ese momento. ¿Será una relación de causa y efecto?
¿Pero, cuál es la causa y cuál el efecto?... Dejo a los más entendidos
la respuesta. Este mundo nos plantea tantas preguntas, que no nos
alcanza la vida para responderlas y a la vez mantenernos alertas ante
el Imperio que pretende dominarlo.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita": ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 17 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
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viernes, 15 de marzo de 2013
COMO LA VERDOLAGA
COMO LA VERDOLAGA
Por Jorge C. Oliva Espinosa
La Verdolaga es una barriada periférica de mi Regla querida. Pero hoy
no me propongo escribir sobre este pedacito reglano, habitado por
gente luchadora y bravía, asiento de plantes abacuá, profuso en
altares santeros. Voy a referirme a un vicio que se ha extendido como
la verdolaga, esa herbácea invasiva de rapidísimo crecimiento. No se
trata de ninguna droga estupefaciente. Es un vicio del lenguaje, pero
tan dañino como cualquier otro de los que afectan, distorsionan y
afean la conducta humana. Este vicio afea la expresión hablada, la
empobrece y afecta la comunicación. Se trata de una especie de comodín
que cualquier cubano introduce ahora entre oración y oración. Un
entredós innecesario y ofensivo, resumido en dos palabras: "¿Me
entiendes?..." Innecesario porque las más de las ocasiones no hay nada
que entender. Ofensivo, porque supone que el otro no entiende nuestro
idioma o es afásico.
Parece una moda, cómoda y necesaria para estos tiempos en que escasea
todo, hasta las palabras y la comprensión. Quizás la haya hecho
aparecer, crecer y propagarse, la imperiosa necesidad de
comprendernos, urgente como nunca en nuestro entorno. Pero ni aun así
es justificable. Sin embargo, la repiten con tal frecuencia, que es lo
más escuchado en el hablar diario. Así el médico, después de recetar
al paciente tal pastilla cada cuatro horas, concluye diciendo: "¿Me
entiende? Y el lector del metro informa del monto a pagar por la
electricidad, agregando igual pregunta. Ya ha invadido la televisión y
la radio, en boca de presentadores, animadores y locutores que, como
profesionales de la palabra, debían cuidarse de no caer en esa viciada
reiteración que parece decirlo todo y pone en duda la capacidad
interpretativa del que escucha. Hasta el popular Profesor Mentepollo,
la introduce cuando quiere resaltar la poca inteligencia de su
entrevistadora Flor de Anís. Quizás este personaje sea el único que
use el "¿tú me entiendes?" con sus verdaderos sentido e intención.
Sempronio, mi inseparable amigo, me cuenta que el otro día, siguió la
conversación de dos jóvenes y de treinta palabras que intercambiaron,
escuchó seis veces la pregunta ofensiva. Sí, ofensiva, porque es una
ofensa cuestionarle a alguien que pueda entendernos. Más cuando usamos
un lenguaje común, palabras con significados unívocos y no nos
dirigimos a un limitado mental. ¿Por qué no preguntarnos si, con lo
dicho, nos hacemos entender? Antes de dudar del otro, debíamos empezar
dudando de nosotros mismos. Si desconfiamos respecto a la recepción de
nuestro mensaje, ¿No sería más correcto, preguntarnos si hemos sido
claros y precisos en nuestra exposición?...
Por eso, porque no dudo que mis lectores me entiendan y porque quizás
no me he sabido explicar, termino este pequeño llamado a la buena
comunicación y al mejor uso de nuestro lenguaje, preguntando: ¿He sido
explícito?... ¿Me explico?...
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 15 de 2013
--
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
La Verdolaga es una barriada periférica de mi Regla querida. Pero hoy
no me propongo escribir sobre este pedacito reglano, habitado por
gente luchadora y bravía, asiento de plantes abacuá, profuso en
altares santeros. Voy a referirme a un vicio que se ha extendido como
la verdolaga, esa herbácea invasiva de rapidísimo crecimiento. No se
trata de ninguna droga estupefaciente. Es un vicio del lenguaje, pero
tan dañino como cualquier otro de los que afectan, distorsionan y
afean la conducta humana. Este vicio afea la expresión hablada, la
empobrece y afecta la comunicación. Se trata de una especie de comodín
que cualquier cubano introduce ahora entre oración y oración. Un
entredós innecesario y ofensivo, resumido en dos palabras: "¿Me
entiendes?..." Innecesario porque las más de las ocasiones no hay nada
que entender. Ofensivo, porque supone que el otro no entiende nuestro
idioma o es afásico.
Parece una moda, cómoda y necesaria para estos tiempos en que escasea
todo, hasta las palabras y la comprensión. Quizás la haya hecho
aparecer, crecer y propagarse, la imperiosa necesidad de
comprendernos, urgente como nunca en nuestro entorno. Pero ni aun así
es justificable. Sin embargo, la repiten con tal frecuencia, que es lo
más escuchado en el hablar diario. Así el médico, después de recetar
al paciente tal pastilla cada cuatro horas, concluye diciendo: "¿Me
entiende? Y el lector del metro informa del monto a pagar por la
electricidad, agregando igual pregunta. Ya ha invadido la televisión y
la radio, en boca de presentadores, animadores y locutores que, como
profesionales de la palabra, debían cuidarse de no caer en esa viciada
reiteración que parece decirlo todo y pone en duda la capacidad
interpretativa del que escucha. Hasta el popular Profesor Mentepollo,
la introduce cuando quiere resaltar la poca inteligencia de su
entrevistadora Flor de Anís. Quizás este personaje sea el único que
use el "¿tú me entiendes?" con sus verdaderos sentido e intención.
Sempronio, mi inseparable amigo, me cuenta que el otro día, siguió la
conversación de dos jóvenes y de treinta palabras que intercambiaron,
escuchó seis veces la pregunta ofensiva. Sí, ofensiva, porque es una
ofensa cuestionarle a alguien que pueda entendernos. Más cuando usamos
un lenguaje común, palabras con significados unívocos y no nos
dirigimos a un limitado mental. ¿Por qué no preguntarnos si, con lo
dicho, nos hacemos entender? Antes de dudar del otro, debíamos empezar
dudando de nosotros mismos. Si desconfiamos respecto a la recepción de
nuestro mensaje, ¿No sería más correcto, preguntarnos si hemos sido
claros y precisos en nuestra exposición?...
Por eso, porque no dudo que mis lectores me entiendan y porque quizás
no me he sabido explicar, termino este pequeño llamado a la buena
comunicación y al mejor uso de nuestro lenguaje, preguntando: ¿He sido
explícito?... ¿Me explico?...
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 15 de 2013
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domingo, 10 de marzo de 2013
MONSTRUO HORRENDO
MONSTRUO HORRENDO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Maduro no dio muchos detalles, pero lo dijo y prometió que se
investigará responsablemente. Ahora, Evo lo afirma y lo da como
seguro: La muerte de Hugo Chávez no fue por un cáncer de etiología y
evolución naturales. La mano siniestra del mayor asesino del mundo, el
Monstruo Horrendo que no se detiene ante nada para saciar su ambición
de dominio universal, el enemigo de los pueblos, está detrás de esta
dolorosa pérdida. No hay por qué dudarlo. Chávez puso "en cuadro
apretado" la América Nuestra, para no ser absorbida. La cohesionó para
que no fueran tragadas de un bocado, una a una, nuestras repúblicas
mestizas. Era, por lo tanto, demasiado peligroso para el Imperio, y
éste cuando ha necesitado librarse de un adversario, no ha reparado en
métodos; su falta total de escrúpulos lo hace capaz de las mayores
bajezas y de los crímenes más atroces. Los cubanos no olvidamos que
fuimos bombardeados con virus que atacaban las plantas, el ganado y
las personas. Contra el líder de nuestra Revolución, ensayaron todas
las vías para asesinarlo. La historia reciente, nos dice de otros
dirigentes que se le enfrentaron y cuyas muertes fueron más que
misteriosas. Al exhumar el cadáver de Yaser Arafat, se encontraron
extraños niveles de un elemento radioactivo. Más atrás en el tiempo,
el patriota borinqueño Pedro Albizu Campos, antes de morir, denunció
haber sido sometido a radiaciones. En la cárcel, la salud de Albizu
Campos se deterioró y en 1956 sufrió un derrame cerebral, siendo
trasladado al Hospital Presbiteriano de San Juan, donde permaneció
ingresado bajo una fuerte vigilancia policial. Albizu Campos afirmaba
que había sido objeto de experimentos de radiación en la cárcel.
Algunos funcionarios sugirieron que Albizu estaba loco, aunque muchos
médicos lo examinaron y encontraron síntomas de radiación. El
Presidente de la Asociación de Oncólogos de Cuba, el doctor Orlando
Damuy, viajó a Puerto Rico para examinar a Albizu. Las quemaduras en
su cuerpo, según dijo el doctor Damuy, fueron causadas por una intensa
radiación a la que fue expuesto. Albizu Campos no recibió ninguna
atención médica durante 5 días y falleció el 21 de abril de 1965. En
1994, bajo la administración del presidente Bill Clinton, el
Departamento de Energía reveló que llevó a cabo experimentos con
radiación sobre humanos. Estos experimentos se realizaron sin el
consentimiento de los prisioneros, durante 1950 y 1970. Se alega que
Pedro Albizu Campos fue una de las víctimas de ese experimento.
Sabemos que unos tipos de radiaciones, en dosis determinadas, son
eficaces en el tratamiento del cáncer, por su efecto ionizante sobre
las células malignas. Los médicos le llaman radioterapia. Similar
efecto tiene la simple soldadura eléctrica, cuyos rayos gamma pueden
causar esterilidad permanente en las mujeres. Distintas dosis de
radiaciones y algunos elementos radioactivos pueden desencadenar un
crecimiento celular anormal muy parecido al cáncer o enmascararse en
él hasta producir la muerte. Del enemigo, no podemos dudar nada, ha
demostrado fehacientemente que usa los adelantos científicos y
tecnológicos para sus malignos fines. Chávez era un adversario muy
peligroso para el Imperio, ese Monstruo Horrendo. ¡Estemos alertas!
Desde Regla, ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión
de rebelde cubanía. Marzo 10 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Maduro no dio muchos detalles, pero lo dijo y prometió que se
investigará responsablemente. Ahora, Evo lo afirma y lo da como
seguro: La muerte de Hugo Chávez no fue por un cáncer de etiología y
evolución naturales. La mano siniestra del mayor asesino del mundo, el
Monstruo Horrendo que no se detiene ante nada para saciar su ambición
de dominio universal, el enemigo de los pueblos, está detrás de esta
dolorosa pérdida. No hay por qué dudarlo. Chávez puso "en cuadro
apretado" la América Nuestra, para no ser absorbida. La cohesionó para
que no fueran tragadas de un bocado, una a una, nuestras repúblicas
mestizas. Era, por lo tanto, demasiado peligroso para el Imperio, y
éste cuando ha necesitado librarse de un adversario, no ha reparado en
métodos; su falta total de escrúpulos lo hace capaz de las mayores
bajezas y de los crímenes más atroces. Los cubanos no olvidamos que
fuimos bombardeados con virus que atacaban las plantas, el ganado y
las personas. Contra el líder de nuestra Revolución, ensayaron todas
las vías para asesinarlo. La historia reciente, nos dice de otros
dirigentes que se le enfrentaron y cuyas muertes fueron más que
misteriosas. Al exhumar el cadáver de Yaser Arafat, se encontraron
extraños niveles de un elemento radioactivo. Más atrás en el tiempo,
el patriota borinqueño Pedro Albizu Campos, antes de morir, denunció
haber sido sometido a radiaciones. En la cárcel, la salud de Albizu
Campos se deterioró y en 1956 sufrió un derrame cerebral, siendo
trasladado al Hospital Presbiteriano de San Juan, donde permaneció
ingresado bajo una fuerte vigilancia policial. Albizu Campos afirmaba
que había sido objeto de experimentos de radiación en la cárcel.
Algunos funcionarios sugirieron que Albizu estaba loco, aunque muchos
médicos lo examinaron y encontraron síntomas de radiación. El
Presidente de la Asociación de Oncólogos de Cuba, el doctor Orlando
Damuy, viajó a Puerto Rico para examinar a Albizu. Las quemaduras en
su cuerpo, según dijo el doctor Damuy, fueron causadas por una intensa
radiación a la que fue expuesto. Albizu Campos no recibió ninguna
atención médica durante 5 días y falleció el 21 de abril de 1965. En
1994, bajo la administración del presidente Bill Clinton, el
Departamento de Energía reveló que llevó a cabo experimentos con
radiación sobre humanos. Estos experimentos se realizaron sin el
consentimiento de los prisioneros, durante 1950 y 1970. Se alega que
Pedro Albizu Campos fue una de las víctimas de ese experimento.
Sabemos que unos tipos de radiaciones, en dosis determinadas, son
eficaces en el tratamiento del cáncer, por su efecto ionizante sobre
las células malignas. Los médicos le llaman radioterapia. Similar
efecto tiene la simple soldadura eléctrica, cuyos rayos gamma pueden
causar esterilidad permanente en las mujeres. Distintas dosis de
radiaciones y algunos elementos radioactivos pueden desencadenar un
crecimiento celular anormal muy parecido al cáncer o enmascararse en
él hasta producir la muerte. Del enemigo, no podemos dudar nada, ha
demostrado fehacientemente que usa los adelantos científicos y
tecnológicos para sus malignos fines. Chávez era un adversario muy
peligroso para el Imperio, ese Monstruo Horrendo. ¡Estemos alertas!
Desde Regla, ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión
de rebelde cubanía. Marzo 10 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com
sábado, 9 de marzo de 2013
AY SEMPRONIO
PEROGRULLADAS DE SEMPRONIO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Como todo buen cubano, mi amigo Sempronio ha sentido muy profundamente
la muerte de Chávez. Ya, creyón en ristre, la emprendió con las
paredes de su "ultramarina Regla", cubriéndolas de estremecedores:
"¡CHÁVEZ VIVE!"
Ayer lo encontré y me soltó una de sus monsergas. Crítico despiadado
de cuanto escribo, me dijo:
"Tu crónica ´Las Lecciones de un amigo´ está mal titulada. Ese amigo,
el más fiel y generoso que han tenido los cubanos, según escribió
Ravsberg, entró en la Historia con mayúscula. Por lo tanto, no son las
lecciones de un hombre, son las lecciones que, constantemente, nos da
esa acumulación de hechos trascendentes, transformadores de los
tiempos, llamada HISTORIA. Son LECCIONES DE LA HISTORIA. Lecciones que
muchas veces nos empeñamos en no aprender. Mira si no: en tiempos de
Stalin, cualquier ataque al mismo, era considerado un ataque a la
Unión Soviética. El que disentía del stalinismo era llamado enemigo
del pueblo. Disentir se convertía en ser contrarrevolucionario, porque
se colocaba en contra de la primera Revolución que se llamaba
socialista. Hoy, los cubanos que criticamos lo que nos parece
criticable, rehuimos ese calificativo y lo dejamos como uso exclusivo
para los mal llamados "disidentes", cuya verdadera identidad es otra.
Ellos no son disidentes, son contrarrevolucionarios. Disidentes somos
nosotros, los que sentimos la Revolución que llevamos en el pecho, los
inconformes con nuestro sistema y queremos perfeccionarlo. Ah, pero la
palabrita nos la hemos dejado arrebatar. Olvidamos que en Guáimaro,
Céspedes y Agramonte disintieron en sus opiniones. Que en La Mejorana,
Maceo disintió de Martí. Y ninguno de nuestros sagrados próceres, por
eso, por disentir, puede ser llamado contrarrevolucionario. ¿O es
acaso, que tememos parecernos a ellos?..."
Dejo a Sempronio, como siempre, en los retruécanos de sus
disquisiciones y vuelvo a casa, a escribir esta crónica, también en
honor a ese amigo entrañable que nos mostró que un socialismo más
participativo y democrático, un socialismo con las masas y no con una
élite, por muy vanguardia que sea, no sólo es posible, sino también
realizable. ¡HONOR Y GLORIA A HUGO CHÁVEZ! A ese gigante amigo que ya
entró en la Historia, y desde ella y con ella, nos da sus Lecciones.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 9 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Como todo buen cubano, mi amigo Sempronio ha sentido muy profundamente
la muerte de Chávez. Ya, creyón en ristre, la emprendió con las
paredes de su "ultramarina Regla", cubriéndolas de estremecedores:
"¡CHÁVEZ VIVE!"
Ayer lo encontré y me soltó una de sus monsergas. Crítico despiadado
de cuanto escribo, me dijo:
"Tu crónica ´Las Lecciones de un amigo´ está mal titulada. Ese amigo,
el más fiel y generoso que han tenido los cubanos, según escribió
Ravsberg, entró en la Historia con mayúscula. Por lo tanto, no son las
lecciones de un hombre, son las lecciones que, constantemente, nos da
esa acumulación de hechos trascendentes, transformadores de los
tiempos, llamada HISTORIA. Son LECCIONES DE LA HISTORIA. Lecciones que
muchas veces nos empeñamos en no aprender. Mira si no: en tiempos de
Stalin, cualquier ataque al mismo, era considerado un ataque a la
Unión Soviética. El que disentía del stalinismo era llamado enemigo
del pueblo. Disentir se convertía en ser contrarrevolucionario, porque
se colocaba en contra de la primera Revolución que se llamaba
socialista. Hoy, los cubanos que criticamos lo que nos parece
criticable, rehuimos ese calificativo y lo dejamos como uso exclusivo
para los mal llamados "disidentes", cuya verdadera identidad es otra.
Ellos no son disidentes, son contrarrevolucionarios. Disidentes somos
nosotros, los que sentimos la Revolución que llevamos en el pecho, los
inconformes con nuestro sistema y queremos perfeccionarlo. Ah, pero la
palabrita nos la hemos dejado arrebatar. Olvidamos que en Guáimaro,
Céspedes y Agramonte disintieron en sus opiniones. Que en La Mejorana,
Maceo disintió de Martí. Y ninguno de nuestros sagrados próceres, por
eso, por disentir, puede ser llamado contrarrevolucionario. ¿O es
acaso, que tememos parecernos a ellos?..."
Dejo a Sempronio, como siempre, en los retruécanos de sus
disquisiciones y vuelvo a casa, a escribir esta crónica, también en
honor a ese amigo entrañable que nos mostró que un socialismo más
participativo y democrático, un socialismo con las masas y no con una
élite, por muy vanguardia que sea, no sólo es posible, sino también
realizable. ¡HONOR Y GLORIA A HUGO CHÁVEZ! A ese gigante amigo que ya
entró en la Historia, y desde ella y con ella, nos da sus Lecciones.
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 9 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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miércoles, 6 de marzo de 2013
LAS LECCIONES DE UN AMIGO
LAS LECCIONES DE UN AMIGO
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Detractores y apologistas de Chávez, jamás se pondrán de acuerdo para
calificarle. Pero sentenciar que fue un amigo generoso y sincero de
Cuba, logrará de todos la aceptación unánime. Hoy, muchos le lloran y
otros hasta se alegran de su deceso. Washington jamás coincidirá con
los cerros de Caracas. Como cubano, lamento su muerte, y como hombre
agradecido recuerdo en esta hora todo lo que nos ayudó. Ahora, al
marcharse, nos deja otra ayuda incalculable, que debíamos saber
aprovechar. Nos deja sus lecciones. Enumero algunas a aprender:
-Demostró que para construir un país socialista, no había que seguir
los patrones aplicados por Lenin a la Rusia de 1917. También que para
ser revolucionario y socialista, no había que ser ateo.
-Concientizó a las masas más desposeídas, les hizo comprender que era
posible convertir en realidad sus sueños irrealizados. Y confió en
ellas, sometiéndose varias veces a la voluntad del pueblo, expresada
en las urnas.
-Creó un Partido, pero comprendió que la oposición era necesaria como
un par dialéctico, imprescindible para el desarrollo. Y aceptó la
pluralidad de tendencias políticas presentes en la sociedad.
-No colocó nunca a su partido por encima de la Sociedad y del Estado.
Dejó la soberanía en manos de su único dueño: El Pueblo.
-Supo mantener los principales recursos en manos del Estado, pero
impulsó la pequeña y mediana empresa.
El aprender de estas lecciones y de sus otras experiencias, es el
mejor homenaje que podemos rendir al amigo que enfrentó con igual
coraje al enemigo externo, a las fuerzas internas alimentadas por
aquel y a la cruel enfermedad que le arrebató la vida. No agrego más y
para terminar, copio la sabia fórmula, acuñada por mi querido Félix
Sautié: "Así lo pienso y digo, sin ánimo de ofender a nadie y con
respeto a los que piensen distinto".
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita", ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Febrero 6 de 2013
--
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.
Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com
Por Jorge C. Oliva Espinosa
Detractores y apologistas de Chávez, jamás se pondrán de acuerdo para
calificarle. Pero sentenciar que fue un amigo generoso y sincero de
Cuba, logrará de todos la aceptación unánime. Hoy, muchos le lloran y
otros hasta se alegran de su deceso. Washington jamás coincidirá con
los cerros de Caracas. Como cubano, lamento su muerte, y como hombre
agradecido recuerdo en esta hora todo lo que nos ayudó. Ahora, al
marcharse, nos deja otra ayuda incalculable, que debíamos saber
aprovechar. Nos deja sus lecciones. Enumero algunas a aprender:
-Demostró que para construir un país socialista, no había que seguir
los patrones aplicados por Lenin a la Rusia de 1917. También que para
ser revolucionario y socialista, no había que ser ateo.
-Concientizó a las masas más desposeídas, les hizo comprender que era
posible convertir en realidad sus sueños irrealizados. Y confió en
ellas, sometiéndose varias veces a la voluntad del pueblo, expresada
en las urnas.
-Creó un Partido, pero comprendió que la oposición era necesaria como
un par dialéctico, imprescindible para el desarrollo. Y aceptó la
pluralidad de tendencias políticas presentes en la sociedad.
-No colocó nunca a su partido por encima de la Sociedad y del Estado.
Dejó la soberanía en manos de su único dueño: El Pueblo.
-Supo mantener los principales recursos en manos del Estado, pero
impulsó la pequeña y mediana empresa.
El aprender de estas lecciones y de sus otras experiencias, es el
mejor homenaje que podemos rendir al amigo que enfrentó con igual
coraje al enemigo externo, a las fuerzas internas alimentadas por
aquel y a la cruel enfermedad que le arrebató la vida. No agrego más y
para terminar, copio la sabia fórmula, acuñada por mi querido Félix
Sautié: "Así lo pienso y digo, sin ánimo de ofender a nadie y con
respeto a los que piensen distinto".
Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita", ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Febrero 6 de 2013
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debo.
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