jueves, 30 de enero de 2014

NO ESCARMIENTAN

NO ESCARMIENTAN
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Incómodo por la II cumbre de la CELAC en La Habana, el Departamento de
Estado norteamericano se apura endescalificarla y apostar por otra, la
de las Américas, a celebrarse en Panamá el próximo año; ahí sí podrá
estar Estados Unidos para cabildear, extorsionar y sobornara sus
socios, deudores y cómplices del continente, según sea el caso.Lean la
declaración emitida desde Washington:
"Tenemos fuertes alianzas en el continente, fundadas en nuestros
esfuerzos para promover en el hemisferio una clase media democrática y
más segura. Participamos en foros subregionales (1) que trabajan para
reforzar el Sistema Interamericano (2) promoviendo las instituciones
democráticas, la seguridad ciudadana, la prosperidad compartida y el
respeto hacia los derechos humanos. Esperamos poder mantener una
discusión productiva sobre los asuntos a los que se enfrenta el
hemisferio en la Cumbre de las Américas en Panamá en 2015".
Pero, resulta que esa reunión está en veremos. Los países del
hemisferio han amenazado que sin Cuba no habrá tal cónclave y Panamá
duda si el incidente del barco norcoreano que llevaba armas cubanas,
es pretexto suficiente para no invitarla o si esa exclusión
implicaríaquela cumbre se malograra. A todas estas, dicha reunión está
auspiciada por una OEA desgastada y desprestigiada, adonde Cuba no
quiere regresar y de donde Brasil ha retirado su embajador. Una OEA
que acumuló muy mala fama y está mal vista por la inmensa mayoría de
los gobiernos de América, tanto los latinoamericanos (que la
identifican como instrumento de Washington), como los propios EEUU que
la acusan de no defender con suficiente celo los valores del sistema
democrático. De no darse la reunión, será un golpe mortal para esa OEA
ya de por sí obsoleta e inoperante.
Sus lacayos y turiferarios presentan a EEUU,y sus potenciales
inversiones, como el factor imprescindible para el desarrollo
hemisférico y proclaman lo beneficioso que sería para la CELAC contar
con su presencia; de ahí que resalten la superioridad de la próxima
reunión en Panamá.Sin embargo, las opciones para ellos son bien feas,o
invitan a Cuba y se tragan su presencia como un buche amargo -uno más-
o no hay Cumbre de las Américas en el 2015. No obstante, los
imperialistas y sus seguidores son muy obtusos, están demasiado
pagados de su poder y no escarmientan. No aprendieron con la fracasada
Alianza para el Progreso de Kennedy, ni cuandoKirchnerles desbarató el
ALCA en la "Cumbre de las Américas" del 2005, celebrada en Mar del
Plata, niluego cuando Lulay Chávez enviaron el ALCA alca....Ahora
intentan la punta de lanza de un bloque del Pacífico, para
introducirla como un grupo de concertación subregional más, pero con
el avieso objetivo de enfrentarla al ALBA y debilitar a UNASUR (3). No
les bastó las bofetadas sin mano que les propinó la II cumbre de la
CELAC en la mismísima Habana, donde los excluidos fueron ellos. No han
aprendido nada de estos golpes y ahora apuestan por una Cumbre de las
Américas cuya realización es incierta. Está visto, ¡No escarmientan!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Enero 31 de 2014
(1) Se refiere a la OEA y al denominado bloque del Pacífico formado
por México, Colombia, Perú y Chile.
(2) "Reforzar el Sistema Interamericano" es un eufemismo utilizado
para calificar el intento de
resucitar a la OEA; algo así como ponerle transfusiones a un cadáver.
(3) En su intervención para defender el bloque del Pacífico, el
Presidente colombiano expuso que habían concertado un tratado de libre
comercio (vía indirecta para que participe EEUU a través del TLC de
América del Norte, que México ha suscrito y Colombia negocia) y que
acordaron la privatización de los servicios básicos, argumento que Evo
Morales le hizo añicos, cuando afirmó que el agua, la energía y el
transporte son derechos y no pueden ser negocios.



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

miércoles, 29 de enero de 2014

ALGUACIL ALGUACILADO

ALGUACIL ALGUACILADO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Hoy concluye en La Habana, la II cumbre de la Comunidad de Estados
Latino Americanos y Caribeños (CELAC). El evento reunió en la capital
cubana a los jefes de Estado, de Gobierno o sus representantes(1) de
todas las naciones de este hemisferio, excepto Canadá y Estados
Unidos. A los convocados se sumaron los máximos representantes de
organismos internacionales como la ONU, la CEPAL y la OEA; sí, esa
misma OEA que hace más de medio siglo, obedeciendo el mandato del amo,
como buen "Ministerio de Colonias", expulsó a Cuba de su seno e hizo
que todos sus miembros, a excepción de México rompieran relaciones con
la isla rebelde.
Hoy, Cuba mantiene relaciones diplomáticas con todas las naciones que
conforman esta "América Nuestra", es miembro pleno de los bloques
intrarregionales y entregará en La Habana la presidencia "pro tempore"
de la CELAC, mandato que ejerció durante el recién concluido 2013.
Es de resaltar, felices coincidencias de la historia, que los
mandatarios comenzaran sus sesiones un 28 de enero, aniversario 161
del natalicio del cubano epónimo. Un hombre que, por cubano y
latinoamericano, fue y es hombre universal de su tiempo y de todos los
tiempos: nuestro José Martí. La diversidad de los reunidos se
evidencia, cuando al lado del indígena Evo Morales, se sienta el
hombre más rico de Paraguay; el ex tupa Pepe Mujica ocupa un puesto
aledaño a representantes de la burguesía y los hermanos del ALBA
comparten escaños de igualdad con representantes de la derecha
continental. Opción reunida en bloque para enfrentar a la Alianza que
defiende a sus pueblos y no a intereses foráneos. Todos concuerdan en
la necesidad de unión de lo diverso y esa, la unión, fue la palabra
convocante que los ha reunido.
Independiente de los frutos que rinda este concilio y de las
diferencias entre lo dicho en un fórum público y el actuar doméstico,
sus participantes parecen obedecer el mandato martiano de "andar en
cuadro apretado, como la plata en la raíz de los Andes" para que no
los aplaste el "Gigante de las Siete Leguas".
Y es ahí, donde este cubano recuerda aquel viejo adagio: "Alguacil
alguacilado"; así ha quedado la nación más rica y voraz del planeta,
la que gastó todas las posibilidades de su poder para excluir, aislar,
hostigar y agredir a nuestra pequeña isla. Debe sentirse muy frustrada
la "Roma de América", cuando ve que la víctima de todas sus perfidias,
está cada vez más unida a sus hermanas, las demás naciones de "Nuestra
América" y que es ella, la potencia imperial, la que ha quedado
excluida, la que está aislada.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Enero 29 de 2014
(1) Los presidentes de Chile, Panamá y Perú enviaron a sus representantes.


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

domingo, 26 de enero de 2014

PRESENCIA PERMANENTE

PRESENCIA PERMANENTE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Es histórico que Martí visitó Regla varias veces y que habló en la
inauguración de su Liceo; de esos hechos, viven orgullosos los
reglanos. Ahora, al cumplirse 161 años de su nacimiento, me invitan a
una exposición de pintura que tiene a Martí como tema, titulada
"Martí: Su Regreso a Regla". Ya en las palabras de inauguración, ese
título es cuestionado por su propio organizador, pues solamente
regresa lo que se ha ido. Y "El Gigante", en espíritu y herencia,
nunca ha abandonado estas calles que le parecieron empedradas con
flores en 1879.
Al Maestro es posible evocarlo en imágenes, ya en un lienzo, en papel
o en un busto; se le puede traer al presente, citando sus sentencias y
siendo fieles a su legado, llevando a la práctica cotidiana lo que
llamamos "principios martianos", para cimentar la Patria que él soñó,
donde el amor de todos, "con todos y para el bien de todos", sea la
Ley Suprema. Pero hacer su presencia permanente en nuestra Regla, lo
ha logrado César Leal al exponer artistas consagrados del pincel,
junto a obras ya prometedoras, de pintores en ciernes, alumnos de su
escuela taller; reunidas como homenaje al "Apóstol" en un aniversario
más de su nacimiento. En rotunda unión de diversidad y continuidad,
ocho artistas logrados y catorce nobeles promesas, toman la efigie
martiana como tema para las obras expuestas.
"Los niños son la esperanza del mundo", parece repetir este pintor con
la muestra que expone desde el pasado día 23; bella conmemoración,
bien martiana, para este 28 de enero. Las obras infantiles de sus
alumnos, así lo corroboran y reiteran la fe depositada en el futuro.
César Leal es martiano, artista por demás, y abre en su casa, galería,
taller y escuela, un espacio donde Martí está presente en la voluntad
del empeño y en su realización misma; ha logrado convertir al "más
universal de los cubanos" en vivo protagonista del acontecer cultural
de este rincón capitalino y poblano. Lo hace surgir lo mismo de manos
infantiles, que de pinceles realizados y ofrece generoso a todo el
pueblo, las distintas visiones que tienen generaciones sucesivas sobre
el "Maestro". Loable labor divulgativa que, en continuación
generacional, demuestra que Martí es una presencia permanente en
Regla.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita", ayer y hoy, bastión de rebelde cubanía,
Enero 27 de 2014

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jorgecoliva@gmail.com

jueves, 23 de enero de 2014

LOS MINIS DE LA SEMANA

Estimados amigos lectores:
Ya transitamos este 2014 que se promete cargado de nuevas y
reformadoras disposiciones que harán otra nuestra realidad. Mientras,
de recalcitrante, trataré de mantener la costumbre de intercalar cada
semana algunos de mis mini cuentos. Aquí le van los primeros del año:

VUELTA A LA REALIDAD
¡Basta! Ya has visto bastante. ¡Ahora, cierra los ojos, y piensa!...

ANTEO
Supe que Anteo mantenía permanente contacto con la tierra y que esa
unión lo hacía invulnerable. Luego, conocí a un anti Anteo que deseaba
separarse de la tierra, para distanciarse de todo lo detestable que
ella albergaba. Hoy, me quedo con el pobre Anteo y su frágil
invencibilidad; sé que cuando me separen de la tierra, pereceré.

CUESTIONAMIENTO
Es cierto que abogó por ellos, pero al final los abandonó. Así que no
era tan bueno como nos lo pintan. Si lo hubiera sido en realidad,
habría compartido la suerte de los suyos. Y no, en vez de luchar para
salvarlos, bien que supo salirse a tiempo; antes que la lluvia de
fuego cayera sobre Sodoma.

ENTREGA DESINTERESADA
Enfrentó dolor y penurias, renunció a todo, sacrificó su vida, con tal
de ganar la gloria eterna.

MERCADO
Pidió el producto deseado y, después que aceptó pagar su altísimo
precio, le preguntaron cuál modelo quería, porque existían varios. Él
respondió: "El auténtico, el mejor". Pero no tenían en existencia y
había que encargar su confección a la medida. El establecimiento se
llamaba "Liberación" y solo ofrecía: "Socialismo".

RENUNCIACIÓN
Le pidió que asumiera el papel de traidor, para poder cumplir las
predicciones y fortalecer la fe. En prueba de su fidelidad sin
límites, Judas aceptó la misión.


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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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miércoles, 22 de enero de 2014

RECURSOS DE MAGO

RECURSOS DE MAGO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Desde niño me han maravillado los magos o prestidigitadores, esos
artistas del ilusionismo que, ante nuestros ojos, desaparecen un
bastón o sacan un conejo del sombrero. Durante mi infancia, los creía
dotados de poderes sobrenaturales; luego, ya mayorcito, continué
admirando sus habilidades para el engaño y me esforzaba,
infructuosamente, por descubrir sus trucos.
Solamente cuando aprendí algo de retórica y supe de los recursos que
existen para convencer mediante palabras, gestos, movimientos y otros
procederes, pude asociar el trabajo de un ilusionista con el de un
político; ambos manejan la ilusión y nos hacen creer lo que ellos
quieren que creamos, nos convencen de algo que no es exactamente como
lo muestran, mientras nos ocultan lo que les conviene. Por algo Martí
advirtió que "en política lo real es lo que no se ve". Tan artistas
del engaño pueden ser unos como otros, solo que los magos "serios",
ahora se llaman ilusionistas y, a veces, los políticos devienen
conductores de pueblos.
Un mago actual, como David Cooperfield, cuenta con los ingenios de la
tecnología moderna; un político con poder, pone a su servicio los
recursos aviesos de la retórica y de la manipulación. El político
utiliza los medios de información para crear determinada opinión en
las masas; con ellos, suele desviar la atención popular y dirigirla
hacia otros focos convenientes a sus intereses.
Noham Chomsky cita diez de esas técnicas de manipulación, pero todas
necesitan contar con el auxilio de grandes medios, es decir, con el
poder. George W. utilizó la salvajada de las torres gemelas para, en
nombre de la lucha contra el terrorismo, limitar las libertades del
ciudadano norteamericano y convencerlos que era justo invadir
Afganistán.
En contraposición, el primer mago que recuerdo, el que venía con un
pobre circo ambulante de pueblo en pueblo, no poseía recurso alguno.
Este esforzado artista, al no contar con medios técnicos para distraer
la atención del público, utilizaba a un payaso que, en el extremo
opuesto de la pista, producía un ruido inesperado. Todos miraban hacia
allá y él aprovechaba el momento para desaparecer algún objeto o para
sustituirlo por otro.
Recordando a aquel primer mago y lo escrito por Chomsky, esbozo una
hipótesis que pudiera dar la posible explicación a lo que algunos
creen una locura, otros una burla, unos terceros una burrada, pero que
todos, en unánime algarabía, han calificado de absurda disposición. Me
refiero a los precios fijados para la compra de un automóvil, derecho
que ahora tiene "cualquier cubano". No hago una afirmación, planteo
una teoría para encontrar un objetivo lógico de esos astronómicos e
irracionales precios; pero de confirmarse mi presunción, la medida
dictada no sería ningún disparate, ni locura ni, como dice Kike
Quiñones, un acto genial de humorismo, merecedor del Premio Nacional
del Humor. A mí se me ocurre pensar que pudiera ser un recurso, un
artilugio que nos ofrece la ilusión de que podemos criticar hasta
despotricar y que, posibilitando una catarsis general, un desahogo
colectivo, nos desvía el interés por otras cuestiones a las que
debíamos atender. De ser cierta mi idea, la criticada disposición
habría logrado sus propósitos de manera indudable. Ahora, la pregunta
es ¿De cuáles asuntos nos aparta la atención?... ¡Ojo con la otra mano
del mago!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Enero 22 de 2014


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RECURSOS DE MAGO

RECURSOS DE MAGO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Desde niño me han maravillado los magos o prestidigitadores, esos
artistas del ilusionismo que, ante nuestros ojos, desaparecen un
bastón o sacan un conejo del sombrero. Durante mi infancia, los creía
dotados de poderes sobrenaturales; luego, ya mayorcito, continué
admirando sus habilidades para el engaño y me esforzaba,
infructuosamente, por descubrir sus trucos.
Solamente cuando aprendí algo de retórica y supe de los recursos que
existen para convencer mediante palabras, gestos, movimientos y otros
procederes, pude asociar el trabajo de un ilusionista con el de un
político; ambos manejan la ilusión y nos hacen creer lo que ellos
quieren que creamos, nos convencen de algo que no es exactamente como
lo muestran, mientras nos ocultan lo que les conviene. Por algo Martí
advirtió que "en política lo real es lo que no se ve". Tan artistas
del engaño pueden ser unos como otros, solo que los magos "serios",
ahora se llaman ilusionistas y, a veces, los políticos devienen
conductores de pueblos.
Un mago actual, como David Cooperfield, cuenta con los ingenios de la
tecnología moderna; un político con poder, pone a su servicio los
recursos aviesos de la retórica y de la manipulación. El político
utiliza los medios de información para crear determinada opinión en
las masas; con ellos, suele desviar la atención popular y dirigirla
hacia otros focos convenientes a sus intereses.
Noham Chomsky cita diez de esas técnicas de manipulación, pero todas
necesitan contar con el auxilio de grandes medios, es decir, con el
poder. George W. utilizó la salvajada de las torres gemelas para, en
nombre de la lucha contra el terrorismo, limitar las libertades del
ciudadano norteamericano y convencerlos que era justo invadir
Afganistán.
En contraposición, el primer mago que recuerdo, el que venía con un
pobre circo ambulante de pueblo en pueblo, no poseía recurso alguno.
Este esforzado artista, al no contar con medios técnicos para distraer
la atención del público, utilizaba a un payaso que, en el extremo
opuesto de la pista, producía un ruido inesperado. Todos miraban hacia
allá y él aprovechaba el momento para desaparecer algún objeto o para
sustituirlo por otro.
Recordando a aquel primer mago y lo escrito por Chomsky, esbozo una
hipótesis que pudiera dar la posible explicación a lo que algunos
creen una locura, otros una burla, unos terceros una burrada, pero que
todos, en unánime algarabía, han calificado de absurda disposición. Me
refiero a los precios fijados para la compra de un automóvil, derecho
que ahora tiene "cualquier cubano". No hago una afirmación, planteo
una teoría para encontrar un objetivo lógico de esos astronómicos e
irracionales precios; pero de confirmarse mi presunción, la medida
dictada no sería ningún disparate, ni locura ni, como dice Kike
Quiñones, un acto genial de humorismo, merecedor del Premio Nacional
del Humor. A mí se me ocurre pensar que pudiera ser un recurso, un
artilugio que nos ofrece la ilusión de que podemos criticar hasta
despotricar y que, posibilitando una catarsis general, un desahogo
colectivo, nos desvía el interés por otras cuestiones a las que
debíamos atender. De ser cierta mi idea, la criticada disposición
habría logrado sus propósitos de manera indudable. Ahora, la pregunta
es ¿De cuáles asuntos nos aparta la atención?... ¡Ojo con la otra mano
del mago!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Enero 22 de 2014

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domingo, 19 de enero de 2014

“PAPITO”

"PAPITO"
Por Jorge C. Oliva Espinosa

No fue el díscolo y superficial hombre que muchos le creyeron; ni el
bon vivant descarriado que andaba siempre "por la libre". A su
alrededor se tejió la leyenda negra que le atribuía ser "el enfant
terrible" de la Revolución y él asumió ese papel como una tarea más;
así cargó con culpas ajenas por altas razones políticas y como prueba
de fidelidad; con estoicismo ejemplar aceptó ese rol.
Compartimos un tramo de nuestras vidas y nos unió una bella amistad
basada en objetivos y principios comunes. Siendo ya profesionales,
habíamos vuelto a ser estudiantes, los dos en busca de un segundo
título universitario. Él, graduado de Derecho, cursaba el tercer año
de Ingeniería Industrial; yo, ingeniero, me empeñaba en titularme como
abogado. En cuanto nos conocimos, surgió entre nosotros una
identificación basada en un pasado y un presente semejantes; en
distintos escenarios, ambos habíamos peleado contra una dictadura y
guardábamos recuerdos imborrables que eran girones de nuestras vidas.
Yo había plasmado en un relato novelado mis vivencias de combatiente
subversivo; él, teniendo una participación mil veces más rica, se
mostraba reticente a escribir sus memorias. Sin embargo, en nuestras
largas conversaciones, el tema de la lucha, recuerdos y lecciones, era
recurrente. Tuvo que pasar mucho tiempo y sufrir muchos sinsabores,
para que se decidiera a escribirlas en un libro que tituló "El Túnel".
Quizás mi insistencia y la de otros amigos, pesaron en su decisión de
publicarlo. No sé si al fin lo logró. Me dio a leer algunos capítulos
y los testimonios que allí vertió me parecieron tan iconoclastas y
contundentes como los que, en su momento, escribió Fermín Valdés
Domínguez. Así y todo, murió fiel a la Revolución por la que peleó con
bravura y dejó mucho por escribir.
Hombre de sólida cultura y gran sensibilidad, protagonista de hechos
insólitos, de fidelidad a toda prueba para con la Revolución y sus
líderes, conservaba la irreverencia y la temeraria alegría tan
características de los jóvenes. Soñador, romántico, decidido,
hiperbólico, todo en una pieza: era un cubano total; Jorge Serguera
Riverí, comandante del Ejército Rebelde, rebelde intrínseco, "Papito"
para sus amigos, fue uno de esos hombres imprescindibles que, con sus
errores y aciertos, hacen posible La Historia.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Enero 20 de 2014

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jueves, 16 de enero de 2014

(Complemento final)

INVISIBLE, ABSOLUTO, SUPREMO
(Complemento final)

El último párrafo del artículo del Supremo, merece un análisis
particular. Entraña una sugerencia del Divino, que debemos obedecer
como mandato, para que los Jurados futuros se ciñan a unas normas que
encierren sus sabios e inapelables criterios. Algo muy lógico, pues la
composición de los jurados varía en cada certamen y no todos son
merecedores de ese honor; algunos electos pueden ser seres normales,
simples mortales, dado que la infalible divinidad no abunda. Es de
esperar que, en el próximo congreso de la UNEAC, algunos de los
favorecidos por la altísima gracia de El Absoluto, tanto de los
premiados por él, como de los "invisibilizados", propongan un manual
de procedimientos para los jurados, una especie de ley a la que será
obligatorio ajustarse. Y como garante de su estricto cumplimiento, la
creación del cargo de "Presidente Vitalicio", quien presidirá en lo
adelante todos los jurados de concursos literarios que se convoquen.
Por supuesto, que ya ustedes habrán imaginado quién es el ÚNICO que
merece ser nombrado para ocupar tan alto sitial. Solo nos queda rogar
que ¡El Magnánimo tenga conmiseración de nosotros!

Desde la Regla mambisa, como siempre,
Jorge C. Oliva Espinosa
Enero 16 de 2014


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miércoles, 15 de enero de 2014

INVISIBLE, ABSOLUTO, SUPREMO, ATRIBUTOS DIVINOS

INVISIBLE, ABSOLUTO, SUPREMO, ATRIBUTOS DIVINOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Ateos y creyentes concordarán que ser invisible, absoluto, supremo,
son atributos que se confieren solo a las deidades. El que se crea
poseedor de dichas propiedades y además ser infalible y dueño de la
verdad, padece de delirios, quizás producidos por serios trastornos
mentales. Ahora verán porqué lo afirmo.
A finales del año 2012, fui objeto de una agresión incivilizada y
gratuita. Al enjuiciar de forma falaz un artículo mío (1), se me
atribuyeron opiniones que no tengo y se me pintó como lo que no soy.
El procedimiento fue de los más manidos y sucios, pues se citaba mi
escrito sin darlo a conocer. Se ocultaba y condenaba lo oculto. Todo
eso se hizo públicamente, en "Espacio Laical", sin la mínima decencia
de hacérmelo saber. Me enteré por casualidad, pues no soy lector de la
mencionada revista, cuando alguien me avisó que en esa publicación se
hablaba de mí y de mi escrito. Cuando tuve oportunidad de leer lo que
se decía sobre mi persona, me llené de asombro. El autor de la fea
acción, decía no conocerme, pero eso no era óbice para acusarme de
"poco reflexivo" y recomendarme "menguar mi intolerancia y mi
incapacidad de escuchar al otro"; además, recurriendo a bajos
procedimientos de chismografía solariega, citaba el testimonio de un
amigo suyo, a quien supuestamente yo le había preguntado sobre el
tiempo que hacía no se comía un bistec de palomilla. Esta
incongruencia parecía un recurso surrealista, producto de la vena
poética del difamador, el renombrado poeta, escritor, literato y
profesor universitario, Guillermo Rodríguez Rivera.
Mi respuesta fue inmediata y viril, pero a la altura de una ética
desconocida por el que así me difamaba. También me dirigí a la
Dirección de la revista, solicitando mi derecho a réplica. De esta
última no recibí respuesta; era natural, pues la publicación había
pifiado al dar a conocer la versión de un artículo mío y no el
artículo en sí. De GRR, recibí un mensaje personal de excusa por
olvidar haberme conocido con anterioridad y no asociar mi nombre con
sus recuerdos de infancia; de sus diatribas, no retiraba ninguna. Como
la ofensa se me había inferido en público, no acepté aquella acción
limitada a mi exclusivo conocimiento y a detalles sin importancia.
Tanto el incidente como sus móviles me resultaron incomprensibles.
Solo un desvarío o un retruécano bien complejo de la siquis, podían
explicar tal comportamiento en una persona ilustrada, un proceder
torcido, propio de un cafre. Pero, todo se aclara bajo el sol y el
pasado diez de enero en el boletín "Por Cuba", un artículo de GRR me
dio la cabal respuesta. Para que lo juzguen ustedes, se los copio a
continuación. Al final, incluyo el comentario que me mereció, del cual
envié copia al interesado. De igual manera procedo ahora. Es que tengo
una ética, soy una persona decente, admito que puedo equivocarme, no
me creo poseedor de atributos divinos y no padezco de egolatría.
En definitiva, si alguien se cree juez supremo, dueño absoluto de la
verdad, son alucinaciones de cada cual, allá ellos. Lo que sí no es
admisible, bajo ninguna forma, es que se abroguen el derecho de tratar
a los demás como seres despreciables e insignificantes.

ii
BOLETTITULARESAño 12 Número 3 | Fecha 2014-01-10
LA LITERATURA INVISIBLE
por Guillermo Rodríguez Rivera
Sobre el Premio Nacional de Literatura en Cuba
La concesión de los dos más recientes premios nacionales de literatura
– los otorgados a Leonardo Padura y Reina María Rodríguez – me han
ayudado a acabar de definir unas ideas cuyo germen tenía en mente
desde meses atrás. Lo primero que me gustaría aclarar es que admiro la
obra del novelista y la poetisa. La poesía de Reina María (su autora
está llegando ahora a los sesenta años) me interesó desde que apareció
La gente de mi barrio, el primero de sus poemarios.
Me pareció entonces que, de modo bastante obvio, ese libro estaba en
la dirección de la poesía que venía, en estilo y asuntos poéticos, de
la manera que caracterizó nuestros años sesenta, desde el cuaderno que
mejor y primero la representó, que fue Historia antigua, de Roberto
Fernández Retamar, de 1965.
No tuve duda entonces que tanto por su fecha de nacimiento como por su
trabajo poético, Reina María se colocaba como un claro final de la
poesía conversacional que había sido el centro del trabajo de los
poetas de mi generación aunque, en manera alguna, constituyó el único
modo que ella tuvo de expresarse. Puedo decir que, cuando en 1984 fui
miembro del jurado de poesía del Premio Casa, me complació contribuir
a otorgarle a Reina María ese importante premio por su libro Para un
cordero blanco.
A la poesía conversacional rinde también tributo la voz de Nancy
Morejón (1944) con poemarios como Amor. ciudad atribuida y, sobre
todo, Richard trajo su flauta y otros argumentos, de 1967. Pero,
después, la poesía de Nancy enrumba por caminos diferentes: el
hallazgo poético de su negritud y el culto a una expresión signada por
el amor a la palabra lujosa, que le trae su formación en la tradición
poética francesa. Pero Nancy tiene, desde bien temprano, el premio
nacional de literatura, que todavía le falta a otra esencial voz
femenina que –a mi modo de ver– debió recibirlo antes que Reina María.
Estoy hablando de Lina de Feria.
Todavía más que la de Nancy, la de Lina representa esa poesía de la
oscuridad, del enriquecedor laberinto de la palabra que, en la poesía
cubana, permanentemente aparece al lado de la poesía de la claridad.
Creo que, además, Lina ha tenido más incidencia que Reina María en el
trabajo de las nuevas promociones de poetas cubanos. A ese ámbito
casaliano de la oscuridad, pertenece también la obra de Raúl Hernández
Novás, a quien se ha colocado como representante de la "generación de
los años ochenta", denominada por algún crítico por su fecha de
irrupción en la difusión de la literatura pero, como se ve, en la que
puede resultar esencial una voz que pertenece a la generación que la
precede.
Nacido en 1947 – tres años después que Nancy Morejón y Luis Rogelio
Nogueras, dos después que Raúl Rivero – Hernández Novás es un hombre
de esa generación, que no pudo expresarse en los años setenta, en los
que le habría correspondido naturalmente comenzar a publicar, porque
es ese el momento dogmático del Quinquenio Gris, en la que no es
admitida una poesía como la de Raúl, que tiene que esperar hasta los
años ochenta para empezar a darse a conocer. Pero esa circunstancia
sociológica no autoriza un cambio de generación. Ante la reaparición
televisiva de algunos de los más destacados impulsores de la política
cultural del Quinquenio, una zona de nuestra intelectualidad reaccionó
vivamente, temiendo la reaparición efectiva de ellos en la dirección
de la cultura.
A través de la que se llamó en esos días "la guerra de los correos",
se dijeron electrónicamente las cosas que no se pudieron decir en los
años setenta y, de alguna manera, fue también llover sobre mojado. El
caso de Raúl Hernández Novás y el de mi propio poemario El libro rojo,
aparecido muchos años después de 1971 – cuando debió editarse, después
de haber sido finalista en el Premio Casa – nos están indicando que
hace rato sonó la hora de cesar las repetitivas quejas sobre el
Quinquenio y, en su lugar, precisar que procesos cortó, cuáles obras
interrumpió y de qué manera alteró el proceso de nuestra literatura.
Aunque no he sido íntimo de Leonardo Padura, creo que tengo una buena
relación con él y, sobre todo, he sido un admirador de su obra
narrativa. Mi voto fue el que, en muy reñida decisión, decidió el
otorgamiento del premio de la crítica a su obra La novela de mi vida,
sobre la esencial figura que es, para la literatura cubana, José María
Heredia. Me hubiera parecido su novela mejor, si no hubiera sido
porque, a la ácida crítica de Padura a Domingo Delmonte, le faltó un
aspecto esencial: consignar el equivocado rechazo de Delmonte a los
hallazgos románticos del poema herediano. Acaso Padura – narrador y no
poeta – no pudo adentrarse en esa manquedad esencial de la sin duda
muy calificada crítica delmontina. Por ello, entre sus novelas, sigo
prefiriendo la excelente La neblina del ayer.
La superexitosa El hombre que amaba los perros me parece un tanto
reiterativa después de la gran trilogía histórica de Isaac Deutscher,
que acaso la generación de Padura ignoró, pero que fue esencial para
la formación ideológica de una fundamental porción de la mía. No hay
que olvidar que el grupo de jóvenes pensadores que centró el trabajo
de Pensamiento crítico, publicó regularmente en El Caimán Barbudo. Y,
literariamente, creo que la investigación histórica le desborda la
estructura novelesca a la novela: la trama sufre porque empiezan a
aparecer situaciones narrativas que podrían ser útiles a la indagación
histórica, pero que ella no necesita.
Padura ha dicho que fue su generación la que devolvió la vitalidad a
la literatura cubana tras el penoso período del Quinquenio Gris. Creo
que esa es una visión extremadamente parcial.
Las represiones y censuras del Quinquenio Gris fueron tan abarcadoras
en el ámbito literario que fue casi toda la literatura cubana de valía
– exceptúo a Nicolás Guillén y a Alejo Carpentier, que claro que no
fueron censurados –la que recomenzó a devolverle vitalidad a la
difusión de la misma. En cuanto a las obras nuevas, resultó esencial,
en las entradas de los años ochenta, la obra de Luis Rogelio Nogueras:
me refiero a la aparición de un poemario como Imitación de la vida,
(Premio Casa de las Américas y elogiado por José Saramago) y de una
novela como Y si muero mañana, en la que la trama policial se trataba
como nunca hasta entonces se había tratado entre nosotros. Antes de
otorgarle el Premio Nacional de Literatura a Leonardo Padura, me
parecía más justo y mucho más correspondiente con nuestra historia
cultural, habérselo concedido a Eduardo Heras León.
El Chino, ácidamente estigmatizado en los días del Quinquenio Gris por
haber escrito el que me parece su mejor libro (Los pasos en la hierba)
no escribió una literatura que las conservadoras grandes editoriales
de los tiempos que corren habrían editado, pero contribuyó, con varios
libros de relatos de gran calidad a conformar una narrativa épica que,
junto a los libros de Jesús Díaz y Norberto Fuentes, Ilustra los días
heroicos en que se enmarcaron hechos como la batalla de Playa Girón,
la limpia del Escambray y la Zafra de los Diez Millones: no mirar esa
historia, es no mirar lo que somos, es desconocernos nosotros mismos.
Lamenté enormemente cuando Jesús decidió abandonar el país y la
Revolución. Pero le escuché decir alguna vez a mi profesor Raimundo
Lazo que los escritores no cruzan las fronteras con sus libros debajo
del brazo. Si hemos publicado textos de exiliados como Jorge Mañach,
Lino Novás Calvo y Carlos Montenegro, esenciales para comprender la
literatura del país; si premiamos estudios sobre la obra narrativa de
Calvert Casey, o publicamos un importante estudio sobre la crítica
cinematográfica de Guillermo Cabrera Infante, creo que es imposible no
reeditar novelas como Las iniciales de la tierra –la mas importante
novela de la Revolución Cubana– o editar esa juguetona y trágica obra
maestra que es Las palabras perdidas.
Admiro el trabajo de Padura, pero creo que tenía tiempo para obtener
ese galardón por un trabajo que abarque mejor la obra de toda su vida.
Si vamos a subordinar el Premio Nacional a los éxitos de mercado
–sobre todo foráneos– creo que desconoceremos nuestra historia y
tendremos que esperar a que desde fuera nos digan cómo debe ser. Dos
veces he sido miembro del jurado que concede el Premio Nacional de
Literatura. La primera vez, tuvimos en cuenta la decisiva obra crítica
de Ángel Augier, pero también su ancianidad; lo propio ocurrió al
concederle el galardón a Humberto Arenal, autor de una obra narrativa
un tanto magra. Valoramos la larga presencia de Humberto en la vida
cultural cubana.
Los jurados que conceden el Premio han variado numerosas veces. Por
ello, no creo que su otorgamiento deba regirse por el variable
criterio de los diferentes jurados, sino que debieran existir unas
normas que guiaran la acción del jurado para conciliar –como ha sido
en algunos casos– el éxito editorial con el reconocimiento a la obra
de la vida y a la historia de nuestra cultura, y no invisibilizar
momentos, obras y autores esenciales de nuestra literatura.

COMENTARIO QUE ENVIÉ AL BOLETÍN "POR CUBA" CON COPIA A GRR
Leo con estupor el artículo de GRR titulado "La Literatura Invisible"
y lo primero que pienso es que debía titularse "La Egolatría Visible".
Por haber sido elegido para constituir jurados de certámenes
literarios, ya este Rodríguez se siente autorizado a descalificar a
otros jurados e invalidar los premios que hayan otorgado sin su sabia
contribución.
Además, según él, dos premiados (Leonardo Padura, el de la crítica y
Reina María Rodríguez, el Casa 1984) le deben a su voto el haberlo
obtenido. Semejante favor debe garantizarle el agradecimiento eterno
de los galardonados, que le deben rendir pleitesía por su
magnanimidad; eso al menos, colijo yo de su escrito. Sin embargo,
según GRR, ninguno de los dos merecía el premio Nacional de
Literatura.
¡Qué maravilla de autosuficiencia! ¡La modestia brilla por su
ausencia! No podía esperarse menos de quien se cree árbitro supremo y
descalifica el acuerdo de cualquier otro jurado en el cual él no
participe. Ahora comprendo el origen de la embestida anti ética que
sufrió uno de mis artículos por parte de este Rodríguez: No conté con
él para escribirlo.
Jorge C. Oliva Espinosa jorgecoliva@gmail.com
Desde Regla, Ayer, "La Sierra Chiquita", ayer, hoy y siempre, bastión
de rebelde cubanía.
Enero 16 de 2014¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬
(1) Mi artículo titulado "Combatientes y Debatientes", publicado en
octubre 13 de 2012

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 14 de enero de 2014

ENTRE ESCILA Y CARIBDIS

ENTRE ESCILA Y CARIBDIS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Escila y Caribdis son dos monstruos que la Mitología griega situó a
cada lado del estrecho de Mesina, la delgada franja de mar que separa
a Sicilia de Italia. Escila estrellaba las naves contra los
acantilados y Caribdis era un descomunal remolino que se las tragaba.
Los dos significaban riesgos mortales y eran difíciles de evitar, pues
ambos se hallaban muy próximos. La frase «entre Escila y Caribdis»
caracteriza una circunstancia donde se está entre dos peligros y
alejarse de uno significa caer en el otro, algo similar a encontrarse
«entre la espada y la pared». Y esa situación es muy parecida a la que
enfrentan hoy nuestros gobernantes.
El actual gobierno cubano ha emprendido como tarea impostergable una
serie de cambios ineludibles; más que necesarios, son imprescindibles
para garantizar la continuidad del sistema. Pero al acometerlos, choca
con poderosas fuerzas internas, surgidas a la sombra del poder y que
retienen una parte del mismo. (Fidel había advertido sobre la
existencia de esas fuerzas al enunciar los conceptos de revolución).
Estos choques generan contradicciones evidentes y las mismas se
traducen en frenazos, retrocesos, incongruencias y absurdos,
imposibles de entender. Por otra parte, la dinámica reproductiva de
las pequeñas células capitalistas, introducidas por los cambios como
una necesidad, genera un proceso parecido a la invasión del tejido
sano a partir del tumor canceroso: crecen, se reproducen, trasladan y
crean metástasis.
Ante el peligro de naufragio que significó el "Período Especial", el
pueblo oyó el grito de "Sálvese quien pueda" y obró en consecuencia.
¿Secuelas? En primer lugar, se produjo una ruptura del pacto social
establecido y un distanciamiento de intereses entre gobernantes y
gobernados. Parejamente, el instinto de conservación exacerbó el
egoísmo, la indisciplina, el individualismo y la pérdida de valores
éticos; males que el gobierno denuncia y llama a erradicar, pero ante
los cuales se muestra pasivo, sin activar vías y métodos para
lograrlo. Se señala la presencia nociva de estas desviaciones en el
seno del pueblo, pero no su existencia en algunas esferas del poder,
que han sido igualmente pervertidas y que brindan un mal ejemplo a los
dirigidos. Si un funcionario estatal vive como un millonario, pensará
como tal y actuará como tal. Los que le ven actuar así (principalmente
sus subalternos), se inclinan a imitarle y aspiran a acercarse lo más
posible a su nivel de vida. Es de esperar que un empleado estatal,
remunerado con un salario miserable, apremiado por penurias y ante la
falta de control de un empleador casi siempre ausente, opte por medrar
con lo que esté a su alcance. Tanto el alto burócrata corrupto, el
empleadillo venal o el desempleado marginal que rapiña a su modo, son
fermentos de una misma descomposición social.
Cada medida necesaria que se implanta, viene acompañada con una
especie de camisa de fuerza que anula o desfigura gran parte de sus
resultados. Los ejemplos abundan: se expiden licencias para pequeños
negocios y no se les dota de un mercado mayorista del cual
abastecerse; se abren las aduanas al tráfico de mercancías por
particulares y se termina prohibiendo la venta de dichas mercancías;
se anuncia que unificadas las dos monedas en circulación, será el peso
cubano el que subsista y sin embargo, cada día se abren más y más
ofertas y servicios en CUC; el más reciente ejemplo es la oferta
liberada de automóviles a precios tan descabellados que limitan su
demanda. Una "fuente confiable" a la que consulté, me dijo que la
medida tenía el objetivo de "sacarles el dinero a los nuevos ricos".
De ser así, hubiera sido más sensato haber impedido el acaparamiento y
la especulación que hicieron posible el surgimiento de esos nuevos
acaudalados. Pero, en esto, como en otras muchas cuestiones, el estado
se declaró incapaz de ejercer control alguno.
Tarea delicada la del desmontaje de toda una serie de medidas y de
prohibiciones implantadas durante la presidencia de Fidel, -algunas
justificadas por coyunturas históricas, otras dictadas por el
voluntarismo- y a la vez sustraer de toda crítica al líder,
manteniendo intacto el culto a su figura y a su innegable papel como
iniciador. Es incuestionable que, en poco tiempo, se ha avanzado
bastante en ese sentido. Pero al parecer, al hacerlo el aprendiz de
brujo desató fuerzas incontrolables. Esas fuerzas, al actuar,
convierten nuestra actualidad en un paisaje kafkiano. Es así que, al
llamado de Raúl para que la prensa indague, informe y critique,
funcionarios de rangos subalternos ponen obstáculos a los periodistas
para que estos cumplan su función; lo hacen a la luz del día, en plena
actitud de desobediencia y con absoluta impunidad. Los ataques del
Presidente al llamado "secretismo", son desoídos por los que continúan
ocultando información al pueblo.
En los lineamientos para una supuesta "actualización del modelo",
priman los criterios economistas y se manifiesta una reserva, una
desconfianza, un temor, hacia formas de propiedad verdaderamente
socialistas, mientras se potencia el trabajo individual, germen de un
capitalismo protozoario. A veces, se da la impresión que el objetivo
que se persigue es convertir la sociedad cubana en una sociedad de
comerciantes individuales. Sin embargo, ni en esas modalidades que se
promueven, dejan de estar presentes los frenos y limitaciones que
impone la burocracia. Se habla de descentralización y se fortalece
cada vez más la presencia de un Estado monopolista y abarcador. Se
opta por métodos de control administrativos en lugar de
participativos. Todo hace que la irracionalidad y la incongruencia
acompañe a cada intento de cambio a los que, empecinadamente, no se
les quiere llamar reformas. Se apuesta por la iniciativa privada y se
ahoga esa iniciativa con un asfixiante sistema tributario. En cuanto
una actividad del sector privado amenaza al monopolio estatal, en
lugar de aceptar el reto de competir con calidad y precios, el estado
confiesa su incapacidad para la competencia y opta por prohibir dicha
actividad.
Se proclama el fortalecimiento de los sindicatos, potenciar el
protagonismo del movimiento obrero y al Congreso de los trabajadores
se le impone, como Presidente del Comité Organizador, a un cuadro
profesional del Partido. Ya no se discute si los estímulos deben ser
morales o materiales. Son cosas inexistentes, hace rato desaparecidas.
No se premia ni retribuye la cantidad y la calidad del trabajo, sino
su necesidad en un momento dado. Medallas y diplomas dejaron de tener
sentido, ante urgentes apremios de sobrevivencia. El plus en moneda
convertible, por poco que sea, es el mayor atractivo para los pocos
nuevos empleos que se ofertan. La busca de una oportunidad es hoy el
motor impulsor del ciudadano común y la pirámide salarial se ha
invertido. En busca de mayores ingresos, muchos profesionales optan
por empleos que no requieren alta calificación, pero que son mejor
remunerados. La fuga de ingenieros, licenciados y maestros hacia el
comercio y el turismo, adquiere características de estampida
desenfrenada.
Cada error que se comete, al igual que las medidas (necesarias o no)
que afectan la economía individual, tiene un alto costo político: le
resta credibilidad al gobierno y mella la fe de un pueblo cada vez más
descreído que opta por la indiferencia aparente y busca sus propias
soluciones.
A pesar de todo lo anterior, sigo siendo optimista, confío en el
futuro. La historia no es una línea recta, y en la evolución de la
sociedad hay tramos de aparentes retrocesos, pero que acceden a
niveles superiores de organización y desarrollo. Es la espiral
dialéctica de la que nos habla el materialismo histórico. La inmensa
mayoría de los cubanos sabemos que bajo el capitalismo, lo demostró
nuestra historia, es imposible hablar de soberanía nacional y que la
garantía de nuestra independencia es el socialismo. Estoy convencido
que es necesario eludir a Escila y a Caribdis para llegar a la tierra
firme de un socialismo participativo, democrático, posible, próspero y
sustentable. De lo contrario, nos estrellaremos contra las rocas o nos
tragará el gigante remolino.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Enero 14 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

domingo, 12 de enero de 2014

BARATA SE DESBARATA

BARATA SE DESBARATA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

A Jorge Gómez Barata lo conozco solamente por sus escritos, algunos de
los cuales contienen planteamientos que comparto y que he aplaudido.
Pero Barata escribió uno muy reciente que me provocó objeciones
inmediatas. Como no tengo contacto personal con este compañero, fiel
a mi ética inalterable, le envié (17.12.2013) por esta vía las glosas
contentivas de mis réplicas. A casi un mes de cumplido ese deber,
divulgo hoy tanto el artículo suyo como mis comentarios (escritos con
mayúsculas y entre paréntesis). Respeto al autor, pero no comparto
algunos de sus criterios. No critico al hombre, sino a las ideas que
expresa. Creo, sinceramente, que en su escrito Barata se desbarata.

SOCIALISMO: CAMBIAR PARA EXISTIR
Jorge Gómez Barata
Desde finales de los años 80 se hizo evidente que para salvar el
socialismo era preciso renovarlo desde sus cimientos. Ningún país de
Europa Oriental lo logró y la Unión Soviética pereció en el intento
(AL ESTALINISMO ES IMPOSIBLE RENOVARLO); China avanzó (¿HACIA DÓNDE
FUE ESE AVANCE, SINO HACIA EL CAPITALISMO?) porque es una mega
economía, comenzó antes (A INVENTAR "EL SOCIALISMO DE MERCADO" PARA
CONCLUIR QUE, PARA LLEGAR AL SOCIALISMO, PRIMERO ES NECESARIO
DESARROLLAR EL CAPITALISMO) y Vietnam no perdió tiempo y encontró
petróleo y ambos contaron con el aporte del capital extranjero,
principalmente de Estados Unidos (QUE ESTUVO PRESTO A AYUDARLES A
CAVAR LA TUMBA DEL SOCIALISMO)que no puso reparos a sus empresas y
abrió su enorme mercado (PARA PENETRARLOS MEJOR).
Para Cuba todo ha sido más difícil porque al bloqueo (AHORA EL BLOQUEO
ES EL TOTÍ) norteamericano recrudecido con las leyes Torricelli y
Helms-Burton se sumó la crisis derivada de la debacle soviética y la
ofensiva contrarrevolucionaria, eventos que en conjunto crearon la
necesidad de resistir y de aplazar los cambios más sustantivos.
Veinte años después, con la economía virtualmente colapsada (NO SOLO A
CAUSA DEL BLOQUEO, SINO TAMBIÉN DE LOS DISPARATES ECONÓMICOS
COMETIDOS), sin reservas ni fuentes de acumulación, sin atractivos
significativos para el capital extranjero (AL QUE AHUYENTARON CON
MEDIDAS ABSURDAS: RETENCIÓN DE UTILIDADES, NO PAGO DE DEUDAS,
CONGELACIÓN DE CUENTAS BANCARIAS, ETC.) ni acceso a fuentes de
financiamiento externo como para relanzar un proyecto de desarrollo
basado en el crecimiento económico y la innovación tecnológica y
obligada a reducir gastos públicos y paralizar actividades no
rentables, en lugar de verdaderas reformas, Cuba aplica paliativos que
le han permitido sostener el statu quo. (AL FIN DICE ALGO CON QUE
ESTEMOS DE ACUERDO: LAS REFORMAS, EN LUGAR DE SER VERDADERAS REFORMAS,
SON PALIATIVOS QUE BUSCAN SOSTENER EL STATU QUO, NO RESOLVER LOS
PROBLEMAS MÁS ACUCIANTES)
La complejidad de la coyuntura radica en que los problemas externos,
especialmente la agresividad norteamericana, en lugar de atenuarse se
acentúa dando lugar no sólo a un diferendo bilateral cuya asimetría lo
hace criminal, creando además un asfixiante cerco que amenaza con
paralizar el magro comercio exterior cubano de modo que a las
dificultades para obtener divisas, se suma la imposibilidad de
gastarlas, incluso en adquirir alimentos y medicinas.
Del 2009 a la fecha media docena de bancos europeos han pagado multas
por más de 2000 millones de dólares impuestas por el Departamento del
Tesoro de Estados Unidos por realizar operaciones financieras con Cuba
que ha sido incluida en cuanta lista negativa elabora la
administración estadounidense.
A esas circunstancias se añade la acumulación de problemas internos
que son multilaterales, (SERÍA INTERESANTE SABER ¿QUÉ ENTIENDE BARATA
POR PROBLEMAS INTERNOS MULTILATERALES?) se expresan a grandes escalas,
implican a millones de personas, involucran intereses de enorme
trascendencia y diversidad y ninguno tiene solución sin respaldo
económico. ( Y SIN VOLUNTAD DE RESOLVERLOS TAMPOCO. NO HABRÁ SOLUCIÓN,
MIENTRAS SE AFERREN AL "MODELO" Y A SU IMPOSIBLE ACTUALIZACIÓN)
A los problemas objetivos externos e internos pueden estarse sumando
algunos derivados de la naturaleza de la cultura política cubana
basada en la exclusividad ideológica y en criterios filosóficos atados
a la lectura soviética del marxismo (NUESTRA COPIADERA, Y DIGO
NUESTRA, PORQUE CREO ENTENDER QUE USTED TAMBIÉN CONTRIBUYÓ A COPIAR),
que reivindican viejas fórmulas, algunas de ellas obviamente
fracasadas, impidiendo reflexiones suficientemente amplias, no
permiten la diversidad de criterios y dificultan la incorporación de
elementos conceptuales realmente renovadores.
La obvia contradicción entre la teoría y la práctica (NO HAY TAL
CONTRADICCIÓN: CUANDO LA TEORÍA ES CONSECUENTE Y CORRECTA, LA PRÁCTICA
LA CORROBORA. CUANDO NO, NO. YA LO DIJO LENIN: LA PRÁCTICA ES EL
CRITERIO DE LA VERDAD) puede estar generando tensiones y actuando como
una retranca que limita innovaciones económicas trascendentales y es
causante de la sequía imaginativa, la extremada cautela y la paradoja
de que, mientras el llamado cuenta propismo hace proliferar
ocupaciones precarias y marginales (Y ALGUNAS NO TAN MARGINALES, PUES
SE CONVIERTEN EN CUENTAPROPISTAS EMPLEADORES, AUTORIZADOS A EXPLOTAR
LA FUERZA DE TRABAJO DE OTROS TRABAJADORES NO ESTATALES), mantiene
virtualmente al margen al magnífico y abundante capital humano formado
por más de un millón de profesionales (casi el 10 por ciento de la
población). (A ESOS PROFESIONALES, BARATA, NO HAY QUE CONVERTIRLOS EN
CUENTAPROPISTAS, LO QUE HAY ES QUE REMUNERAR SUS TRABAJOS DE FORMA
JUSTA, PARA QUE PUEDAN VIVIR DECOROSAMENTE)
Tal vez la próxima sesión de la Asamblea Nacional (¡PECA USTED DE
ILUSO, BARATA!) y las reflexiones en el seno del Comité Central del
Partido que por estas fechas suele ser convocado para examinar
básicamente temas económicos, traigan algunas novedades. Allá nos
vemos. (A ESE PASO, ES POSIBLE QUE NOS VEAMOS EN EL INFIERNO DE UNA
CUBA CAPITALISTA Y NEOPLATTISTA!)

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Enero 13 de 2014

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jueves, 9 de enero de 2014

AH, LA HISTORIA, ESE VIEJO CUENTO

AH, LA HISTORIA, ESE VIEJO CUENTO
Por Sempronio, el de Regla

Siempre he dicho que la historia es un viejo cuento que se repite y
repite con otros nombres, en lugares y circunstancias diferentes. Eso
mismo dijeron antes otros hombres, pero han sido figuras importantes
mientras que yo, Sempronio, soy un simple reglano de a pie, común y
corriente.
Así, León Felipe, el gran poeta del exilio español, escribió: "...
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra/ al ver las
mismas cosas siempre con distinta fecha?/ Los mismos hombres, las
mismas guerras, / los mismos tiranos, las mismas cadenas, / los mismos
farsantes, las mismas sectas/ ¡y los mismos, los mismos poetas!.../
Hoy, persistiendo en esta idea, recuerdo una salida muy cubana que
tuvo un combatiente clandestino, durante la dictadura de Batista y que
le salvó la vida. Fue una simpática ocurrencia, un chispazo genial de
los que afloran en los momentos más críticos y que se dan silvestres
en esta tierra de encanto, en esta Cuba donde el chiste y la
heroicidad andan hermanados, como elementos de lo real maravilloso que
deslumbró a Carpentier.
Resulta que el protagonista de este increíble suceso, al ser detenido
portaba una ametralladora nuevecita, en su embalaje original y con el
preservo de fábrica. Los sicarios se ensañaron con él, le propinaron
una descomunal paliza y ya casi inconsciente, comenzaron a torturarle.
Necesitaban saber de dónde había sacado aquella arma sin estrenar; era
fácil deducir que formara parte de un gran lote, de los ya conocidos
arsenales de la organización llamada "Triple A" y estaban empeñados en
ocupar ese alijo, tal como habían hecho en ocasiones anteriores. La
infernal sesión se prolongó más allá de lo usual. Hacían pausas y lo
revivían para luego continuar. La pregunta, con tono siniestro, era
siempre la misma: ¿Quién te dio ese juguete?... Varias veces, nuestro
protagonista dudó si revelar su fuente de aprovisionamiento y así
terminar aquella agonía; tenía claro, en medio del dolor y de la
sangre, que en cuanto hablase, todo acabaría y lo matarían. Pero, en
lugar de resignarse a morir, fue más valiente y decidió vivir. Cada
vez que le preguntaban ¿Quién te dio ese juguete?, se burlaba de sus
verdugos y repetía: "Me lo trajeron los reyes"... Su respuesta,
siempre la misma, enfurecía cada vez más a los torturadores que,
reaccionando como las bestias que eran, dejaban de torturarle para
castigar su osadía con patadas y puñetazos. De nada valía lo que le
hicieran, él repetía la misma respuesta y así, aferrado a su infantil
y fantástica versión, milagrosamente, logró sobrevivir toda una
semana; luego, otros objetivos, considerados más importantes,
desviaron la atención de los esbirros que parecieron olvidarlo. Sin
embargo, en los medios subversivos, su respuesta le sirvió de mote y
todos le conocían como "Me lo trajeron los Reyes".
Como las palabras suelen repetirse en contextos distintos, algo
similar se me ocurre que diga, el primer afortunado que, con un cuarto
de millón de CUC, se aparezca a comprar su Peugeot 2013. Cuando le
pregunten el origen de ese dinero (si es que se lo preguntan), él
puede afirmar lo mismo que aquel luchador clandestino: ¡Me lo trajeron
los Reyes!

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Enero 10 de 2014
PD: A mí, los Reyes no me trajeron ni un quilo partío por la mitá.
Parece que me porté mal. Sempronio.

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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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miércoles, 8 de enero de 2014

CIEN AÑOS ATRÁS

CIEN AÑOS ATRÁS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Una vez más el almanaque nos advierte que ya pasó otro primero de
enero y volvemos a llenarnos de nostalgia por aquel amanecer de
esperanza, amanecer de año nuevo y vida nueva, aquel despertar con las
cadenas rotas de 1959, preñado de comienzos, purezas y júbilos
compartidos. La realidad nos dice que el glorioso acontecimiento
pertenece al siglo pasado, que ha llovido mucho desde entonces y que
sucesos y lecciones se han ido acumulando para entrar en una nueva
era. Más cercano fue ayer, cuando doblamos la curva del milenio y nos
adentramos en el siglo XXI; ese hito del tiempo nos parece más
reciente, maquillado de actualidad y de renuevos, sin embargo ya
remontamos la cuesta de su segunda década. Ahora comenzamos este año
2014 y a mí, si de recordar pasados se trata, se me ocurre tirar mi
curricán bien lejos, lanzar una ojeada cien años atrás, sintetizar lo
que ocurría entonces, establecer posibles comparaciones y tratar de
extraer alguna enseñanza.
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial. Detonante de pretexto, el
magnicidio de Sarajevo; causa real, el nuevo reparto del mundo que
exigían las potencias imperiales. En esa guerra, se usará el gas
mostaza como arma química de exterminio masivo, la aviación como
fuerza armada hará irrupción, el holocausto se llevará a decenas de
millones y desaparecerán cuatro imperios: el otomano, el ruso, el
autrohúngaro y el alemán; a la par, surgirán nuevas naciones estados.
En Estados Unidos gobiernan los demócratas con el Presidente Woodrow
Wilson, vigésimo octavo en ocupar la Casa Blanca; pero en el Capitolio
dominan los republicanos, encabezados por Cabot Lodge. Wilson se
caracteriza por su política intervencionista, en 1914 invade México y
ocupa Veracruz; en años sucesivos hará lo mismo en Haití y en
República Dominicana. No entrará en la contienda europea hasta 1917.
En todo esto, sus enemigos republicanos le apoyan, se opondrán en
cambio, a la entrada de Estados Unidos en la liga de la Naciones.
En Cuba gobierna Mario García Menocal, apodado "El Mayoral de
Chaparra"; el país tiene por primera vez su propia moneda, a la par
que se puebla de "cómpanys" norteamericanas que vienen a invertir en
la industria azucarera y construyen grandes centrales, mientras
amplían y modernizan otros; el azúcar alcanza altos precios debido a
la guerra y los tiburones se regocijan, la penetración económica se
extiende, maniatando al país. En la Capital, están por construirse los
parques de La Fraternidad y la Avenida de las Misiones, la Universidad
no tiene su escalinata; no existen todavía ni el Palacio Presidencial,
ni el Capitolio. El Honorable Señor Presidente de una Cuba, más
protectorado que República, tiene sus oficinas en el antiguo Palacio
de los Capitanes Generales, el mismo edificio desde donde se gobernaba
la colonia, situado frente a la Plaza de Armas. A un costado de esa
plazuela, está la Embajada norteamericana, bien cerca del ejecutivo,
como para que las órdenes que trasmita lleguen con celeridad a este.
El Poder Legislativo sesiona en un edificio, aun conservado, muy cerca
de allí, en pleno corazón de la Habana primigenia, la que hoy llamamos
Vieja.
En ese 1914, en el Instituto de La Habana, comienza sus estudios de
bachillerato un jovencito de 15 años, nacido en el pueblo de Alquízar
e inscrito en el Registro Civil como Rubén Martínez Villena; mientras,
un niño de 8 años, que había nacido en Filadelfia, se muda con su
familia de Matanzas para Pinar del Río. Otro niño, un año mayor que
aquel, se prepara en La Habana para viajar a Nueva Orleans, en unión
de su madre. Años después, ambos niños ya adolescentes, coincidirán
como estudiantes en el Instituto de Pinar del Río. Uno, el que vino de
Matanzas, se llama Antonio Guiteras; el otro, Julio Antonio Mella. Los
dos llevan sangre irlandesa por herencia materna y no tardarán de
ocupar los sitiales que les reserva la historia.
En la Habana, no existen estaciones de radio, mucho menos de
televisión que es cosa inimaginable, en cambio pululan los cafés
tertulianos y los teatros florecen. En la esquina de Consulado y
Virtudes, el "Teatro Alhambra" marca época en el vernáculo, las
presentaciones de sus estrenos caracterizan el panorama nacional; el
"negrito" de Sergio Acebal hace reír y pensar al público, Federico
Villoch escribe los sainetes y el maestro Jorge Ánkerman se encarga el
repertorio musical. En la calle San Lázaro, el Señor Ernesto
Carricaburu, con diez Ford modelo T, abre el primer servicio de autos
de alquiler.
En una casa de El Cerro, el día 24 de febrero, le celebran su segundo
añito a un niño. Entre los regalos que recibe, quizás una caja de
lápices de colores le anima a embarrar paredes; se llama René
Portocarrero y cuando crezca, descollará en la pintura cubana.
Se nos presentaría muy extraña, aquella Habana nuestra de cien años
atrás. ¡Cuántos niños y jovencitos, entonces desconocidos, asumirán
protagonismo en los siguientes años! ¡Cuánta historia tendrá que
transcurrir, cuántos avances y retrocesos, para llegar a nuestros
días!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Comenzando enero de 2014
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 7 de enero de 2014

LAS LECCIONES DE AQUEL ENERO

LAS LECCIONES DE AQUEL ENERO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Han pasado 55 eneros desde aquel de victoria y entusiasmo, de júbilo y
esperanzas; vino cargado de lecciones, muchas de las cuales no supimos
aprovechar o necesitamos un tiempo para comprenderlas. La luz de aquel
amanecer, después de permanecer años en las tinieblas, nos hizo
enceguecer, como deslumbrados. La embriaguez del triunfo, nos condujo
a la candidez de ver sinceridades y rectificaciones donde solo había
falsedad y oportunismo. Alertado por Fidel, el pueblo frustró en horas
el intento de escamotear la victoria; la maniobra golpista y
extemporánea fracasó ante la desmoralización de un ejército mal
llamado "nacional" y el empuje de otro ejército brotado del pueblo y
representante de sus intereses.
La alegría fue tan generalizada que, hasta los que pronto se
declararían nuestros enemigos, compartían el jolgorio; entre aquellos
estaban los que creyeron que la revolución acabaría en una farsa más,
que sería otro engaño al pueblo y dejaron de apoyarla al percatarse de
su autenticidad. Nuevos personajes ocuparon el escenario y algunos
pretendieron protagonismos no merecidos; eran frecuentes los sumados a
la insurrección la noche anterior, pululó, como salida de la nada, una
pléyade de "aconsejadores" dispensando, generosamente, recetas y
consejos que nadie les había pedido; eran los sabios supremos,
poseedores de las fórmulas mágicas a poner en práctica por el nuevo
gobierno; sospechosamente, todos recomendaban moderación. En
contraposición, surgieron los extremistas, embozados madrugadores que
no dispararon un tiro contra la dictadura, pero que se ofrecían
voluntarios para integrar los pelotones de fusilamiento y efectuar los
tiros de gracia.
Repasar la nómina del flamante consejo de ministros, nos ofrece un
amplio abanico de pensamientos y tendencias, de intereses y objetivos.
En el seno de aquel recién estrenado gabinete, se escenificaba la
tradicional lucha de Revolución versus Reforma. Desde la Embajada
norteamericana, el águila imperial seguía con expectación cada una de
aquellas primeras horas; por una parte, dudaba si los exaltados
guerrilleros, convertidos en gobernantes, cumplirían los radicales
planes que habían enunciado como programa; por otra parte confiaba en
la labor de zapa de algunos farsantes, que permanecían aguardando su
momento. En esa indecisión, se debatía el águila siempre enemiga;
aparecieron entonces las "alertas tempranas sobre el peligro
comunista", que de seguro contaron con su anuencia y le hicieron
sonreír.
Y pasó el tiempo y la escena se fue aclarando, algunos "amigos y
defensores" se esfumaron, desertaron los que "querían revolución, pero
no tanto", disfraces y caretas cayeron y cada cual asumió su verdadera
identidad. En ese lapso, se cometieron los inevitables errores de todo
principio, algunos inducidos por recomendaciones interesadas de los
"nuevos compañeros de viaje" y otros propiciados por circunstancias
coyunturales. Hoy, solamente el tiempo transcurrido, con su carga de
vivencias, ofrece la oportunidad de asimilar algunas de las lecciones
que nos trajo aquel enero de 1959. ¡Tengo el convencimiento, que
todavía nos queda mucho por aprender de aquellos días!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Enero 8 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

lunes, 6 de enero de 2014

VENTAS LIBERADAS

VENTAS LIBERADAS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

¡Benditos los días en que nada desaparecía! Todo estaba racionado,
pero había. El asunto era esperar cuando te tocara. La cuota asignada
estaba garantizada; a veces se retrasaba, pero siempre te llegaba. En
cuanto salieron de la libreta desaparecieron, en su momento, los panes
y los peces; perdón, quise decir los panes y los huevos... Por
fortuna, el país ha avanzado, no hay dudas; todos los planes se han
reportado cumplidos y algunos sobre cumplidos. Pero la riqueza
persiste en ser ausentista. Para que el pan permanezca "por la libre"
hubo que ponerlo al "módico" precio de diez pesos la libra y a los
huevos fue necesario venderlos a un peso diez centavos la unidad para
que no desaparecieran una vez liberados. Así pasó con otros productos,
como la papa y el gas, que al liberarse, dispararon astronómicamente
sus precios. Era otra forma de racionamiento que, al limitar el
consumo, permitía mantener la libre oferta, disfrazándola como avance
productivo. Lo demás seguía escaseando, pero ahí estaba para
socorrernos la libreta igualadora. Había sucumbido, al parecer para
siempre, la reina Abundancia y ni el "Plan Alimentario", ni las
exitosas cosechas, fueron capaces de restaurar su perdido reinado en
nuestras mesas; le sucedía la usurpadora Escasez.
En un momento de nuestra historia, Cuba fue el mayor importador de
automóviles entre los países de América. Claro, que detrás de esta
cifra estadística y falsa, se ocultaba un gran negocio de nuestro
"buen" vecino norteño, el que nos convirtió en protectorado, nos
bloqueó desde temprano haciendo que los automóviles (casi todos "made
in USA") desaparecieran y se hiciera lánguido nuestro tráfico urbano.
Eso era conveniente: así cuidábamos el medioambiente y lo librábamos
de contaminaciones, luchábamos contra el efecto invernadero y por
conservar la capa de ozono. Nuestros automóviles muestran hoy un
amplio muestrario internacional: subsisten algunos Skoda checos y los
primeros Volga, sucedidos por los Moskovich, los Ladas y los Alekos,
todos soviéticos; también los Peugeot franceses y los Ford y Chevrolet
argentinos que confraternizaron con los italianos FIAT y Alfa Romeo,
carro de deportivo que destinamos a los dirigentes y al servicio de
taxis. Recientemente, hicieron irrupción los Hyundai, los BMW, Seat,
Audi, Suzuki, Citroen, Fiat y Toyotas, todo un carnaval de marcas.
Parecía que nos había invadido la abundancia deseada, pero era solo
para unos pocos. La cosa era restringida, había que comprenderlo.
Primero estaban los que merecían tener un carro, aquellos que se lo
habían ganado con sus aportes a la sociedad o a la suciedad,
dependiendo del caso. Para impedir que hubiera relajo en la
repartición, el Estado, siempre vigilante, extendía sus "cartas de
autorización", imprescindible requisito para la adquisición. Hubo
quienes vendieron sus cartas y quienes las compraron para luego
revender los carros. ¡Cosas inevitables en el libre mercado! Pero, he
aquí, que ahora se suprime esa carta y la venta de autos es declarada
"liberada". Perdieron por igual, el que compró una carta, como aquel
que la conservó para comprar su carrito a un precio que ahora se ha
multiplicado, alejándose de sus posibilidades. ¡Son gajes de la
situación cambiante! Pero, señores, ahora cualquiera puede comprar un
automóvil nuevo o de uso, acorde a sus medios económicos, claro; como
cualquier producto liberado, los autos han disparado sus precios. No
es una subordinación a las "Leyes del Mercado", no; aquí prevalece la
"Planificación Socialista". ¡Si usted es de los afortunados que puede
disponer de doscientos mil CUC y un poco más, está a su disposición un
Peugeot del 2013; si sólo tiene catorce mil, entonces tendrá que
conformarse con un BMW de 1997, por supuesto, de uso... Ya lo saben
los que posean esas cantidades, ¡a comprar sus carros!, ahora en venta
liberada y con precios que garantizan su no desaparición inmediata.
Esas ventas contribuirán a las inversiones que se hagan en el
transporte público, así se beneficiarán los que dependen de las
guaguas para moverse. No olviden que, como dijo el Presidente Raúl, el
primero de enero, este es un gobierno de los humildes, por los
humildes y para los humildes.
Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión
de rebelde cubanía.
Enero 6 de 2014
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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jorgecoliva@gmail.com

viernes, 3 de enero de 2014

¡USTED TAMBIÉN PUEDE TENER UN BUICK!

¡USTED TAMBIÉN PUEDE TENER UN BUICK!
Por Sempronio, el de Regla.

Me cuentan los que vivieron aquella época de un anuncio radial muy
difundido, con el cual la Agencia Santé Motors, concesionaria de los
automóviles marca Buick, promocionaba sus ventas. El reclamo comercial
comenzaba con una afirmación alucinante, donde el locutor aseveraba
enfáticamente: ¡Usted también puede tener un Buick! Vana ilusión en un
país con alta tasa de desempleo y donde la mayoría de los empleados
recibían salarios que apenas alcanzaban para sobrevivir, un país en
cuyos campos reinaban la miseria y el empleo cíclico en la caña,
alternado con el fantasma recurrente del llamado "tiempo muerto". Para
Chicho, el fritero, Olga la tamalera y Pepe el limpiabotas, el anuncio
les parecía un chiste cruel; sin embargo, aunque les fuera difícil
albergar aquel sueño, soñaban, soñaban...
Alimentar ilusiones infundadas, era un recurso muy manido para
mantener embrutecida a la población, siempre esperando un evento
imposible, siempre a la espera de un mañana que nunca llegaría.
Liborio veía transitar por sus calles una profusión de autos flamantes
y le decían que él podía ser el propietario feliz de uno de ellos.
Pero, eso sería otro día, no hoy, quizás mañana, si la fortuna le
sonreía y se sacaba el premio gordo de la Lotería Nacional.
Con los automóviles hemos tenido una historia ya larga los cubanos.
Enclave neocolonial norteamericano, fábrica de nuevos ricos al compás
de elecciones cada cuatro años, Cuba y fundamentalmente La Habana, fue
centro de un pujante mercado del transporte automotor. La venta de
autos nuevos y de uso fue un negocio muy rentable para la "Gran Nación
del Norte" y para algunos avispados cubanos. En el puerto habanero,
los buques tipo "ferris", desembarcaban cientos de autos cada día.
Eran carros devaluados en el mercado de allá que aquí adquirían buenos
precios. Tanto las tarifas arancelarias concedidas por el gobierno de
turno, como los gastos de transportación, ambos sumamente bajos,
garantizaban un jugoso margen de ganancias. Además de estas
importaciones, al final de cada año se producía la llegada de los
nuevos modelos del año siguiente.
Después del triunfo del primero de enero, muchos de esos autos, nuevos
y viejos, fueron abandonados por sus propietarios, al emigrar estos en
estampida. Los vimos convertirse poco a poco en chatarra, amontonados
en los autocines de Vento y Tarará, así como en otros lugares no tan
visibles... Entonces no se supo o no se pudo darles un destino mejor a
aquellos vehículos todavía servibles. Luego, hicieron aparición los
"Alpha Romeo" para el sector estatal y, como si fuéramos nuevos ricos,
los utilizamos para servicios de taxis. Pasaron años y llegó la era de
los "Moskovich" y los "Ladas", seguidos por unos pocos "Alekos" todos
por asignación. Más tarde estos autos soviéticos dejaron un lugarcito
a los Peugeot, Ford y Chevy argentinos. Como estaba prohibida la venta
entre particulares, floreció el mercado clandestino, sin traspaso pero
con precios inflados. Cheo tenía el auto de Paco, todos sabían que ya
no era de Paco, pero eso no importaba, porque la propiedad continuaba
con el mismo nombre. Eso fue hasta hace poco, que se autorizó la venta
y se desbordaron las notarías con la cambiadera. Y después del
Armagedón, aparecieron los coreanos, japoneses que recibieron
profesionales, artistas y deportistas, carta de autorización por
medio. Siempre la retranca presente, la venta se estancó y sufrió la
parálisis frecuente en otros mercados; Usted podía comprar, lo decía
el documento, pero en la agencia vendedora no se lo vendían. Así,
Pánfilo Epifanio celebró el primer añito de su carta, aquella carta
que lo autorizaba a comprar un auto. ¡Ah, pero ahora la cosa cambió!
Ya no hace falta tener esa carta, si la tiene le servirá en la cola de
compradores (como el plan jaba) para que le den prioridad. Porque hay
cola, porque sorprendentemente la demanda es mayor que la oferta... ¿Y
los precios?... Pues los mismos que alcanzaron en el mercado "under
ground". Y a mí, Sempronio, el de Regla, esto me hace recordar otros
tiempos y aquel anuncio que decía: ¡USTED TAMBIÉN PUEDE TENER UN
BUICK!

Desde Regla, cuna bendita de Yemayá, tierra bravía de los abacuá.
Enero 4 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com