domingo, 5 de mayo de 2013

YO, LA HABANA Memorias de una Ciudad (envío 12)

YO, LA HABANA
Memorias de una Ciudad (envío 12)

1943
Mis periódicos y revistas se llenan con noticias de la guerra. Las
películas y noticieros norteamericanos desde luego, que exhiben mis
cines, muestran que nuestros vecinos del norte son los buenos y los
nipones los malos. Allá en El Pacífico, ellos pelean isla por isla en
lo que parece ser la parte más importante de esta gran conflagración
mundial. Los noticieros de radio no hablan de otra cosa. Mientras,
Europa es arrasada por masivos bombardeos y los rusos comienzan a
echar a los nazis de su suelo. Todo eso se comenta en las tertulias
noctámbulas de mis cafés vetustos e innumerables, en las cantinas
bodegueras, en los corrillos de mis parques. Porque soy la ciudad de
los cafés, de los cines, de los portales, de las bodegas esquineras
con barra y victrola, de los parques, y de las estaciones de radio.

Osvaldo Farrés vino de su pueblo y aquí fue dibujante, mensajero de
una colchonería, de un banco y montador de vidrieras para una tienda
por departamentos. Así fue transitando por modestos oficios y trabajos
hasta que logró el cargo de Jefe de Publicidad en la cervecería Polar.
Allí creó slogans, diseñó vallas anunciadoras y carrozas para el
carnaval habanero. No tenía conocimientos musicales, pero dueño de una
gran inspiración melódica, compondrá canciones y boleros inmortales
que enriquecerán la música cubana. Sus composiciones "Mis cinco
hijos", "Quizás, quizás, quizás", "Toda una vida", "Tres palabras" y
"Acércate más" recorrerán el mundo en las voces de los más famosos
intérpretes. Bing Crosby, Maurice Chevalier, Edith Piaf, Doris Day,
Toña la Negra, Julio Iglesias, Pedro Vargas, "Los Panchos", Plácido
Domingo, Luis Miguel, Paloma San Basilio, Olga Guillot, Nat King Cole
y Boby Capó serán algunos de ellos.

1944
Nunca una candidatura obtuvo mayor sufragio popular. El júbilo inundó
la ciudad, todos gozaban de la victoria electoral. ¡Si eran los
"Auténticos", cuyo Partido ostentaba igual nombre que el fundado por
Martí, Partido Revolucionario Cubano, y usufructuaban la herencia
limpia y viril de Guiteras!...
No hubo que andar mucho para sufrir la decepción. El cinismo y la
desfachatez se instalaron en Palacio, Alcaldías y Ministerios. El
fraude desvergonzado se hizo su habitual "modus operandi". Los nuevos
gobernantes entran a saco en el arca nacional y las pandillas de
gánsters, jaurías sangrientas disputándose el botín, se ametrallan
impunes en mis calles. Los titulares del día los acaparan a diario los
atentados y las vendettas al más puro estilo siciliano. En ellos se
ven siempre envueltos, siniestros sujetos como Orlando León Lemus (a)
"El Colorao", Rolando Mansferrer (a) "El Cojo", Jesús González Cartas
(a) "El Extraño", Policarpo Soler, y otros conocidos sólo por el alias
como "El Manquito" y "El Turquito". Todos militan en organizaciones
que dicen llamarse "revolucionarias" y una, hasta usurpa el nombre de
Guiteras. Son verdaderas bandas de hampones, conocidas por sus siglas:
UIR (Unión Insurreccional Revolucionaria), MNR (Movimiento
Nacionalista Revolucionario), ARG (Acción Revolucionaria Guiteras),
ANR (Alianza Nacional Revolucionaria), LRC (Legión Revolucionaria de
Cuba).
Inaugurando el mandato de este Gobierno, un poderoso huracán, otro
más, encajonado entre mis altos edificios, se encargará de traer la
destrucción y la muerte.

1945
"Pin pin, cayó Berlín; pon pon, cayó Japón." Esa es la letra de la más
reciente guaracha. No importa el genocidio de dos bombas atómicas, el
desenfado y la superficialidad cantan a dúo una paz obtenida al costo
de millones de vidas. La guerra se acabó y para celebrar
patrióticamente este acontecimiento, se inaugura un nuevo barrio de
prostitutas, "La Victoria", que tiene garantizada multitudinaria
clientela foránea: los marines yanquis. Ya son tantas las zonas de
tolerancia que poseo, que corro el riesgo de convertirme en un inmenso
prostíbulo. Total, para estos escandalosos visitantes no soy otra
cosa: un burdel y un garito. Capital del país del relajo y el café con
leche. Paraíso tropical donde nada se toma en serio. Así me venden,
orgullosos, mis corruptos gobernantes.

Carlos está viejo y enfermo. Necesita operarse, pero en todos los
hospitales le dicen lo mismo: no hay cama y la cola de los que esperan
es kilométrica. A cambio de las cédulas electorales de él y de toda su
familia, Chicho, Sargento Político de un Senador, le conseguirá el
ingreso en el Calixto García.

1946
Lo de este tipejo raya en loca obsesión. Dondequiera que se crucen
dos calles importantes, se intercepten dos Avenidas, o converjan mis
viejas y congestionadas Calzadas, él me construye una rotonda. Es la
única solución que discurre. No importa que el tráfico se haga más
lento, y los trayectos se alarguen al recorrer perímetros de grandes
circunferencias, "Pepe Plazoleta" –así lo ha bautizado el pueblo-
gastará lindamente los presupuestos de Obras Públicas en cambiar mi
trazado original. Total, un poco de cemento y algunos metros de
asfalto serán aparatosa evidencia de que este Ministro, sobrino del
Presidente, es un ministro que trabaja. Es el método fácil que ha
inventado para hacerse rico. Otro cubano se hará rico con su fábrica
de cigarros "Trinidad" y en la esquina de Prado y Cárcel abrirá una
emisora radial. Por sus micrófonos saldrá al aire la potente voz de
Miguelito Valdés, interpretando "Babalú Ayé". Con repiquetear negro lo
acompaña, haciendo vibrar los cueros, Chano Pozo. Mientras, para
sobrevivir, el también cubano Raúl Sánchez, "El hombre rana",
enfundado en un maillot verde, hace contorsiones asombrosas en el
Parque Central. Después pasa una lata de betún vacía para recoger lo
que quieran darle los espectadores.
Pero espectadores por miles, albergará el nuevo Estadio del Cerro,
fanatizados por leones y alacranes emblemáticos de los eternos
rivales: El Habana y El Almendares, los dos clubes que, con El
Marianao y El Cienfuegos (tigres y elefantes), competirán en la liga
cubana de pelota.
Que esto es un emporio de riquezas lo testimonia un diamante que en el
Capitolio, marcando el inicio de la Carretera Central, yace en una
urna a los pies de la estatua de la República, la mayor bajo techo que
existe en el mundo.
Para probar que nos gobiernan émulos de Alí Babá, una noche la gema
desaparece. El escándalo es mayúsculo, ¡Se han robado el brillante del
Capitolio!
Y para demostrar que esta es la tierra de "lo real maravilloso", donde
todo puede suceder, la preciosa piedra no tardará en aparecer sobre la
mesa de despacho del Honorable Señor Presidente.

Julio había conseguido una plaza en Obras Públicas. Una plaza para
trabajar de verdad, no de botellero. Cada día sudaba bien sudado su
jornal, abriendo la Vía Blanca, una carretera turística que me
enlazará con la playa de Varadero. Un barreno le explotó en las manos,
le arrancó una de ellas y lo dejó ciego. Este suceso lo inutilizó para
continuar trabajando y poder mantener a su mujer e hijos. La Ley dice
que debe recibir una compensación por su invalidez y una pensión por
haber sufrido un accidente del trabajo. Eso dice la ley. Pero ha
pasado el tiempo, no le han pagado nada, y ahora tiene que recurrir a
un periodista demagogo y politiquero, para que divulgue su caso en la
prensa. ¡Uno de tantos!



1947
Era mi Alcalde, prometió darme agua y no pudo cumplirlo. Pero era un
hombre de vergüenza y prefirió el suicidio a la deshonra de pasar por
un pícaro más de la farándula política. Manuel Fernández Supervielle
se pegó un tiro sobre el corazón y conservó así el respeto que se
había ganado. En la isleta que está al fondo de la Manzana de Gómez,
pronto tendrá un pequeño monumento de recordación con su busto. Yo, La
Habana, puedo decir que, en medio de tanta desvergüenza, tuve un
Alcalde honrado.

El yate "Sátira" está anclado en mi puerto. Es de un millonario
norteamericano llamado Jack Lester Mee. Trae a bordo a uno de sus
juguetes: Patricia, la bailarina de los ojos de almendra. Vienen a
disfrutar todos los goces bajo las estrellas de este paraíso tropical.
Pero en medio de la orgía, Mister Mee es asesinado por su amante. El
sórdido hecho ocupará las primeras planas de los diarios y la homicida
extranjera será internada en el reclusorio para mujeres de Guanabacoa.
Inspirará una canción melodramática que llevará por título su nombre y
que se hará muy popular en la voz de Daniel Santos.

En el Reparto Orfila se arma un tiroteo de más de tres horas. Fuerzas
de la policía, al mando de un comandante, atacan una casa donde otros
dos comandantes de la policía, al frente de varios oficiales que se le
subordinan, ofrecen enconada resistencia. ¿Es una batalla entre
policías?... ¿Un problema interno de ese cuerpo, un choque entre
policías buenos y policías corruptos?... No, lo que sucede es que los
contendientes, además de ser policías y ocupar cargos importantes y
jugosos, pertenecen a pandillas gansteriles rivales, llamadas
organizaciones revolucionarias. El Honorable Señor Presidente ha
convertido en oficiales policíacos a hampones rivales, gente de
gatillo alegre, que se han declarado una guerra a muerte. Son temibles
subproductos de la Revolución del 30. Y el Mandatario espera librarse
de ellos, haciendo que se maten entre sí. Por eso es lento en ordenar
al ejército que intervenga para detener el combate. Cuando lo hace,
empleando incluso tanques, no puede evitar que los sitiadores
concluyan el exterminio de los sitiados. La prensa sensacionalista se
hace presente en el sangriento escenario. Un reportero gráfico apodado
"Guayo" filma toda la masacre.

1948
No es un mendigo, pues no pide ni acepta limosnas. Es cierto que
deambula por mis calles y, sin domicilio conocido, pernocta en mis
portales. Pero, lleno de una dignidad que no admite réplicas, él sólo
acepta los tributos que merece su nobleza. En algunas fondas y
comercios le rinden vasallaje, dándole de yantar. Todos le respetan
cuando, envuelto en su negra capa, cruza altivo el Paseo del Prado o
pasea su magra silueta por el Malecón. Teje plumillas que ofrece a sus
súbditos como retribución a lo que ellos puedan tributar. Y siempre
saldrán ganando, pues conservarán un recuerdo personal de El Caballero
de París.

Arriba al poder otro gobierno "Auténtico" y a mi alcaldía el hermano
del nuevo "Honorable Señor Presidente". Con los Prío se inaugura el
"Gobierno de la Cordialidad", el anterior se titulaba "de la
cubanidad, que es amor". El robo y el pillaje continuarán, también el
asesinato de líderes sindicales y campesinos, así como la entrega
desvergonzada a los intereses del vecino poderoso. Ello matizará mi
vida de gran metrópoli que se moderniza, mientras la cocaína y la
mariguana llegan hasta el mismo Palacio Presidencial.

En la casa marcada con el número 1213 de la calle San Rafael, entre
Ronda y Masón, al lado de la de Izaguirre Hornedo, casi frente al
palacio de Ferrara, está la casa de huéspedes para estudiantes
conocida como "La casa de Nena". Su teléfono, el U 5012, no deja de
sonar. Allí reina la algarabía del caos, la euforia de la juventud. Es
un hervidero del protoplasma revolucionario. Ahora a los inquietos
huéspedes les ha dado por secuestrar guaguas y llevarlas a lo alto de
la Colina Universitaria. No lo hacen por mera diversión. La cosa es
seria. Entraña la más resuelta y enérgica protesta por el anunciado
aumento del pasaje por ómnibus. Los guagüeros lo exigían para "brindar
mejor servicio" y el Señor Presidente estaba dispuesto a aprobar el
aumento para "su mejor servicio". Cuando el pueblo respondió airado,
vino la componenda y la burla. Viejos ómnibus son pintados para
hacerlos aparecer como nuevos y así justificar la mayor tarifa. El
escarnio provoca nuevos incidentes. Interviene "la fuerza pública" y
el 21 de octubre el saldo es de un muerto y varios heridos. Parodiando
una canción española muy de moda, el gracejo popular bautiza como "las
bien pintás" a los fraudulentos materiales rodantes.

Bien cubano, Pérez Prado lo trae de México y todo el mundo comienza a
bailar El Mambo. Lo acompaña una voz sin igual que, cultivando lo
mismo el bolero, el son montuno o la guaracha, se ganará el epíteto de
"Bárbaro del Ritmo". El Benny Moré llega, para quedarse, al corazón de
su pueblo. Desde el centro nocturno de su socio Alipio, El Alí Bar,
llena de melodías las noches habaneras.

1949
Han llegado a "esta cochina isla de negros y de putas", donde todo les
está permitido. Para eso son american citizen y además marines. "So
that, aquí ser muy barato el Bacardi y gobierno democrático muy amigo
de Estados Unidos". Borrachos, en profanación de barbarie, los marinos
norteamericanos orinan la estatua de Martí, la que se levanta en el
medio de mi Parque Central. La policía arremete contra el pueblo que
quiere castigar tamaña ofensa. Al día siguiente la FEU convoca a un
acto de protesta frente a la Embajada norteamericana. Exhortando a la
masa universitaria, está el estudiante de derecho Fidel Castro; usa de
la palabra el estudiante de Filosofía y Letras Alfredo Guevara.
Líderes sindicales y campesinos son asesinados, sin que esa misma
policía encuentre a los culpables.

Benito se ha pasado la vida trabajando, pero ya no puede con su alma,
su reuma y sus juanetes. Necesita acogerse a la Jubilación, pero la
Caja del Retiro, a la que ha cotizado durante tanto tiempo, se declara
en quiebra. Los que la administraban, la han defalcado. Hubo tremendo
escándalo. Con Tribunal de Cuentas y toda una alharaca en la prensa.
¡Y no pasó nada!
(CONTINUARÁ)


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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