domingo, 12 de mayo de 2013

ACCIONES DESESPERADAS

ACCIONES DESESPERADAS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El pasado viernes comenté sobre los sueños delirantes de algunos,
entre ellos, nuestro enemigo mayor. Con los demás fui condescendiente
y no los encasillé como enemigos, aunque en realidad lo son. Pero hoy
no voy a escribir sobre posibles clasificaciones de aquellos que se
obstinan en obstaculizarnos el camino. Hoy, prefiero concentrarme en
las consecuencias que podemos y debemos esperar de los delirios.
Los delirios desembocan, indefectiblemente, en arrebatos. Esos sueños
delirantes conducen a acciones desesperadas. Lo estamos viendo en
Venezuela, en Bolivia y en el Ecuador, donde arremeten contra los
gobiernos legítimos que se han dado esos pueblos. En Venezuela
fomentan la violencia y el golpismo, desconociendo los resultados de
las elecciones y a los mandatarios electos. En Bolivia están tras las
demandas justas, y satisfechas ya, de los mineros, y en Ecuador van
por la desestabilización y el irrespeto contenido en las declaraciones
del embajador yanqui en Quito. En todos estos casos, están presentes
los pronunciamientos injerencistas y altisonantes de altos
representantes del Imperio: Obama, su Vice y el recién estrenado
Secretario de Estado. En todos ellos están explícitas la arrogancia y
prepotencia que les son características, y como amenaza implícita, el
asomar de una garra sangrienta: la del fascismo y su barbarie.
Más allá de nuestra América, intervienen con descaro en la Siria
desangrada, azuzan a sus aliados en la zona a la agresión directa, sin
reparar en el peligro de extender la guerra a todo el Medio Oriente.
Hostigan y amenazan a Irán y hacen lo mismo con Corea, donde juegan
con una hecatombe nuclear.
¿Qué son estos procederes, sino acciones desesperadas de quien ve
temblequear su imperio? Los pueblos, cansados de tanta explotación,
responden indignados. Se unen en bloques para resistir al gigante que
quiere aplastarlos. El mundo avanza hacia una multipolaridad. Europa
ve elevarse el desempleo y manifestaciones multitudinarias recorren
las calles de sus capitales. Las naciones estados se hacen cada vez
más ingobernables.
Pero, este panorama no es de triunfo. No nos dejemos engañar. ¡Es
necesario mantenernos alertas! En sus convulsiones de agonía, el
Imperio comete actos irracionales. Sus últimos coletazos, verdaderos
estertores de fiera herida, no son menos dañinos. Al contrario, son
cada vez más peligrosos. Son las acciones desesperadas y postreras de
los que se saben condenados a desaparecer. En nuestro espacio
nacional, debemos esperar lo mismo de burócratas y parásitos que se
han apropiado de lo que pertenece al pueblo; de los que se declaran su
vanguardia, cuando en realidad son impedimenta y freno de los cambios
necesarios. Ellos saben que no sobrevivirán, una vez que la
estatalización se convierta en socialización verdadera, "con todos y
para el bien de todos". Cuando llegue esa hora, darán sus coletazos de
agonía. ¡No lo dudemos y estemos preparados!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Mayo 13 de 2013

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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