jueves, 16 de mayo de 2013

MENSAJES ENTRE SOBRINO Y TIO

MENSAJES ENTRE SOBRINO Y TÍO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Según Ustedes ya saben, Sempronio tiene un sobrino catalán. Para ellos
no hay fronteras, ni políticas ni generacionales, que los separen. Son
una sola familia, se reconocen así y actúan e intercambian sus ideas
como si fueran miembros de una Nueva Internacional. Entre los mensajes
que se cruzan mi amigo y su sobrino, he escogido estos dos que, con la
debida autorización, circulo entre mis lectores:

Querido tío:
El drama social que estamos viviendo no lo sabe nadie. La gente se
está suicidando por no poder pagar una hipoteca y para no dejar las
deudas a su familia, llevamos más de 4 y 5 casos en menos de un año.
Como creo que ya comenté hacia Enero, a la vuelta de nuestro viaje por
Túnez, allí un hombre se quemó a lo bonzo y se generó una revolución,
la primavera árabe. Aquí un hombre se quemó a lo bonzo en Málaga y no
pasó nada, pero nada de nada. En los medios de comunicación públicos
manipulados por la gentuza del PP ni tan siquiera dieron la noticia.
Pero cierto es que he tenido épocas de crisis importante, como supongo
le sucede a todos. ¿Qué hago yo aquí? ¿Para quién lo hago? ¿Lo
valoran?
Siento que en Cuba se colabora, eso transmitía la gente. Al menos,
muchos de los revolucionarios que tuve la suerte de conocer como
vosotros. Aquí solo se lucha y además la gente tiene miedo (yo me
incluyo).
Tengo miedo a ir a una manifestación y que la policía me golpee sin
motivo alguno, que es lo que está sucediendo. La policía está
maltratando a gente pacífica, con las manos en alto y de rodillas, sin
compasión. Son varios ya los casos de personas que han perdido un ojo
por las armas de dispersión con pelotas de goma o balas de foam. Tengo
miedo, porque en el caso de que me golpearan a mi íbamos a tener un
grave problema. Posiblemente a raíz de un suceso así mi hogar pasaría
a ser la cárcel o la tumba, pues seguro no me iba a quedar con el
golpe ni la rabia. Últimamente no voy a manifestaciones por ese
motivo. La represión es brutal, y me conozco y soy muy orgulloso. Si
recibiera un golpe sería el motivo para empezar mi guerrilla.
Pero soy del 78, y a mi generación nos han enseñado que las guerras no
traen nada bueno, solo causa sufrimiento en todos bandos. Por eso
prefiero evitarlo, prefiero evitar el conflicto, y en caso de que esto
se pusiera muy feo sería cuando no dudaría en emigrar.
Mi lucha conceptual es un calvario, pues me he llenado de prejuicios
con los miembros de mi sociedad. Desconfío de todos y todas, en
especial en los negocios. No surgen colaboradores, solo sabandijas y
sanguijuelas. Todo esto me está impidiendo, mentalmente, progresar
económicamente. No acepto jefes, soy demasiado libre, o así quiero
sentirme.
He de decir también que volvemos a tener otro pequeño respiro de
esperanza. Ha surgido un nuevo movimiento llamado Proceso
Constituyente, encabezado por un economista (Arcadi Oliveras) y una
monja (Teresa Forcadell). Actualmente están en proceso de recogida de
firmas que apoyen el manifiesto que incluye 10 puntos claves. La idea
es unir a las personas, de izquierdas principalmente, pero por los
movimientos sociales, no por la política. El movimiento es asambleario
y así quieren que siga siendo. Cuando este movimiento llegue a las
100.000 firmas de apoyo al manifiesto entonces se organizará un
partido político, donde Arcadi y Teresa ya han dicho que no se
presentarán (lo recoge el manifiesto), no buscan un escaño donde
sentarse, solo son impulsores del movimiento.
Arcadi Oliveras apoyó desde sus inicios el movimiento 15M que
encabezaron los jóvenes, ofreciendo su experiencia para apoyar los
argumentos de este colectivo. Era el que decía: Chicos, tenéis razón,
y la tenéis por esto por aquello y por lo otro. Los jóvenes pueden
tener el ímpetu, pero si está apoyado por la experiencia y el
conocimiento mejor que mejor.
Tenemos líderes. Esther Vives, Arcadi Oliveras, Teresa Forcades
(nunca pensé que apoyaría a una monja), pero es que esta tiene los
huevos cuadrados, con perdón de la expresión.
El proceso constituyente fue presentado el 10 de abril y ya ha
recogido 32.000 firmas. Es un nuevo aire de esperanza.
Hay más movimientos, como la Cooperativa Integral Catalana, cuyo líder
está en busca y captura por estafar a los bancos (es nuestro Robín
Hood).
Es decir. Que aunque yo esté en casa sentado delante de mi ordenador,
se que existen estos movimientos. Mantengo contacto cercano con alguno
de los miembros de la cúpula, ciberactivistas y miembros de ese
proceso constituyente (siempre hay quien se mantiene en la sombra para
poder actuar).
En definitiva. Que quietos no nos estamos, que continuamos la lucha, y
que además me gustaría que si tienen medios difundieran en Cuba esto
que está pasando en Catalunya (que es lo que conozco, pues tengo
entendido que en otros puntos de España están con movimientos
similares).
Creemos en el cambio social y seguiremos luchando y educando para
ello. Gracias por todo lo que habéis hecho por nosotros, como ser un
ejemplo a seguir. Gracias por vuestra Revolución, que nos anima y da
fuerzas para saber que SÍ, SE PUEDE.

Querido sobrino:
Las noticias que me das, me recuerdan muchas cosas. Parece que los
acontecimientos siguen un mismo patrón. La reacción en el poder se
atemoriza, aumenta la represión y se desencadenan las acciones
revolucionarias de respuesta. Esto va creando una conciencia de lucha
en la masa y la gente se va politizando. Ya verás…
Quiero comentarte, en primer lugar, ese pánico y odio que dices sentir
por la guerra. Y yo te pregunto, querido sobrino, ¿quién no le teme y
le odia? Solamente un demente puede desear la guerra. Guerra es
sinónimo de muerte y destrucción. Destruye cuerpos y almas, porque en
ellas deja prolongadas secuelas. Y nosotros, como la inmensa mayoría
de la humanidad, amamos la vida y la paz que permitan la construcción
de mundos y sueños. Pero, las ambiciones de unos pocos nos imponen la
guerra. No nos dejan otra opción, cuando llevan al límite de lo humano
la opresión a que nos someten. Es así, que los opresores nos obligan a
la violencia. A la violencia terrible de los oprimidos, a los que se
les ha robado la paz que aman. Como respuesta a la violencia que
ejercen sobre nosotros, respondemos con la furia de los oprimidos. Es
fácil entonces, acusarnos de incendiarios y guerreristas. Me parece
oportuno citar aquí una fragmento de una canción del trovador Silvio
Rodríguez. En su "Canción del Elegido", hay una estrofa que dice: "… y
comprendió que la guerra, era la paz del futuro. Lo más terrible se
aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida…" Esa lección tan
terrible, la aprendió la generación de este tío tuyo, aquí en Cuba. La
aprendió también, allá en España, la generación de tus padres.
"Mi generación, dices, se educó en ese temor a la guerra". La mía,
Jordán, se vio obligada a iniciar la guerra que nadie hubiera deseado.
Pero nos obligó a ello una tiranía sangrienta que nos asesinaba a
mansalva y al que no asesinaba, lo mataba igual de hambre y
sufrimientos. Fue cuando decidimos que, si teníamos que morir, era
mejor morir luchando, antes de dejarnos matar pasivamente como ovejas.
Tuvimos que sufrir, además de los rigores y la crueldad de la lucha,
la incomprensión de muchos, entre los cuales se encontraban, a veces,
nuestros seres más queridos. "Están locos, -nos decían- no quieren a
sus madres, cuando les traen tantos sufrimientos con lo que están
haciendo…" Y mil cosas más por el estilo, todas hirientes. Y no
entendían que, precisamente, por amar tanto a nuestras madres y a la
humanidad toda, estábamos haciendo las cosas terribles que, en otras
circunstancias, jamás hubiéramos hecho.
Hay en tu mensaje muchas cosas más que deseo comentarte. Por ejemplo,
tu repudio que comparto por todo lo que huela a sotana y clero. Pero
lo dejo para mañana. Hoy te envío en el adjunto, la única foto que
tengo vistiendo el uniforme del ejército revolucionario. Me la
tomaron, el 2 de enero de 1959, cuando entramos a un pueblito de la
periferia habanera, llamado El Cotorro. Allí estaba esperándome mi
primer hijo, nacido el 4 de noviembre del 58, es el bebé que cargo en
la foto. Ese día lo pude ver y tener entre mis brazos por primera vez…
Otros compañeros no tuvieron mi suerte. Otros niños nacieron cuando ya
sus padres habían caído combatiendo para que ellos vivieran libres.
Fueron huérfanos al nacer. Esa, gracias a muchos, no fue la suerte de
mi primer hijo.
Sabes que te quiere,
Ti tío Sempronio

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Mayo 17 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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