miércoles, 31 de julio de 2013

ORGANIZACION

ORGANIZACIÓN
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Cuando se estudia Física, se aprende que la Entropía mide el desorden
de un sistema; cuanto más organizado se encuentre éste, menor será la
entropía que posea. Posteriormente, la Informática definió la Entropía
como medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de
mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo. Al aplicar
cualquiera de los dos conceptos, se hace evidente que a nuestro
alrededor reina una gran Entropía; en efecto, es irrebatible que queda
mucho por avanzar en organización y que de continuo, están llegando
mensajes diversos y uno solo de ellos va a ser válido.
Al derrocar a la tiranía, se abrió ante nosotros el caos que significa
toda Revolución. En su discurso del 11 de enero de 1960, donde hizo un
resumen del año anterior (1), Fidel dijo: "La Revolución es, de todos
los acontecimientos históricos, el más complejo y el más convulso".
Como el día antes de la Creación, todo estaba por hacer; si se quería
construir una verdadera y nueva sociedad, era imprescindible
reemplazar las viejas estructuras del poder corrompido y opresor,
demoler instituciones, crear otras, promulgar nuevas leyes, establecer
el marco jurídico necesario para hacer valer el derecho de los
oprimidos; y entre esos derechos, el de labrar su propio destino. La
confusión de los primeros meses, se fue disipando y los confundidos
entendieron que esta era una Revolución verdadera y no otra demagógica
y frustrante, simple algarabía de farsantes politiqueros. Temprano lo
comprendió así, nuestro vecino del Norte, que de inmediato nos enfiló
sus cañones, se quitó la careta y se proclamó nuestro enemigo.
Conscientes de la necesidad de organizarnos, uno de los primeros años
(1962) fue llamado "Año de la Planificación"; pero no bastaba ni basta
con otorgarle a un año ese nombre y centrar los esfuerzos de ese lapso
en planear una organización eficiente. Organizar es una tarea
permanente, donde es necesario, continuamente, introducir la
corrección de desviaciones y la enmienda oportuna de errores. Está
demostrado que las rectificaciones no se pueden establecer a
intervalos periódicos, ni aplazarse su instrumentación; requieren de
aplicación inmediata, una vez detectada su necesidad. Para que esta
detección sea oportuna, es imprescindible una vigilancia constante
sobre el sistema.
Cuando el gobierno revolucionario se declaró socialista, todavía
estaba enfrascado en los cambios y no había alcanzado el nivel de
organización requerido. Todo volvió a cambiar en medio de un proceso
de cambios no concluido. Y esto repercutió en los abastecimientos, en
el comercio exterior, en las estructura institucionales, en la
economía y en general en la vida cotidiana de todos. Volvía a crecer
la Entropía; entonces, la palabra salvadora fue "El Plan"; la
planificación a que obligaba la nueva situación y la condición de país
no capitalista, se convirtió en la tabla de salvación a la que
aferrarse. Como buenos cubanos, se fue a los extremos y se aplicó una
planificación rígida; pero esta rigidez chocó con la necesidad y con
el voluntarismo de muchas decisiones tomadas en la cúpula de mando.
Fue así que la "Junta Central de Planificación" fue perdiendo
protagonismo y autoridad, sus presidentes fueron sustituidos y en
algunos casos, cayó sobre ellos, la culpa del desorden.
Cuando ocurrió el derrumbe del "socialismo real" y desaparecieron los
hermanos del Campo Socialista y con ellos la Unión Soviética, todavía
se estaba en la adaptación a las condiciones del CAME. Entonces, se
hizo evidente la exigencia de una rectificación del rumbo y de nuevo
volvía a crecer la Entropía. Hoy nadie niega la necesidad de sustituir
los modelos copiados de sistemas que probaron su ineficacia La
planificación, aunque caracterice a la economía socialista, no es
exclusiva del Socialismo, porque los capitalistas, atentos siempre al
Mercado, también planifican. Su utilización es necesaria, sin olvidar
que los planes deben poseer la flexibilidad que demandan las
contingencias a las que está expuesto nuestro país. Y esta
organización que es válida para la Economía, lo es también para toda
la sociedad; entonces, ¡Reduzcamos todo lo posible el nivel actual de
Entropía! Para ello es necesario que recibamos el mensaje de contenido
unívoco, que reine entre nosotros el orden y la disciplina. Pero
hagámoslo con la participación consciente de todos, no por impuesto
mandato disciplinario. ¡El destino de la Patria lo reclama!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 31 de 2013
(1) Castro Ruz, F. (1967) "Aniversarios del triunfo de la revolución
cubana, (discursos)". La Habana, Editora Política, página 37


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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