miércoles, 31 de julio de 2013

ORGANIZACION

ORGANIZACIÓN
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Cuando se estudia Física, se aprende que la Entropía mide el desorden
de un sistema; cuanto más organizado se encuentre éste, menor será la
entropía que posea. Posteriormente, la Informática definió la Entropía
como medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de
mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo. Al aplicar
cualquiera de los dos conceptos, se hace evidente que a nuestro
alrededor reina una gran Entropía; en efecto, es irrebatible que queda
mucho por avanzar en organización y que de continuo, están llegando
mensajes diversos y uno solo de ellos va a ser válido.
Al derrocar a la tiranía, se abrió ante nosotros el caos que significa
toda Revolución. En su discurso del 11 de enero de 1960, donde hizo un
resumen del año anterior (1), Fidel dijo: "La Revolución es, de todos
los acontecimientos históricos, el más complejo y el más convulso".
Como el día antes de la Creación, todo estaba por hacer; si se quería
construir una verdadera y nueva sociedad, era imprescindible
reemplazar las viejas estructuras del poder corrompido y opresor,
demoler instituciones, crear otras, promulgar nuevas leyes, establecer
el marco jurídico necesario para hacer valer el derecho de los
oprimidos; y entre esos derechos, el de labrar su propio destino. La
confusión de los primeros meses, se fue disipando y los confundidos
entendieron que esta era una Revolución verdadera y no otra demagógica
y frustrante, simple algarabía de farsantes politiqueros. Temprano lo
comprendió así, nuestro vecino del Norte, que de inmediato nos enfiló
sus cañones, se quitó la careta y se proclamó nuestro enemigo.
Conscientes de la necesidad de organizarnos, uno de los primeros años
(1962) fue llamado "Año de la Planificación"; pero no bastaba ni basta
con otorgarle a un año ese nombre y centrar los esfuerzos de ese lapso
en planear una organización eficiente. Organizar es una tarea
permanente, donde es necesario, continuamente, introducir la
corrección de desviaciones y la enmienda oportuna de errores. Está
demostrado que las rectificaciones no se pueden establecer a
intervalos periódicos, ni aplazarse su instrumentación; requieren de
aplicación inmediata, una vez detectada su necesidad. Para que esta
detección sea oportuna, es imprescindible una vigilancia constante
sobre el sistema.
Cuando el gobierno revolucionario se declaró socialista, todavía
estaba enfrascado en los cambios y no había alcanzado el nivel de
organización requerido. Todo volvió a cambiar en medio de un proceso
de cambios no concluido. Y esto repercutió en los abastecimientos, en
el comercio exterior, en las estructura institucionales, en la
economía y en general en la vida cotidiana de todos. Volvía a crecer
la Entropía; entonces, la palabra salvadora fue "El Plan"; la
planificación a que obligaba la nueva situación y la condición de país
no capitalista, se convirtió en la tabla de salvación a la que
aferrarse. Como buenos cubanos, se fue a los extremos y se aplicó una
planificación rígida; pero esta rigidez chocó con la necesidad y con
el voluntarismo de muchas decisiones tomadas en la cúpula de mando.
Fue así que la "Junta Central de Planificación" fue perdiendo
protagonismo y autoridad, sus presidentes fueron sustituidos y en
algunos casos, cayó sobre ellos, la culpa del desorden.
Cuando ocurrió el derrumbe del "socialismo real" y desaparecieron los
hermanos del Campo Socialista y con ellos la Unión Soviética, todavía
se estaba en la adaptación a las condiciones del CAME. Entonces, se
hizo evidente la exigencia de una rectificación del rumbo y de nuevo
volvía a crecer la Entropía. Hoy nadie niega la necesidad de sustituir
los modelos copiados de sistemas que probaron su ineficacia La
planificación, aunque caracterice a la economía socialista, no es
exclusiva del Socialismo, porque los capitalistas, atentos siempre al
Mercado, también planifican. Su utilización es necesaria, sin olvidar
que los planes deben poseer la flexibilidad que demandan las
contingencias a las que está expuesto nuestro país. Y esta
organización que es válida para la Economía, lo es también para toda
la sociedad; entonces, ¡Reduzcamos todo lo posible el nivel actual de
Entropía! Para ello es necesario que recibamos el mensaje de contenido
unívoco, que reine entre nosotros el orden y la disciplina. Pero
hagámoslo con la participación consciente de todos, no por impuesto
mandato disciplinario. ¡El destino de la Patria lo reclama!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 31 de 2013
(1) Castro Ruz, F. (1967) "Aniversarios del triunfo de la revolución
cubana, (discursos)". La Habana, Editora Política, página 37


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 30 de julio de 2013

LA PROPIEDAD, DERECHO, CONSERVACIÓN Y DETERIORO

LA PROPIEDAD, DERECHO, CONSERVACIÓN Y DETERIORO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

La propiedad, como categoría de los sistemas panteístas, es
consustancial a la naturaleza. No sólo a la humana. En otros niveles
de la escala zoológica vemos a individuos que ejercen y defienden su
propiedad sobre áreas, hembras, objetos, etc. Esta conducta feroz,
puramente animal, pudiera darnos la clave para entender el
comportamiento de la alta burguesía monopolista. Federico Engels situó
el origen de la propiedad privada, en la división de la sociedad en
clases. Clases determinadas por su posición con respecto al bien
apropiado. Yo, después de estudiar a Engels, simplifiqué el asunto y
concluí que la propiedad privada nació, cuando uno dijo "esto es mío"
y los demás se lo creyeron. El concepto de propiedad ha merecido la
atención de juristas desde los tiempos de la antigua Roma y hasta el
anarquista Proudhon, en 1840, trató la cuestión en su libro "¿Qué es
la Propiedad?", un estudio sobre los principios del derecho y del
gobierno, primer texto de la edad contemporánea donde alguien se
autodenomina anarquista en un sentido positivo.
Hace poco, a los cubanos nos devolvieron la propiedad de bienes que
nuestra Constitución garantizaba con anterioridad, como la vivienda y
el automóvil. Hasta ese momento, se declaraba que eran nuestros, pero
no podíamos venderlos ni disponer de ellos, como se supone podamos
hacer con lo que nos pertenece. Esto era difícil de comprender, porque
se desprende que, si algo es mío, puedo ejercer mi voluntad soberana
sobre esa propiedad. Entonces, resultaba que yo era el "propietario",
pero hasta cierto punto. De esta forma, se enmascaraba, otra relación
bien distinta entre el objeto poseído y el sujeto poseedor: la
relación de usufructo. En realidad yo no era propietario, sino
usufructuario de la cosa declarada como mía. Y eso con limitaciones.
Una vez más, no importaba lo establecido en nuestra pobre y sufrida
Constitución, cualquier órgano de gobierno podía emitir una resolución
que la contradijera o violara. En Derecho, la propiedad es el poder
directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que se atribuye a
su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más limitaciones
que las que imponga la ley. Los romanos, grandes legisladores, dejaron
a la posteridad, una profusa normación jurídica con definiciones aún
válidas. Ellos consideraban que el derecho de propiedad pleno
comprende tres facultades principales: uso (ius utendi), disfrute (ius
fruendi) y disposición (ius abutendi). Así, de acuerdo a los romanos,
usábamos y disfrutábamos, pero no disponíamos de la propiedad personal
garantizada por nuestra Ley de Leyes.
Además de la propiedad personal, átomo o célula de la privada cuya
hipertrofia puede llevarnos a la creación de nuevos capitalistas,
tenemos la estatal que ha demostrado no conducirnos al socialismo, que
ha servido, por el contrario, para encubrir un capitalismo de estado
monopolista, y la propiedad cooperativa, a la cual se le comienza a
brindar, aunque tardíamente, posibilidades de desarrollo. El tipo de
propiedad prevaleciente estará en dependencia de la sociedad que se
quiera construir. La socialista requiere socializar verdaderamente la
propiedad. Es decir, entregarla a su verdadero dueño, la sociedad, con
las tres facultades que citaban los romanos.
Es verdad categórica que "para tener hay que mantener". Mantener una
propiedad, es decir, conservar el poder de decisión sobre algo y
cuidar de que no se deteriore, puede comprender muchas manifestaciones
y acciones. Desde luchar, de distintas formas, por retener el bien,
hasta emprender sobre el mismo labores del necesario mantenimiento.
Esto último, si no se acomete, puede hacer desaparecer el objeto
reclamado como propio. Y si se extingue y no hay objeto que nos
pertenezca, se acaba igualmente nuestro poder sobre el mismo. El
Mantenimiento, sus acciones y planeamiento eran temas, que explicaba
el inolvidable Profesor Fernando Portuondo y Pichardo, intelectual de
prestigio heredado y propio, hijo de Fernando Portuondo y Hortensia
Pichardo. Fue mi compañero de cátedra, de él recibí lecciones
magistrales, le admiré y quise en vida y hoy, ya fallecido, lo
rememoro con respeto. Explicaba Fernando, la necesidad de inventariar
los bienes que someteríamos a mantenimiento. Pero, para que esta
acción constituyera una herramienta de dirección, capaz de brindar una
información necesaria para la toma de decisiones, cada objeto o equipo
debía poseer su propia "historia clínica", donde quedaran consignadas
su fecha de adquisición, las reparaciones sufridas, su valor remanente
y otros datos. Luego, se empleaba con elocuencia sin igual, en
explicar los métodos y sistemas de mantenimiento. Por aquellos
tiempos, se había hipertrofiado el inventariar y veíamos que objetos
tan disparatados como una ventana o un closet en una oficina; un
cucharón y una espumadera en un comedor obrero, exhibían extensos
números de inventario. Se pretendía con ello, tener "control" de la
propiedad estatal sobre cuanto ensere, objeto, equipo, etc., hubiera
en una dependencia. Propiedades cuyo control, dado por una numeración,
era más que discutible; bienes que nunca recibían mantenimiento
alguno. Cuando el maltrato o el tiempo volvía inservible algo, se le
daba de baja y ya. Mientras tanto, vivíamos rodeados de numeraciones
de muchos dígitos; todas inútiles, por supuesto. Tan inútiles como una
Constitución que no se cumple.
Nada, amigos, que la propiedad y su mantenimiento necesitan de mucho
estudio y atención en estos días de definiciones que vivimos.

Desde Regla,
ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 30 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

lunes, 29 de julio de 2013

PROFESIONALIDAD

PROFESIONALIDAD
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Hace poco señalé la falta de profesionalidad como deficiencia que
aquejaba a muchos sectores. Por eso, porque es un mal bastante
generalizado que nos aqueja, hoy quiero referirme al término
"Profesionalidad", ese atributo deficitario, y precisar algunos
conceptos alrededor del mismo.
El diccionario de la RAE nos da las siguientes definiciones que copio:
"profesionalidad. fem. Cualidad de la persona u organismo que ejerce
su actividad con relevante capacidad y aplicación. || 2. Actividad que
se ejerce como una profesión". Estamos entonces ante dos acepciones:
una refiere la cualidad del sujeto que ejecuta la acción de una forma
determinada; la segunda, califica la acción y condiciona que la misma
se realice como profesión. Según la primera definición, un
"profesional", ya sea persona u organismo, que demuestre incapacidad o
poco interés en el ejercicio, carece de profesionalidad. Este defecto
puede aquejar lo mismo a un plomero que realice malas instalaciones
hidráulicas, a un dependiente que no nos atienda correctamente o a un
médico que se desinterese por sus pacientes. Se sobrentiende así que,
la posesión de un título no otorga, de por sí, profesionalidad. Sobran
los casos de personas que, sin haber egresado de Universidad alguna,
ejercen una profesión con igual o mayor profesionalidad que los
graduados y descollantes figuras que han hecho aportes significativos
a una profesión, la desempeñaron sin titulación. En contraposición,
podemos encontrar los que han obtenido un título que los declara
"profesionales aptos para ejercer" y no actúan como tales. Es que, la
profesionalidad entraña compromiso, dedicación e infiere una conducta
o modo de actuar, ceñido a normas éticas; algunas generales y otras
particulares de cada profesión. Por ejemplo, un sacerdote católico
está obligado a guardar el secreto de confesión; si viola este
precepto, además de caer en el pecado que condena su religión, está
obrando con falta a la ética que le impone su profesión. De forma
similar, incurre el periodista que revela la fuente que ha pedido
permanecer incógnita y en la cual basó la información brindada en su
trabajo. En los casos mencionados, se manifiesta una falta de ética
profesional. Por otra parte, ya se vio que, según el diccionario de la
RAE, la "profesionalidad" requiere dedicación y esto implica
superación constante; un profesional que no se supere, no actúa con
profesionalidad.
La "Dirección", esa actividad tan maltratada hoy en día, requiere
igualmente de profesionalidad. A pesar de que se hayan abierto
carreras de Dirección y centros donde se capacita a profesionales para
ejercerla, suele ocurrir lo mismo que en otros sectores. No todos
estamos capacitados para dirigir, pero los que lo hagan, deben
desempeñar su rol con profesionalidad, hayan o no cursado los estudios
pertinentes. Entonces, en lugar de exigir a los que dirijan la
profesionalidad de que carecen, sería mejor elegir para los cargos de
dirección, correctamente, a los que la posean. De lo contrario, no
dirigirán, más bien "des-dirigirán" las tareas a ellos encomendadas y
su accionar conducirá las mismas al fracaso.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 29 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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viernes, 26 de julio de 2013

NOTICIAS DE UN OPORTUNISTA ANUNCIADO

NOTICIAS DE UN OPORTUNISTA ANUNCIADO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Llegar a longevo conlleva, entre otras cosas, lamentar afectos
perdidos, acumular errores, almacenar recuerdos. Con todas esas
vivencias, se pueden construir anécdotas que sirvan a otros de
lección, si es que somos capaces de convertirlas en advertencias para
evitarles yerros semejantes. En ese caso, sería útil el volvernos
anecdóticos antes que el tiempo nos convierta en escleróticos. Hoy
referiré un hecho real donde, afortunadamente, se pudo percibir la
presencia del oportunismo. Y digo afortunadamente, porque las
consecuencias en este caso las pagó el oportunista, quien no pudo
sacar el provecho que esperaba de su acción. Para muchos, fue la
primera ocasión de contemplar de cerca este proceder tan nefasto. No
menciono el nombre del pobre diablo, porque ignoro su destino
posterior. Quizás le sirvió de escarmiento y enmendó su conducta.
Entonces no habría por qué añadirle vergüenza a sus recuerdos. El
hecho que motiva mi anécdota, sucedió así:
El profesor García Bárcena, al frente del Movimiento Nacionalista
Revolucionario, había concebido un plan para la toma del campamento
militar de Columbia, en connivencia con militares destacados en dicha
instalación. Algunos de esos militares habían sido sus alumnos y por
ello, el profesor confiaba en ellos. Pero, el servicio de inteligencia
de Batista, a través de los complotados de uniforme, logró penetrar
al Movimiento revolucionario y frustrar la acción planeada. Se fijó la
fecha para el sábado de Semana Santa de 1953. El día señalado, todos
los comprometidos fueron citados para la casa de García Bárcena,
cercana a Columbia; la hora: siete de la mañana. Pero a esa hora, ya
la vivienda del profesor había sido tomada por las fuerzas de la
dictadura y los complotados iban siendo apresados a medida que hacían
acto de presencia. Sobre las 8 AM, ya la casa se había convertido en
una prisión para todos los que habían concurrido a cumplir aquel
compromiso. Con aparatoso despliegue policial, los esbirros de azul
custodiaban el lugar y en la cuadra y calles aledañas estaban
parqueados numerosos carros patrulleros. Fue esa la hora en que el
infeliz, calculando que ya el golpe había culminado con éxito, se
presentó con aire marcial ante el primer oficial que encontró y
anunció prepotente: "Capitán del MNR, (aquí dijo su nombre y
apellido), se presenta para servir a la Patria". La organización no
había otorgado grados militares a sus miembros civiles, pero el
oportunista se los adjudicó triunfal. En honor a "su alta graduación"
recibió tan brutal paliza que casi echó los pulmones por la boca.
Me pareció útil escribir esta anécdota, en estos días de recordar la
fecha gloriosa del 26 de julio de 1953, hito que marcó el despertar de
la conciencia popular y que significó un cambio radical en el carácter
de la lucha contra el tirano. Acto de arrojo sin igual, que nos hizo
comprender a muchos la diferencia entre insurrección y Revolución, que
nos dio una guía de acción y nos dotó de una doctrina y de un programa
de transformaciones necesarias.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 26 de 2013

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NOTICIAS DE UN OPORTUNISTA ANUNCIADO

NOTICIAS DE UN OPORTUNISTA ANUNCIADO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Llegar a longevo conlleva, entre otras cosas, lamentar afectos
perdidos, acumular errores, almacenar recuerdos. Con todas esas
vivencias, se pueden construir anécdotas que sirvan a otros de
lección, si es que somos capaces de convertirlas en advertencias para
evitarles yerros semejantes. En ese caso, sería útil el volvernos
anecdóticos antes que el tiempo nos convierta en escleróticos. Hoy
referiré un hecho real donde, afortunadamente, se pudo percibir la
presencia del oportunismo. Y digo afortunadamente, porque las
consecuencias en este caso las pagó el oportunista, quien no pudo
sacar el provecho que esperaba de su acción. Para muchos, fue la
primera ocasión de contemplar de cerca este proceder tan nefasto. No
menciono el nombre del pobre diablo, porque ignoro su destino
posterior. Quizás le sirvió de escarmiento y enmendó su conducta.
Entonces no habría por qué añadirle vergüenza a sus recuerdos. El
hecho que motiva mi anécdota, sucedió así:
El profesor García Bárcena, al frente del Movimiento Nacionalista
Revolucionario, había concebido un plan para la toma del campamento
militar de Columbia, en connivencia con militares destacados en dicha
instalación. Algunos de esos militares habían sido sus alumnos y por
ello, el profesor confiaba en ellos. Pero, el servicio de inteligencia
de Batista, a través de los complotados de uniforme, logró penetrar
al Movimiento revolucionario y frustrar la acción planeada. Se fijó la
fecha para el sábado de Semana Santa de 1953. El día señalado, todos
los comprometidos fueron citados para la casa de García Bárcena,
cercana a Columbia; la hora: siete de la mañana. Pero a esa hora, ya
la vivienda del profesor había sido tomada por las fuerzas de la
dictadura y los complotados iban siendo apresados a medida que hacían
acto de presencia. Sobre las 8 AM, ya la casa se había convertido en
una prisión para todos los que habían concurrido a cumplir aquel
compromiso. Con aparatoso despliegue policial, los esbirros de azul
custodiaban el lugar y en la cuadra y calles aledañas estaban
parqueados numerosos carros patrulleros. Fue esa la hora en que el
infeliz, calculando que ya el golpe había culminado con éxito, se
presentó con aire marcial ante el primer oficial que encontró y
anunció prepotente: "Capitán del MNR, (aquí dijo su nombre y
apellido), se presenta para servir a la Patria". La organización no
había otorgado grados militares a sus miembros civiles, pero el
oportunista se los adjudicó triunfal. En honor a "su alta graduación"
recibió tan brutal paliza que casi echó los pulmones por la boca.
Me pareció útil escribir esta anécdota, en estos días de recordar la
fecha gloriosa del 26 de julio de 1953, hito que marcó el despertar de
la conciencia popular y que significó un cambio radical en el carácter
de la lucha contra el tirano. Acto de arrojo sin igual, que nos hizo
comprender a muchos la diferencia entre insurrección y Revolución, que
nos dio una guía de acción y nos dotó de una doctrina y de un programa
de transformaciones necesarias.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 26 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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martes, 23 de julio de 2013

DIRIGIR, PALABRA MÁGICA

DIRIGIR, PALABRA MÁGICA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Dirigir entraña mucha responsabilidad. Es actividad compleja y
delicada, codiciada por los que ansían poder, detentada muchas veces
por incompetentes. Para estos y aquellos, se trata de trasmitir
órdenes y velar porque se cumplan. En caso contrario, sancionar
"ejemplarmente" al infractor o incumplidor. ¡Y, señores, dirigir no es
eso! Para dirigir se requieren muchos atributos y conocimientos,
prudencia y osadía, valor y tacto. Un buen director es aquel que hace
cumplir con el ejemplo, demuestra una conducta intachable,
caracterizada por modestia y honestidad, que conoce y emplea,
correctamente, técnicas y métodos de Dirección. Porque dirigir es una
actividad que demanda conocimientos, habilidades y destrezas, además
del liderazgo aceptado por sus subordinados. Ellos le reconocerán
autoridad para ejercer la dirección y sólo así acatarán con respeto
sus instrucciones. Señalo el uso de la palabra "instrucciones", en
lugar de "órdenes". Es que, al dirigir, si se hace con eficiencia, se
instruye, es decir, se practica la enseñanza, con toda su relación
dialéctica enseñanza-aprendizaje. Un dirigente, como conductor, tiene
mucho de maestro y como maestro tiene siempre que aprender. Este
conduce el aprendizaje del alumno, el que dirige conduce todo un
proceso a su cargo, mediante la acción de sus subordinados, que son
los ejecutores de las instrucciones que trasmita. A ellos debe
enseñarles. Pero, mal puede enseñar, quien no sabe. Porque nadie puede
instruir a otro sobre asuntos que ignora. A la vez, cobra suma
importancia, la habilidad del conductor para trasmitir y comunicarse
con sus subordinados. Por algo la Dirección es una Ciencia y como tal
se estudia en algunas carreras universitarias.
En nuestro entorno, es frecuente encontrar a incapaces e ignorantes,
dirigiendo actividades que desconocen. Esto ha sucedido porque, muchas
veces, los capacitados rehúyen ocupar cargos de dirección. Otras,
porque el elegido ha sido objeto de favoritismo o impuesto "desde
arriba", sin tomar en cuenta las opiniones del colectivo que va a
dirigir. Si esto último no ocurre, se abre la brecha para que los
ansiosos de escalar, den el famoso "paso al frente", se auto propongan
y se hagan de la posición que anhelan, confundidos con los que, en
verdad, están dispuestos a sacrificarse. Entonces, podemos contemplar
y sufrir situaciones enojosas y enojantes, en general desagradables,
que traen aparejadas tristes consecuencias. Esas secuelas se observan,
fundamentalmente, en el deterioro de la actividad que se pretende
dirigir. Cuando ejercía mi profesión, asesorando algunas Empresas y
Uniones de Empresas, tuve oportunidad de ver casos lamentables, como
el Director de una Unión, que presidiendo un Consejo de Dirección
ampliado, se dirigió a los presentes con grosera altanería, usando
palabras obscenas, sin respetar la presencia de compañeras y dio sus
instrucciones "inapelables y de obligatorio cumplimiento". Aquel
energúmeno rebuznó más o menos así: "Yo no sé ni coj... de esto, pero
ustedes sí y al que falle le parto las patas". Como ven, su mensaje
estaba lleno "de sabiduría, precisión y tacto". Al menos hay que
reconocerle sinceridad al proclamar su ignorancia.
Como acompañante del deterioro físico, nuestra sociedad en pleno
presenta un generalizado deterioro moral, que nos alcanza a todos y
que se refleja en cualquier actividad que analicemos. Y esto sucede en
planos que recorren de lo general a lo particular. Así, he visto
deteriorado el concepto de Dirección, su práctica problemática, el
periodismo y la conducción de órganos de prensa por cuadros que
carecen de profesionalidad y liderazgo. He tratado de generalizar para
no herir susceptibilidades y provocar enojos. Pero, como dice el viejo
dicho: "al que le sirva el sayo, que se lo ponga".

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 23 de 2013


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lunes, 22 de julio de 2013

EL PERIODISMO RADIAL

EL PERIODISMO RADIAL
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Muy completa y profunda fue la intervención del Profesor Raúl Garcés
en el recién celebrado IX Congreso de nuestros periodistas. La
escuché cuando fue trasmitida por televisión y luego tuve oportunidad
de leerla varias veces. A través de sus siete tesis o tópicos
abordados, Garcés nos brindó un panorama muy integral del periodismo
cubano de hoy y los retos que enfrenta. De los aspectos analizados,
destaco hoy una deficiencia que él apunta al periodismo radial: su
falta de cuadros profesionales. Esta deficiencia se me ha hecho
presente en los últimos días, al escuchar Radio Reloj, emisora que
sintonizo desde hace tiempo, cuando se caracterizaba por una
inmediatez y gran rigor en su redacción. Esos atributos se han visto
mermados y son frecuentes los dislates y hasta disparates que se oyen
en trabajos firmados por reporteros. Son faltas que ponen en evidencia
la carencia de profesionalidad de sus autores, prueban su deplorable
conocimiento del idioma y la ausencia de un trabajo que supervise la
redacción. En días recientes, un trabajo sobre los hechos del Moncada
atribuía a esa fecha el inicio de la lucha por derrocar a Batista, lo
que es que un soberano disparate, para no calificarlo de ofensa a la
Historia y como falsedad, una ofensa a la fecha misma. Ese
desafortunado artículo motivó mi más reciente crónica "Defendamos
Nuestra Historia".
En otro trabajo, radiado con posterioridad y sobre el mismo tema, pero
de distinto autor o autora, no pude precisar el nombre, decía que la
lucha emprendida "había dado al traste" con la victoria de enero de
1959. Evidentemente, quiso decir que la había provocado, producido,
logrado, traído como consecuencia, o una frase similar. Y estaba
diciendo todo lo contrario. Porque, según el diccionario de la RAE, la
palabra "traste" es usada en frases, copio: || dar alguien al ~ con
algo. fr. Destruirlo, echarlo a perder, malbaratarlo || irse algo al
~. fr. Fracasar o malograrse. Es decir, que la lucha había echado a
perder, había malogrado, había hecho fracasar el triunfo obtenido
mediante ella. Cosa que, lógicamente era todo lo contrario a lo que
quiso decir el mal instruido(a) autor(a).
Estos errores debían preocupar a la Dirección de esa emisora. Ellos se
enorgullecen porque su éxito está signado por la audiencia que
tienen. Pero ello hace más grave cualquier error que cometan, error
que será repetido porque "lo está diciendo Radio Reloj". Es decir, por
la enorme cantidad de oyentes que la escuchan. Por lo tanto, un oyente
debe ser oído, escuchado, ya que su opinión, justa o no, gravita sobre
la emisora. El oyente es la razón de ser, el consumidor final del
producto ofrecido por la radio. En este caso, periodismo radial. Y la
calidad de lo que ofrecen, atraerá o alejará a los que la escuchan.
Por lo tanto, la atención a ese consumidor, debe centrar el interés de
una emisora como empresa y como órgano de prensa.
El que suscribe estas líneas, se dirigió respetuosamente a la
Dirección de Radio Reloj y le ofreció su crítica, que en puridad de
acepción significa ejercer y brindar el criterio. Ante la
imposibilidad de enviarlo directamente, lo hice primero, a través de
un periodista de la emisora, y el compañero me asegura que trasmitió
mi ruego. Luego, cuando supe a dónde dirigirme, escribí directamente
un mensaje de correo electrónico a quienes correspondía. Y no obtuve
ni siquiera un elemental acuse de recibo. Es decir, el reclamo hecho
por un oyente, no mereció la mínima atención. Al parecer fui la
excepción, el único que criticó algo, a contrapelo de los miles de
cartas y mensajes de felicitación que se congratulan en recibir. Radio
Reloj puede enorgullecerse de esto y de su historia. Ha sido escuela
de locutores, porque ha contado con maestros de locutores. De igual
forma tiene magníficos periodistas de innegable profesionalidad. Sin
embargo, con esta valoración que hacen sus directivos sobre la
audiencia no apologética y con la falta de rigor que exhiben algunos
de los trabajos radiados, no sería extraño que esa emisora conservara
su "rating", por la sola razón de ser la única que informa la hora
minuto a minuto. ¡Pobre Radio Reloj!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 22 de 2013




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sábado, 20 de julio de 2013

AVISO

AVISO
AFECTADO SEGUNDO ENVÍO
Por este medio se hace saber a los consumidores, que el segundo envío
normado de micro-cuentos ha sufrido afectaciones. La cuota asignada en
megas a este centro distribuidor fue agotada. No obstante, como vivo
en Regla, y este es un pueblo muy solidario, en cuanto salí a pedir
con un jarrito, mis vecinos me prestaron un poco de sus reservas. A
ellos tampoco les quedaba mucho, pero así son: comparten lo poco que
tienen. De esta forma, con un esfuerzo extra y gracias a la
generosidad de mis coterráneos, aquí va este segundo envío. Favor de
recordar que estos productos están siendo distribuidos como algo
extra, fuera de mis artículos de opinión, que constituyen lo normado.
Les ofrezco disculpas por el retraso.
Jorge C. Oliva
Regla de mis amores, julio 20 de 2013.

PREVISIÓN
Lo miró arrobada y mientras lo estrechaba con ternura, pensó:
Eres suave y me llenas de delicias. Acariciador como ninguno,
recorres mi piel desnuda, penetras hasta los rincones más íntimos y me
impregnas toda de tu perfume. Me dejas como nueva: reconfortada y
satisfecha. Sin embargo, noto que en cada sesión te desgastas a ojos
vista y que últimamente te has puesto muy delgado. A tal punto, que
pronto ya no me servirás, y tendré que cambiarte por otro...
Completamente desnuda, chorreante de aguas que lamían su figura, la
muchacha salió de la bañera y buscó un nuevo jabón.

REPUDIADA
Ya no es joven, ni yo tampoco. Ha sido mi compañera durante muchos
años, pero ya no la resisto. Destino de mis sueños y propiciatoria de
los mismos, compartió conmigo tanto noches plenas, como insomnes
noches de desvelo. Fue consuelo y refugio de mis fracasos y muchas
veces me ayudó a analizar mis conflictos y a tomar decisiones. Es
cierto que mi lecho no fue, precisamente, de rosas para ella. En
cuanto me incomodaba, la aporreaba sin compasión hasta que adoptaba
la forma y postura que yo exigía. No, no todas las noches la abracé
con ternura y fruición, hasta quedar rendido sobre ella. También es
verdad, que trató siempre de amoldarse a mis caprichos, que fue dócil
y que sufrió en silencio mi insomnio y mal humor. Pero, igualmente,
había ocasiones en que se mostraba terca, dura y atravesada.
Incómoda, en una palabra. Además, la otra noche dormí con otra, me
gustó más y me sentí mejor acompañado. Por todo ello, a pesar del
tiempo que hemos compartido juntos, hoy decidí cambiar mi vieja
almohada.



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

jueves, 18 de julio de 2013

DEFENDAMOS NUESTRA HISTORIA

DEFENDAMOS NUESTRA HISTORIA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Martí, ese gigante gestor de nuestra libertad e independencia,
sentenció que de honrar glorias pasadas, saca un pueblo la energía
necesaria para conquistar las glorias futuras. Cumplir ese mandato
martiano es obligación de todo cubano que ame su patria. Así, es
insoslayable rememorar cada 26 de julio, fecha gloriosa cuyo
significado, gigante por martiano, estamos obligados a trasmitir a las
generaciones que nos siguen. Los asaltos a los cuarteles Moncada y
Carlos Manuel de Céspedes, constituyeron un ejemplo de hidalguía,
arrojo e intrepidez sin precedentes en la lucha contra la tiranía
castrense que sufríamos desde el 10 de marzo de 1952. Había
transcurrido un año, 3 meses y 16 días de aquella fatídica fecha,
cuando toda Cuba se enteró con asombro, que un contingente de
alrededor de 150 jóvenes, había sido capaz de organizarse, armarse,
entrenarse y atravesar la isla de un extremo al otro, trasladando
uniformes, armas y municiones para rescatar la honra que nos había
robado un cuartelazo infame. La masacre cometida contra aquellos
retoños martianos, conmovió a la nación. Nunca habíamos visto tales
pruebas de vesania criminal y ensañamiento. Los hechos del 26 de julio
de 1953 concitaron un generalizado estupor y respeto por los
asaltantes que, en el centenario de nuestro Apóstol, habían ido a
inmolarse ante los muros de aquellos cuarteles. Quedó claro, que ellos
lavaban con su sangre generosa, sangre de héroes, la memoria
mancillada de Martí; que, con un acto de valor sin igual, se erigían
en legítimos herederos de su legado.
Todo lo anterior y mucho más sobre la gloriosa alborada de la Santa
Ana, debe divulgarse y publicarse en justa y necesaria recordación. La
fecha 26 de julio de 1953 debe destacarse con todo su valor y
significado. Es una página de gloria en nuestra Historia. No necesita
atribuirle nada que no le pertenezca porque, de por sí, es fecha
excelsa. Por eso, con gran pesar, escuché el sábado pasado (13 de
julio), que la popular e histórica emisora Radio Reloj, en su habitual
espacio "Enfoque", radiaba un trabajo en que se afirmaba que la lucha
por derrocar a Batista había comenzado el 26 de julio, fecha a cuyo
recuerdo estaba dedicado dicho trabajo periodístico. En aquella
ocasión, no pude oír el nombre del autor del artículo que faltaba a la
verdad histórica. Lamenté no tener forma de comunicarme con la emisora
para imponerla de mi objeción. Sin embargo, me dirigí a un periodista
de cuerpo entero, a un periodista hecho y derecho, con quien he
intercambiado fraternos mensajes. A este compañero que admiro y
respeto, le comenté mi discrepancia y le rogué trasmitiera la misma a
la Dirección de Radio Reloj, órgano radial que es, además, su centro
de trabajo. Hoy este compañero me informa que cumplió mi ruego y que
reiteró mi petición. Sin embargo, hoy jueves 18, por la misma emisora,
en el boletín matutino, volví a oír el trabajo que cuestiono. Esta
vez, pude saber que la autora es la periodista Marilis Suárez Moreno.
Me quedé a escucharlo, cuando lo repitieron después del resumen de
noticias de las 7:30 AM. La compañera Suárez Moreno en su primera
oración, afirma que la lucha por derrocar a Batista comenzó el 26 de
julio de 1953. Afirmación que a la luz de la verdad histórica, es
totalmente falsa. Y debe ser rectificada, si se quiere, con la verdad,
dar justo tributo a la misma.
Me inclino a no juzgar con severidad a la autora del trabajo y al
rigor con que lo redactó. Es muy probable que sea bastante joven, lo
suficiente para no haber vivido aquellos tiempos. También es posible,
que su afirmación parta de lo enseñado por algún mal maestro. Pero
juventud y deficiente formación, no la eximen del deber fidelidad a la
historia y de colaborar a conservar su pureza.
Con todo el respeto que me merece como profesional y como mujer, le
digo a Marilis, que la lucha contra Batista comenzó el mismo día de su
golpe de estado. Un año, 3 meses y 16 días antes del 26 de julio de
1953. Si no confía en lo que dice este viejo luchador, le recomiendo
revisar la prensa de ese período. Si repasa la revista Bohemia, por
ejemplo, podrá comprobar que una delegación de la FEU visitó al
Presidente Prío, la mañana del mismo 10 de marzo de 1952, para
solicitarle armas con que enfrentar el cuartelazo perpetrado unas
horas antes. Que la juventud no se limitó a manifestaciones de
protesta ante el golpe y que asumió su puesto de combate frontal. Que
desde aquel día nefasto se luchó, se entrenó, se produjeron
conspiraciones abortadas e intentos de toma de instalaciones
militares, como la protagonizada por el Movimiento Nacionalista
Revolucionario, encabezado por el profesor Rafael García Bárcena.
Organización en que militaron valiosos revolucionarios que después
pasaron a las filas del Movimiento 26 de julio, entre ellos Armando
Hart Dávalos. Que en esa etapa de lucha hubo acciones de combate,
donde el pueblo empleó la violencia revolucionaria y ofrendó sus
primeros mártires en Jorge Agostini, Mario Fortuny y Rubén Batista.
Que el lapso transcurrido entre el 10 de marzo de 1952 y el 26 de
julio del siguiente año, estuvo estremecido por atentados, explosiones
de bombas, obtención, trasiego y almacenamiento de armas,
entrenamiento de combatientes y otros actos propios de la lucha
clandestina. Actos que tuvieron su respuesta reaccionaria, en el
aumento de la represión y en crímenes brutales, sangrientos. Todo esto
puede comprobarse si se repasan los archivos de periódicos y revistas.
No, compañera Marilis, la lucha por derrocar a Batista no comenzó el
26 de julio de 1953 y con esta verdad no se menoscaba el mérito y
significación que tiene esa fecha; que marcó un antes y un después del
Moncada, que galvanizó la conciencia del pueblo, pero que no fue el
inicio de la lucha armada. Nuestra Historia es el mayor tesoro que
tenemos. Contra tergiversaciones e incorrectas interpretaciones,
¡defendamos nuestra Historia!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 18 de 2013




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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 16 de julio de 2013

NUESTROS PERIODISTAS Y SU CONGRESO

NUESTROS PERIODISTAS Y SU CONGRESO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Entre los encantos que tiene Regla está el de conservar su identidad
de pueblo provinciano, a pesar de ser parte de la Capital. Subsisten
muchas casas de madera, por sus calles pueden verse carretones tirados
por caballos y los transeúntes se saludan con familiaridad, porque
todos se conocen o se han visto al menos una vez...
Ya el lector, de seguro, estará pensando que equivoqué el texto y que
éste no versará sobre el tema enunciado en el título. Pues no, ni
siquiera mi enamoramiento de este rincón ultramarino, me desvía de mi
objetivo: comentar sobre el recién concluido congreso de los
periodistas cubanos. Lo que sucede, es que un incidente que vi en esta
Regla de mis amores, me hizo pensar con tristeza en la situación que
sufren estos hermanos que se dedican al periodismo. El hecho fue que,
en el cruce de una de las dos calles de mayor tránsito, vi un
carretonero que incitaba a su jamelgo a avanzar, a la vez que le
inmovilizaba con riendas y freno. Y esto me trajo la imagen del gremio
al que los gobernantes exigen verdad, inmediatez, transparencia y
crítica necesaria, mientras permiten que mecanismos diabólicos y
funcionarios les impidan realizar esos mandatos. Así, jamás nuestra
prensa logrará respirar los aires frescos y renovadores de los que
está necesitada.
Pero bueno, es de esperar que el asunto haya sido tratado en el
concluido congreso, algunas de cuyas sesiones, me han dicho que
estuvieron bien movidas y acaloradas. Yo no participé, porque soy,
simplemente, un intruso en la profesión. Si me he atrevido a
incursionar en el periodismo, es porque me apenan las dificultades que
enfrentan hoy los verdaderos profesionales de la cuartilla. Entre
ellos, amigos a quienes admiro y respeto mucho. Ahora, como parte del
pueblo que soy, espero conocer los acuerdos que tomaron en su
cónclave. Magna reunión que despertó grandes expectativas en todos, y
que ahora se mantienen por la instrumentación o no de los acuerdos
tomados. Yo conservo la esperanza de que, como buenos divulgadores, se
encarguen de divulgar lo acordado; eso daría el primer síntoma de la
renovación necesitada. Estuvieron presentes en este congreso, algunos
periodistas que son Diputados a la Asamblea Nacional. Estos
compañeros, como legisladores que son, debían promover una ley de
prensa, cuya promulgación se ha demandado con reiteración; un
instrumento que fijara el funcionamiento, deberes y derechos de la
prensa y dotara a los periodistas de la necesaria protección jurídica.
Si tomaran tal iniciativa, estarían ejercitando el deber de legislar
que les impone la Constitución. También estuvo presente, el Primer
Vice Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros. Al menos,
para organizarles su Congreso, no tuvieron nuestros periodistas a un
ex secretario provincial del Partido. Felicito a los Periodistas con
mayúscula y ojalá, como le dije a uno que aprecio mucho, su congreso
no resulte como "El Parto de los Montes", aquella fábula que aprendí
en mis lecturas de primaria.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 16 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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lunes, 15 de julio de 2013

BASTA YA

BASTA YA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Cuentan que ante Salomón, el sabio rey bíblico, compareció una mujer
que denunció le habían robado su doncellez, mediante la fuerza.
Salomón le recompensó la honra perdida, dándole unas cuantas monedas
de oro y, cuando ella se retiró satisfecha, ordenó a un soldado que le
arrebatara la bolsa en que las llevaba. Sin embargo, la agredida
ofreció tanta resistencia, que fue imposible despojarla del dinero.
Regresada ante el Rey-juez, este le dijo:
_A mí viniste, alegando haber sido robada. Pero ahora compruebo, que
si hubieras protegido tu honra con la misma decisión y energía con que
defendiste tu bolsa, nadie podría haberte violado. Esto dice que no
fuiste robada, sino que te dejaste robar.
Rememoro este pasaje porque, con pasividad exasperante, nos hemos
dejado robar muchas cosas y lo seguimos permitiendo. Así, en un ya
lejano principio, en aras de la unidad nos robaron la memoria de
faltas imperdonables. Más tarde, en nombre de la disciplina,
consentimos en renunciar a las protestas. Aquel primer olvido provocó
que después fuéramos víctimas del sectarismo por los mismos que
habíamos disculpado; mientras que callar los desacuerdos, permitió que
escalara a ciertos liderazgos, el oportunismo más rampante.
Confundimos entonces la unidad necesaria, con una unanimidad
artificial que, como todo lo artificial, era falsa. Por culpa de un
centralismo democrático mal entendido, nos robaron cualquier
iniciativa y se propició un verticalismo aberrante, donde siempre se
espera por las orientaciones que "vengan de arriba". Lamentablemente,
estas cosas no quedaron en el pasado, continúan existiendo y haciendo
daño. Tenemos una prueba bien reciente: los males que nos aquejan como
sociedad, enumerados en la clausura de este período de sesiones de la
Asamblea Nacional, no fueron discutidos nunca por ninguna Asamblea
Provincial o Municipal. Y los deterioros denunciados estaban y están
más cercanos a la Provincia y al Municipio. En mi circunscripción
jamás se han tratado esos temas, a pesar de que tenemos indisciplinas
y algunas muestras de incivilidad.
Por no tratar adecuadamente otro asunto, estamos dejándonos robar
glorias deportivas que hemos creado con los recursos de todos.
Igualmente, estamos permitiendo que nos roben el tesoro más preciado:
la juventud. Esa juventud que, contra viento y marea, hemos forjado y
que hoy busca en la emigración, los horizontes que aquí no tiene a la
vista. Juventud que ha visto envejecer a sus padres, luchando por
alcanzar un bienestar siempre aplazado y que cifra sus esperanzas de
vivir mejor en el extranjero. ¡Nos están robando la juventud! El
tesoro más precioso y lo estamos permitiendo. También, y por similares
causas, nos están robando científicos y especialistas, cuya formación
constituyó una considerable inversión en un futuro no logrado y que se
disuelve en este presente de posposiciones constantes. De esta forma,
nos declaramos víctimas del tan mentado "robo de cerebros".
Por último hemos dejado que nos roben ciertos adjetivos, por no usar
los términos adecuados. Así, calificamos a los contrarrevolucionarios
como disidentes. ¡Y no, señores! Ellos no son disidentes porque, según
el diccionario, disentir es no ajustarse al sentir o parecer de
alguien, estar en desacuerdo, no en contra y mucho menos ser enemigos
de ese alguien. Ellos no disienten, están contra la Revolución,
laboran por su destrucción y hay que llamarlos por su nombre:
CONTRAREVOLUCIONARIOS. De igual forma, hay que llamar a los burócratas
y corrompidos que entorpecen nuestra marcha. Disidentes somos
nosotros, los revolucionarios que disentimos de cosas que están
pasando, que desvirtúan nuestros ideales y nos impiden avanzar y
desarrollarnos. ¡Basta ya de usar palabras equivocadas! Llamemos al
pan, pan y al vino, vino. ¡Basta ya de dejarnos robar iniciativas,
valores y significados!...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 15 de 2013


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BASTA YA

BASTA YA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Cuentan que ante Salomón, el sabio rey bíblico, compareció una mujer
que denunció le habían robado su doncellez, mediante la fuerza.
Salomón le recompensó la honra perdida, dándole unas cuantas monedas
de oro y, cuando ella se retiró satisfecha, ordenó a un soldado que le
arrebatara la bolsa en que las llevaba. Sin embargo, la agredida
ofreció tanta resistencia, que fue imposible despojarla del dinero.
Regresada ante el Rey-juez, este le dijo:
_A mí viniste, alegando haber sido robada. Pero ahora compruebo, que
si hubieras protegido tu honra con la misma decisión y energía con que
defendiste tu bolsa, nadie podría haberte violado. Esto dice que no
fuiste robada, sino que te dejaste robar.
Rememoro este pasaje porque, con pasividad exasperante, nos hemos
dejado robar muchas cosas y lo seguimos permitiendo. Así, en un ya
lejano principio, en aras de la unidad nos robaron la memoria de
faltas imperdonables. Más tarde, en nombre de la disciplina,
consentimos en renunciar a las protestas. Aquel primer olvido provocó
que después fuéramos víctimas del sectarismo por los mismos que
habíamos disculpado; mientras que callar los desacuerdos, permitió que
escalara a ciertos liderazgos, el oportunismo más rampante.
Confundimos entonces la unidad necesaria, con una unanimidad
artificial que, como todo lo artificial, era falsa. Por culpa de un
centralismo democrático mal entendido, nos robaron cualquier
iniciativa y se propició un verticalismo aberrante, donde siempre se
espera por las orientaciones que "vengan de arriba". Lamentablemente,
estas cosas no quedaron en el pasado, continúan existiendo y haciendo
daño. Tenemos una prueba bien reciente: los males que nos aquejan como
sociedad, enumerados en la clausura de este período de sesiones de la
Asamblea Nacional, no fueron discutidos nunca por ninguna Asamblea
Provincial o Municipal. Y los deterioros denunciados estaban y están
más cercanos a la Provincia y al Municipio. En mi circunscripción
jamás se han tratado esos temas, a pesar de que tenemos indisciplinas
y algunas muestras de incivilidad.
Por no tratar adecuadamente otro asunto, estamos dejándonos robar
glorias deportivas que hemos creado con los recursos de todos.
Igualmente, estamos permitiendo que nos roben el tesoro más preciado:
la juventud. Esa juventud que, contra viento y marea, hemos forjado y
que hoy busca en la emigración, los horizontes que aquí no tiene a la
vista. Juventud que ha visto envejecer a sus padres, luchando por
alcanzar un bienestar siempre aplazado y que cifra sus esperanzas de
vivir mejor en el extranjero. ¡Nos están robando la juventud! El
tesoro más precioso y lo estamos permitiendo. También, y por similares
causas, nos están robando científicos y especialistas, cuya formación
constituyó una considerable inversión en un futuro no logrado y que se
disuelve en este presente de posposiciones constantes. De esta forma,
nos declaramos víctimas del tan mentado "robo de cerebros".
Por último hemos dejado que nos roben ciertos adjetivos, por no usar
los términos adecuados. Así, calificamos a los contrarrevolucionarios
como disidentes. ¡Y no, señores! Ellos no son disidentes porque, según
el diccionario, disentir es no ajustarse al sentir o parecer de
alguien, estar en desacuerdo, no en contra y mucho menos ser enemigos
de ese alguien. Ellos no disienten, están contra la Revolución,
laboran por su destrucción y hay que llamarlos por su nombre:
CONTRAREVOLUCIONARIOS. De igual forma, hay que llamar a los burócratas
y corrompidos que entorpecen nuestra marcha. Disidentes somos
nosotros, los revolucionarios que disentimos de cosas que están
pasando, que desvirtúan nuestros ideales y nos impiden avanzar y
desarrollarnos. ¡Basta ya de usar palabras equivocadas! Llamemos al
pan, pan y al vino, vino. ¡Basta ya de dejarnos robar iniciativas,
valores y significados!...

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jorgecoliva@gmail.com

viernes, 12 de julio de 2013

ENTREGA DE NUEVO PRODUCTO

ENTREGA DE NUEVO PRODUCTO
Estimados lectores:
Sucede que vivimos inmersos en una realidad absorbente, que reclama
respuestas cívicas e inmediatas y el tiempo no alcanza para la
creación puramente literaria. Ante lo gigante real que nos oprime y
amenaza con aplastarnos, es necesario compactar la fantasía,
concentrar la ficción, acortar textos y ahorrar palabras. Quizás por
esto, hace algunos años que cultivo el relato miniatura, cuento
hipercorto, minicuento, microcuento, nanocuento o textículos, como le
llaman algunos entendidos. Hoy vengo a anunciarles que, una vez por
semana les brindaré una muestra de este quehacer mío. Como tengo una
reserva de más de 300 de estos cuentos, la entrega está garantizada
para un largo plazo. Claro, siempre y cuando nos limitemos a la cuota
normada. En este primer envío "les toca" dos, pero la cantidad de
unidades puede variar, de acuerdo a la extensión que tenga cada
relato. Aquí tienen la entrega inaugural:

EL HOMBRE Y EL BOSQUE
Una noche muy oscura, el hombre atravesó el bosque. Las ramas le
hirieron sin piedad, dejándole maltrecho. Cuando se recuperó, lleno de
furia, lo taló por completo. Entonces Dios le dijo: "¿Por qué la tomas
con el bosque, si fueron los árboles los que te golpearon?" Iluminado
por la voz divina, el hombre reflexionó: "En definitiva, no fueron
ellos sino sus ramas ". A lo que replicó El Altísimo: "No todas, sólo
las más bajas".

JORGE Y EL DRAGÓN
Jorge estaba preocupadísimo. Se paseaba de un extremo al otro del
salón, las sudorosas manos cruzadas a la espalda, el rostro demudado,
el ánimo sombrío. Se encontraba ante un hecho catastrófico, un
acontecimiento inusitado, que ponía en peligro su Historia y en
entredicho su papel de héroe. En el castillo, sin más explicaciones,
ordenó reforzar la guardia y los criados salían y entraban,
consternados y temerosos ante el estado de desesperación que mostraba
El Príncipe.
Y no era para menos: el dragón, su enemigo inveterado de tan¬tos años,
su adversario secular, ya no amenazaba a nadie, se mos¬traba decaído y
perezoso, no echaba llamas por los morros y negábase a combatir.
¿Contra quién pelear?, ¿de quién defender a sus fieles vasallos?
¿Desaparecería la bandera de unión que le había permitido, hasta
ahora, gobernarlos? Él, Jorge, Príncipe de Capadocia, no podía
permitirlo. Esa misma noche convocaría a los brujos y hechiceros más
eminentes, a los más doctos sabios, y una tajante orden saldría de sus
labios: ¡Hay que curar al Dragón!




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jueves, 11 de julio de 2013

EL TOTI

EL TOTÍ
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Decía una vieja y popular tonada: "canta mi gallo quiquiriquí, la
culpa de todo la tiene el totí". Y es que, desde antaño, era sabido
que "aunque todos los pájaros comen arroz", la culpa de tal
depredación, la carga siempre el negro pajarillo.
Cada época ha tenido su totí y este gran culpable ha sido utilizado
por muchos. Los dictadores "totizaron" tradicionalmente a los que
luchaban por derrocarlos, los culpaban de la intranquilidad ciudadana,
de atentar contra la propiedad y terminaban tildándolos de comunistas.
Los estalinistas achacaron todos sus males, primero a Trotsky y luego
a todo marxista y revolucionario honesto que se les opusiera o
simplemente los criticara. Ahora, aquí, en mi Cuba adorada, todas las
culpas se las endilgan, primero al bloqueo imperialista, y después al
pueblo. Hoy resulta que todos nosotros, Usted, yo, Chicho el
bodeguero, Teté la del Comité, Olga la tamalera, todos, somos los
totíes del cuento.
Se ha hecho moda achacar al pueblo sufriente todos los males. Hubo
hasta un insolente que nos acusó de ser "unos pichones con el pico
abierto, siempre exigiendo". Cualquier burócrata, no importa su nivel,
se apresura a culpar al "usuario" del desorden y otros males que su
accionar indolente provoca. Así, escuché hace poco a una funcionaria,
encargada de los cajeros automáticos, que responsabilizaba del mal
funcionamiento de esas máquinas al abuso que reciben; según ella, no
era por la falta de mantenimiento, ni de piezas de repuesto no
previstas por su ineficiente gestión. Los causantes de que, la más de
las veces, estuvieran fuera de servicio o simplemente inutilizados,
eran los que abusaban de esos autómatas, sin miramientos ni
conocimientos sobre su manipulación. Si el transporte público está en
ruinas, es por el daño que le causan los pasajeros. La deplorable
situación de la telefonía, ETECSA la achaca al maltrato que le da la
población a los teléfonos públicos. Que peces y crustáceos hayan
desaparecido, es imputable a Paco y a todos los que, como él, tiran
sus pitas y anzuelos desde el muro del Malecón. De igual forma, la
culpa de que los productos del agro se pudran, esperando por Acopio,
le es transferida al transporte, a la falta de piezas para los
camiones o al imperialismo que nos bloquea. Y en última instancia, el
culpable es el campesino cultivador, por no prever los envases, no
cumplir lo contratado, no sacar los productos a tiempo, etc. Pero,
como se dice, "la tapa al pomo", la vino a poner el Presidente, cuando
nos culpó a todos de los males que enumeró con precisión de
escrupuloso contable. Esto ya era inadmisible y se hizo paradójico
cuando, después de juzgarnos culpables y amenazar con reprimirnos, nos
convocó a todos a luchar contra la situación imperante, de la que nos
considera reos convictos.
Claro que todos los que amemos a nuestra Patria, debemos luchar por
devolver a la sociedad los valores perdidos. Pero la gran mayoría no
podemos asumir el papel del totí. Como parte involucrada y acusada,
asumo mi propia defensa. Vamos a ver: ¿de quién es la culpa que la
juventud denote falta de valores y una gran parte de ella, aspire a
emigrar?, ¿fui yo quien separó a esos jóvenes de sus familias, con las
Secundarias y los Pre en el campo, cuando comenzaban la adolescencia y
más falta les hacía el influjo familiar?, ¿de quién es la culpa de que
casi nadie quiera trabajar y los que lo hacen, lo hagan con desgano?,
¿quién permitió que la situación de degradación moral llegara a estos
extremos?, ¿quién, durante décadas, se hizo el de la vista gorda ante
los desmanes de la incivilidad?, ¿fui yo, por ventura, quien disparó
los precios y redujo de mil formas el salario con que mal paga a sus
trabajadores, un patrón monopolista y explotador, disfrazado de
socialista?, ¿fui yo quien envió para la calle a delincuentes que
debían estar en prisión? Entonces, ¿por qué culpar al Totí?...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 12 de 2013

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miércoles, 10 de julio de 2013

METODOS Y ESTILOS

MÉTODOS Y ESTILOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Tal como prometí, hoy voy a dedicar esta crónica a divagar sobre los
métodos y los estilos. Mi disquisición será breve y no pretendo agotar
un tema que requiere abordarse con mayor extensión y profundidad.
Blaise Pascal dijo que el hombre es su estilo. Con esto definió que el
estilo es algo tan personal que es suficiente para caracterizar al
sujeto que lo asume. Cada hombre tiene su estilo propio, el que
imprime a sus actos y con ellos queda identificado. "Por sus obras los
conoceréis" leí una vez en la Biblia y existe mucha razón en ello.
Otra cosa es el método, modo empleado para obtener un propósito.
Cualquiera puede emplear un método no propio, pero al aplicarlo
asumirá su estilo. Entonces, es de esperar que los resultados no sean
los mismos. Aunque dos personas empleen métodos iguales, sus estilos
al aplicarlos serán diferentes.
El proceso iniciado en 1959 y que algunos tienen reticencia en llamar
"Revolución", ha tenido hasta hoy dos conductores principales. Los dos
tienen sus propios estilos y han aplicado el mismo método para
dirigir: La verticalidad, el autoritarismo excluyente de cualquier
opinión no concordante y el sentido mesiánico de la misión asumida.
Estilos, pero no métodos han servido para diferenciar sus gobiernos
respectivos. A pesar de ser uno continuidad del otro y tener ambos un
fin o meta común, sus diferencias son bien perceptibles.
Porque, la unidad de propósitos, el tener un fin similar como meta, no
significa unidad en los estilos empleados para alcanzarlos. Nos
acostumbramos a un gobernador paternalista, que nos daba todo y que
minimizaba nuestras culpas; que, omnipresente, nos hablaba in extenso,
casi a diario; que sentíamos cercano y familiar porque intervenía en
todo: desde cómo vender el ron, hasta en el combustible doméstico que
debíamos usar. Guiado por la intuición del genio y por un recio
voluntarismo, improvisó genialidades y sus errores fueron geniales.
Amó el gigantismo, acometió obras gigantes y sus pifias fueron
gigantes. Despreció la economía y la supeditó a la política. En
relación a sus concepciones e iniciativas, nunca se mostró dispuesto a
hacer la mínima concesión. Ahora, su sucesor se presenta más abierto y
flexible. Para respaldar los cambios que proclama, se rodea de
tecnócratas y militares, prefiere trabajar en el silencio y durante
meses se hace invisible. Sabe que ha heredado la clásica "papa
caliente" y se refugia en la cautela. Sin embargo, sus acciones se
sienten. Es pragmático y ama el orden y la disciplina castrense. Nos
la exige en sus espaciadas y escuetas apariciones. En ellas, nos
convida a cambiar nuestra mentalidad, conformada por su antecesor y
nos reta a seguir adelante. No nos halaga, como hacía aquel; al
contrario, nos culpa, reprende y amenaza con reprimir.
No, no es fácil acostumbrarse a este cambio. Ni al mejor bailador le
es posible adoptar otro ritmo y movimiento, cuando la música es la
misma. Sempronio dictamina, sentencioso como siempre, que el cambio ha
sido "de palo pá rumba"...

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 11 de 2013

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

martes, 9 de julio de 2013

AL PAN, PAN

AL PAN, PAN
Por Jorge C. Oliva Espinosa

"Al pan, pan" y "Al César, lo que es del César". He reunido un refrán
popular con una cita bíblica y no es por gusto. Ambos me vinieron a la
mente, al escuchar el discurso del Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros, en la clausura del período de sesiones de la
Asamblea Nacional. Nuestro Presidente no se anda con rodeos y calificó
con claridad conceptual lo que veníamos disimulando con eufemismos.
Desde hace rato, los cubanos estamos sustituyendo términos existentes
en el diccionario y aportando significados nuevos al idioma. Así
llamamos jineteras a las prostitutas, desvío o apropiación indebida al
robo, regalitos a los sobornos; se suplanta el verbo delinquir, por
luchar o vivir del invento y los delitos y vandalismos se engloban,
con otras desviaciones de la civilidad, bajo un neologismo muy cubano:
indisciplinas y conductas indebidas. Raúl fue categórico, llamó a cada
cosa por su nombre y deslindó las fronteras, muy claras por cierto,
entre delito, contravención e indisciplina.
Estamos presenciando un cambio muy significativo en el método y en el
estilo de gobierno, distintos a los que estábamos acostumbrados desde
hace décadas. De estilos y métodos diferentes me ocuparé en una
próxima crónica. Pero ahora, es preciso concentrarnos en este
discurso. En él se señala como gran culpable al pueblo.
Paradójicamente, se le pide colaboración al acusado para enfrentar la
situación denunciada y se anuncia como remedio la mano dura y otros
métodos represivos. Sobresalen dos reconocimientos tácitos: los males
que nos aquejan y "la mano blanda", la criminal tolerancia con que
hasta ahora se ha permitido la proliferación de esos males.
Es muy probable que este discurso produzca reacciones diversas. No lo
percibirán igual, delincuentes y personas decentes. Entre estas
últimas, unas lo aplaudirán, otras le imputarán retraso, no apuntar a
las verdaderas causas, ser "más de lo mismo", o tratarán de
descalificarlo al atribuirle culpabilidad en la situación que
denuncia. Situación de degradación y descomposición social que, todos
los que amamos a Cuba, estamos llamados a conjurar y combatir. Pero,
sea cual sea la visión con que se le juzgue, justa o injusta, una cosa
es innegable: Este Presidente ha rescatado el idioma que estábamos
deformando; salva, entre tantos valores perdidos, los valores
semánticos de ciertas palabras, habla bien claro, le dice "al pan, pan
y al vino, vino". Hay que reconocerlo y acreditárselo como
característica. "AL CÉSAR, LO QUE ES DEL CÉSAR".

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 10 de 2013



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

SOBREVIVIENTE

SOBREVIVIENTE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Un nuevo amigo me pregunta por qué, entre los epítetos que me adjudico
y escribo bajo mi firma, coloco como último el calificativo de
"Sobreviviente".
Voy a responderle a ese amigo, y de paso brindarles datos sobre mi
persona a aquellos lectores que no me conocen: Pues bien, en primer
término me declaro "cubano" porque lo soy y porque vivo orgulloso de
haber nacido aquí, en esta islita bella, rebelde e insurrecta. Un país
pequeño con una historia enorme, de la que, con razón, podemos
blasonar. Soy cubano en primera instancia, en esencia y sustancia,
porque cubano nací y cubano me formaron. Nada de Cuba me es ajeno, ni
dolor ni alegría, y puedo hacer mía la sentencia de José Antonio Saco:
"Habrá quienes sean tan cubanos como yo, pero no más cubanos que yo".
Consecuente con ello, proclamo mi prosapia libertaria, bien legítima
porque desciendo de mambises y he procurado merecer ese legado, siendo
fiel a la obligación que me impone el descender de ellos. Por último,
como el personaje de la película "Juan de los Muertos", me considero
un "sobreviviente" y puedo, como él, enumerar los eventos que no han
podido acabar conmigo. Así, sobreviví a la pobreza bajo el
capitalismo, sobreviví en la lucha armada contra una dictadura de
cafres y asesinos. De puro milagro, logré llegar vivo al triunfo
embriagador de un enero inolvidable. Más tarde, sobreviví al
sectarismo de la micro-fracción, sobreviví a las ORI "que eran la
candela" y pasé a las filas del PURSC, sobreviví al ciclón Flora,
sobreviví al "Año del Esfuerzo Decisivo", aquel 1969 que llamamos por
coña "Año del Esfuerzo de si vivo", porque sus semanas tuvieron, como
las de Manzanero, más de siete días; luego sobreviví a "la zafra de
los diez millones", al "Período Especial" también sobreviví. Al
comienzo de dicho período, sobreviví al mandato que me impusieron mis
vecinos, cuando me eligieron Delegado a la Asamblea Municipal del
Poder Popular, cargo que desempeñé y del cual salí ileso. Y he
sobrevivido, como Juan de los Muertos, a "todo esto que vino después".
¡Ah!, también luché por la sobrevivencia durante 32 años en una
cátedra universitaria, ganada contra taimada y desleal oposición. En
la colina rebelde que me hizo combatiente revolucionario, no solamente
sobreviví como persona, también logré que sobreviviera el prestigio
que, como Profesor, cimenté durante esas sobrepasadas tres décadas de
entrega y dedicación gustosa. Como colofón y desafío mayor, ahora me
empeño en sobrevivir con mi chequera de jubilado, aunque es casi
seguro que no pueda lograrlo...
Después de leer este extenso rosario de sobrevivencias, extendido a lo
largo de los 77 años que estoy por cumplir ¿no creen ustedes que puedo
declararme, con orgullo, SOBREVIVIENTE?...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 9 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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domingo, 7 de julio de 2013

CATILINA, NO CATALINA

CATILINA, NO CATALINA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Siempre listo a meter la cuchareta, Sempronio creyó encontrar una
errata al final de mi reciente artículo titulado "Legislar". Doctoral,
me señala que escribí "Catilina" por Catalina. Para aclararle que no
me refería a la señora del famoso guayo, sino a un tribuno romano
llamado Ca-ti-li-na, tendré que pasar por pedante en la presente
crónica. Sólo para ilustrar a Sempronio corro ese riesgo y escribo
esta brevísima reseña histórica:
Lucio Sergio Catilina fue un político romano que alcanzó notoriedad en
la Roma anterior a nuestra era. En el año 63 a.n.e., se volvió a
postular para el cargo de cónsul, después de haber perdido la primera
vez, e intentó asegurarse la victoria mediante la compra de votos.
Como respuesta, el entonces gobernante, Cicerón, promulgó una ley
prohibiendo maquinaciones de este tipo. Catilina, a su vez, conspiró
con sus partidarios para matarlo junto a los principales miembros del
Senado, el día fijado para las elecciones. Descubierto el complot, se
pospuso la fecha de los comicios, para dar tiempo a discutir sobre el
intento de golpe en el Senado.
Un día después de la fecha original de las elecciones, Cicerón habló
al Senado sobre ese tema y la réplica de Catilina fue inmediata y
violenta. En respuesta, el Senado emitió un senatus consultum ultimum
(medida similar al estado de sitio moderno) por el cual quedó
suspendida la ley regular y Cicerón, como cónsul, fue investido con
poder absoluto. Cuando finalmente se realizaron las elecciones,
Catilina volvió a perder. Anticipando la derrota, los conspiradores ya
habían juntado un ejército. El plan era iniciar una insurrección en
toda Italia, incendiar Roma y matar a tantos miembros del Senado como
fuera posible.
Pero nuevamente Cicerón estaba al tanto. El 8 de noviembre, convocó al
Senado en el Templo de Júpiter Capitolino, Catilina asistió a la
reunión, y fue entonces que Cicerón aprovechó para increparlo con su
primer discurso, de los cuatro que fueron conocidos como "Las
Catilinarias". El primero comenzaba con la célebre frase: "¿Hasta
cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?" (Quousque tandem,
Catilina, abutere patientia nostra?).
Después del segundo discurso, en el cual Cicerón presentó pruebas
fehacientes de la conspiración, Catilina y los otros conspiradores
fueron declarados enemigos públicos, juzgados en rebeldía y condenados
a muerte. Esta condena, fue dictada por el Senado, contra los
implicados ya prófugos. Catilina se unió a un ejército de sus
seguidores, pero fue derrotado. Finalmente, murió en una batalla cerca
de Pistoia, en el centro de Italia.
Esa, en apretada síntesis, es la historia de Catilina, el personaje
que Sempronio tomó por Catalina, la del Guayo. Cualquier semejanza con
personajes y hechos muy posteriores o incluso actuales, debe
acreditarse a esos guiños que a cada rato, como sarcasmo, nos hace la
historia. La muy pícara parece querer recordarnos aquella máxima
latina "Níhil novis sub soleil" (Nada hay nuevo bajo el sol)...

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Julio 8 de 2013



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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
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jueves, 4 de julio de 2013

LEGISLAR

LEGISLAR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

He tenido una fuerte discusión con Sempronio. Leyó mi crítica a
nuestro Parlamento, donde digo que en Cuba, no se legisla. Y me
refuta, de la siguiente manera:
_Estás completamente equivocado, mi socio. Cuba es el país donde más
se legisla... Aquí, eso de "legislar" no está reservado exclusivamente
para Parlamentarios, Representantes, Senadores y Diputados, o como le
llamen indistintamente en otros lugares. Aquí, esa actividad la
practican todos los ciudadanos adultos. Mira, sin movernos de aquí,
donde estamos hablando, te lo voy a demostrar. Vacila a Cheo, el
bodeguero. Ahí, donde tú lo ves, detrás del mostrador, sin nada qué
hacer, pues ya distribuyó a todos sus consumidores, los pocos
productos que todavía quedan en la libreta... ¿Lo notas pensativo,
como sumido en hondas reflexiones? Pues, Cheo está legislando, para
ver cómo cuadra el inventario, hace la liquidación y saca unos kilitos
para poder tocar a los inspectores, compensar el salario que recibe y
seguir viviendo. Ahora, mira para allá, para la farmacia; allá está
Zoila en lo mismo, viendo a ver cómo no hay faltantes de medicinas,
sobre todo las que ha vendido "por la izquierda"... Seguimos, en la
TRD la cosa adquiere mayor peso (pero pesos CUC), allí tanto el
administrador como los dependientes, están todos legislando,
pendientes para que las multas con que sobrecargan los precios, los
productos "luchados" que han logrado colar y vender, los que les trajo
sin facturar "su contacto", el almacenero, y los vueltos que no
devuelven "porque no hay cambio", todo eso junto, redondee la
güanajita que se llevarán a casa. De similar forma, están legislando
los del agromercado estatal, con la vianda que reporten como
"pérdida". En la madrugada, puedes ver a unos viejitos, todos
legislando como si fueran un Concejo de Ancianos, esperando que llegue
la prensa para comprar algunos ejemplares y revenderlos luego a peso.
Ellos son retirados que tienen que legislar muy duro para vivir con
sus pensiones. ¿Y qué me dices, de tanto hombre fuerte y sano, apto
para trabajar y que prefiere salir a legislarla en la calle, a
lucharla, al invento, antes de tener un empleo fijo y mal remunerado?
De los "cuentapropistas" no te voy a hablar, porque ellos son los que
más la han legislado... Por otra parte, cualquier funcionario del
Estado, se la pasa legislando reglamentos, disposiciones, circulares y
demás instrumentos necesarios para poner en ejecución las leyes,
decretos e instrucciones que les bajan de sus ministerios. No importa
si, con frecuencia, contradicen o violan la Constitución. Lo
importante es aplicar lo que le bajen "de arriba". Los directores de
empresas, tiene que legislarla muy duro para no perder el cargo y el
carro asignado correspondiente. Sus choferes también legislan con la
gasolina que desvían y algún que otro uso que le den a esos
vehículos... ¿Y esa gran parte de nuestra juventud, que está
legislando para ver cómo emigra en busca de horizontes que aquí no
encuentra? ¡Todos, mi ambia, todos en Cuba, estamos legislando, asere!
Somos un pueblo de legisladores. En eso le ganamos a los antiguos
romanos.
Cuando le señalo que yo me refería a la ausencia de iniciativas
legislativas de la que adolece nuestra Asamblea Nacional, al parecer
solo destinada a aprobar (y siempre por unanimidad) los decretos
emitidos por el Ejecutivo, Sempronio me aclara, cáustico como siempre:
_Ahí también te equivocas, mi hermano. Esos asambleístas, bien que la
tienen que legislar para no pifiar y que los saquen de escena en la
próxima legislatura, como le pasó a su anterior presidente. Algunos
están vacilando, eso de ser Diputado por obra y gracia del espíritu
santo. ¡No sabes nada, Viejo!...
Desisto de seguir discutiendo con Sempronio. Este reglano, cuando se
enfrasca en sus "catilinarias", hay que dejarlo por incorregible. Es
peor que Catilina y que Cicerón.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 4 de 2013

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miércoles, 3 de julio de 2013

QUIEN FUE

¿QUIÉN FUE?
Por Jorge C. Oliva Espinosa

En mi reciente artículo "Como el Curro en la Fiesta", mencioné a
Milován Djilas y como estoy seguro que muchos cubanos, sobre todo
jóvenes, pudieran no saber de quién se trata, decidí escribir una
pequeña reseña sobre esta figura y su destacado desempeño en el
pensamiento marxista y en el movimiento comunista del siglo XX.
Milován Djilas fue un revolucionario, político y escritor yugoslavo
que alcanzó posición y renombre a finales de la primera mitad del
siglo XX y principios de la segunda. Nació en 1911 y se graduó como
abogado en la Universidad de Belgrado. Convencido de las ideas
marxistas, sufrió prisión y torturas durante el régimen monárquico que
por entonces gobernaba su país. Desde 1940 fue miembro del Buró
Político del Partido Comunista yugoslavo, liderado por Josip Broz
Tito, de quien era amigo cercano. Cuando Yugoslavia fue ocupada por
las hordas nazis, participó en el movimiento guerrillero, encabezado
por Broz Tito, que le opuso tenaz resistencia a la invasión fascista.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y emerger la nueva Yugoslavia
socialista, ocupó importantes cargos en el gobierno comunista que se
hizo del poder. Así, llegó a ocupar la Presidencia de la Asamblea
Nacional y fue Vice Presidente de la República en 1953, viéndosele
como posible sucesor de Tito. Con anterioridad, había cumplido
importantes misiones, encaminadas a buscar un acercamiento con Stalin,
quien había excomulgado a Tito, colgándole el sambenito de
revisionista. Pero una vez convencido de la inutilidad de cualquier
esfuerzo, fue un decidido partidario de la temprana ruptura de
Yugoslavia (1948) con la URSS y del rechazo al poder hegemónico que
ésta imponía a los demás países socialistas y a sus respectivos
partidos comunistas.
Sus críticas al gobierno del que formaba parte, le costaron perder su
posición de Vice Presidente y posteriormente sus demás cargos en el
Partido, siendo expulsado del mismo en 1954. Sus denuncias de los
privilegios que disfrutaba la partidocracia, le llevaron a la cárcel
en 1956, sentenciado por difamación y libelo. Arbitrariamente, esa
sentencia le fue aumentada en diez años, al publicarse en occidente su
libro "La Nueva Clase". Esta obra es una contundente acusación contra
el sistema político que habían adoptado Yugoslavia y el resto de
países del Campo Socialista. En ella, Djilas sostiene que los
militantes comunistas, monopolizando la administración de los bienes
estatales, estaban construyendo en torno a sí mismos una "nueva clase"
social, formada por burócratas que no eran propietarios de los medios
de producción sino meros administradores de éstos. No obstante haber
desaparecido el capitalismo, según Djilas, los militantes comunistas y
sus dirigentes se convertían en una "élite" que, aunque no era
propietaria de los medios de producción, aprovechaba la administración
de éstos, para proporcionarse privilegios y niveles de vida que
estaban fuera del alcance del proletariado.
Alegaba Djilas, que la nueva "élite burocrática" desempeñaba un rol
social muy parecido a la antigua aristocracia de las épocas
prerrevolucionarias, en tanto la "nueva élite" traspasaba su
"influencia" a sus familias y sus miembros sólo cultivaban relaciones
entre sí, aprovechando su acceso exclusivo al poder político para
establecer privilegios en favor de ellos mismos. Esta conducta, según
Djilas, no sólo traicionaba el ideal marxista de la "sociedad sin
clases" sino que creaba un esquema social donde la clase obrera, en la
práctica, no había hallado su verdadera liberación pues estaba
sometida y explotada por una "Nueva Clase".
Las obras de Djilas fueron ampliamente divulgadas en los países
capitalistas. En Cuba, la revista Bohemia publicó, fragmentado en
envíos semanales, su libro "La Nueva Clase". Sus denuncias a los males
del estalinismo, eran presentados como ataques al socialismo. De mayor
valor por venir desde adentro, provenientes de un revolucionario
decepcionado. Esa era y sigue siendo la táctica mediática del Imperio
para desacreditar nuestras ideas. En esto, coincidían con los
corruptores del socialismo, que lo presentaban como un renegado. Sin
embargo, Milován Djilas, continuó hasta el fin de su vida siendo un
marxista convencido, un auténtico revolucionario y jamás abjuró de su
ideología. En 1962, al publicarse su "Conversación con Stalin",
volvieron a aumentarle la condena, en 4 años más. En el 66 fue
amnistiado y siguió escribiendo y viviendo en Belgrado, con la verdad
como bandera, luchando por rescatar el socialismo usurpado por la
nueva clase. En la década de 1980 se afilió al socialismo democrático,
sin abandonar sus ideas marxistas.
Poco antes de la desaparición de la Unión Soviética y de la
reunificación alemana de 1990, alertó contra la creciente amenaza del
nacionalismo extremo, mezclado con xenofobia, como herramienta
desintegradora que causaría enormes daños a los países de Europa
Oriental. Al ocurrir la desmembración de Yugoslavia y durante las
guerras que le siguieron, Djilas condenó el chovinismo de las diversas
etnias (serbios, croatas, bosnios, kosovares y eslovenos) que luchaban
en el país, atacando al régimen de Slobodan Milosevic, pese a ser el
propio Djilas de origen serbio. Relegado en lo que fue Yugoslavia(*),
pero famoso fuera de su país, Djilas falleció en Belgrado en 1995.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 3 de 2013

(*) Hoy atomizada en 6 repúblicas: Bosnia-Herzegovina, Croacia,
Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia.


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martes, 2 de julio de 2013

COMO EL CURRO EN LA FIESTA

COMO EL CURRO EN LA FIESTA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

No me canso de leer y volver a leer un extenso artículo del compañero
Pedro Campos, titulado "La Encrucijada de la Economía Cubana". Es una
exposición contundente, argumentada de forma irrebatible y llena de
deprimentes verdades. Entre sus muchas y acertadas afirmaciones,
remarqué aquella en que señala: "Si la independencia de España en el
Siglo XIX fue retardada por el miedo al negro, en este Siglo XXI, el
socialismo lo está siendo por el miedo al trabajador." No es la única
verdad que postula. Son muchos sus enunciados categóricos que no
admiten cuestionamiento alguno. Así, con notable lucidez y poder de
síntesis, resume las ideas contenidas en su artículo, de la siguiente
forma: "Para destrabarse, la economía cubana debe avanzar
decididamente hacia la privatización o hacia la socialización; pero la
burocracia estatalista, obstruye ambos caminos".
Con un realismo conmovedor, Campos nos describe las dos opciones que
se abren ante los gobernantes cubanos, por una de las cuales debe
enrumbarse nuestra economía. Las dos, en direcciones contrapuestas,
se presentan como los dos ramales de un camino que se bifurca. Es la
encrucijada que menciona el autor. Para continuar avanzando, habrá que
decidir por cuál rama tomar. Una conduce a la privatización retrógrada
que nos regresaría al capitalismo, donde los capitalistas serán
entidades privadas, el Estado o ambos en contubernio. En sentido
contrario, se abre el camino de la socialización plena y verdadera, en
la que se afirmen los principios de una real sociedad socialista,
donde el poder sea del pueblo; no la estatalización que encubre un
capitalismo de estado.
Después de desmenuzar los componentes de la sociedad, sometida a
simple espectadora de la decisión que se tome y cuyo costo pagará,
Campos identifica, con certeza plena, la clase que obstaculiza
cualquiera de las dos opciones. Nos revela el motivo que la lleva a
presentar cerril resistencia a ambas y con ello, inmovilizar a los que
debían conducir la marcha. Esa clase paralizadora es la nueva
burguesía abroquelada en el poder, la "Nueva Clase" de la que habló el
yugoslavo Milován Djilas en 1957, clase cuya motivación y fin último
es conservar el poder. El poder del que se han apoderado como élite,
del que disfrutan ellos y sus familias, convertidos en una nueva
aristocracia y que temen perder. De esta forma, vemos a una casta
burocrática opuesta a la sociedad en pleno. Ella teme tanto a los que
añoran el capitalismo y desean su regreso, como a los partidarios del
socialismo. Se enfrenta, pertinazmente, a todos, a todos trata como a
enemigos y hace imposible cualquier cambio. Esta nueva clase, que
Campos denomina "buroburguesía", tiene la certeza que será desplazada
del poder, cualesquiera que sean los triunfadores, socialistas o
capitalistas. Por esa razón, estanca la toma de cualquier decisión y,
situada ante la encrucijada, como una pesada mole, hace imposible
avanzar.
Como diría Sempronio, coloca al gobierno en la clásica posición del
proverbial Curro. El que estaba en la fiesta y no se podía ir ni
quedar.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Julio 2 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
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