martes, 25 de noviembre de 2014

MENSAJE A UN AMIGO ARGENTINO

-- MENSAJE A UN AMIGO ARGENTINO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Querido amigo:
Si fueras a Miami, los de la derecha reaccionaria te harían ver que
Cuba es un infierno; te lo demostrarían con "datos y pruebas
irrefutables". Pero vienes a nuestra Habana, agencias oficiales y
organizaciones "no gubernamentales" te hospedan en los mejores
hoteles, te transportan en autobuses climatizados, te ofrecen lo mejor
de nuestra gastronomía, te muestran lo poco que aún nos queda
mostrable y te convencen que vivimos en el paraíso socialista. Así
vuelves a tus pagos, listo para dar una visión tan falsa como la
miamense; porque ni somos el infierno que dicen los que claman por
nuestra destrucción, ni el paraíso proclamado por quienes contribuyen
a destruirnos. Allá declaras que somos el paradigma a seguir por otros
pueblos, me apena que lo hagas y que bases la defensa de nuestra isla
en falsedades. Hay otras muchas razones válidas para prodigarnos
admiración y solidaridad. Te lo digo sin asomo de jactancia. Entre
ellas, nuestra irrevocable decisión de liberarnos del imperio, la
probada resistencia a rendirnos y el ideal internacionalista que aquí
todos practican. Te agradezco tu militancia siempre a nuestro lado,
sin embargo, te faltó haber penetrado en la compleja realidad que nos
envuelve, conocer el día a día del cubano común y corriente. Por eso
te dirijo este mensaje, para darte una visión más cercana a la real.
No pretendo ser imparcial, ni mucho menos convencerte de "mi verdad",
me conformo con ayudarte a ser más objetivo:
Es innegable que aquí se alcanzaron logros envidiables, pero después
de una etapa de florecimiento de la esperanza, sobrevino un
estancamiento y se comienzan a producir retrocesos en numerosos
aspectos. Cada día aumentan las evidencias del fracaso de nuestros
intentos por conquistar el paraíso y se abre, cada vez más, la brecha
entre gobernantes y gobernados. Ya no hay intercambios entre unos y
otros, y hace tiempo que ningún político de primer orden hace
declaraciones públicas. El misterio, el secreto y el silencio nos
envuelven en un ambiente de funeraria. ¡Nuestra Revolución ha muerto!
La han asesinado sus conductores, creando y prohijando una casta de
burócratas, ejecutores de políticas impopulares. Se me hace evidente
que habrá que ensayar otros caminos en pos de nuestra utopía, a la
que nunca renunciaremos. Nuestra labor será más difícil ahora, por el
descrédito abonado a las ideas de izquierda, debido a los errores
acumulados por quienes se proclamaron la vanguardia dirigente. Yo
pienso que, como todo en la vida, las revoluciones nacen, crecen y
mueren. Es el ciclo vital del que nada puede escapar. Y la nuestra, la
que ensayamos, ha llegado a la última fase. ¡Consuélate! No es un
desmérito particular nuestro. Después de la Revolución francesa,
sobrevino la restauración. Detrás de la bolchevique, se cumplieron los
augurios de Trotsky y se volvió al capitalismo. Los ciclos se repiten
y es de esperar una restauración en nuestra islita querida. Las
directrices trazadas, como camino hacia un despeñadero, la conducen
hacia ese final. Los viejos se deprimen ante la decepción y los
jóvenes abandonan toda esperanza y emigran en estampida. El país se
levanta cada día en la incertidumbre, a la espera de nuevos decretos
inesperados, de difícil comprensión, sembradores de malestar e
inconformidad. Al obrero cubano lo agobian las penurias resultantes de
un salario insuficiente, que le inclinan a la ilegalidad para poder
sobrevivir. Espero que estas ideas mías te provoquen y, haciéndote
reflexionar, no te hagan cejar en el apoyo que siempre nos has
brindado. ¡Gracias por tu solidaridad! Un gran abrazo
internacionalista. Te quiere mucho,

tu fiel camarada, Jorge C.
Desde Regla, bastión revolucionario de rebelde cubanía.
Noviembre 26 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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