lunes, 13 de octubre de 2014

MANUAL DEL PAPALOTE

-- MANUAL DEL PAPALOTE
Por Sempronio, el de Regla

Mi ambia Oliva ayer se disparó con eso de los papalotes, pero habló
tan enredado, como siempre, que uno no entiende si se refería a los
artefactos de papel o a los que visten pantalones y guayabera. Estos
últimos, a mi modo de ver, concitan a su alrededor sentimientos
compartidos por muchos, tan extendidos y generalizados, que casi son
unánimes. Primero, en su prosperidad, provocan envidia y cuando caen
en desgracia, desatan pasiones rayanas en la euforia. Por eso digo que
son dignos de lástima. Entonces, respaldado por mi larga experiencia
con chiringas en el emboque reglano, quiero trasmitir mis
conocimientos sobre asunto tan delicado y volátil. Son reglas que
domina cualquiera, pero que lamentablemente ignoran algunos papalotes
que terminan escachados. Aquí les va:
1ro: Por muy alto que se vea, no olvide nunca que debe obedecer las
órdenes que le envíe la mano que lo eleva y sostiene. Esté muy atento
a cualquier tironcito del cordel, reaccione y no se vuelva pretensioso
ni se crea independiente. Son errores que se pagan caros.
2do. Cumpla religiosamente la instrucción anterior, que no por gusto
numeré primera. Si persiste en actuar "por la libre", lo más seguro
será que le recojan pita y lo desciendan a un nivel más bajo.
3ro. Tenga mucho cuidado con otros papalotes que pueden estar
equipados con tarabillas para enredarlo o con cuchillas para cortarle
el hilo sustentador. Desconfíe de cualquier objeto volador que se le
aproxime.
4to. Muéstrese siempre agradecido, no se adjudique ningún éxito o
logro, atribúyaselo al Jefe y haga público que son méritos de la sabia
conducción que lo guía.
5to. Si es de los papalotes que sueñan con volar bajo otros cielos,
prepare con cuidado la mudada, sea en extremo cauteloso, no sea que se
vaya a bolina y lo manden a empinar chiringas, versión cubana de
enviarlo a freír espárragos. Si le sale mal el tiro, váyase de todas
formas, porque aquí lo van a convertir, como dice Elpidio Valdés, "en
puré de talco"; no le va a quedar sana ni una sola varilla.
De lo contrario, si se porta como un buen chico y observa las
recomendaciones de este sintético manual, es posible que envejezca en
los cielos.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Octubre 14 de 2014


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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