jueves, 16 de octubre de 2014

LOS PRECIOS DEL AGRO

-- LOS PRECIOS DEL AGRO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Recientemente me reenviaron un artículo aparecido en "Juventud
Rebelde", el 11 de octubre, firmado por René Tamayo. En dicho trabajo,
el autor trata, con una madeja de números y estadísticas sin respaldo,
de explicar los altos precios de los productos agropecuarios y su
alocada carrera ascendente. ¡Misión imposible! Tan imposible como la
que titula una famosa película de acción. Es extenso lo que escribe
Tamayo en busca de una respuesta que no puede dar. Comienza dándose a
sí mismo un consuelo: en el último período que analiza, los precios
han crecido con un ritmo más lento. ¡Vaya consuelo! Es como decirle a
un golpeado: ahora te están golpeando con menos fuerza...
Concuerda con la versión oficial de que solo un aumento de la
producción hará posible que disminuyan los precios. Pero la contradice
al mostrar que ningún aumento productivo logró ese fin. Después de
extenderse en las múltiples modalidades del comercio de productos del
agro, parece encontrar un culpable: la excesiva variedad de
comercializadores que intervienen. Desde los Mercados Agropecuarios
Estatales (MAE) hasta los carretilleros. Ninguna variante ni producto
se le escapa al periodista: desde el plátano hasta el tomate, desde la
yuca y el boniato hasta la madre de los tomates. Él los analiza todos,
en un desesperado intento por explicar la cuadratura del círculo. ¡Es
patético su esfuerzo! Dice basarse en las informaciones publicadas por
la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), pero afirma
que (copio textual) "La publicación carece de guarismos que nos
hubieran liberado de tener que construir por cuenta propia la
afirmación que estamos haciendo" (sic). De igual manera, declara que
la página web de la ONEI no brinda datos referidos al 2012-2013,
Mire, Tamayo, no le dé más vueltas al asunto. Los precios están en
alza constante, porque quien vende necesita comprar. Y como en nuestra
Cuba, la mayoría de los productos hay que comprarlos con CUC o su
equivalente en CUP (25 x 1), en el MAE, la CnoA, el MAOD, los Puntos
de Venta y en la carretilla, todos el que interviene en esos lugares,
sea agricultor, cooperativista, intermediario, tarimero,
cuentapropista o simple trabajador, me seguirá cobrando diez pesos por
un aguacate, para poder comprar aceite, detergente, leche en polvo y
mil productos más, todos de primera necesidad, que el estado oferta
con un sobreprecio de 260%. Como ni estos precios de usura alcanzan
para equilibrar su ineficiente gestión y los "salideros" que, por
pérdidas y corrupción, la socaban, este abastecedor monopólico eleva
cada día los precios. Observe usted, que no cito a Marx para mencionar
la "Ley del Valor", ni el concepto de "valor equivalente" mediante el
cual se intercambian las mercancías; he preferido recurrir al ejemplo
cotidiano que nos golpea y no a la teoría que todos conocemos, pero
que no aplican los que se llaman marxistas y determinan los precios
del mercado en general y del agropecuario en particular.
Espero que cuando compruebe que no convence a nadie con sus
argumentos, pueda convencerse usted mismo de lo que afirma. ¡Créame,
admiro su valentía! La tarea que Usted ha emprendido, no la asume
cualquiera.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Octubre 17 de 2014

________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario