sábado, 24 de agosto de 2013

SOBERANIA Y PODER

SOBERANÍA Y PODER
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Tremendas palabritas son esas de "soberanía" y "soberano(a)".
Sempronio a ratos suelta que él hace lo que le da su soberana gana;
hace poco relaté cómo en 1953, a un oportunista le dieron soberana
paliza. Las naciones, sean monarquías o democracias, ostentan
soberanía; a los reyes se les llama "Soberanos" y en las llamadas
democracias, dicen que la soberanía reside en el pueblo y que la
delega en sus gobernantes electos; los Estados son soberanos, a
excepción del hermano Puerto Rico que es un "Estado Libre Asociado";
¡Tremendo Estado, cuyos ciudadanos no tienen nacionalidad propia ni
correo propio y usan estampillas de otro país! ¡Vaya lo libre que es
la pobre Borinquén! Y en cuanto a lo de "Asociado", parece que con su
socio ha hecho el trato del esqueleto. Ante tanto uso y abuso de estas
palabritas, acudo al diccionario de la RAE y copio:
Soberanía. f. Cualidad de soberano. || 2. Autoridad suprema del poder
público. || ~ nacional. f. La que reside en el pueblo y se ejerce por
medio de sus órganos constitucionales representativos.
Soberano, na. adj. Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente.
No me dejan muy claro estas definiciones. Saco en conclusión que es
autoridad porque ese término aparece repetido en ambas, pero me
confunde al decir que poseer y ejercer no es lo mismo, ya que lo
expone como una alternativa, al definir que soberano es quien ejerce o
posee la autoridad... Antes de caer en lo que parece un galimatías, no
me queda más remedio que remitirme a mi entorno inmediato y derivar de
mis realidades una idea de lo que quiero precisar. De esa realidad en
la que vivo inmerso, extraigo las lecciones más valiosas; ella es
nuestra maestra por excelencia.
Los cubanos tenemos tremendo enredo con nuestra soberanía. En la
Constitución vigente, esa que cualquier funcionario puede violar
mediante decreto, acuerdo, disposición o cualquier otro instrumento
regulador o normativo, hay una contradicción tremenda, una
incongruencia propia de Cantinflas: en su artículo 3 dice que "la
soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del
Estado." Subrayo la palabra "poder", porque sobre ella volveré más
adelante. A contrapelo de este artículo 3, está el 5 el cual dice que
"El Partido Comunista de Cuba" (podían ahorrarse la particularización,
porque aquí hay solo un partido) "es la fuerza dirigente superior de
la sociedad y el Estado..." Es decir que no importa que el artículo 3
establezca que en el pueblo resida toda la autoridad (soberanía) y
todo el poder del Estado, porque por encima del pueblo y de ese
Estado, está el poder que, como "fuerza dirigente superior", ejerce el
Partido. De todo lo anterior, se desprende que no importa que el
pueblo delegue la soberanía en sus órganos de gobierno, porque por
encima de los mismos, como "fuerza superior dirigente" estará el
Partido. Sempronio interviene y me dice que para qué le sirve elegir
un candidato, si el electo estará siempre sujeto a lo que disponga el
Partido. Luego, se torna locuaz y me sustituye la sentencia que tenía
reservada como final del presente artículo. Es su concepción sobre el
poder y para no oírlo, la copio textualmente:
"El poder, como el ron, embriaga y el que lo consume prolongadamente,
corre el riesgo de enviciarse y volverse adicto. En algunos casos, los
que lo ejercen por delegación, se olvidan de ello y lo usan para
oprimir a los que delegaron en ellos ese poder. El hecho se agrava
cuando a los delegados los suplanta un Partido".

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Agosto 25 de 2013




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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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