sábado, 13 de septiembre de 2014

REGLA NO OLVIDA

-- REGLA NO OLVIDA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Este rincón bien cubano, que se dice "ultramarino" por el solo hecho
de estar situado en la otra vertiente de la bahía; este emporio de
pintoresquismo y folclore, donde la mayoría de la población es
mestiza, profesa la santería y donde los abacuá son una "minoría" nada
despreciable; esta Regla de tradiciones portuarias y sindicales, de
gente humilde y resuelta, de baja instrucción, pero de una alta
urbanidad que da "los buenos días" al desconocido con quien se cruza;
esta Regla que es pueblito y parte de la urbe capitalina, fue y sigue
siendo un bastión de rebelde cubanía; esa característica insurgente,
que se alza contra la injusticia y lo arriesga todo por una causa
noble. Pero es además, un pueblo que no olvida, que del recuerdo saca
reafirmación y utilidad. El acto de hoy me lo acaba de demostrar. En
recordación del 12 de septiembre de 1958, día sangriento en que la
tiranía cercenó la vida de cuatro jóvenes reglanos, este viernes toda
Regla amaneció paralizada. Ningún vehículo transitaba por la calle
Martí; reglanos de todas las edades, la colmaban; todas las escuelas
llevaron a sus alumnos al parque Guaicanamar, allí se realizaría la
conmemoración. Los niños, formaban filas en ambas aceras, desde allí
hasta el cementerio, serían la guardia custodia del cortejo.
Debo confesar que esta es la primera vez que participo y que fui
cargado de prejuicios. Esperaba encontrar un grupo de viejos
decrépitos, vencidos por los años y aferrados a su pasado glorioso,
pero allí estaba el pueblo entero, recordando con ellos. En las filas,
alineadas en las aceras, junto a sus compañeros, vi a mi nieto
Rodrigo; frente a la pizzería saludé a Echeverría, a Autié, abracé a
Levi, me enteré que Guillot había muerto y estreché la mano de muchos
que todavía quedan vivos del grupo inicial del 26; el tiempo
inclemente ha hecho de las suyas, hay canas, calvas, bocas desdentadas
y arrugas por doquier, pero siento una energía inicial y fundadora que
se trasmite a todos. A pesar del peso de los años, de lo absurdo del
presente, hay una disposición generalizada para continuar luchando.
Como inmediato eslabón etario, muy cerca en tiempo y espacio está
"Panchito Salación", el ex jefe del gobierno municipal que todos
recuerdan con gratitud, también está el coronel ya retirado y de la
reserva Abil y muchos otros continuadores. No hay interrupción
generacional, pero lo más prometedor está en las aceras. Esos niños
saben por qué estamos aquí y qué estamos recordando.
Cuando ya mis piernas, hoy endebles, me recuerdan los años que cargo,
llegamos al cementerio. Frente al panteón que guarda los restos de
aquellos cuatro jóvenes reglanos, un funcionario lee un discurso
incoloro, protocolar, lleno de frases gastadas. Es evidente que cumple
una tarea que "le han bajado". Miro alrededor, percibo desaprobación y
desdén generalizados. Pero regreso satisfecho a mi hogar reglano,
porque siento que Maño, el Mono, Reynaldo y El Indio (1) no están
olvidados. Regla los recuerda con refuerzos suficientes para
mantenerlos vivos.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 12 de 2014
(1) Leonardo Valdés (Maño), Alberto Álvarez (El Mono), Reynaldo Cruz y
Onelio Dampiel (El Indio), asesinados el 12 de septiembre de 1958 en
el Reparto Juanelo; con ellos, fueron apresadas Clodomira Acosta y
Lidia Doce, sus cuerpos nunca aparecieron.

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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