martes, 2 de septiembre de 2014

LEY DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

-- LEY DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
Por Sempronio, el de Regla

Eso de una Ley de protección al consumidor, me parece muy bien. Pero,
primero habría que convertirnos en consumidores y dejar de ser meros
receptores de lo distribuido. También sería necesario construir una
verdadera red de comercio, tanto minorista como mayorista, donde la
satisfacción del cliente fuera el objetivo primero. Si se hiciera así,
desaparecerían el maltrato y los mal llamados desvíos. Por otra parte,
al dotar a los trabajadores por cuenta propia del abastecimiento
necesario para su actividad, se reducirían grandemente los robos y la
corrupción, se abaratarían los costos y con ellos los precios.
Esa soñada Ley tendría que fijar un límite de ganancia, límite al que
todos estarían sujetos, el Estado y los productores independientes.
Mientras las tiendas estatales mantengan sobreprecios de más del 200
por ciento, mi barbero me seguirá cobrando veinte pesos por un pelado
y el carretillero diez pesos por un aguacate. Ellos necesitan cobrarme
así, para poder luego comprar en aquellas tiendas donde se practica la
usura más despiadada y el robo al descaro toma el nombre de "multas."
Todo esto es evidente; sin embargo, a ninguno de nuestros más de
seiscientos legisladores se la ha ocurrido proponer semejante Ley. Y
eso que nuestra Constitución les da esa prerrogativa. Me pudieran
replicar que eso provocaría un desabastecimiento general, porque el
pobrecito Estado no tiene dinero para comprar más mercancías, debido
al cruel bloqueo; pero yo los contradigo y digo que el aumento de las
ventas compensaría con creces la disminución de los ingresos al
reducir los precios. Como yo, Sempronio el de Regla, no creo ser más
inteligente que el más memo de nuestros Diputados, llego a la triste
conclusión que nuestros legisladores no legislan o algo no marcha como
debía en nuestra forma de gobierno.

Desde Regla,
Tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Septiembre 3 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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