lunes, 29 de septiembre de 2014

PREOCUPADOS

-- PREOCUPADOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Un amigo, a quien mucho estimo, está muy preocupado, me lo dijo ayer,
en "un mensaje mañanero"; piensa en el juicio que mereceremos de las
generaciones futuras. Según él, nos tildarán de culpables de una
herencia indeseable o cuando menos de cobardes colaboradores. Yo
comparto su preocupación y compruebo que cada día somos más los
preocupados por igual motivo:
Nuestros gobernantes parecen estar atrapados ante alternativas
imposibles y toman decisiones erráticas que, con frecuencia, se
contradicen entre sí. La estructura vertical de mando centralizado no
funciona y funcionarios subalternos actúan con absurda independencia,
implantando medidas que contradicen la política declarada como oficial
y sembrando el descontento por doquier. Eso llena de incertidumbre el
ambiente y nos hace pensar en la fragmentación del centro director o
en su falta de control. Algunos observadores de esta realidad
aberrante, como mi amigo Esteban Morales, piensan en la acción
subrepticia de posibles topos infiltrados en el aparato ejecutivo. Es
una posibilidad que puede ser cierta.
Que "el modelo" implantado en Cuba no funciona, ya lo dijo Fidel hace
algunos años, antes de abandonar la dirección. Raúl comenzó a cambiar
algunas "cosas" que exigían cambios. Sin embargo, se nota una
resistencia al cambio, un aferrarse a las viejas fórmulas en los más
recalcitrantes "fundamentalistas" y cuando no, una reticencia que se
abroquela en la palabra "actualización" y rehúye utilizar la palabra
correcta. Entre tanto, hay una capa parásita que medra con la inercia,
a la cual no le interesan los cambios, porque ha encontrado cómodo
nicho en la inmovilidad.
En resumen, se persiste en actualizar lo que no funciona; se pretende
que lo que ayer demostró ser inviable, después de ciertos retoques,
funcione hoy y sea la solución de mañana. Hay como un temor a la
palabra "REFORMA" y el ineficaz sucedáneo "ACTUALIZACIÓN" se limita a
lo económico, olvidando la interrelación dialéctica con lo político y
lo social. Mientras esto no se entienda y se emprenda un cambio
integral que abarque todas las esferas de la vida ciudadana, mientras
una minoría decida nuestros destinos sin consultarnos; mientras todo
escalón de mando, desde la base a la cúspide, no esté sujeto a la
fiscalización popular, estaremos atascados en un callejón sin salida.
De la forma en que vamos, no hay país que avance; ya lo están diciendo
las estadísticas económicas.
Mientras, para salvar nuestra responsabilidad ante las generaciones
futuras, no nos queda otro camino que advertir, que todos sepan de
nuestra inconformidad y preocupación, aunque no nos escuchen allá
arriba.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 29 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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