domingo, 7 de septiembre de 2014

EL DERECHO A CRITICAR

-- EL DERECHO A CRITICAR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

"Criticar es ejercer el criterio," ya lo dijo El Maestro y yo estoy
convencido que la crítica es un derecho que todos debemos practicar,
sin exclusiones ni condicionantes de tiempo y lugar. ¡Ese es mi
criterio! Sin embargo, existen convenciones que limitan dicho
ejercicio. Es el caso de los diplomáticos acreditados en un país. Está
establecido que "NO DEBEN" emitir declaraciones sobre la política
interna del Estado que los acoge y mucho menos intervenir en sus
asuntos o criticar al gobierno ante el cual representan al suyo. Esa
es una norma diplomática que todo funcionario decente que trabaje en
el ramo debe cumplir. No asumir este precepto entraña un
comportamiento nada diplomático, que puede dañar las relaciones entre
dos Estados.
El Vaticano es un Estado con el cual, el Estado cubano mantiene
relaciones. Al embajador del Vaticano radicado en La Habana, se le
llama "Nuncio Apostólico" y como todo diplomático debe ceñir su
actuación al cumplimiento de las normas que rigen el mundo de la
Diplomacia; además, SE SUPONE que debe trabajar por el mejoramiento
continuado de las relaciones con el Estado en que está acreditado.
Pero, al parecer, este Nuncio, nombrado Bruno Musaró, no se siente
obligado a comportarse como diplomático; quizás piensa, medievalmente,
que "su Estado" está por encima de todos los demás, que es un Estado
Divino, regido por un "Ser Supremo" y por lo tanto, no tiene que
respetar los acuerdos que rigen entre otros, inferiores y terrenales.
El excelentísimo Señor Musaró, durante las vacaciones que disfruta en
su natal Italia, ha hecho unas declaraciones que respaldan mis
anteriores aseveraciones. Las hizo a un diario local, llamado "Lecce
News24" y que inmediatamente fueron reproducidas por "El Nuevo Herald"
con comentarios de la periodista Nora Gámez Torres. Las palabras de
Musaró fueron divulgadas también por Radio Vaticano en su website en
polaco, aunque no en las versiones en español o inglés. El MCL,
(Movimiento Cristiano de Liberación, un grupúsculo político que se
ampara en la religión) saludó rápidamente los comentarios de este
peculiar diplomático. Desde La Habana, Luis Alberto Mariño, activista
de ese movimiento, dijo a "Martí Noticias" (de Miami) que esas
palabras daban "mucha esperanza a los que estamos dentro y fuera de
Cuba y creemos que otra Cuba puede ser posible". Por su carácter
injerencista y por las entidades que las reflejan, podemos aquilatar
las declaraciones del Nuncio. Para que vean lo poco diplomático de las
mismas, les reproduzco algunos fragmentos, que las sintetizan:
"Le estoy agradecido al Papa por haberme invitado [¿enviado?] a esta
isla y espero partir luego de que el régimen socialista haya
desaparecido definitivamente",[...] "solo la libertad podrá traer
esperanza para el pueblo cubano" [que vive en la] "pobreza absoluta y
degradación humana y civil." [Para los cubanos], "la única esperanza
de una vida mejor es escapar de la isla". [El pueblo cubano es]
"víctima de una dictadura socialista que lo mantiene subyugado por 56
años", [...] "en Cuba un médico gana 25 euros por mes y para vivir con
dignidad algunos profesionales van a trabajar de noche como
camareros". "En Cuba todo está controlado por el Estado, hasta la
leche y la carne. Comer ternero es un lujo y quien mata uno para
comerlo es arrestado y llevado a la cárcel. Aún medio siglo después,
se habla de Revolución, se la alaba, mientras la gente no tiene
trabajo y no sabe cómo hacer para alimentar a sus propios hijos".
No voy a detenerme en la justeza o parcialidad de sus afirmaciones, no
las calificaré, ni voy a cuestionarle al prelado tales opiniones; pero
el hacerlas públicas, no se corresponde con la conducta que demanda el
ejercicio de su cargo, aun cuando esté de vacaciones. Es suficiente
motivo para declararlo non grato o, por lo menos, solicitar al
Vaticano que lo sustituya. Veamos qué hace nuestro Estado Laico y
respetuoso del Derecho, del internacional y de las convenciones
diplomáticas.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 8 de 2014


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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