jueves, 25 de septiembre de 2014

DE AYER Y DE HOY

--DE AYER Y DE HOY
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Tal como está el ambiente, es mejor pasar por cuentista. Así que sigo
con mis relatos breves. Aquí les van cinco; uno lo sitúo en la remota
antigüedad, dos más contemporáneos, en el pasado no tan reciente y dos
que pudieran encajar en cualquier momento. Sin embargo, aclaro que
todos admiten actualización.
HABLADURÍAS
El vino, pagado por sus compañeros de mesa, lo torna locuaz. En la
más sórdida y concurrida taberna de Corinto, el viejo marino hace
sorprendentes afirmaciones:
-¡Pamplinas! ¡Qué vellocino, ni carnero con lana de oro, ni ocho
cuartos! Los de ese Jasón no fueron más que cuentos. Cuando me lo
mostró, de su famoso trofeo no quedaba más que un manojo de pelos
enredados. ¡Me dijo que el resto lo había repartido entre los otros
marineros del "Argos"! ¡Como si él fuera tan generoso! ¿Eran
cincuenta, no? Pues eso fue lo que les tocó a cada uno: Un simple
puñadito de pelos. A mí me pareció un mechón de dorados vellos
púbicos. Por cierto, ¿no dicen que Medea era bien rubia? Sí, Medea,
ésa misma, la que, según cuentan, le ayudó a conseguirlo...
EL DURO
En las ergástulas de la tiranía, dos siniestros esbirros han terminado
sin éxito su faena e informan al superior:
__Capitán, el hombrín era de los duros. Por mucho que lo trabajamos,
murió sin decir ni pío.
A lo que responde furioso el sicario mayor:
__¡Qué duro ni un carajo! ¡Se equivocaron de hombre, imbéciles! ¡Ese
no estaba en ná!
En efecto, el infeliz joven era ajeno a la lucha que se libraba y no
estaba en actividad subversiva alguna. Nada podía confesar porque nada
sabía. Para su desgracia, era muy parecido a un revolucionario muy
buscado. Una nueva víctima, esta vez inocente, se sumaba al largo
rosario de crímenes de la dictadura. Años después, su nombre lo
llevarían fábricas y escuelas. Mientras, el perseguido, que había
logrado sobrevivir, negando los ideales por los que luchó, fue a
refugiarse en el exilio contrarrevolucionario. Allí le esperaban, esta
vez para abrazarle, sus dos frustrados torturadores.
LECCIÓN
Sobresalía por su disposición para ejecutar a chivatos y delatores;
participó en numerosos ajusticiamientos y hasta parecía hacerlo con
gusto. Pero cuando lo apresaron, delató a sus compañeros.
ESTRADO
Pensamos que, salido de nosotros, dirigiría desde abajo. Pero se puso
tan gordo que no cabía en nuestros asientos y asumió el mando a
distancia, desde una poltrona especial.
CONTROL REMOTO
Rumbo a lo desconocido, lentamente, marchamos. En el trayecto se
producen frenazos, giros erráticos, largas paradas y retrocesos. A
nadie le importa ya la duración y el destino del viaje; mientras, los
conductores viajan en otro vehículo.

Desde Regla, como siempre, septiembre 26 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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