miércoles, 3 de septiembre de 2014

PARÁBOLA DE LA NOVIA FANTASMA

--PARÁBOLA DE LA NOVIA FANTASMA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Éramos muy jóvenes los dos, cuando me enamoré de ella y decidí
compartir con ella mi destino. Nos entendíamos a la perfección, mi
novia encarnaba mis ideales, siempre consultaba conmigo los pasos que
daba y nuestra comunicación era total. Ni siquiera al principio, fue
una buena administradora pero yo aceptaba sus decisiones, porque era
tan soñadora que me contagiaba sus delirios... Así el tiempo pasó y los
dos fuimos envejeciendo. ¡Claro que cambiamos al paso de los años! Sin
embargo, yo la seguía queriendo; ella, en cambio, dejó de participarme
sus pensamientos, ya no intercambiábamos como antes, casi no me
hablaba y cuando lo hacía, era en un tono imperativo, autoritario,
mortificante; dejó de interesarse por mis problemas y fijó su atención
en otros asuntos que me eran ajenos. Parecía no importarle nuestro
futuro, se mostraba egoísta, mezquina y sus torpezas terminaron por
arruinar nuestra economía y nuestras vidas. Para auxiliarla en la
administración, trajo a un grupo de empleados que decían secundarla en
todo y los dotó de poder. Engreídos, estos subalternos suyos
comenzaron a implantar medidas que parecían dirigidas a aumentar mi
malestar y nuestro distanciamiento. Cuando le reproché sus desatinos,
me miró con soberbia, me hizo blanco de suspicacias y comenzó a
desconfiar de mí. Sus caprichos y arbitrariedades, hicieron que muchos
de mis amigos abandonaran nuestra casa y otros dejaran de visitarnos.
Con tristeza, comprobé que su comportamiento nos alejaba cada vez más;
no obstante, ya no podía abandonarla porque yo la seguía queriendo
como fue antes, como ya no era. No puedo olvidar nuestro pasado en
común, nuestro noviazgo, donde ambos nos creamos mutuamente. Ahora,
amarrado a un recuerdo, sigo amando a mi novia fantasma.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 4 de 2014
________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario