los minis de esta semana

ENMENDANDO LA PLANA
Según Rudy Fernández, a Ulises se le reconoció la invención del
caballo de Troya, pero se ha ignorado al racionalizador que, ahorrando
tiempo y materiales, modificó el proyecto original y sustituyó el
caballo por una yegua.

NO HAY ENEMIGO PEQUEÑO
Su presencia sólo se percibía por el daño que provocaba y en muchos
casos cuando ya era tarde. Podía destruir a seres infinitamente
mayores y únicamente los prudentes lo tomaban en cuenta. Era un simple
microbio.

ESPERANDO
Esperando se llamaba y vivió esperando. De espera en espera su vida
consumió. Su niñez de penurias le hizo esperar juguetes que nunca
llegaron. Después, en la paupérrima escuela, se puso a esperar los
timbres del receso y entre timbre y timbre, fue aprendiendo;
aprendiendo a esperar... Y salió al mercado del trabajo en busca de
empleo y cuando lo obtuvo siguió esperando. Entonces esperaba la hora
que marcara el término de la jornada, jornada de sudor y espera,
espera del día de pago. Y fue un continuado posponer de sueños, entre
pago y pago, esperando adquirir lo soñado. Y envejeció esperando...
Pasó mucho tiempo en espera de un cargo más importante, que nunca
llegó. Luego esperó la hora del retiro, del descanso ansiado, después
de consumir años en espera agobiadora. Hoy, Esperando, desde su sillón
de jubilado, espera pacientemente la muerte. Ha comprendido, ya en
vano, que la vida no es más que un esperar de lo que nunca llega. En
este momento, sabe que la muerte llegará y él no la verá. Es decir,
espera inútilmente.

EXTRAÑO MAESTRO
Les enseñó a escalar montañas y cuando aprendieron, prohibió el alpinismo.

DETERMINACIÓN
Estaba dispuesto a todos los sacrificios, incluso la muerte, con tal
de sobrevivir.

MI DINOSAURIA
Cuando desperté, ella seguía haciéndome lo mismo...

EL CIELO Y LA ESCALERA
EL Cielo deseado estaba muy alto; para alcanzarlo hacía falta un
instrumento que facilitara la ascensión. Entonces alguien inventó la
escalera. ─ Es muy fácil, ─ dijo, ─ dos varas bien largas con
travesaños que las unan de trecho en trecho. Usándolos como escalones,
llegaremos arriba. ─Pero enseguida, otras voces alertaron: ─ Hay que
hacerla resistente. ─ Será necesario disponer con regularidad los
peldaños. ─ Debe usarse apoyada, etc., etc., etc. Surgieron de la nada
diseñadores y teóricos, expertos en el uso de la escala, en su
construcción y mantenimiento. Algunos se esforzaron por demostrar que
una escalera no servía para el fin propuesto, mientras los defensores
del proyecto se dividieron. Cada grupo divulgó su diseño, execrando a
los restantes. Enfrascados en tales disputas, ninguno intentó alcanzar
el Cielo.


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com