martes, 29 de octubre de 2013

LIMITADOS

LIMITADOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

No voy a tratar de los limitados físico-motores, aquellos ciudadanos
que agrupa la ACLIFIM y en cuya defensa ha roto espadas mi amigo
Orrio. No, hoy no me ocuparé de esa parte de la población que merece
la eliminación de barreras arquitectónicas en aceras y edificios y se
le reserve asientos preferenciales en todo transporte, para
posibilitarle el disfrute de sus derechos.
En este artículo me voy a ocupar de otro tipo de limitados, esta vez
no físicos, sino limitados políticos, constituido por todos NOSOTROS,
el pueblo; aquel de donde dicen emana la plena soberanía, la que
ejercemos a través de nuestros órganos de gobierno. Yo creo eso; sin
embargo, cuando participo como pueblo en las asambleas de rendición de
cuentas de mi circunscripción, me percato de que TODOS SOMOS LIMITADOS
y por lo tanto, necesitamos agruparnos en una organización que como
tales nos proteja. Algo así como la Asociación Nacional de Limitados
Políticos, la ANLP, a la que pertenecería toda la población. ¿Por qué
digo esto? Porque todos ejercemos soberanía sobre un espacio muy
limitado del territorio nacional; y si nuestra soberanía es limitada,
todos resultamos ser limitados políticos. Les invito a que comprueben
lo limitados que resultamos en mi circunscripción y analicen si a
ustedes les sucede lo mismo en las suyas.
Cada vez que nos reunimos, nuestros planteamientos se limitan a
problemas que nos afectan a los que vivimos en nuestra área, unas
cuantas manzanas; esa es la jurisdicción de nuestro Delegado, electo
para representarnos en la Asamblea Municipal del Poder Popular. Está
muy bien que centremos nuestra atención en lo inmediato: el bache de
la esquina, la recogida de basuras, el funcionamiento de nuestra
bodega, la atención de nuestro médico de la familia y otras cuestiones
por el estilo. Ah, pero si alguien pretende demandar soluciones o
exponer quejas sobre asuntos de mayor trascendencia, aquellos que nos
afectan no solo a nosotros, los reunidos allí en asamblea, sino a un
conglomerado más amplio, entonces, como dice Sempronio, "se traba el
paragua". Si algún desfasado como yo, pretende demandar atención sobre
un problema que afecta a la localidad toda, a la provincia o a la
nación, nos encontramos que lo más que puede hacer el Delegado es
responder que trasladará nuestra inquietud a los niveles superiores,
lo que equivale a la promesa de plantearlo en la Asamblea Municipal,
porque "eso está fuera de los límites de lo que debemos tratar aquí".
La Asamblea hará lo mismo y lo "elevará" al nivel superior
correspondiente. Así irá, -me dicen- transitando de nivel en nivel,
hasta perderse en una estratósfera desconocida por todos. Esto quiere
decir que si intento plantear el problema del costo de la vida y la
insuficiencia de los salarios, la necesidad de una real participación
ciudadana en los problemas que nos atañen o cualquier asunto de
carácter nacional, yo quede como un "desubicado", porque no faltará la
voz de algún militante que me llame a ubicarme; tampoco la de un
compañero que diga que soy "un tipo que viene a disociar" y les estoy
haciendo perder el tiempo a todos los reunidos y la de alguna vecina
que, compadecida de nuestro Delegado, me diga que "eso él no puede
resolverlo" o el que me aclare que "aquel no es el lugar donde debo
hacer ese planteamiento".
Por esto que les describo, veo que soy un ciudadano limitado, porque
mi competencia, es decir, mi soberanía está limitada a mi
circunscripción. Puedo participar solo en lo que afecta a una pequeña
cantidad de habitantes, no en lo afecta que a todos. Es como si me
hubieran reducido a unas cuantas cuadras, la república de la que soy
ciudadano. Si a Ustedes les pasa lo mismo en sus barrios respectivos,
los invito a fundar la Asociación Cubana de Limitados Políticos, la
ACLP. Algo así como la ACLIFIM pero más abarcadora. Que conste, tengo
el número uno de los afiliados...

Desde Regla, ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión
de rebelde cubanía
Octubre 30 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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