domingo, 13 de octubre de 2013

DESLINDAR CAMPOS

DESLINDAR CAMPOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Amigos de la izquierda crítica me pidieron consensuar un documento que
define la postura de ellos. Yo no tengo que esperar por otros para
definirme, me defino yo solo. Tampoco acepto definirme en grupo;
estimo que cada cual debe asumir, delinear y defender su propia
identidad. Para ello y por ello proclamo, una vez más, la siguiente

AUTO DEFINICIÓN:
Ante todo, lo primero que me define son mis hechos, mi actuación de
cada día; esa práctica diaria me identifica, en primerísimo lugar,como
CUBANO; por cubano soy MARTIANO, por martiano soy ANTIMPERIALISTA; por
cubano y por antimperialista tengo muy presente, todo el largo
historial de infamias que ha practicado y sigue practicando contra
Cuba, el "Norte revuelto y brutal que nos desprecia" y no puedo
olvidar, ni por un momento el cruel bloqueo con que hoy pretende
rendirnos; por antimperialista me considero REVOLUCIONARIO, aunque en
realidad solo soy un aprendiz, por aprendiz de revolucionario soy
SOCIALISTA y dentro de las corrientes socialistas, me parecen muy
interesantes y atractivas las ideas de Proudhon, Koprotkin, Goldman,
Malatestay algunos otros,continuadores y renovadores de la misma
tendencia. Ellos postulan el ANARQUISMO, pero un anarquismo verdadero
y moderno, el que significa orden perfecto y gobierno de todos, con
todos y por todos, donde no es necesario un grupo especializado en
gobernar, porque todos participan en las labores de gobierno; este
ideal es quizás utópico, pero nunca consustancial al desorden caótico
con que la doctrina anarquista ha sido estigmatizada universalmente.
Sin embargo, es imposible obviar un orden de prioridades en la
caracterización de una entidad en general y en particular la identidad
propia. En mi caso, mi vocación martiana ocupa un primer lugar. Al
declararme martiano no es porque acudo a sus citas sin cansancio. No,
a Martí lo llevo dentro, como referente y guía permanente de mis
actos; él me esclarece confusiones, disipa dudas, me señala la
posición que debo ocupar y el camino que debo seguir. Martí es
consejero imprescindible en estos momentos tan complejos, en que nos
jugamos el futuro que anhelamos y por el cual luchamos: UNA PATRIA
INDEPENDIENTE, SOCIALISTA, "CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS". Mis
críticas me definen MUY CLARAMENTE en sus formas y fines y no pueden
mezclarse jamás con las de una contrarrevolución sietemesina y muchas
veces mercenaria, disfrazada de "oposición pacífica", tampoco con un
oficialismo justificador y aquiescente, dispuesto siempre a la
apología. Mi pensamiento es claro, diáfano, transparente y mi posición
también. Me opongo a toda explotación del hombre, ya sea por otro
hombre o por el Estado; estoy en contra de todo lo mal hecho, del
corrupto, del oportunista que a todo asiente y del evangelizador falso
que no cree en el evangelio que predica, del burócrata anquilosado e
incapaz que dicta medidas equivalentes a un segundo bloqueo o bloqueo
interno; estoy en contra del "mutilador de alas", del abortador de
sueños, del represor de vocación trasnochada, ese que,
inconscientemente, es un frustrado por no haber sido esbirro en
tiempos de Batista; resumiendo, estoy en contra de todo lo que
desvirtúe y pervierta al ideal socialista, de todo lo que dañe a la
sociedad que deseamos construir. Esa que definió El Apóstol y para la
que pidió como ley primera, "el culto de los cubanos a la dignidad
plena del hombre". UNA VEZ MÁS, PARA QUE NO HAYA CONFUSION ENTRE
AMIGOS NI ENEMIGOS, MARTÍ VIENE A DEFINIRME.

Desde Regla,
ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Octubre 14 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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