domingo, 3 de noviembre de 2013

PROHIBIR EN LUGAR DE REGULAR

PROHIBIR EN LUGAR DE REGULAR
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, lo dijo:
Prohibiciones absurdas, traen como consecuencia ilegalidades. Y la
arremetida contra algunos cuentapropistas como los vendedores de
confecciones, de productos varios para el hogar y operadores de cine
en 3D, dará como consecuencia que vuelvan a ofertarse esas mercancías
y servicios, pero esta vez de forma clandestina. Volverán a aparecer
los (las) vendedores (as) que jaba en mano y tocando puerta en puerta,
ofrecían unas blusitas de lo más monas, o unos pullovers de arrebato,
unos ajustadores y blúmeres, todos traídos "de afuera". Tampoco será
difícil encontrar al "socio que sabe quién tiene la pieza o el
artículo de ferretería buscado", o el que conoce dónde ver "una
película tocá".
Todo será el resultado de prohibiciones que representan un hala,
estira y encoge con relación a actividades que pueden representar una
competencia al monopolio estatal. Monopolio que no encuentra otra
forma de responder al reto competitivo que usar el poder, sobre todo
el poder de prohibir. Porque es más fácil prohibir que organizar y
controlar. En estas actividades, el Estado ha demostrado incapacidad
para controlar el acaparamiento y la especulación, no ha sabido
regular el tráfico de mercancías a través de nuestras aduanas, ni
ponerles tasas impositivas a la importación que a todas luces se
realiza con fines comerciales. Tampoco, como orientador único de la
política cultural (que nadie le discute), ha sabido brindar una
programación fílmica acorde a esa política y mucho menos habilitar
salas que exhiban para el pueblo películas en 3D.
Con asombro leí artículos previos que anunciaban la embestida, me
maravillaron las opiniones de absoluta conformidad aparecidas en "Cuba
debate", atribuidas muchas de ellas a la malsana alegría que causa en
algunos el mal ajeno, pero más estupor me causó la nota oficial
aparecida en Granma.
En esa nota es posible leer entre líneas, la aceptación de una
incapacidad para la inspección, para el control y sobre todo para la
previsión de nuevas actividades del sector no estatal. Todas las
actividades por cuenta propia ahora prohibidas, contaron en su momento
con la autorización legal del Ministerio competente y la extensión de
la licencia que les otorgaron para una actividad que, en el caso de
los cines de 3D, por no existir licencia alguna para ello, recibieron
la orientación de inscribirse como "operador de equipos de recreación
infantil". Y esa orientación les fue dada al concurrir a realizar sus
inscripciones y solicitar sus licencias. Así, ni para planificar "la
apertura" de la actividad por cuenta propia, fue eficiente el aparato
burocrático estatal. La rigidez caracterizó lo que requería
flexibilidad y posibilidades constantes de ampliación, renovación o
cambios. Como no fueron capaces de prever el otorgamiento de licencias
para nuevas actividades que vayan surgiendo, ahora recurren a la
prohibición tajante, monda y autoritaria. Olvidan así muchas cosas.
Entre ellas las propias palabras de la dirigencia máxima, la cantidad
de desempleados que traerán estas prohibiciones y toda la imaginación
de que puede hacer gala el cubano...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Noviembre 4 de 2013

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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