lunes, 28 de octubre de 2013

EL PRIMER CUBAÑOLITO

EL PRIMER CUBAÑOLITO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Ya una vez, no hace mucho, dediqué un espacio a los cubañolitos (1),
esos cubanos que hacen kilométricas y trasnochadoras colas ante el
consulado español para reclamar una ciudadanía conferida por el hecho
de descender de españoles. ¡Como si todos los cubanos no fuéramos
descendientes de los que, con Colón, nos colonizaron! Hoy no voy a
volver sobre lo mismo, solo rozaré el tema en busca del primer
cubañolito;del primero que, de acuerdo a lo exigido por las
autoridades españolas,nacido aquí pudiera reclamar la ciudadanía de
allá.
Para ello me remontaré a un día como hoy, 28 de octubre, pero de 1492.
La noche anterior, el Gran Almirante había echado anclas frente a unas
costas,al parecer, ya de tierra firme, llena de exuberante vegetación,
de belleza impactante. Viajando al sur-sureste, por entre la cayería
de las Bahamas, había llegado a lo que le pareció "la tierra más
hermosa que ojos humanos vieren". El paisaje que contempló no se
limitaba a playas bajas donde los penachos de las palmeras marcaban la
máxima altura; ante él se extendía,llena de verdor, una topografía
agrestecon montañas de laderas abruptas que cercaban el horizonte.
Había "descubierto" lo que los nativos llamaban "Kuba". Impactado por
tanto derroche de belleza, al amanecer decidió bajar a tierra. Lo
acompañó un grupo de ansiosos marinos que no habían tenido la
oportunidad de desfogarse con las nativas bahameñas. Envidiosos de sus
camaradas que habían disfrutado de tan calurosa bienvenida en aquellos
islotes arenosos y acicateados por la abstinencia prolongada de casi
dos meses de navegación, desembarcaron llenos de libidinoso
entusiasmo. Ese día, acompañado de algunas espiroquetas pálidas y unos
cuantos gonococos, el primer espermatozoide hispano se eyectó dentro
de una aborigen cubana en busca del óvulo receptivo;al fecundarlo,
daría origen al primer cubañolito. Nueve meses después nacería un
indito de piel un poco más clara, generoso y alegre como su madre,
lujurioso e intrépido como el padre, pero a la vez pródigo y rebelde
como la tierra que lo vio nacer.
Viajando en alas del absurdo, me gustaría saber si aquel primer
cubañolito, de haber llegado a nuestros días, tendría que mostrar la
documentación, que exigen en el consulado, para otorgarle la
ciudadanía española a cualquier cubano.
¡Cuidado, Rajoy, no vaya a ser que once millones de nosotros
reclamemos el derecho de vivir en la "Madre Patria"! Como diría
Sempronio: "Mira que se te va a poner malo el dado"; más de lo que lo
tienes ya con la corrupción administrativa, la economía en crisis y el
creciente por ciento de desempleados...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Octubre 28 de 2013

(1) "Los Cubañolitos", artículo a propósito de una canción de Frank
Delgado, y que publiqué en enero 4 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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