martes, 8 de octubre de 2013

EL PRIMER GRITO

EL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA O MUERTE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Un mensajero en sudada cabalgadura ha llegado a la finca "La Macagua",
viene con recado urgente para Don Pedro de Céspedes, propietario de
aquella hacienda. No es un desconocido el emisario, Don Pedro lo sabe
hombre de entera confianza de su hermano Carlos Manuel y lo recibe con
deferencia, de forma inmediata. Ordena ensillarle nueva bestia y poner
a refrescar la que le trajo, mientras lo colma de atenciones. Es oral
y lacónico el recado:
_Dice su Señor hermano, que mañana día diez, al despuntar el sol, lo
espera a Usted y a los suyos, allá...
Pero Don Pedro es hombre de indomables bríos, de los inquietos que no
saben esperar y hace ya demasiado tiempo que aguarda aquella noticia.
Como la cabalgata será larga y corta la ya cercana noche a consumir
para llegar a "La Demajagua", lleno de sublime impulso, convoca a sus
hombres y allí mismo se alza en armas contra el dominio colonial.
Anunciador de la sangre que ha de derramarse, el crepúsculo tiñe de
rojos matices un horizonte alzado tras las montañas; va a expirar el
día 9 de octubre de 1868, cuando se escucha el clamor con que estalla
la furia del oprimido: ¡Viva Cuba libre! ¡Independencia o Muerte! Será
el primer grito de rebeldía de los cubanos que claman por tener
Patria. A la siguiente mañana, será opacado por otro clamor, el de los
esclavos que obtienen la libertad, allá, cerca de Manzanillo, al
conjuro de una campana de ingenio que ya no los llama al trabajo, sino
que los convoca a pelear por la dignidad de ser hombres.
Es demasiado el ardor y el entusiasmo y poca la experiencia de los
alzados. Los esperan la sorpresa y la dispersión en Yara, bautismo de
fuego, revés sangriento. Quedan doce hombres y aquel gigante afirma
que bastan para hacer Patria. Muchos le seguirán y muchos morirán, él,
ya como Padre de todos los cubanos, caerá abandonado en San Lorenzo,
pero ha comenzado una Revolución que continuarán otros hombres por
nacer; una Revolución inmortal y todavía inconclusa.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Octubre 9 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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