lunes, 23 de septiembre de 2013

REDUNDANCIAS DEL PROBLEMA Y DE LA COSA

REDUNDANCIAS DEL PROBLEMA Y DE LA COSA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Más de una vez nuestro Presidente nos ha llamado a combatir lo mal
hecho, sin importarnos si por ello nos buscamos problemas... El
problema es que hemos visto los problemas que otros compañeros se han
buscado por combatir un problema. Porque a veces, el combate contra un
problema se convierte en problema para el que combate y en combate
contra el que combate, quien es acusado de combatir sagrados
principios, contra la Revolución y contra el Socialismo, servir al
enemigo, etc. Y la acusación no es cualquier cosa, ni la hace un
cualquiera, con frecuencia es alguien con poder suficiente para
aplastar a cualquiera que lo moleste por combatir problemas. Pero el
problema es más complicado, porque nuestro máximo dirigente ha añadido
que, las críticas y denuncias de lo mal hecho, es decir el combate,
debe hacerse en el lugar, el momento y la forma debida. ¡He ahí el
problema! Siguiendo esa orientación, puede que a quien combate lo mal
hecho, le digan que tiene razón, pero que no ha combatido en el lugar
adecuado, en la forma debida o en el momento apropiado. Una de las
tres, o las tres cosas pueden buscarle serios problemas al que incurra
en esos errores de tiempo, lugar y forma. Y el problema es que nadie
sabe cuál es el lugar, el momento y la forma, porque lugar, momento y
forma, los elige otro que responde, hecho una fiera, al que señale un
problema y que tiene poder para buscarle un gran problema por atacar
el problema; todo por señalar y denunciar el problema. ¡REDUNDANTE
PROBLEMA!
Desde Varadero recibí un artículo de Roberto Fernández García (no
Retamar, aunque vive frente al mar) que aborda este tema; lo hace
desde su profesionalidad de abogado; ducho en Derecho Romano y demás
disciplinas colaterales, Roberto emplea términos académicos como la
"Re o cosa" para referirse a lo tratado en instrumentos jurídicos que
sirven de base al derecho y particulariza cuando cita "la pública" o
derecho público, derecho de todos a expresar opiniones sobre asuntos
que a todos conciernen y afectan. Pero el problema es, que mi amigo
Roberto es graduado en Derecho y yo solo estudié hasta casi la mitad
de la carrera. Por eso tengo que acudir a Sempronio que meterá su
cuchareta hablando no de la "Re", sino de "la cosa". Nada, que con
tanta redundancia de problemas y cosas, aumenta la confusión de la que
ya escribí en anterior artículo, donde expresé:
"Vean cómo sigue la gran CONFUSION y cómo todavía se establece que
"OTRO" determine CUÁNDO, DÓNDE Y CÓMO podemos ejercer el derecho a
decir lo que pensamos. Por lo demás, está CLARO: Todos tenemos
libertad de pensamiento y palabra, pero OTRO(S) tiene(n) el derecho
aún mayor de determinar la forma, el momento y el lugar en que podemos
ejercer nuestra "linda, preciosa y respetada" libertad."
Al ver la magnitud del problema y la confusión que genera, mi problema
es que no puedo evitar que la mente se me ponga problemática y me
traiga la letra de una inolvidable canción de Osvaldo Farrés, titulada
"Quizás, quizás" y que dice:
"Siempre que te pregunto que cuándo, cómo y dónde/tú siempre me
respondes/quizás, quizás, quizás.../Estás perdiendo el
tiempo/pensando, pensando/Por lo que más tú quieras/hasta cuándo,
hasta cuándo..."
Y para no perder el tiempo, ni hacérselo perder a ustedes, estimados
lectores, pongo fin por hoy a esta retahíla de redundancias.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita", ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 24 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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