miércoles, 25 de septiembre de 2013

LOS GUARDIANES DE LA FE

LOS GUARDIANES DE LA FE
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El incidente provocado por Robertico Carcasés y la inmediata sanción
impuesta y rápidamente retirada, evidencia que los represores están
ahí, agazapados, aguardando el momento de entrar en acción; en su
papel de celosos guardianes de la fe, como nuevos inquisidores,
dispuestos a llevar a la hoguera a cualquiera que muestre el menor
signo de herejía. No son personajes desaparecidos al cierre de un mal
llamado "Quinquenio gris", están vivitos y coleando, esperando
cualquier oportunidad que les parezca propicia para activar la
represión y hacer sentir su poder. Encarnan a los represores de
siempre, pero en realidad son unos frustrados, porque no vivieron en
la época que les hubiera permitido realizarse como esbirros y
sicarios; como aquellos al vejar y torturar, estos sienten un inefable
placer al reprimir y su deformada mentalidad es tema de inagotable
interés para sicólogos y psiquiatras. Sufren un serio complejo de
inferioridad, que compensan al sentirse poderosos cuando ejercen su
labor.
Fray Tomás de Torquemada no es una figura del pasado, su personalidad
enfermiza se repite a través de los siglos y en nuevos escenarios
desempeña su viejo oficio. La vocación de reprimir, hacer sufrir, de
arrancar confesiones y arrepentimientos, tuvo sus predios en las
mazmorras del oscuro medioevo, en la Unión Soviética de Stalin y en
las estaciones de la policía batistiana; está hoy presente en el
centro de torturas que ha instalado el gobierno norteamericano en la
base naval de Guantánamo y, bajo formas más refinadas pero igualmente
represivas, en algunas instituciones nuestras que ejercen, con
aprestos inquisitoriales, la censura. Estas últimas, sin recurrir al
daño físico, son tan capaces de destruir a sus víctimas, como el más
sanguinario torturador. Ya no usan de los hierros al rojo, ni arrancan
uñas, ni vacían ojos; ya no excomulgan, ahora imponen sanciones,
separan, silencian, aíslan, despojan de empleo y medios de
subsistencia, cierran para sus víctimas las editoriales y salas de
teatro, las desaparecen de cualquier espacio público, eliminan sus
obras de todas las carteleras, programaciones radiales y televisivas,
les retiran los servicios de correo electrónico y de acceso a la
internet, monitorean sus teléfonos y los hacen vivir bajo amenazadora
y constante vigilancia. Como única opción exigen la retractación al
penitente, su autocrítica, sólo así darán piadoso olvido a las ofensas
cometidas, pero ya no volverá el "ofensor" a ocupar el lugar que tenía
y se convertirá para siempre en NADIE; ya no es, pero tampoco fue ni
será, lo han transmutado en un ser inexistente, mediante la aplicación
de un nuevo verbo: "ningunear", porque al díscolo lo "ningunearán", lo
tornarán alguien que no ha existido nunca. Hasta el inmortal Ernesto
Lecuona estuvo ninguneado una vez, pero el genio era tan grande y su
música había traído tanta gloria a Cuba, que tuvieron que restituirle
su lugar en la Historia; fue una de las tantas rectificaciones de las
que hemos sido testigos. Porque rectificar no es solo de sabios y
equivocados, también los nuevos inquisidores han tenido que
rectificar. Ahora mismo, con Robertico se vieron obligados a hacerlo.
En definitiva la torpeza del muchacho lo que merecía era un cariñoso
coscorrón en privado y en el escenario la respuesta inmediata de
cualquiera de los compañeros suyos que le siguieron en el acto.
Hubieran aplicado con él, aquel refrán que dice: "donde se cae el
burro, ahí mismo se le dan los palos"; pero no, nadie se atrevió allí
mismo a contradecirle ni a reprocharle su desafortunada improvisación,
quizás expresada en un momento de descontrol emocional. Solo al día
siguiente, los Guardianes de la Fe entraron en acción. ¡Eso prueba que
están ahí!

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 26 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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