domingo, 15 de septiembre de 2013

INCONSECUENCIA, OSADÍA Y EL VERDADERO OBJETIVO

INCONSECUENCIA, OSADÍA Y EL VERDADERO OBJETIVO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

La inconsecuencia puede llevar a algunos a ser tan imprudentes que
caen en serios atrevimientos, muy parecidos a la osadía. En días
pasados tuve el desagradable deber de enfrentar a uno de estos
sujetos. Este admite la falsedad de lo que recibe, pero lo trasmite a
pesar de saber que lo trasmitido es falso. Él se disculpa,
limpiamente, diciendo que se limitó a divulgarlo tal como lo recibió.
Al parecer, el sujeto padece de un complejo que lo hace creerse centro
de información; su tarea es informar y "allá va eso", no importa que
lo propalado sea una falacia; él es inocente, solamente cumple la
misión divulgadora que se ha impuesto, como si cumpliera un mandato
divino. Pero, en el caso en cuestión, nuestro "Centro de Información"
se pasó de atrevido al descubrirnos a un "Martí irreverente, como debe
ser la juventud". A ese Martí le adjudican la autoría de unos versos
infamantes por soeces, de una grosería extrema. Para hacerlo deben
recurrir a disparatados anacronismos y situar al joven Martí en
situaciones absurdas; no importa los chapuceros errores que cometan,
el infundio ha sido divulgado. El esforzado divulgador dirá que él
también da por falsa la información, pero así y todo la divulga.
Un gran maestro que tuve, me enseñó a prestar especial atención a las
intenciones. "Cuando te digan algo, piensa en el por qué y el para qué
te lo están diciendo", así me trasmitía su sabiduría aquel inolvidable
pedagogo de la vida. Aplicando aquellas enseñanzas a este triste caso,
me pregunto: ¿qué se pretende al difundir la "joya poética" acreditada
a nuestro Apóstol? ¿Desacreditar su figura, como deseaba hacerlo el
gobierno español? ¿Empequeñecer al Gigante? Si fuera sólo eso, ya
merecería el repudio más severo, por atentar contra algo tan sagrado y
venerable para todo cubano digno. Pero el atrevimiento del osado
comunicador va más allá. Pretende servirse de Martí para abrir brechas
generacionales entre los jóvenes irreverentes, "como deben ser", y los
viejos adocenados, aquellos que trasmiten una imagen de mármol
impoluto contraria a la de carne y hueso que los muy pillos han
descubierto en Zaragoza; allí lo encontraron, bebiendo copetines de
vino, en alegres tertulias nocturnas, hablando de política, libertad y
"conspirando", este último verbo lo entrecomillan canallescamente los
muy infames. Es en una de esas alegres noches, en la que el joven
irreverente José Julián Martí Pérez, escribe las groseras estrofas.
Así, tan anti históricamente, nos lo pintan sus "descubridores".
Claro, que "esta poesía" no ha sido muy divulgada, por ello la difunde
ahora este sagaz investigador de la obra martiana. ¡Cómo lo
envidiaría, si estuviera vivo, el erudito martiano Cintio Vitier!
¿Incluirían ellos a Cintio en su listado de viejos adocenados, a los
que achacan el ocultamiento del "verdadero" Martí?...
En los cruciales y transformadores momentos que vivimos hoy en nuestra
Patria, donde la disyuntiva es "cambiar todo lo que deba ser cambiado"
o perecer, cualquier intento divisionista es artero y abominable. Y la
utilización de Martí para tal tarea es doblemente condenable. El
mensaje comienza calificando a Martí de "como siempre, oportuno", ahí
está la clave de las intenciones que mal oculta. ¿Oportuno para qué?
¿Oportuno para dividir? ¿Oportuno para abrir, en estos momentos,
brechas generacionales? ¡No hay calificativos que se acomoden a tal
bajeza! Una sola palabra me brotó de los contraídos labios:
¡INDIGNANTE!

EL VERDADERO OBJETIVO
Un viejo amigo y colega, todavía profesor activo en la CUJAE, a quien
envié mi artículo "EL VERDADERO MARTÍ", me respondió que de haber sido
éste el autor de los versos groseros, eso no disminuía en nada al
gigante que veneramos como Apóstol. Es decir, que para este amigo mío,
la falaz divulgación de una supuesta obra martiana, tenía como
objetivo fallido empequeñecer la figura de Martí. No obstante que, el
intento de ultraje es de por sí condenable y causante de indignación,
hay otra motivación más pérfida en la propagación de la falacia. Su
objetivo es otro y lo oculta de forma burda; el verdadero objetivo es
DIVIDIR, apartar a los jóvenes de todo lo que les enseñaron a
venerar, mostrarles un Martí irreverente que en alegre tertulia
zaragozana, bebiendo copetines de vino, es capaz de escribir estrofas
soeces. Es un plan bien trazado, bien meditado; por eso comienzan
calificando a Martí como "siempre oportuno". ¿Oportuno para qué?
Oportuno para "enseñarles" a esos jóvenes que la imagen martiana que
les han trasmitido las generaciones anteriores no es la real, la "de
carne y hueso". Así, invitándolos a desechar todo lo aprendido en la
escuela, lo defendido por sus mayores, colocan a las nuevas
generaciones en franca confrontación con las anteriores. Los que están
detrás de esta campaña "desmitificadora", saben que esa masa crítica
de jóvenes, hoy inconformes, tarde o temprano tendrán que asumir las
riendas de la nación y aspiran a que cuando esto ocurra, los nuevos
conductores "rectificarán el equivocado rumbo socialista", fracaso
probado de sus antecesores, para regresar a Cuba al capitalismo. ¡He
ahí el objetivo verdadero! No hay que ser muy suspicaz para
descubrirlo, ¡más claro ni el agua!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Septiembre 16 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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