martes, 10 de marzo de 2015

ANÁLISIS

-- ANÁLISIS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Un asiduo lector de mis crónicas, que fue alumno mío y me ha seguido
por más de treinta años, no captó el verdadero sentido de la mañosa
lista que analicé últimamente. Él se puso a completar el listado que,
evidentemente, no era completo y hasta me envió nombres que faltaban.
Me apresuré a sacarlo del error y a mostrarle la verdadera pista, el
correcto enfoque que nos revela el propósito avieso. Hoy, al releer el
mensaje que le envié, me percato que otros pueden caer en el mismo
despiste. Para ellos, vale la pena retomar y ampliar mi análisis. Me
valdré de las mismas palabras que le escribí a mi fiel continuador:

Las causas son múltiples y el enfoque no es tan simple como lo
presentan. De que faltan casos, faltan muchos y no es cosa de ir
buscando nombres para completar la lista.

De lo que se trata es, que la masa mayor de la juventud que se va,
está constituida por los hijos de gente anónima, "del barrio", quienes
pueden haber dado a su descendencia buena educación y buenos ejemplos
o, por el contrario, haberse desentendido de su formación. Pero esos
hijos no les importan a los orquestadores de la campaña. A ellos les
interesa destacar a "los hijos de papá", sin diferenciar la atención
que hayan recibido: mimos de realeza o malos ejemplos y abandono. Por
eso, califico la lista de parcial y tendenciosa. Están claros sus
propósitos y lo que quieren resaltar como evidencia.

A nosotros, lo que nos interesa, porque compromete el futuro de la
Nación, es este éxodo de nuestra juventud, verdadero desangramiento de
la sociedad, donde perdemos un potencial de alto nivel de preparación
y grandes posibilidades de desarrollo; se nos está fugando, la mayor
de nuestras fuerzas productivas: el Capital humano. Entonces, visto el
mal, es necesario que vayamos a las causas que le dan origen; entre
ellas, la actual incapacidad de nuestro sistema para brindar a los
jóvenes aquí, el futuro que ahora buscan allá. Ante la ausencia de
estímulos, es impostergable crear aquellos que hagan atractivo el
quedarse.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Marzo 11 de 2015

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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