sábado, 7 de diciembre de 2013

SALARIO REAL Y NOMINAL

SALARIO REAL Y NOMINAL
Por Jorge C. Oliva Espinosa

"… si los salarios no suben, o no suben en la proporción suficiente
para compensar la subida en el valor de los artículos de primera
necesidad, el precio del trabajo descenderá por debajo del valor del
trabajo, y el nivel de vida del obrero empeorará".
Karl Marx, "Salario, precio y ganancia", (1865)

Raúl Menchaca me envía un artículo de Félix Sánchez Rodríguez, a quien
no conozco ni él tampoco, y que en verdad es esclarecedor. Leerlo, no
permite quedarse indiferente; le agradecí de inmediato a mi amigo el
envío y me zambullo en el tema que trata Sánchez. Aborda éste, con
suma objetividad, la cuestión de los salarios. Se apoya en Marx y
tiene por referentes los trabajos de este, titulados "Trabajo
asalariado y capital" (1847) y "Salario, precio y ganancia", de
dieciocho años más tarde (1865). En ellos, Marx establece para el
salario las categorías de nominal, relativo y real; categorías que en
Cuba, donde los trabajadores se supone estén en el poder y el marxismo
sea la doctrina estatal, se ignoran; aquí se habla de salario a secas,
sin apellidos, lo demás que dijo Marx no parece importar. Así,
nuestros salarios nominales se han mantenido, y en algunos casos han
aumentado, pero los reales han descendido sin que nadie de los
gobernantes se preocupe, ni nadie de los gobernados haya protestado.
Realmente en Cuba ha habido una reducción en los salarios, porque con
igual cantidad de dinero podemos adquirir menos productos. El salario
real, lo dijo Marx, está determinado por las mercancías que puede
adquirir con su salario nominal el asalariado. Y los conductores de la
economía, al elevar los precios de los productos y servicios
esenciales, han dispuesto del salario de los trabajadores,
recortándolos cada vez más. En otras latitudes, cualquier aumento en
el precio de bienes y servicios hubiera provocado protestas enérgicas,
manifestaciones, disturbios. Porque eso significa una reducción del
salario real. Aquí nada. El trabajador cubano percibe la ilusión de
que su salario nominal se ha respetado; aquí no se decreta una
reducción de salarios como hacen los gobiernos neoliberales, pero el
poder adquisitivo de nuestro salario disminuye cada vez más, sin que
nadie repare en ello, ni proteste.
¿Qué pasó cuando el precio del transporte urbano subió de diez
centavos a cuarenta? Eso significó, además de un aumento del precio
del servicio de un 400%, una reducción de nuestros salarios reales.
¿Qué pasó cuando la bolsa de café de doce centavos, se convirtió en la
cuota mensual de cuatro pesos por persona? ¿Y cuando los productos de
aseo básicos, como el jabón y la pasta dental, salieron de la libreta
y se ofertaron a precios diferenciados, qué pasó? Si un jabón antes
costaba veinticinco centavos y hoy cuesta cinco pesos y el pomo de
detergente líquido, cuando estaba racionado, era de tres pesos y
ahora, una vez liberado, cuesta veinticinco, ¿no fueron estas unas
disminuciones brutales del salario real? ¿Cuánto significó de
reducción de los salarios, el aumento de las tarifas eléctricas?...
A todas estas preguntas da respuesta el artículo de Sánchez Rodríguez
que me envía mi amigo Menchaca. La conclusión es única e irrebatible:
nos han reducido nuestros salarios reales, aunque los nominales se
mantengan, porque al elevar los precios, el poder adquisitivo de
nuestros salarios se esfuma como por arte de magia. Y uno se pregunta,
si los sabios rectores de la economía cubana han decidido eliminar el
racionamiento, no elevando la producción y con ella la oferta, sino
disminuyendo la demanda, la nuestra, que decrece al compás del
empobrecimiento colectivo. Es hora de hacer valer a Marx, sus
postulados y poner en práctica los lineamientos políticos y económicos
que encaucen al país por el socialismo verdadero, próspero y por ello
sustentable, el socialismo que deseamos.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Diciembre 9 de 2013

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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