martes, 10 de diciembre de 2013

COMO ME LO CONTARON...

COMO ME LO CONTARON...
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Hoy les traslado el relato de un autor desconocido, testimonio
histórico de una época que, desgraciadamente, no es pasada, sino
actual. Tal como dice Ciro Bianchi, en su tan instructivo programa del
Canal Habana, "Como me lo contaron, ahí les va":

EL TRASTORNO PSÍQUICO DEL VIAJE MENTAL
A continuación doy a conocer una nota periodística sobre algo que está
ocurriendo. Nota, porque lo he nota-do y periodística porque, aunque
no aparezca en nuestra prensa periodística, es digna de publicarse… Si
usted no conoce el contexto socio-económico cubano actual, por favor
absténgase de pensar que redundo yo al anunciarle el reporte de "algo
que está ocurriendo".
Un nuevo síndrome psiquiátrico ha sido detectado en Cuba. El
trastorno, de carácter endémico, aún no se describe en sus términos
clínico-terapéuticos, pero sí se manejan ya sus rasgos generales,
entretanto los facultativos definan y clasifiquen al agente patógeno
que lo causa. Comienza a ser conocido como el "Síndrome del Viaje
Mental", y ataca en primera instancia a todas aquellas personas que
nunca se han montado en un avión, y en segunda a esas que solo
viajaron en barco hacia y desde la antigua Unión Soviética.
El Síndrome del Viaje Mental no es nuevo, toda la vida hubo aquí
gentes que soñaron con volar, -empezando por Matías Pérez- y algunos
hasta perdieron la vida tratando de volar por el agua, pero ahora, -no
me pregunten por qué,- pica y se extiende el padecimiento.
Alicia gana 305 pesos flojos al mes (MN), es especialista "D" en
fabricación de cajas de cartón reciclado para cumpleaños y quiere ir a
la India. Dice que siempre le gustaron las películas de Hollywood y
que en ese país los machos guapos, lo mismo dan patadas espectaculares
y miran agresivamente con cara de "te reviento", que luego forman
tremendo meneo de cintura en una coreografía sabrosa que es bailada
con espontaneidad singular por todos los miembros del CDRI (Comité de
Defensa de la República de la India). Cuando le pregunté si iría a
vivir en Delhi, Bombay o Calcuta, me respondió que esos "países" no le
interesaban, que ella solo quería ir a la India y que no iría con
Deli, porque esa amiga suya se va para la Yuma.
Marelys, que antes ni hablaba por no ofender, ahora va a vender su
casa y se lo comenta a todo el mundo; no ha decidido a dónde viajará,
ni dónde pernoctará mientras tanto… Pero ya tiene un comprador…
italiano el tipo, italiano y ventajista, y si no se la compra él,
entonces la cambiará por una visa y un pasaje para cualquier parte de
"allá afuera".
Siguiendo por esa línea, el barrio entero tiene un plan, el barrio
entero saca sus cuentas, en la intimidad y también a la luz del foco
de la esquina; todo el mundo asume que le va a tocar viajar en esta
vuelta, porque "ahora sí se puede". Y muchos hasta creen que se las
saben todas en materia de maletas porque ya leyeron la Gaceta y porque
vieron el programa "Al Derecho".
Claramente, el síndrome está afectando la ya afectada capacidad
intelectual de algunos: Ramoncito, por ejemplo, dice que "todo es
mentira, y que nada es verdá… porque asere… ¡quéeee tanto cuento el de
"esta gente", si ahora me piden hasta una carta de invitación!…" No
hay manera de que Ramoncito entienda que la carta de invitación no la
exige "esta gente", sino la embajada de la República Dominicana, que
es a dónde él quiere ir….a conocer a su facebook-jevita virtual de 48
años…, con la cual lleva empatado un año y medio.
Rogelito es otro que se sumó a la locura generalizada; con tremendo
orgullo me narra lo sucedido en aquella reunión, y sus palabras
finales: (-imaginar instrumental de Carrozas de Fuego como fondo-)
"pues ahí tienen mi título pá que lo invaliden, no lo quiero vaya, y
no me hablen del Servicio Social porque yo soy Orden 18, je, je".
Rogelito ha decidido que prefiere ahorrar el dinero del pasaje criando
puercos en la finca de su abuelo que viajando 200 KM diarios en
camiones con peste a yerro para atender los pacientes de una
policlínica rural. Lo siente por los pacientes, y lo siente por él y
por su madre, "pero no mi hermano… tá bueno ya".
La ingeniera Magali ahorrará para su pasaje, poniendo uñas acrílicas y
comprando pelo de mujeres blancas para revendérselo a mujeres negras;
y el arquitecto Javier, que se sabe de memoria esta ciudad, dice que
lo suyo ahora es hacer colas en el Banco para pagar patentes de otros,
que es una pincha tranquila, y que no tiene que ver con que si el
edificio se cae por culpa suya o porque los albañiles se robaron el
cemento….
Y en medio de tanta locura, tanta quemadera, tantos ojos desorbitados
y tanta guaricandillería a lo cubano, llega Eduardo. Con cuatro palos
de ron encima y un cigarro criollo en la boca, me devuelve parte de la
calma. Eduardo igual está enfermo del Síndrome del Viaje Mental, pero
de vez en cuando tiene destellos de lucidez; me dijo que su padre no
pudo estudiar cuando el capitalismo y por eso tuvo que vivir –
teniendo talento para más – tapizando los muebles de la gente con
dinero;… y ahora "coño," sus tres hijos: la economista, la abogada y
el ingeniero mecánico – teniendo talento, ¡y habiendo podido
estudiar!-, tienen que vivir cuidando los niños de la gente con
dinero, vendiéndole leche en polvo a la gente que puede desayunar, y
trasladando en un bici taxi a gordos que están gordos porque igual
tienen dinero y desayunan con leche en polvo…
Y ahí ya no pude llevarle la contraria (cosa que suelo hacer con todo
el mundo, y ante todo argumento, sea cual sea, solo por echarle
gasolina al debate): "si esta historia termina así mi hermano,
entonces la suerte fue de tu padre… que por lo menos se ahorró 5 años
de estudios, y algún que otro camión de ilusiones profesionales.

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Diciembre 11 de 2013
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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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