domingo, 22 de diciembre de 2013

COSTOSA, PERO NECESARIA

COSTOSA, PERO NECESARIA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

En nuestro país se presta especial atención a la capacitación. Cada
organismo de la administración central cuenta con su Escuela
correspondiente; desde el Ministerio a la Empresa, todos poseen un
Departamento de Capacitación. Además, las organizaciones de masas
también tienen sus Escuelas. Esos centros de capacitación garantizan
la eficiencia y el renuevo de los cuadros de dirección de cada sector;
son las canteras de donde provienen y donde se forman y capacitan sus
dirigentes. Por eso, que hoy yo dedique estas líneas a reclamar el
cierre de una de ellas, puede parecer una demanda extemporánea, la
petición de un cavernícola, el reclamo de un reaccionario. Para que no
me tomen por tal, procedo a explicarme:
Hay decisiones que son dolorosas, pero no queda más remedio que
tomarlas. Casi siempre, por necesarias, se vuelven impostergables
porque la práctica ha demostrado su urgencia y hay que rendirse a la
evidencia. El costo que puede acarrear el tomar semejante decisión,
puede ser muy alto, pero no hay que dudar. Estamos ante uno de esos
casos. Durante décadas y décadas, la Escuela Nacional de Cuadros
Sindicales ha graduado cientos de compañeros que pasaron por sus
aulas, estudiaron y aprobaron las materias allí impartidas. Sin
embargo, entre esos centenares de egresados no se ha podido encontrar
ningún representante de los trabajadores, capaz de dirigir el próximo
congreso de la CTC. Esta verdad amarga, ha obligado al Partido a
sacrificar a uno de sus cuadros, fogueado en las labores políticas,
para que asuma dicha tarea. Y, señores, el cruento sacrificio lo ha
tenido que hacer el Partido, el único que tenemos, "la fuerza
dirigente y superior de la sociedad y del Estado", según reza el
artículo cinco de nuestra Constitución. El que, sabiamente, se haya
decidido hacer tamaño sacrificio, demuestra la inutilidad de la
Escuela de Cuadros Sindicales, adscrita a la CTC. Es una decisión
costosa, pero necesaria; muestra, fehacientemente, que esa Escuela es
inoperante, que mantenerla es un gasto inútil, que no da frutos y se
hace urgente cerrarla. Por eso yo, que fui toda mi vida un trabajador
sindicalizado, pido ¡Que la cierren!...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Diciembre 23 de 2013

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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