martes, 12 de noviembre de 2013

¡QUÉ PENA!

¡QUÉ PENA!
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Con pesar leí un artículo (1) de Oscar Sánchez Serra aparecido en la
versión digital del periódico Granma de noviembre 11 de 2013. Y digo
que con pesar, porque como cubano me resulta triste ver errar a otro
cubano. No conozco al compatriota Oscar, solo sé que escribe en el
órgano oficial del Comité Central del PCC, por lo que presumo que sus
criterios reflejan los sostenidos por la dirección política y
administrativa del país; soy incapaz de ofenderlo por los pensamientos
que expresa y respeto su derecho a pensar y a expresar su criterio o a
reproducir los de sus superiores. Pero me apena verlo confundir
conceptos, gestos y aptitudes, tratando de respaldar los errores de
otros.
En primer lugar, Sánchez Serra, rectificar y corregir son acciones con
alguna similitud, pero con diferencias que pueden ser abismales. En el
caso que usted califica "de sabia rectificación", se trata de la
corrección obligada por la falta de previsión de medidas anteriores,
todas dictadas por el mismo sujeto errático que, enmendando hoy lo que
hizo mal ayer, fue incapaz de prever la dinámica del comercio no
estatal, le dio apertura y luego quiso corregir lo que no pudo prever.
Le sucedió como al "Aprendiz de Brujo" en el genial animado de Walt
Disney.
¿Se ha preguntado Sánchez Serra, por qué a los supuestos sastres y
supuestas costureras y a los revendedores e importadores de artículos
varios, el Estado les otorga un plazo para cumplir el mandato y no da
igual trato a los cines 3D? Estos últimos también hicieron inversiones
y con la drástica orden de su cierre inmediato, no podrán
recuperarlas. ¿Por qué, en lugar de prohibir, no se dispone el cambio
de las licencias inapropiadas por otras que lo sean? ¿Qué harán los
que ahora se ven impedidos de continuar con una actividad,
injustamente calificada de ilícita, si se les niega el derecho a
legalizarlas, modificarlas o ampliarlas?...
Después de reconocer que "habría que revisar la ambigüedad de la
figura 76, del trabajo por cuenta propia, Operador de equipos de
recreación, Sánchez Serra afirma que "Está claro que no autoriza la
exhibición cinematográfica, y que quienes lo hacen infringen lo
legislado". No sé de dónde saca el compañero esta claridad, por cuanto
la Gaceta Oficial Extraordinaria del 26 de septiembre (que cita)
describe la actividad del Operador de equipos de recreación, diciendo
así: "Instala, opera o alquila equipos para la recreación de la
población. No incluye los equipos náuticos". Como ven, allí no excluye
la exhibición cinematográfica, por cuanto un proyector de video, una
computadora y un televisor son equipos de recreación y no náuticos
precisamente, que son los excluidos. Si está claro, como usted dice,
¿por qué califica de ambigua la figura 76 del trabajo por cuenta
propia?
Otro yerro que percibo en el escrito de Sánchez Serra es el de afirmar
que los cines de 3D eran ilegales. Ellos, amigo mío, solicitaron y
obtuvieron licencia, no la solicitada, pero sí la que "más se
aproximaba" según le orientaron en el organismo ante el cual hicieron
su solicitud. Bajo esa licencia operaron y tributaron los impuestos
que les señalaron. ¿Entonces, dónde está la ilegalidad? Si el error lo
cometió quien les otorgó la licencia indebida, ¿por qué deben pagarlo
ellos?...
Reflexione, Oscar, lleva usted toda la razón cuando expone que
opinando entre todos encontraremos las mejores soluciones. Sin
embargo, si todos opinamos pero, a la hora de decidir, no se toman en
cuenta las opiniones vertidas y sólo prevale la de aquel que decide,
es probable que se cometan errores y que la mayoría se sienta, cuando
menos, insatisfecha. Y lo peor del caso, esos errores los pagarán los
que no decidieron. Porque escuchar y tomar en cuenta lo escuchado son
dos cosas diferentes. Que todos podamos ejercer el criterio de nada
vale, si se decide en contra de lo expresado por la mayoría. Es
cierto lo que usted afirma: Preservar la legalidad y el orden es un
interés de todos. Pero la legalidad y el orden solo pueden
establecerse con el consenso ciudadano acerca de lo que debe
entenderse por legalidad y por orden. De lo contrario, corremos el
riesgo de caer bajo una dictadura militar que entiende por orden, el
que reina en un campamento. A un pueblo no se le manda como a un
ejército, por muy disciplinado que sea ese pueblo. ¿O es que alguien
sueña convertir a nuestro país en un enorme campamento?

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Noviembre 13 de 2013
(1) A continuación copio el escrito de Sánchez Serra a que aludo:

Preservar la legalidad y el orden: un interés de todos
Oscar Sánchez Serra

Todavía hay quienes piensan que la nuestra es una sociedad acrítica,
que no opina. No hay peor ciego que el que no quiera ver para darse
cuenta de que ha sido la propia Revolución la que ha elevado
masivamente los niveles de instrucción y nos ha convocado a ejercer el
criterio para, entre todos, encontrar las mejores soluciones.
Hoy se debate —y los canales son los propios medios de prensa
nacionales, mediante el uso de las nuevas tecnologías, pese al bloqueo
que persigue no conectarnos a la red— acerca de las regulaciones y
medidas que salieron el pasado 26 de septiembre en la Gaceta Oficial
de la República y fueron ratificadas después en la nota informativa
del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros del sábado 2 de
noviembre sobre el trabajo por cuenta propia.
¿Unanimidad? Ni asomo de eso hay en el abanico social sobre este tema
y no solo por las diferencias, lógicas en cualquier comunidad de seres
humanos, sino también porque esta sociedad, en boca de su propio
Presidente nos ha mostrado que "La unanimidad absoluta generalmente es
ficticia y por tanto dañina".
Pero por lo general, tampoco asoman contradicciones antagónicas. Como
sabemos, en septiembre se precisó el real alcance de las figuras de
"Modista o sastre" y el "Productor o Vendedor de artículos varios de
usos en el hogar". El pasado 2 de noviembre el Consejo de Ministros
ratificó la ilegalidad de la comercialización minorista de artículos
importados o la reventa de los adquiridos en la red comercial estatal,
realizadas por esos cuentapropistas y aclaró que la exhibición
cinematográfica, que incluye las salas de 3D, así como la organización
de juegos computacionales, nunca han sido autorizados y cesarán de
inmediato en cualquier tipo de actividad por cuenta propia.
Y se desató entonces un amplio debate social. Seguí las primeras 24
horas de ese rico taller en las redes sociales y medios de prensa
cubanos. Consultamos 153 opiniones ese día. La mayoría estuvo de
acuerdo con la acción frente al "Productor o Vendedor de artículos
varios de usos en el hogar", es decir lo que denominamos revendedores.
"Nunca se debió permitir tal expoliación a nuestro pueblo", afirman
varios de los que opinaron en el periódico Juventud Rebelde y en
Cubadebate. De hecho, criterios similares habían sido expresados en
muchas de las cartas a la Dirección publicadas en este propio órgano
de prensa.
La opinión concordante de esa muestra con lo aplicado a la actividad
de venta de ropa importada por los poseedores de licencias de Modista
o Sastre, fue menor. Según varios de los consultados, debería
regularse de una nueva manera, gravándolos con un impuesto que se
corresponda con lo que hacen y no con las funciones de Modista...
Con la que menos coincidencias encontramos fue con la de las salas 3D
y de juegos computacionales. Argumentan que esa figura debe existir
abonando los tributos que se ajusten a esa actividad. Es decir, en
estos dos últimos casos, las opiniones rondan sobre la legalización de
esas actividades y con un régimen tributario más exigente.
Incluso hay quienes aseguran que hemos dado un paso atrás en el
trabajo por cuenta propia, que se ha cercenado la iniciativa.
Permítasenos, también con la anuencia de los que escuchamos en los
intercambios citados, participar del debate. Primero, ha de
reconocerse que tanto los Modistas o Sastres como los Productores o
Vendedores de artículos varios de usos en el hogar, estaban realizando
una actividad que no está descrita y en consecuencia no fue aprobada
en el alcance de esas modalidades del trabajo por cuenta propia. Se
trata entonces de una acción fuera del marco legal establecido. Lo
mismo pasa con las exhibiciones cinematográficas, incluyendo las salas
de 3D, y las de juegos computacionales.
La propia nota del sábado 2 de noviembre expresa: "corresponde al
Partido y al Gobierno facilitar la gestión de los trabajadores por
cuenta propia, no generar estigmas ni prejuicios hacia ellos, lo cual
deberá ir acompañado de un cumplimiento estricto de la Ley y los
tributos, así como de motivar en este sector el rechazo a las
ilegalidades".
No podían continuarse admitiendo, frente a los ojos de todos, las
violaciones que se estaban cometiendo. Hubo de-mora en tomar las
medidas que corrigieran las desviaciones. La no acción generó
impunidad y manifestaciones de corrupción y lo que es peor, los
encargados de velar por el orden pasaron a ser partícipes del desorden
jurídico, el más peligroso enemigo de la actualización del modelo
económico.
Al intervenir en la I Cumbre de la CELAC, el compañero Raúl, tratando
otros temas, específicamente el problema de la droga, dijo: "estos son
tipos de problemas que hay que enfrentarlos cuando son pequeños o,
mejor, cuando son nonatos". Si se hubiera actuado bajo esa máxima, no
germinaría tanta ilegalidad.
La sabiduría de nuestro pueblo, sustentada en el nivel de instrucción
adquirido, es inmensa. Uno de los participantes en el debate reflejado
en los sitios web de nuestros medios expresaba, sobre la venta de ropa
importada, si "se han puesto a pensar cuántos millones de dólares se
fugan del país por esas compras que después no se revierten en la
población, porque de dónde salen los dólares para comprar en el
exterior. Cambian aquí CUC por USD y se los llevan a otro país para
comprar, o sea, eso es fuga de capitales".
Otro afirma que "el reto está en lidiar armónicamente con esa
capacidad de cambio y apertura, del sector privado (no estatal), que
nos moderniza y armoniza la vida, con las políticas estatales y asumir
cada caso de forma individual, para evitar generalizar las
ilegalidades que se cometan".
"Dar ese plazo para liquidar, ¡es justo señor! lo que no admite plazo
son las ilegalidades, que nos lastran a todos. Entonces el silenciar
ahora las salas de 3D es correcto, pero también lo es que sean creados
espacios de igual naturaleza, de manera organizada y con el control
del Estado", constatamos en el intercambio de opiniones publicado en
los sitios cubanos.
Una buena parte, al referirse a las exhibiciones cinematográficas
abogan por la regulación de esos espacios a partir de la política
cultural del país, ejerciendo por las autoridades competentes y
especializadas una fiscalización de ellos para impedir la promoción de
códigos ajenos a nuestros principios y valores como sociedad.
El proceso de debate, aprobación e implementación de los Lineamientos
aprobados en el VI Congreso del Partido y el propio desarrollo de la
actualización del modelo económico y sus proyecciones a largo plazo,
han dado sobradas muestras de no estar atados a dogmas.
En tal sentido, habría que revisar la ambigüedad de la figura 76, del
trabajo por cuenta propia, Operador de equipos de recreación, que
según la Gaceta Oficial Extraordinaria del 26 de septiembre, su
alcance se describe así: Instala, opera o alquila equipos para la
recreación de la población. No incluye los equipos náuticos. Cumple
las regulaciones en cuanto a la seguridad y protección de los equipos
y las personas.
Está claro que no autoriza la exhibición cinematográfica, y que
quienes lo hacen infringen lo legislado, pero al tender a la
confusión, sumado a la no acción de quienes tienen la responsabilidad
de controlar, cualquiera se viste de legal.
Ni el Modista o Sastre, ni el Productor o Vendedor de artículos varios
de uso en el hogar tienen la posibilidad de confundirse. Lo estipulado
es exacto. Para el primero dice: confecciona, arregla y transforma
ropas, realiza trabajos simples y complejos de sastrería y costura a
la medida. No incluye la comercialización de ropa de fabricación
industrial o importada. Y el texto del segundo: confecciona y
comercializa artículos de uso doméstico, utilitarios u ornamentales,
producidos por él u otro trabajador por cuenta propia. No incluye
artículos adquiridos en la red minorista o importados (efectos
electrodomésticos, muebles, ropa y calzado, entre otros).
Por esos pasajes anda el debate, eje de la vitalidad de nuestra
sociedad y de la Revolución, porque nos salva del inmovilismo y
cumple, además, con un principio de esta obra que construimos todos:
la participación, como ocurrió cuando el pueblo analizó el proyecto de
Lineamientos, y por sus aportes se modificaron 181 de los postulados y
se incorporaron 36 nuevos.
La nota informativa confirma la validez del trabajo por cuenta propia,
califica las medidas como correcciones para proseguir ordenando esta
forma de gestión, combatir la impunidad, exigir el cumplimiento de la
legalidad y proteger a los trabajadores por cuenta propia, que en su
inmensa mayoría cumplen las regulaciones establecidas. Las autoridades
han ido a explicar a los cuentapropistas, se ha dado a los vendedores
de artículos industriales o importados el plazo mencionado hasta el 31
de diciembre. Es decir, no se ha abandonado el precepto de esta
Revolución de tener en cuenta al trabajador, sea de cualquier sector.
Por encima de la afectación temporal que las medidas adoptadas puedan
causar a un sector de la población, está el interés superior de toda
la ciudadanía en preservar la legalidad y el orden, sin los cuales no
podríamos seguir avanzando.

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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