miércoles, 27 de noviembre de 2013

ENTREVISTA A FÉLIX GUERRA (2)

ENTREVISTA A FÉLIX GUERRA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

SEGUNDA PARTE:
Pregunta 2: Para ti, ¿qué es el socialismo?
FG: De manera inconsciente o consciente hoy la mayoría pensamos en ese tema.
Las sociedades capitalistas actuales avanzan rápido hacia
distintos atolladeros.
¿Podríamos seguir viviendo durante mucho tiempo en un entorno
social en que los ricos engrosan constantemente sus fortunas y se
convierten en millonarios o multimillonarios, con poderes políticos y
económicos cada vez mayores. En tanto, los pobres se convierten en más
pobres, tanto en cantidad de población como en calidad de vida
comparativa, nutriendo una creciente marginalidad mundial?
¿Las guerras, que arruinan ecosistemas, cobran cientos de miles
vidas entre los más necesitados y devoran presupuestos nacionales,
cifras que se le restan a la seguridad social, la salud, la educación,
las investigaciones científicas y obras de infraestructura, podrían
ser durante mucho más tiempo el soporte de la permanencia capitalista
en el planeta?
¿La ética y conciencia humanas lograrían ser deformadas siempre
hasta subscribir una civilización que se basara en descomunales
desigualdades e injusticias, mientras en sus predios se crea
continuamente una selecta y egoísta capa de omnipotentes individuos,
mientras otra masificada y reprimida se nutre con migajas del
despilfarro y el consumismo?
¿La resistencia del planeta Tierra, soportará cuánto tiempo más
el saqueo de sus reservas, riquezas y equilibrios, sin un crack
apocalíptico?
¿La sagacidad, inteligencia y cultura humanas, que por tanto
tiempo sortearon dificultades y obstáculos, guerras sin nombres y
crueldades e ignorancias descomunales, desde épocas prehistóricas,
pasando por esclavismos y feudalismos feroces, no encontrará esta vez
un corredor o pasadizo hacia mañana?
¿El orden social que sustituya en su momento al capitalismo
actual, sería solo un retoque o actualización de lo vivido, con
algunas regulaciones para poner cierto freno a las ganancias
desiguales, supermonopolios, otras desproporciones y colosales
concentraciones contemporáneas de poder?
Luego de estas preguntas cruciales, ¿en qué pensar adicionalmente?
¿Qué sigue? ¿Ahí se paraliza la historia?
O, para continuar adelante, hay un instante para mirar atrás.
El Socialismo efectivamente es una vieja utopía, soñada por muchos.
Sucede desde la antigüedad más remota, cada vez que la Historia
sufría un gran atasco o parecían insoportables las injusticias de la
época.
Licurgo, Pitágoras, Platón, Cristo, dicen las historias, están
en las raíces. El teólogo y filósofo Tomás Campanella pensó el asunto.
Escribieron al respecto Thomas Moro y Thomas Munzer. El francés
Babeuf, se apasionó con organizar una conjura de iguales que lograra
una nueva democracia social. Saint Simon, Robert Owen, Fourier,
especularon con modelos que incluían la vida en comunas ideales, pero
filantrópicamente financiadas desde arriba.
Otro utopista, Cabet, ideó un prototipo de socialismo con
elecciones, atisbo de democracia, pero al mismo tiempo con prensa
censurada, adoctrinamientos constantes, reglas estrictas y
estandarización social.
Luego es el advenimiento de otras épocas de mayor complejidad teórica.
Pensadores como Marx, Engels, Pruhudon, Bakunin y otros varios,
en el siglo XIX, tras la Revolución Francesa, se dieron a la tarea de
pensar un socialismo altamente democrático. Que superara quimeras y
anacrónicas sociedades explotadoras sufridas por la Humanidad. E
implicara además y sin falta un orden social intensamente más
democrático que las realidades anteriores e incluso que los sueños más
avanzados de sus contemporáneos. Porque no se trataba "de cambiar
libertad por igualdad."
Pensadores del XIX, enriquecidos por novedosas experiencias
sociales y de conceptos más científicos en cualquier rama, el
desarrollo tecnológico y el capitalismo en plena efervescencia y auge,
colocan numerosos andamiajes económicos y sociales bajo nuevas lupas.
Las revoluciones del siglo XX y las más importantes entre
ellas, fueron influenciadas de forma decisiva por estas corrientes
de pensamiento, que coincidían en un objetivo. El socialismo ha sido
una piedra de toque para comunistas, anarquistas, socialdemócratas,
trotskistas y otros. Y escribió duras páginas durante la última
centuria, abriendo categóricas interrogantes, equívocos y
preocupaciones entre hombres y mujeres del planeta, incluso de
pensadores, filósofos, gobernantes, intelectuales de toda latitud,
estudiantes y jóvenes que buscan paso, por un desfiladero estrecho,
hacia los inevitables futuros que se avecinan.
El desfiladero del siglo XX, fue catastrófico para el
socialismo, apodado a última hora "socialismo real". Naufragó la
experiencia ruso soviética, en primer lugar y se desvaneció el llamado
Campo Socialista, dejando gran ausencia e incertidumbre en su lugar.
La experiencia china desembocó en un giro acelerado al capitalismo,
con resultados exitosos, aunque bajo la dirección de un partido
comunista.
En Cuba se viven traumas de la sociedad que no avanza, da
pasos atrás o en cualquier dirección y camina al borde de un abismo
reconocido. Conceptos anteriores se baten en retirada. Se sirve el
plato frio y sin condimentos de nuevas esperanzas. Con pocos
argumentos. Y al parecer, sin suficientes meditaciones y preparación
teórica. Sin tomar en cuenta, creo, de forma correcta las
experiencias revolucionarias de los siglos XIX y XX. Se suman además
grandes imprecisiones y desaciertos constantes, a pesar de la lenta
velocidad de los acontecimientos.
Sobre todo (y al parecer esto es casi totalmente incomprendido
por la dirección del país) con pocas y deficientes consultas con la
opinión pública profunda y los ciudadanos y colectivos de trabajadores
del país. O con los grupos o corrientes de pensamiento, muchos de
izquierda y que apuestan sin dudas por la soberanía y la independencia
de Cuba. Autismo e hipoacusia estatales agobiantes para la Nación.
Lo peor, sin cambiar ellos mismos, los gobernantes, la
mentalidad de 55 años de permanencia ininterrumpida en el poder y
utilizando un aparato macizo de gobierno, estado y partido, sindicato
y organizaciones juveniles y de masa. Mientras solicitan pacientemente
cambio de mentalidad a una abundancia de dirigentes dogmáticos,
funcionarios adocenados, burócratas y corruptos que nada debían contar
para las transformaciones imprescindibles y más urgentes.
E intentando además pasar algunas de sus reformas sin
suficiente información ofrecida y oportunidad de análisis a la
población. Fragmentando, por otra parte, la discusión de textos
incompletos y manipulando la prensa.
En ocasiones se ha intentado cargar sobre la ciudadanía,
problemas y conflictos que si en verdad ahora tienen consecuencias
nefastas para el país, antes tuvieron sus causas en erradas,
prejuiciosas, autoritarias e improvisadas políticas implementadas
desde arriba.
Aquí, en este instante, debemos reformularnos la pregunta de
qué es el socialismo.
Cada persona hoy, en cualquier latitud, insisto, de manera
tangencial o indirecta, consciente o inconsciente, con más o menos
información y sesgo ideológico, como víctima o victimario, casi
seguro medita y se preocupa a menudo acerca de temas trascendentes y
tan dramáticamente personales.

Continuará….


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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