jueves, 14 de noviembre de 2013

MÁS DE LO MISMO

MÁS DE LO MISMO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Dentro de la tormenta de criterios que se ha desatado en torno a una
medida del Consejo de Estado, que muchos consideran retrógrada y otros
pocos "sabia rectificación", les copio a continuación el mensaje de
Gustavo Arcos dirigido a Víctor Fowler. De más está decirles, que
Sempronio y yo estamos en total acuerdo con lo que expresan Gustavo y
Víctor.Igualmenteconcordamos conel artículo firmado por Harold
Cárdenas Lema,titulado "Cuba en 3D", texto que también les incluyo.Tal
parece que casi todos coincidimos en opiniones, excepto los pocos que
deciden prohibir. A esos, sólo los respaldanel poder y las voces que,
más que voces, son sus ecos.

Desde nuestra Regla, rinconcito bendito de Yemayá,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Noviembre 14 de 2013

GUSTAVO ARCOS A PROPÓSITO DEL MENSAJE DE VÍCTOR FOWLER
Amigo Víctor,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. El asunto tiene múltiples aristas
y merece un análisis ¿en tres dimensiones? El Congreso de la UNEAC
pudiera ser un lugar, pero creo que es un debate que debe hacerse ya y
en todos los espacios o medios posibles. También debe escucharse la
voz de los afectados, conozco algunos y sé que tienen cosas que decir
e incluso propuestas que hacer.
En efecto, creo que debe existir alguna regulación o disposición
tributaria para los que deseen dedicarse a estos menesteres. Según el
Estado, lo estaban haciendo bajo una figura (Operador de equipos de
recreación infantil) que no los comprendía. Bueno, la dinámica del
mundo real te indica que debes crearla. Si la actividad prolifera y
tiene éxito e impacto social, por algo será. Pero se optó por
Prohibir. En este caso, una mala señal emitida desde las instancias
superiores.
En definitiva, ¿qué se entiende por equipos de recreación infantil?.
Bajo esa consideración caben múltiples cosas y una de ellas pudiera
ser, justamente, la de habilitar espacios privados para exhibir filmes
en 3D o propiciar salones con juegos de computadoras. En ambos casos
se utilizan equipos y ofrecen un servicio de recreación infantil. La
medida se vuelve aún más absurda cuando se sabe que para operar dichos
locales, los dueños debían mostrar a los inspectores una licencia
emitida desde hace varios años por las propias instancias estatales.
Si el Estado se equivocó al otorgárselas bajo una figura tan ambigua,
por qué deben los particulares, que tan grande inversión hicieron para
preparar y disponer de sus locales, quedarse de buenas a primeras y
sin mediar ningún tipo de aviso, estigmatizados, con sus negocios
cerrados y enfrentando enormes pérdidas. En este caso creo que tal
acción se parece demasiado a las medidas radicales contra los
ciudadanos, que tanto nuestros medios critican y que se toman en otras
partes del mundo.
El tema de la banalidad, de lo que debe o no, ver "el pueblo" y las
preocupaciones institucionales por "salvar la identidad y cultura
nacional" no es nuevo y sus raíces podemos hallarlas, al menos en el
período revolucionario, desde el mismo año 59. Algunas de esas
"inquietudes morales" aparecen muy bien recogidas en el libro de la
Dra Pogolotti, Polémicas culturales de los 60. Sin embargo, en el
campo del cine y los medios hemos tenido una y otra vez que volver
sobre ellas. En los 70 con el quinquenio gris, en el 81 tras el
estreno de Cecilia de Humberto Solás, en el 91 con la histeria
desatada por el filme Alicia en el pueblo de maravillas o en el 95 con
Guantanamera. Pero también hemos conocido de relevantes filmes cubanos
cuya exhibición en la Tv nacional fue prohibida durante largos años
porque alguien estimó que eran "incómodos" o no apropiados para
nuestro pueblo. Fueron las mismas voces extremistas que
malinterpretaron un corto estudiantil como, El grito, exhibido en la
Tv local de Bayamo, acusado de pornográfico y cuyo caso llegó a
discutirse hasta en el Tribunal Supremo. Y bueno, qué decir sobre la
banalidad, si nuestros medios informativos y televisivos han sido
durante décadas reyes en emitir contenidos banales, intrascendentes y
de escaso valor cultural o social.
En aras de salvar la identidad y cultura nacional nuestra TV ha
retardado o prohibido no pocos dramatizados generados por ella misma,
donde por cierto, encuentran escasa exhibición las mejores obras
audiovisuales realizadas por los jóvenes. Hace muy pocos años,
recordarás los enrarecidos criterios que rodearon las puntuales
exhibiciones de documentales como Fuera de Liga o Revolution. La lista
de las acciones emanadas por estos fundamentalistas de la cultura,
estos custodios de la moral ciudadana y las buenas costumbres puede
ser muy larga y no sé por qué me parece, que esta radical prohibición
que ahora contemplamos, no difiere mucho de las anteriormente
mencionadas. Las justificaciones son las mismas y el objeto de
atención también es el mismo al volcarse sobre un espacio social, la
sala de cine, perteneciente al universo del consumo y las industrias
culturales. Más allá de argumentos legales o de interpretaciones sobre
el ejercicio de la actividad privada en el país, estoy seguro que aquí
se halla la mano del dogmatismo, del necio con poder, que sigue
viviendo en una dimensión primaria, cuando el mundo, ya va llegando a
la cuarta.
Por otra parte cualquiera que se hubiese acercado a los programas que
ofrecían estas salas de 3D, sabe, que en la mayor parte de ellas se
exhibían los mismos filmes de la Tv nacional o el circuito de estreno,
solo que en versión estereoscópica, un cambio no de contenidos sino de
forma, aprovechando las virtudes de una nueva tecnología. Qué alguien
puso un material "inadecuado". Bueno, hay que ver el caso, qué es hoy
en día lo inadecuado, pero, ¿prohibir?.
Finalmente, el extraordinario impacto social que estos locales han
producido, debe ser motivo de reflexión, no de olvido y silencio. Es
preocupante, como un grupo de personas con sus iniciativas, ha sido
capaz de poner en jaque al Estado que cuenta con una fuerza
financiera, poder administrativo y recursos, mil veces mayor. ¿Por qué
tantas familias y comunidades han acogido tan favorablemente las
propuestas de esta tecnología? ¿Qué alternativas sustentables y
viables ha creado el aparato del Estado para el consumo popular o
comunitario de imágenes audiovisuales?Nuestras salas de cine y video
apenas existen. Las que funcionan no ofrecen propuestas atractivas y
la calidad de exhibición es bastante lamentable. En el terreno de los
videojuegos, ¿dónde están las ofertas cubanas? ¿Dónde, las tiendas o
locales para que los jóvenes puedan adquirirlas? Si hay juegos
"nocivos", ¿dónde están los "saludables"? El camino de la imposición,
sin diálogo, nunca salvará la cultura nacional. Pensar que la actual
sociedad cubana se erige según los criterios o la voluntad de unos
"sabios", quienes siguen determinando verticalmente lo que vemos,
escuchamos o consumimos, es vivir decididamente en otro dimensión.
Un saludo para ti,
Gustavo Arcos.
Cuba en 3D
Por: Harold Cárdenas Lema
"Y el cuervo dijo: nunca más" Edgar Allan Poe
Cuba ha cambiado mucho en los últimos años, la isla que durante mucho
tiempo estuvo suspendida en el tiempo, además de sobrevivir ha
comenzado a moverse. Hay situaciones que ya no pasan inadvertidas y
dinámicas que no funcionan igual. Por eso, cuando el Estado anuncia el
cierre de las salas de juego y los cines 3D, la respuesta que recibe
es una desaprobación general.
Ya no basta con gobernar a nombre del pueblo y por sus intereses, los
políticos deben recordar qué significa gobernar conel pueblo, teniendo
en cuenta su opinión y utilizando canales más transparentes de los que
utiliza nuestro Partido para medir los estados de opinión. Las redes
sociales y los blogs pueden ser uno de estos mecanismos, pero hacen
falta más porque los empoderados de las nuevas tecnologías siguen
siendo pocos. En fin, quien haya estado conectado estos últimos días
habrá sido testigo de las fuertes críticas que se han hecho a la nota
informativa publicada en el Granma el pasado sábado.
Lo primero que habría que preguntarse es si este es realmente un tema
tan prioritario, mientras nos dedicamos a debatir sobre cine hay
muchas cuestiones más emergentes que laceran al país y sin embargo no
aparecen en las portadas de nuestros periódicos, ni provocan medidas
tan inmediatas. Como la corrupción en las grandes empresas o la
indisciplina social generalizada en tantos y tantos aspectos de la
sociedad.
Los cubanos tendrán que despedirse del 3D inmediatamente y a partir
del 31 de diciembre renunciar a comprar ropa importada, es decir, a
partir del 2014 seguimos en 2D y comprando ropa bastante cara y de
mala calidad en las tiendas recaudadoras de divisas, o caemos en la
ilegalidad, las opciones son pocas. Yo creo conocer a los cubanos,
primero pasa un camello por el hueco de una aguja, antes que
renunciemos a la tecnología o la ropa barata.
En la referida nota informativa se le reclama a los cines 3D que
incluyan un servicio gastronómico. ¿Será resentimiento? Ese valor
agregado que estas salas han logrado le resulta imposible o muy
difícil a la gestión estatal, yo creía que esa era la intención cuando
se organizó el trabajo por cuenta propia: liberar al Estado de una
carga innecesaria. O, como dice un colega: ¿El 3D y las salas de juego
son "sectores decisivos para la economía cubana"? ¿Me perdí algo?
Espero con ansias que llegue ese momento feliz en el que vea que
estamos acompañando decididamente el desarrollo tecnológico sin llegar
a dar pasos en el sentido contrario. A veces pareciera que el país
está siendo dirigido por dos partidos, uno revolucionario y otro
conservador, por eso se hace tan importante la participación activa de
los cubanos en los acontecimientos que están ocurriendo. No he
encontrado a una sola persona en la calle que esté de acuerdo con la
medida, cualquier político inteligente sabe que esto tiene un costo
político alto, ¿vale la pena?
Una vez más, reitero que prohibir es el camino fácil, es botar el sofá
por la ventana sin medir las consecuencias, detrás de cada cine
cerrado hay personas que han quedado sin trabajo y no se puede esperar
que estén muy felices al respecto. Días atrás escribí que la
prohibición para vender ropa importada era un paso atrás, ya no me
parece tanto así. Aquella y esta medida son simplemente la reacción
estatal ante fenómenos que eran impredecibles cuando se autorizaron
los trabajos por cuenta propia, pero en vez de prohibirlos, la
solución es canalizarlos.
Y si esto es difícil, o no se puede, ¿resulta tan difícil que un
funcionario de la cara en la televisión nacional explicando cuáles son
las variables que influyen sobre este fenómeno y lo hacen tan difícil?
¿Cuándo será el día que veré a un ministro en una rueda de prensa
explicando un asunto complicado? En un estado socialista, tiene que
haber más comunicación que nunca entre el Estado y el pueblo. Algo me
dice que el secretismo nos ha hecho más daño que la fuga de
información sensible.
Escribir un post criticando algo resulta fácil, quizás existan
variables que no conozca y obliguen a tomar esta medida, quizás estoy
exagerando un asunto que en lo personal me parece que va más allá del
3D, la ropa o las salas de juego. El punto es que siempre escribimos
desde la ignorancia, desde la falta de información porque los
encargados de darla son bastante parcos al respecto.
La Revolución no depende de las salas 3D, los juegos de computadora o
la ropa importada, pero no podemos perder la perspectiva de lo que hay
detrás de esto y sí define el futuro de nuestro país. Los políticos
que están detrás de decisiones así son los que tienen en sus manos el
rumbo del país y dentro de poco ocuparán los principales cargos de
dirección, por eso debemos estar atentos y no dejar pasar errores que
en el futuro podrían multiplicarse.
Todos los días los cubanos hacemos la cola del periódico, escuchamos
la radio y vemos la televisión nacional esperando encontrar buenas
noticias, que la toma de decisiones nos favorezca. Los últimos años
han sido halagüeños en este sentido pero la deuda con nosotros mismos
y nuestros sacrificios sigue siendo grande. Yo espero que algún día,
como dice la profesora Milena Recio: tengamos decisiones políticas en
3D.


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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