jueves, 1 de mayo de 2014

DESAGUISADOS

--DESAGUISADOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Ya nos estamos acostumbrando a las pifias garrafales, a esos errores
que parecen concebidos por un "topo" del enemigo, por algún agente
encubierto que persigue crear malestar y distanciar a gobernantes y
gobernados. La frecuencia alarmante de estos fenómenos, está haciendo
que no nos sorprendamos ante ninguna medida dictada y esperemos con
naturalidad sus contraproducentes consecuencias. Botar el sofá,
prohibir en lugar de regular, prohijar el secretismo a la par que
denunciarlo, contradecir en actos lo que se proclama en palabras,
elevar algunos salarios nominales y a la vez disminuir el salario real
mediante la subida de precios, sordera crónica ante previsiones,
alertas y reclamos, trastornos de la visión que hace ver enemigos por
doquiera, son procederes que pueblan la agenda de una burocracia cada
vez más ajena a los intereses de la mayoría. Lamentablemente, y no hay
que ser muy perspicaz para afirmarlo, están transitando por un camino
que conduce al desastre. Cada vez son menos las voces que repiten el
discurso oficial, reproduciendo inevitablemente los absurdos e
incongruencias emitidos "desde arriba"; no obstante, entre estos ecos,
he apreciado en los últimos días dos muestras de asombrosa
creatividad; sus protagonistas hacen aportes dignos de mención, a tal
punto que aparentan originalidad. Ambos han tratado de reproducir los
desaguisados ajenos con voz propia y producen el efecto de elevar la
pifia y teñirla con toques personales.
Uno de ellos, ayer presidente de una institución y hoy bloguero, se
viste de Nostradamus y profetiza que la nueva izquierda, que él llama
falsa y enemiga, se quitará la máscara de socialista y, luchando por
restaurar el capitalismo, clamará por el pluripartidismo. De esta
forma, se adelantó al supuesto reclamo, puso el parche antes que
saliera el grano y pecó de tempranero en exceso. Al parecer, para
defender el ya desacreditado monopartidismo no halló una vía mejor que
hacerse oráculo; pero acrecienta la pifia, pifiando él, al detallar
los males que trajo el sistema de partido único en otras latitudes.
Debió ser más cauto, cualquier ignorante, como yo, puede deducir
extrapolaciones e identificar a los que labran el regreso capitalista.
El otro, un doctor en ciencias económicas, por apoyar la nueva ley de
inversiones, no tuvo pudor en disparatar afirmando que las inversiones
inmobiliarias, eran las destinadas a la construcción de oficinas,
dispendio que Cuba no podía asumir; luego de esta barrabasada, indigna
de cualquiera que hubiera abierto un libro de Economía, contribuye a
engrandecer los errores de arriba, al declarar lo que aún no han dicho
"las autoridades correspondientes"; eso le puede costar caro, pero es
valiente el innovador, al identificar el sendero chino como paradigma
a seguir, para terminar alabando los "éxitos" asiáticos en la
fabricación de multimillonarios. Al parecer, comulga con el principio
de Xiaoping: "enriquecerse es glorioso"
La creatividad tiene un coste y ambos no han dudado en asumirlo; pisan
terreno cenagoso, con firmeza de tembladera y se hunden al aportar sus
errores "por cuenta propia". Se arriesgan a recibir el
correspondiente cocotazo, el que reserva el señor a sus súbditos
desorientados. ¡Dios tenga piedad de ellos!

Desde Regla, ayer, "La Sierra Chiquita";
Ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Mayo 2 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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