lunes, 31 de marzo de 2014

LA QUINTA COLUMNA

-- LA QUINTA COLUMNA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Durante la Guerra Civil Española de denominó "QUINTA COLUMNA" a las
fuerzas en apariencia leales a uno de los bandos enfrentados y que en
realidad actuaban a favor del otro. Desde entonces, el término se ha
extendido para designar a aquellos grupos, supuestamente aliados, que
realizan cualquier actividad dentro del campo contrario, dirigida a su
debilitamiento o derrota.
En España la quinta columna estuvo presente tanto dentro de los
republicanos como entre los falangistas, pero se hizo más evidente y
decisiva durante el sitio de Madrid, cuando cuatro columnas
estrechaban el cerco alrededor de aquella ciudad y un general
franquista dijo contar con "una quinta columna" dentro de la plaza
sitiada; la acción de estas fuerzas internas, en los finales de la
contienda, fue decisiva para la caída de la Capital republicana y para
que Franco pudiera proclamar su victoria un día como hoy, primero de
abril, pero de 1939.
Nosotros, quién lo puede negar, tenemos también nuestra "Quinta
Columna" pero, a diferencia de la española, la cubana se muestra más
activa cuando el cerco al que estamos sometidos comienza a
debilitarse. Efectivamente, el "bloqueo boquea"(1), Cuba no solo ha
resistido, sino que cada vez está menos aislada, es miembro activo de
varios bloques regionales y día a día amplía sus vínculos económicos y
diplomáticos con más y más naciones. Sin embargo, el daño causado por
fuerzas internas, no fáciles de identificar, se acrecienta y adopta
múltiples modalidades; desde la propagación de rumores, falsos
decretos y disposiciones, hasta la imposición de medidas impopulares
que restan apoyo y credibilidad a quienes las dictan. Otras variantes
pueden estar ocultas en la negación, freno o distorsión de las
disposiciones del ejecutivo, y que, aparentemente, quedan impunes. El
fuego es cruzado, a pesar del silencio oficial, se filtran noticias
con apariencias de fidedignas y uno se pregunta, ¿de dónde vienen los
tiros?
Es amplio el diapasón de artículos, campañas y "análisis", por lo
general dirigidos contra objetivos precisos y vitales; ya sea el
Puerto del Mariel, el sustancial ingreso que representa la
colaboración médica, la unión de los cubanos de dentro y de afuera, o
la necesaria inversión extranjera. A veces el mensaje quintacolumnista
es tan burdo que se vuelve inofensivo, otras se hace muy sutil y ahí
radica su peligrosidad, pues en ocasiones, al imitar un discurso
oficial o izquierdista, confunde a personas honestas que se hacen ecos
de tales perfidias. Un caso que retrata lo anterior, lo constituye
cierta reacción crítica a la nueva ley de inversiones, aún antes de
promulgarse. Recientemente leí un despacho (2) fechado en Miami,
¿dónde si no?, que analizaba la nueva ley de inversiones y planteaba
"lo injusta" que resulta al permitir invertir a los cubanos emigrados
que ayer apoyaban el bloqueo, pero no los cubanos de adentro que
sufrieron durante años sus consecuencias. La peluda oreja del lobo se
descubre bajo el vellón ovejuno porque, ¿dónde están los cubanos de
adentro que cuenten con el capital suficiente para invertir en la
cuantía requerida?, ¿es que hay algún Fanjul, sobreviviente
acaudalado, que ha habitado de incógnito entre nosotros durante todas
estas décadas?, ¿habrá algún cuentapropista afortunado, que ha reunido
unos cuantos millones y está dispuesto a invertir parte de ellos?, ¿o
será que se defiende a alguno que otro funcionario, muy honrado y
austero, al que la nueva ley le impedirá invertir sus ahorritos en el
país? ¡Qué injusticia, señores!...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Abril 1 de 2014
(1) Referencia a mi artículo con ese título de fecha febrero 12 de 2014
(2) Al día siguiente, otro despacho similar señalaba que la nueva ley
no aclaraba si los cubanos residentes en Estados Unidos podrían
invertir en la isla.

________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario