domingo, 8 de junio de 2014

MANUAL DE PERIODISMO

--MANUAL DE PERIODISMO
Por Sempronio, el de Regla

Acaba de caer en mis manos, "Manual de Periodismo" de los mexicanos
Carlos Marín y Vicente Leñero, obra editada originalmente en México,
Editorial Grijalbo, 1986 y reproducida en 1990 por nuestra editora
Pablo de la Torriente. Por los años transcurridos o por su origen,
presumo que debe existir un sustituto más reciente, adaptado a los
actuales estudios de periodismo y a las exigencias de los que dirigen
la práctica de dicha profesión. Pero, aunque no haya un manual
vigente, al menos están establecidas las "Orientaciones Generales" por
las cuales se rige el periodismo cubano, contenidas en disposiciones,
circulares, resoluciones y otros documentos normativos que,
recopilados, constituirán el futuro Manual. Solamente así, se
garantizará la uniformidad que exigen los inefables administradores de
la información.
Como que, de intruso, practico el periodismo "por cuenta propia",
contagiado con la autosuficiencia diseminada en los altos niveles,
quiero hacer mi aporte a ese futuro manual. Para ello, y siguiendo la
corriente, no inventaré nada y me limitaré a plasmar en "Lineamientos"
las reglas del juego periodístico, las que ya rigen la actividad de
ese gremio esforzado y sufrido, que tanto admiro y compadezco. Ahí
van:
1. La inmediatez es cosa de la prensa sensacionalista y no debe
tomarse en cuenta. El periodista debe ser disciplinado y esperar que
las autoridades competentes determinen el momento oportuno y la forma
adecuada de divulgar la noticia. Los reportajes con contenido crítico,
serán orientados previamente.
2. No se reportarán los crímenes y demás delitos comunes; solamente
cuando se informe la captura de los culpables, podrá aludirse a ellos
y siempre de soslayo. Si hay figuras públicas implicadas, el suceso se
dará por no ocurrido.
3. No se divulgará ningún deterioro, cierre o abandono de mueble o
lugar público. En su lugar, se redactarán artículos que saluden el
"rescate", la "reanimación", la "reapertura" o la "re-inauguración" de
cualquier propiedad patrimonial. Se obviarán los detalles referidos a
motivos y tiempo de clausura.
4. Igualmente, no se publicará ninguna declaración de personalidad
extranjera o nacional que critique o argumente en contra de los
sagrados intereses y criterios nuestros. Solamente se darán a conocer
las enérgicas respuestas de nuestra parte, rebatiendo aquellas
declaraciones.
5. No se reportará ni epidemia, ni accidente, ni catástrofe natural
ocurrido en el territorio nacional, ni se cuantificarán los daños;
sólo la atención recibida por los damnificados y los esfuerzos
gubernamentales por reducir las consecuencias y restablecer la
normalidad. Por el contrario, cualquier desastre fuera de nuestras
fronteras, recibirá la más amplia divulgación.
6. Al redactar crónicas informativas, se manejarán con sumo cuidado
las estadísticas nacionales, las cuales deben contar con la
autorización previa, refrendada por las instancias sectoriales,
regionales y estatales. Se priorizarán las estadísticas extranjeras
que reflejen índices peores que los nuestros. Ejemplos: desempleo en
Afganistán, corrupción en España, criminalidad en México, desnutrición
en Etiopia, fallos del servicio médico en Estados Unidos, violencia en
Somalia, desamparo de la ancianidad en Mali, etc.
Tengo más aportes, pero caen dentro de la hermenéutica del futuro
manual que será, kafkiana y orwellianamente, secreto. ¡Vaya, bien
cubano!...

Desde Regla, tierra bendita de Yemayá, cuna bravía de los abacuá.
Junio 9 de 2014

________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario