domingo, 9 de febrero de 2014

DEFINIR CONCEPTOS

DEFINIR CONCEPTOS
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Definir conceptos es de suma importancia; clarifica ideas y señala
rutas en la marcha hacia un objetivo. De ahí que la
"conceptualización" sea una de las tareas principales que se han
trazado. Es primordial definir qué tipo de socialismo deseamos
construir, para enrumbar políticas, tanto en lo económico, como en lo
político y lo social. El no tener claro un concepto, puede llevarnos a
errores y hundirnos en fracasos, al confundir las metas a alcanzar. En
la praxis diaria, equivocar conceptos nos impide identificar los
factores actuantes en esa cotidianidad. En Cuba estamos muy
confundidos con algunos calificativos y solemos utilizarlos
erróneamente. Así, llamamos disidencia a lo que es contrarrevolución,
englobamos en ella tanto a verdaderos contrarrevolucionarios, como a
quienes plantean críticas honestas y declaramos revolucionario a todo
aquel que siga la rima oficialista, aunque se limite a repetir
barbaridades y aplaudir errores; con lo cual, consciente o no, ayuda
al enemigo. Tal parece que ignoramos que disidente es todo el que
disiente, discrepe, opine distinto, sin que por ello sea enemigo y que
contrarrevolucionario es quien trata de destruir la Revolución, desde
afuera o desde adentro; en nuestra confusión, no nos percatamos que
todos los repetidores, como ecos, no responden a una auténtica
vocación de papagayos o a un comportamiento robótico, sino que pueden
encubrir ocultas y nada inocentes intenciones. Es hora de poner las
cosas en su lugar y de llamar al pan, pan y al vino, vino; es urgente
usar correctamente estos calificativos. Por todo esto, me parecen muy
certeras y oportunas las aclaraciones que hace nuestro amigo, el
reconocido politólogo Esteban Morales y que, textualmente, cito: "La
verdadera y legítima disidencia, como ya hemos dicho, es la masa
revolucionaria que critica y busca la solución de los problemas para
hacer avanzar al país." Más adelante, señala Morales una posibilidad
cierta y alarmante: "... puede haber entre nosotros, "topos", es
decir, gente que haciéndose pasar por revolucionarios, trabajan para
crear contradicciones entre el pueblo y sus dirigentes." (1)
Con otras palabras, ya lo había apuntado yo en mi artículo titulado
"Conceptos Equivocados", publicado en mi blog en septiembre 17 de
2013. Disidente fue Agramonte respecto a Céspedes en Guáimaro, Maceo y
Martí discreparon en La Mejorana. Y ninguno era enemigo del otro, ni
mucho menos, por disentir, fue contrarrevolucionario. Más cercanos en
nuestra historia, disintieron los comandantes "Che" y "Daniel" (René
Ramos Latour) en plena Sierra Maestra.
Aclaremos entonces, por una vez y por todas: nosotros, los que
queremos un socialismo verdadero y participativo, los que criticamos
lo mal hecho, somos los disidentes; contrarrevolucionarios pueden
hallarse tanto en Miami, como en grupúsculos internos, en funcionarios
corrompidos, en "revolucionarios" que, sospechosamente, dicen sí a
todo y hasta en algunas esferas de poder. En un ambiente convulso,
donde el rumbo a veces se hace confuso por falta de definiciones,
puede haber de todo, como "en la viña del Señor". No nos equivoquemos
al creer, que sólo nosotros somos capaces de sembrar nuestros agentes
en la CIA; es posible y muy probable, que ella haya logrado penetrar
en nuestras estructuras. La palabra de orden es: ¡DEFINIR! Y con
definiciones correctas, estar claros y alertas...

Desde Regla,
Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía.
Febrero 10 de 2014
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(1) Esteban Morales, "UNA VEZ MÁS SOBRE LA ESTRATEGIA DE EEUU CONTRA
CUBA", publicado en "Dialogar, Dialogar", IPS, enero 22 de 2014

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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