martes, 12 de febrero de 2013

SEMPRONIO

SEMPRONIO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Sempronio, mi amigo reglano, sintió mucho la desaparición de la Unión
Soviética y a raíz de la debacle escribió estos versos:
"Es de maravilla ver,
Que lo que fue al amanecer,
Un país de proletarios;
Luego, al atardecer,
Se pobló de empresarios".
Sempronio es primo de Sofenio, aquel guajiro de Vueltas, cuyos
dicharachos y comentarios, mencionaba con frecuencia el periodista
Mario Kuchilán. Parece que el ingenio, la acritud y la mordacidad son
características familiares porque, como aquel, este reglano hace gala
de ello en sus chacotas y acotaciones al margen… Este amigo mío, sin
ser campesino, fue enviado como tal a estudiar a la URSS, integrando
el primer contingente de becados por el Instituto Nacional de la
Reforma Agraria (INRA). De la Unión Soviética volvió Sempronio
convertido en un bolchevique y con algún conocimiento sobre
maquinarias agrícolas inexistentes en Cuba, como recolectoras de
algodón y segadoras de trigo. Eso no lo amilanó, pues él nunca había
sido campesino y cuando, como mecánico agrícola, lo situaron en una
granja estatal de Camagüey, se las amañó para conseguir un trabajo
como mecánico de equipos pesados en un taller, aquí en Regla. En
definitiva, eso de aflojar y apretar tuercas y tornillos, sabía
hacerlo. En la práctica fue aprendiendo, acumulando experiencia y hoy
se desempeña como oficinista en un taller de reparaciones de equipos
electrodomésticos, a dos cuadras de su casa. En cuanto a ideología,
permanece fiel al legado leninista y vio con gran pesar la caída de
"su segunda Patria". Sempronio está convencido que "igual peligro de
extinción nos amenaza, si no andamos a la viva". Por eso fue el
primero en felicitarme por mi artículo de ayer y me trajo esos versos
suyos con que encabecé estas líneas. Quizás por el origen enmarañado
de su actual profesión, y por aquello de verse incluido en un grupo al
cual nunca perteneció, Sempronio ha adquirido la manía de sacar
estadísticas y repetir, como cuestionamiento irrebatible, el viejo
dicho "NO SON TODOS LOS QUE ESTÁN, NI ESTÁN TODOS LOS QUE SON".
Estadísticas y dicho comenzó aplicándoselos a las selecciones de
nuestros peloteros para integrar los equipos nacionales, pero continuó
sacando estadísticas de cuanta noticia daban y ahora, después de las
recientes elecciones, no se cansa de sacar cuentas y repetir su
estribillo.
Ayer, domingo, en cuanto dieron los electos para presidir las
respectivas Asambleas Provinciales, Sempronio cogió un mocho de lápiz
y se puso a multiplicar y dividir: "De 15 provincias, en 14 fueron
reelectos los anteriores, para un 90,3%". Y agregó, ácido y
categórico: "Solo uno de los 15 no recibió el beneplácito de la cúpula
o se cansó y no quiso seguir".
Hoy, muy temprano, me llamó la atención sobre un parte que daba Radio
Reloj, donde se informaba que en Holguín se había constituido la
Asamblea Provincial, quedando integrada por un 30% de trabajadores y
empleados y un 60% de directivos. _Mira, -me decía Sempronio- si en
ese 30% están incluidos los cuentapropistas, los empleados
administrativos, técnicos y de servicios, etc., el porciento de
obreros es mínimo. Igual que el margen que queda para campesinos:
menos de diez %, en cambio los mencionados como "directivos"
constituyen una mayoría aplastante. En ese grupo deben estar los
tecnócratas, los representantes de la partidocracia y cuanto jefecillo
puedas imaginar. Holguín es una provincia agrícola y minera, pero los
que la sudan para crear esas riquezas, no están representados en su
Asamblea. Así que, mi hermano: ¡No están los que son, ni son los que
están!

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Febrero 11 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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