lunes, 10 de diciembre de 2012

CARTA A TALIA

CARTA A TALÍA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Talía González es una joven periodista cubana, bella y talentosa.
Ayer, cuando le escribí a un amigo periodista, estaba pensando en ella
y en sus reportajes televisivos. Lamentablemente, no tengo su
dirección para enviarle esta misiva, así que ruego a cualquiera que la
sepa, se la haga llegar.
No comparto totalmente la ya desacreditada teoría de Lombroso, pero sí
creo que hay ciertos rasgos fisonómicos que hablan de atributos de la
personalidad. Los ojos de Talía, sus ángulos faciales denotan
inteligencia y energía. Cuando la oigo y veo en la pantalla, me
reafirmo en el criterio que estoy ante una mujer de carácter. Sin caer
en extremismos, yo diría, de recio carácter.
Resultó penosamente inolvidable, aquel reportaje "frustrado" de Talía,
cuando pretendió entrar a una tienda estatal y se lo impidieron
empleados de dicho establecimiento. Fue una denuncia demoledora, aquel
testimonio suyo. A contrapelo de las orientaciones emanadas de las más
altas instancias, en el entresuelo y otros niveles había funcionarios
que, no sólo desconocían dicha autoridad máxima, sino que ponían en
práctica políticas totalmente contrarias al discurso oficial. Yo,
como muchos, esperaba que Talía recibiera una satisfacción y que los
infractores de la legalidad fueran sancionados ejemplarmente. Ellos
impidieron el desempeño profesional de la prensa y eso es un delito
punible acorde a nuestras leyes. Todavía no me he enterado si han
ocurrido o no ambos eventos.
Quizás Talía también esté esperando la reparación justa que merece,
mientras el público espera el reportaje que no pudo hacer. Y aquí es
donde me surgen una serie de preguntas, que quiero trasmitirle a ella:
Admirada compañera: ¿No te resulta extraño que funcionarios de poca
monta puedan contradecir lo dispuesto por los más altos representantes
del Gobierno y el Partido? ¿No es extraña la impunidad de que gozan
los que así obran? ¿Cómo entender las críticas que desde arriba se le
hace a nuestra prensa, si a esa prensa se le dirige, precisamente,
desde arriba? ¿Cuál es el significado de esta absurda paradoja? ¿Qué
sentido tiene que te exijan como periodista actualidad e inmediatez,
que produzcas un periodismo fresco, crítico, revolucionario, si al
final te impiden hacerlo? ¿Qué sentido tiene que te señalen el camino
que debes seguir, cuando es sabido que otros te lo cierran? ¿Qué te
dice la benevolencia con que son tratados los infractores?...
Perdóname tantas preguntas, te advierto que aún me quedan más, y que
limito el cuestionario por ceñirme al espacio. Pero el que suscribe es
como el escaramujo de Silvio, cuando dice "yo vivo de preguntar", y
está firmemente convencido de que "saber no puede ser lujo." Te
reitero mi admiración a tu persona y mi aprecio a tu trabajo.

Jorge C. Oliva Espinosa
Regla, diciembre 10 de 2012


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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