LO IMPORTANTE Y LO SECUNDARIO

LO IMPORTANTE Y LO SECUNDARIO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

La novedad de un Papa argentino, ha traído el consiguiente revuelo.
Mientras que algunos coterráneos suyos le sacan viejos trapos sucios,
otros le otorgan una carta de crédito llena de esperanzas. Algunos que
ayer lo acusaban, hoy le prodigan elogios. Y es natural, un sucesor de
San Pedro, nacido en un país tercermundista y latinoamericano, no es
cosa que ocurra todos los días. Estábamos acostumbrados a Papas
italianos o cuando menos europeos. De la vieja Europa, llegaban
siempre los aires que debíamos respirar, porque eran los aires de la
cultura. De la cultura impuesta, la que era necesario asimilar si
queríamos dejar de ser los indios incivilizados que somos.
Pero es el caso que, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron con
la espada y con el evangelio, no nos convirtieron en europeos. Hoy,
con orgullo, proclamamos nuestra nueva raza y tenemos razones muy
legítimas para hacerlo. Afincados en sus raíces mestizas hemos dado
gigantes del pensamiento y la acción, próceres fundadores, hitos de
fresco renuevo a las artes y a las letras, científicos que ampliaron
el horizonte de las ciencias. Esa es la riqueza de NUESTRA AMÉRICA, la
que situó Martí extendida desde el Bravo a la Patagonia.
Somos un crisol de naciones y aunque con el conquistador vino el cura
catequizante, hoy subsisten en nuestros pueblos las más variadas
religiones. Abundan los católicos, practicantes y no practicantes, los
de una teología liberadora y los de credos protestantes, junto a
animistas, conservadores de antiquísimos cultos precolombinos y
santeros sincretizados que no perdieron su africanismo. Es rica
nuestra diversidad de creencias. Además, estamos los que profesamos un
culto al hombre, a la humanidad integrada en esa palabra, y tenemos
fe "en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la
virtud…" No somos ateos, porque nuestros dioses son la Libertad y la
Justicia. Ellas reinarán en el paraíso por el que luchamos: el Futuro.
Ese es nuestro credo.
La forma de comunicarse con lo divino, dentro de nuestra diversidad,
es terreno muy individual, atributo personal que todos debemos
respetar. No ha sido nunca motivo para dividirnos en creyentes y no
creyentes. Mucho menos para justificar guerras fratricidas, ni noches
de San Bartolomé. Lo importante no es lo individual que nos
diferencia, sino lo que nos une y pertenece a todos: nuestra herencia
latinoamericana; la que nos legaron nuestros padres fundadores, la que
aspiramos a dejar a nuestros hijos. Una América unida "en cuadro
apretado, como la plata en la raíz de los Andes". Más importante que
eligieran a un Papa argentino, mucho más importante, es que en esas
tierras nacieran un San Martín y un Che Guevara.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 26 de 2013


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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com