domingo, 17 de marzo de 2013

CAUSA O EFECTO

¿CAUSA O EFECTO?
Por Jorge C. Oliva Espinosa

El afán de dominación es tan viejo como la Historia. En ella vemos
repetirse personajes que tuvieron como propósito declarado, someter al
mundo bajo su poder. Alejandro de Macedonia, Tamerlán, Napoleón,
Hitler, encarnaron en su momento esa ambición que no reconoce
fronteras. La antigua Roma, los viejos reinos europeos, El Islam, la
Iglesia Católica y el Imperialismo globalizado de hoy, se han
conducido, a través de los siglos, con igual voluntad de expansión. En
no pocas oportunidades, creencia mística e intereses materiales se han
aliado para obtener los mismos fines. Así vemos que algunas veces, la
primera ha prestado el concurso religioso como herramienta de
sometimiento y otras se ha servido de reyes y naciones para ampliar su
feligresía. Gobiernos y Religión han transitado juntos un largo trecho
histórico. El Estado laico parece una conquista casi póstuma de la
modernidad, porque a su aparición no tarda en sucederle la gran crisis
de las naciones-estados. Esas frágiles estructuras que son cada día
más ingobernables.
En fecha tan cercana como 1929, Benito Mussolini firma el Tratado de
Letrán, donde reconoce como estado soberano a la Ciudad del Vaticano,
origen y asiento de la actual Santa Sede. Hoy la Iglesia Católica,
además de creyentes en todas partes del planeta, tiene también un
Estado propio, sucesor del Sacro Imperio Romano Germánico y de los
Estados Pontificios. Posee también un gran poder económico y, derivado
del mismo, sus intereses nada espirituales. El Papa, autoridad suprema
de la Iglesia, es a su vez Jefe de un Estado soberano, con
jurisdicción territorial (La Ciudad del Vaticano), personalidad
jurídica y con todas las instituciones y atributos inherentes a
cualquier otro Estado.
Esta breve exposición quizás sea innecesaria para la mayoría de mis
lectores, pero la renuncia de un Papa, hecho que no acontecía en los
últimos seiscientos años y la, sin precedente, elección de un sucesor
nacido en la Argentina, me han hecho repasar la historia y el ascenso
al trono de San Pedro de sus recientes ocupantes. Comienzo a enumerar:
Cuando Polonia se vio sacudida por la crisis estructural que inició la
caída del mal llamado Campo Socialista, un Papa polaco ostentaba la
doble jefatura de religión y estado. Más tarde, cuando la Unión
Europea parecía emerger como equilibrio de otras potencias, un
ciudadano alemán fue coronado con la mitra papal. Y ahora, cuando
América Latina se dispone a unir sus fuerzas para oponerse a la
dominación anglosajona, un latinoamericano asume el alto cargo
gubernamental y religioso. Es curiosa la repetición de estas
coincidencias. Parece haber una relación entre situaciones
internacionales de un momento dado y la elección de un Papa
conveniente a ese momento. ¿Será una relación de causa y efecto?
¿Pero, cuál es la causa y cuál el efecto?... Dejo a los más entendidos
la respuesta. Este mundo nos plantea tantas preguntas, que no nos
alcanza la vida para responderlas y a la vez mantenernos alertas ante
el Imperio que pretende dominarlo.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita": ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 17 de 2013



--
________________________________________________________________
De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario