sábado, 9 de marzo de 2013

AY SEMPRONIO

PEROGRULLADAS DE SEMPRONIO
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Como todo buen cubano, mi amigo Sempronio ha sentido muy profundamente
la muerte de Chávez. Ya, creyón en ristre, la emprendió con las
paredes de su "ultramarina Regla", cubriéndolas de estremecedores:
"¡CHÁVEZ VIVE!"
Ayer lo encontré y me soltó una de sus monsergas. Crítico despiadado
de cuanto escribo, me dijo:
"Tu crónica ´Las Lecciones de un amigo´ está mal titulada. Ese amigo,
el más fiel y generoso que han tenido los cubanos, según escribió
Ravsberg, entró en la Historia con mayúscula. Por lo tanto, no son las
lecciones de un hombre, son las lecciones que, constantemente, nos da
esa acumulación de hechos trascendentes, transformadores de los
tiempos, llamada HISTORIA. Son LECCIONES DE LA HISTORIA. Lecciones que
muchas veces nos empeñamos en no aprender. Mira si no: en tiempos de
Stalin, cualquier ataque al mismo, era considerado un ataque a la
Unión Soviética. El que disentía del stalinismo era llamado enemigo
del pueblo. Disentir se convertía en ser contrarrevolucionario, porque
se colocaba en contra de la primera Revolución que se llamaba
socialista. Hoy, los cubanos que criticamos lo que nos parece
criticable, rehuimos ese calificativo y lo dejamos como uso exclusivo
para los mal llamados "disidentes", cuya verdadera identidad es otra.
Ellos no son disidentes, son contrarrevolucionarios. Disidentes somos
nosotros, los que sentimos la Revolución que llevamos en el pecho, los
inconformes con nuestro sistema y queremos perfeccionarlo. Ah, pero la
palabrita nos la hemos dejado arrebatar. Olvidamos que en Guáimaro,
Céspedes y Agramonte disintieron en sus opiniones. Que en La Mejorana,
Maceo disintió de Martí. Y ninguno de nuestros sagrados próceres, por
eso, por disentir, puede ser llamado contrarrevolucionario. ¿O es
acaso, que tememos parecernos a ellos?..."
Dejo a Sempronio, como siempre, en los retruécanos de sus
disquisiciones y vuelvo a casa, a escribir esta crónica, también en
honor a ese amigo entrañable que nos mostró que un socialismo más
participativo y democrático, un socialismo con las masas y no con una
élite, por muy vanguardia que sea, no sólo es posible, sino también
realizable. ¡HONOR Y GLORIA A HUGO CHÁVEZ! A ese gigante amigo que ya
entró en la Historia, y desde ella y con ella, nos da sus Lecciones.

Desde Regla,
Ayer "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía
Marzo 9 de 2013




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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com.es
jorgecoliva@gmail.com

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