lunes, 22 de diciembre de 2014

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE OBAMA

--CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE OBAMA
Por Jorge C. Oliva Espinosa

Señor Presidente: Se dirige a Usted un cubano de los muchos que aman a
nuestra Patria y desean lo mejor para ella. Lo hago con todo respeto,
para saludar su histórica decisión de modificar la política de su país
hacia el nuestro y de reconstruir, sobre nuevas bases, las relaciones
rotas desde hace más de medio siglo; es una decisión sabia y valiente,
con ella Usted, Señor Presidente, ha ganado un lugar en la historia.
Este intento suyo por normalizar las relaciones entre dos vecinos
cercanos, unidos y a la vez separados por la historia compartida, lo
hace a Usted merecedor de gratitud y reconocimiento.
Con satisfacción leí su alocución informando sobre el restablecimiento
de relaciones diplomáticas con Cuba; en ese comunicado, Usted demostró
conocimientos de nuestra historia, citó al prócer cubano José Martí y
hasta usó cubanismos. Seguramente usted también conoce que, al término
de nuestras prolongadas luchas independentistas, los Estados Unidos de
Norteamérica intervinieron en el conflicto y nos ocuparon,
establecieron un gobierno militar y cuando no les quedó más remedio
que cumplir la Resolución Conjunta, -la que proclamaba que Cuba debía
ser independiente- nos impusieron un apéndice a nuestra primera
Constitución que nos convirtió en un protectorado y mutiló brutalmente
nuestra soberanía; ese fue el comienzo de nuestra vida como nación y
como república. A lo largo de su existencia mi país sufrió la
injerencia permanente del "Gran Vecino del Norte" en sus asuntos
internos y vio sus intereses nacionales supeditados siempre al interés
norteamericano; el que nunca nos consideró ni respetó como país
independiente. A Cuba se le atacó con todo tipo de armas y cientos de
actos terroristas se llevaron a cabo contra ella. Con estos
antecedentes, Usted comprenderá por qué los cubanos no guardamos muy
buenos recuerdos de nuestras relaciones; ahora usted anuncia que las
normalizará, como las que deben primar entre vecinos civilizados y
esto constituye un cambio radical en la apreciación de nuestras
diferencias y un respeto irrestricto a nuestras respectivas
soberanías. Ese respeto recíproco incluye, no imponer al otro nuestros
criterios, ni pretender subvertir nuestras formas de gobierno. En ese
sentido, Señor Presidente, tomo nota de su humanitaria preocupación
por la vigencia de los derechos humanos en Cuba y por trasladarnos la
"democracia" que ustedes, los norteamericanos, entienden como el mejor
sistema. Por mi parte, me gustaría que prestara igual atención al
ejercicio de esos mismos derechos humanos en su país, donde la tortura
fue permitida y reglamentada; donde existen presos que se mantienen
por tiempo indefinido en sus cárceles, sin procesamiento judicial ni
asistencia legal; donde un policía, casi siempre blanco, puede
asesinar de forma impune a un joven negro. Pero, claro, entiendo que
esos son asuntos suyos y solo competen a ustedes; por ello me abstengo
de hacerle cualquier solicitud al respecto.
Termino deseándole éxitos en su gestión presidencial y en su empeño de
enrumbar por otros derroteros la política de ustedes hacia nosotros,
cometido que beneficiará a nuestros dos países y que como usted dijo
"en cubano: no será fácil." En lo personal permítame, Señor
Presidente, desearle unas felices navidades y un próspero año 2015
para usted y su familia. Para reciprocar su gesto de usar nuestro
idioma, que interpreto como un esfuerzo por entendernos mejor y
animado de la misma intención, le digo: ¡Merry Christmas and Happy New
Year!
Desde Cuba, República soberana e independiente, diciembre 23 de 2014.

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De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me
debo.

Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.
http://jorgecolivaespinosa.blogspot.com
jorgecoliva@gmail.com

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